Anika entre libros

Entrevista a Víctor del Árbol por Un millón de gotas

"a las personas normales lo que nos suele ocurrir es que en la vida perdemos"

Fausto Tortosa, (mayo) junio 2014

 

Víctor del Árbol acaba de publicar su última obra, "Un millón de gotas", una novela trepidante, donde nada es lo que parece y los personajes mutan a lo largo de sus páginas para convertirse en todo lo contrario que imaginábamos. Del Árbol nos invita a viajar entre procesos históricos poco conocidos y a través de su pasión por la cultura rusa, en definitiva una obra coral construida con ingenio y pasión.

 

ENTREVISTA

 

¿Te ha servido tu trabajo como policía para confeccionar los personajes de esta novela?

No y sí. No en cuanto a que yo no soy escritor de novela policiaca; yo creo que la novela negra todos entendemos que tiene muchas ramificaciones, y yo no he elegido la policiaca precisamente, porque lo que me interesa no es especialmente la
investigación de un crimen, etc. ni siquiera me interesa la personalidad de un detective traumatizado, etc. si no trabajar mucho la naturaleza humana. Entonces sí que reconozco que no sólo el hecho de haber trabajado como policía, si no otras Victor -del -arbol2vivencias que he tenido a lo largo de la vida, me han ayudado y me ayuda a ser un buen observador, y un buen observador es una persona que no juzga antes de conocer todo lo que implica a esa persona, en ese contexto, el hecho de haber trabajado como policía, el no prejuzgar, si no de investigar, de saber, de conocer y de tener la paciencia de llegar hasta el final, me ha ayudado mucho a construir los personajes.

 

¿Este es el sentido de tanto anti-héroe en la novela?

Rosa Montero dijo una vez: "yo no escribo novelas sobre perdedores, si no sobre supervivientes", pues yo no escribo sobre perdedores, yo escribo sobre personas normales, y a las personas normales lo que nos suele ocurrir es que en la vida perdemos; a veces ganamos, como es normal, pero lo cierto es que crecemos a base de derrotas, y lo que me interesa no es tanto las veces que caemos si no las veces que nos levantamos y continuamos con todo el bagaje que llevamos encima.

 

El libro comienza de una manera fulgurante donde no te da tiempo a digerir prácticamente todo lo que ocurre ¿crees que es tu marca de la casa dentro del género de la novela negra?

A mí me gustan mucho las novelas totales, que se conocen como novelas universo, una novela donde caben todas las emociones, donde haces converger las fuerzas dramáticas del ser humano, las malas y las buenas, las peores y las mejores, y a partir de ahí, meter al lector en una vorágine de sentimientos, de emociones, más interesante que lo que va pasando es como los personajes se van formando, como evolucionan, como varían en función de las situaciones a las que se enfrentan, y es muy interesante, porque no acabas de empatizar con uno, y de repente de un giro que hace que entres en un juego de espejos, como cuando te identificas con alguien con quien en un principio jamás te habrías identificado, porque piensas, este en teoría es el malo, es el anti-héroe, y en cambio a los cinco capítulos estás viviendo con él y lo estás entendiendo, y tú mismo te preguntas, yo no debo ser normal, no puede ser que yo me identifique con este tío. Ese juego a mí me gusta mucho.

 

En la novela hay muchas referencias a Rusia ¿Qué es lo que más te fascina de Rusia?

Me encanta la cultura rusa, sobre todo la literatura rusa, los grandes escritores, desde Dostoievski a Tolstói, pasando por Gorki, pero también por los poetas, Mayakovski, o Chéjov como cuentista, tienen una fuerza dramática con la que yo me identifico mucho más con ellos quizás que con los escritores de la escuela europea occidental o de los norteamericanos.

 

¿Dentro del carácter ruso existe esa condición de frío e insensible?

Miguel Delibes decía, "una buena novela tiene que tener el hombre, la pasión y el paisaje", en esta parte de la novela de la Unión Soviética, estamos en Siberia, y de ahí pasamos a la estepa, esa idea del desierto de hielo, esa idea del infinito que acaba con el ser humano, es fascinante, porque yo soy un escritor al que le interesa mucho el silencio, me gusta mucho el silencio, crear ese espacio para mí era genial, y en ese silencio inevitablemente lo que hay es quietud y frío, y los personajes que viven en ese tiempo, en esa época y en ese lugar se acaban contagiando de eso, acaban convirtiéndose en parte del paisaje en el mismo sentido que decía Delibes.

 

¿Somos los españoles muy generosos con el olvido en la historia de nuestro país?

Hay una parte de la historia de nuestro país que se ha olvidado, o que ha quedado dentro de los círculos historiográficos, digámoslo así, que es el tema del exilio a Francia, el tema de los exiliados que entre diciembre del 38 y enero del 39 tienen que emigrar a Francia. Es un hecho trágico, porque más de 500.000 personas se agolpan en la frontera en pocas semanas, y ese es el exilio más grande que hasta entonces haya conocido occidente, o sea, todavía no había comenzado la segunda guerra mundial, y de repente todas esas personas lo pierden todo, dejan atrás casas, familias, pasado, se quedan sin padres, se convierten en apátridas..., es un tema que a mí personalmente me interesa mucho.

 

+ Víctor del Árbol

 

 

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentarios de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar