La Caminante de la Niebla 1. El soplo de las cosas

Opinión:

"La Caminante de la Niebla 1. El soplo de las cosas" es la primera entrega de esta serie de Stéphane Fert ambientada en un mundo donde se entrecruzan la fantasía y la realidad, y protagonizada por Templanza, una ogresa acogida por una hermandad de brujas.

El volumen ha sido editado en tapa dura, en gran formato de 19x27 cm, utilizándose un papel grueso y de calidad, por Nuevo Nueve Editores.

Esta entrega, "El soplo de las cosas" empieza con destrucción y persecución, perpetradas por unos hombres que quieren hacerse con un bebé, del que no se sabe y apenas se le ve, pues la bruja que lo protege, arriesgando incluso su vida, lo mantiene pegado a su cuerpo, a salvo de agresiones, aunque no le quedará más remedio que escapar y buscar ayuda en sus hermanas, las otras brujas.

Tampoco es que sea algo fácil, pues pronto se descubre que el bebé tiene un aspecto diferente, mostrando los ojos rojos y los dientes afilados de los ogros; no obstante, siendo, al fin y al cabo, una niña que necesita protección, se impondrá la sororidad y será acogida como una más.

Aunque no es que dure mucho la tranquilidad, que llegará el momento en que volverá el acecho de la Niebla y embarcarse en una aventura, yendo más allá del bosque para enfrentarse a la Niebla, de la que muy posiblemente no salgan indemnes, pues en su interior hay monstruos y mucha maldad, y tal vez sea demasiado para ellas, sobre todo para Templanza, que tiene un corazón tan grande como ella misma.

Las fisonomías de los personajes son muy diferentes según cómo se los pueda agrupar. Así, las brujas tienen rasgos y expresiones bastante marcados, siendo viejas la mayoría y la que no lo es, es porque ha recurrido a hechizos que la mantienen joven; eso sí, el sombrero picudo es omnipresente en casi todas ellas.

Por su parte, Templanza es grande, mucho más grande que las brujas, aunando agilidad y fuerza por las enseñanzas que ha recibido de las brujas para que pueda defenderse cuando sea necesario; también alguna pizca de magia por su propia naturaleza de ogresa, aunque, cuando la descubra, no le gustará utilizarla,

En cambio, los seres que pueblan la Niebla son más sombras que otra cosa, pues su esencia es la oscuridad, como también los hombres que persiguen a las brujas, que tienen unos rasgos extremos, caricaturizados en su maldad manifiesta, que casi son más monstruosos que los que habitan en la Niebla.

Tanto el dibujo como el color realzan las situaciones, con diferentes gamas de color según se trate cada escena, con colores más vivos cuando las emociones están muy presentes y más oscuros y apagados cuando se libran combates, que habrá unos cuantos.

Al final y para redondear el volumen, hay lo que se ha denominado "Cuaderno de garabatos", donde se podrán apreciar bocetos de las escenas y de los personajes.

Tal como ma ha parecido, "La Caminante de la Niebla 1. El soplo de las cosas" es una historia muy interesante, bien desarrollada, que atrapa en su lectura, compartiendo las aventuras de los personajes de principio a final, hasta un desenlace muy apropiado y que deja a la vez con ganas de más, mucho más.

Selin