Los seis de Atlas

Opinión:

"Los seis de Atlas" es uno de esos libros que odias o adoras, tanto a nivel personajes como a nivel trama y ambientación.

Lo diferente de los protagonistas es que todos son odiosos a su manera (y en diferentes grados). Es una apuesta arriesgada, ya que cada capítulo está mostrando el punto de vista de uno de ellos. Habrá lectores que valoren eso, pero habrá lectores que simplemente no puedan con ninguno de los personajes, con los que resulta muy difícil empatizar incluso cuando llegas a conocer su historia y por qué son, en parte, como son. También hay que admitir que algunas de sus motivaciones no parecen del todo consistentes.

En este punto añadiré también que la autora tiene sus claros favoritos y que sus esfuerzos por hacerles parecer más fascinantes e interesantes al lector a veces son un poco contraproducentes. Por otro lado, algunos tienen un pequeño arco argumental y evolutivo, actuando de facilitadores de la trama, pero hay otros que parecen seguir inalterables en toda la novela y que parecen estar más de pegote.

La premisa es que los seis protagonistas se complementan y pueden hacer grandes cosas trabajando juntos, pero que se odian. Entran en dinámicas relacionales extrañas, colaborando más allá de las rivalidades, pero utilizándose unos a otros e intentando poner a otros en contra de sus enemigos, en especial cuando se sabe que "eliminado" significa "asesinado". Hay suficientes cosas turbias para mantener el interés, aunque a veces da sensación de repetición y falta de avance, porque, aunque la cosa va de relaciones, no interactúan lo suficiente en escena como para entender la evolución de dichas relaciones.

Lo que nos lleva a la ambientación y la trama. El género Dark Academia ya da pistas sobre por dónde irán los tiros: si los personajes son turbios, la organización de la que quieren formar parte lo es más, pero nadie se cuestiona nada y, cuando surge el inevitable dilema moral, tanto los personajes como el lector saben de antemano el resultado del mismo.

El mundo es complejo y fascinante, al menos a nivel superficial, con una magia que tiene mucho que ver con la física y la ciencia, y aprendemos lo suficiente de él gracias a las clases y a los experimentos, que por otro lado fluyen sin nada de especial interés hasta casi el final, donde un giro lo cambia todo y le aporta emoción y gran potencial a los libros siguientes.

Es por todo esto por lo que he dicho que no gustaría a cualquier lector: tiene puntos muy fuertes y un final que anticipa continuaciones potentes, pero también tiene carencias que pueden hacer a los lectores odiarlo e incluso abandonarlo. Yo, personalmente, me decanto por los puntos fuertes, y me guardaré el si lo he odiado o no para cuando sepa cómo se desarrollan los libros siguientes.

Déborah F. Muñoz