Anika entre libros

Entrevista a Susana Vallejo por "Porta Coeli I. La Orden de Sta. Ceclina"

"He leído tanto que trato el género con muchísimo respeto. Por lo que no me atrevo a mancillarlo, a escribir cualquier historia tópica, típica y ya leída mil veces… De algún modo me siento obligada a hacer algo diferente y respetable"

Firma: Juanma Santiago / Fotos: autora / Diciembre 2008

 

A falta de un monasterio en ruinas o de una iglesia abandonada en medio de un páramo, la elección del lugar para realizar la entrevista no puede ser más apropiada: la iglesia de Santa Anna, en el Barrio Gótico de Barcelona. Es uno de los lugares más desconocidos de la capital catalana, apenas a unos metros de la Plaza de Cataluña y de dos de las calles más transitadas de la ciudad: la Rambla y Portal del Ángel. Un portal da acceso a un patio en el que se levanta una iglesia medieval; por momentos parece que estamos trasponiendo una de las puertas que dan acceso al Mundo que se describe en La Orden de Santa Ceclina. Para nuestra decepción, la iglesia está cerrada, y una gruesa cadena cierra el acceso al claustro, conservado en perfecto estado. Charlamos al pie del cruceiro, como si estuviésemos en el corazón del Camino de Santiago.

La conversación continúa a lo largo de todo el Barrio Gótico. Allí desgranamos los entresijos de la primera novela que publica Susana Vallejo: Porta Coeli I. La Orden de Santa Ceclina (Edebé).

 

 

ENTREVISTA

 

Hola, Susana. Ante todo, felicidades por la publicación de tu primera novela, La Orden de Santa Ceclina. La primera pregunta es casi obligada. ¿Cómo se las arregla una autora novel como tú para colarle nada menos que una tetralogía fantástica a una editorial como Edebé?

Con mucha paciencia, "proactividad" y entusiasmo. Aunque sinceramente, lo que me abrió las puertas a la publicación fue haber sido finalista del premio Edebé en 2007.

La editorial pensaba publicar aquella novela finalista, pero el tiempo pasaba y no se cerraba una fecha concreta. Por otro lado, ellos echaban de menos una explicación del mundo que retrataba en aquella novela… Yo acababa de terminar una obra que en cierto modo contaba la procedencia de aquel mundo. Así que les propuse la idea de una tetralogía. De este modo, todos quedamos contentos: ellos tenían las explicaciones que echaban en falta, y yo un proyecto de publicación más interesante que aquella primera novela finalista "huérfana y solitaria".

 

El que ésta sea tu primera novela publicada no implica, ni mucho menos, que seas nueva en el negocio. Llevas más de veinte años publicando relatos y ensayos en revistas especializadas en género fantástico (Opción, BEM, las antologías Visiones, Ad Astra, Gigamesh…) y, no menos importante, almacenando originales inéditos en el cajón. ¿Puedes contarnos cuál ha sido tu trayectoria dentro del género fantástico y, finalmente, en el ámbito de la novela juvenil? ¿Qué ha ocurrido para que en el transcurso de apenas un año vayan a aparecer tres novelas tuyas en el mercado?

Es verdad que soy una vieja conocida del género fantástico español. (¡Dios! ¡Veinte años!). Me siento incapaz de resumir mi trayectoria, pero recuerdo que estuve implicada en el nacimiento de lo que fue el germen de la primera asociación de aficionados a la ciencia ficción y fantasía en Madrid (Antares), en la organización de la primera hispacón (convención española de ciencia ficción y fantasía) de Barcelona (en 1991), me ocupé de las labores administrativas de la primera AEFCFT, acudía a las tertulias en Madrid que agrupó a la generación de la mítica revista Nueva Dimensión con las -entonces- nuevas generaciones...

Aquello ocurrió durante mi época de estudiante, pero en cuanto me independicé, tuve que dedicarme a "cosas serias" (risas). Nunca dejé de escribir, ni de leer, pero dejé la militancia activa.

Hace unos cinco años volví a ponerme a escribir pero "en serio"… Y da la casualidad que el trabajo de todos esos años cristaliza ahora en un mismo momento. Con todo esto quiero decir que llevo veinte años escribiendo historias encuadrables dentro de la ciencia ficción o la fantasía y, de unos años a esta parte, este tipo de aventuras es más propio de la literatura juvenil que de la mainstream.

(mainstream: corriente principal de la literatura, o literatura general, no perteneciente a ningún género)

 

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Al hilo de la pregunta anterior, ¿crees que el hecho de ser aficionada a la literatura juvenil y el género fantástico predispone de manera positiva o negativa para escribir ambos géneros?

Condiciona muchísimo. Has leído tanto que tratas el género con muchísimo respeto. Por lo que no me atrevo a mancillarlo, a escribir cualquier historia tópica, típica y ya leída mil veces… De algún modo me siento obligada a hacer algo diferente y respetable.

 

¿Cuáles son tus referentes literarios y extraliterarios a la hora de acometer la serie Porta Coeli?

¡Pensé que tú no me lo preguntarías, my darling! Pues verás, las partes que se desarrollan en la Edad Media se inspiran en clásicos del estilo de Alejandro Dumas o Henry Rider Haggard, los últimos quizás en Alfred Bester. Mi forma de escribir es tremendamente visual, y mi mente funciona de forma casi cinematográfica. De este modo, podríamos decir que, en lo relativo al ritmo narrativo, La Orden de Santa Ceclina entronca con películas clásicas como Horizontes perdidos, de Frank Capra, La tumba india, de Fritz Lang o la saga de Indiana Jones.

 

El título de la serie es Porta Coeli. Como has manifestado en alguna que otra ocasión, se trata de una tetralogía fantástica. Dos novelas están ambientadas en la Edad Media; otra, en el presente, y la cuarta, en un futuro cercano. Aún es demasiado pronto para leer la serie completa, pero te adelanto algunas preguntas. ¿Se podrán leer de manera independiente? ¿Existirá algún orden "correcto" de lectura?

Algunas otras series o sagas dicen ser independientes, pero casi todas comparten los mismos personajes y ambientación temporal.

Las cuatro novelas de Porta Coeli son TOTALMENTE independientes. De hecho, los personajes protagonistas de cada tomo son distintos. Creo que es precisamente eso lo que hace diferente esta serie de otras: su total independencia argumental y estilística.

Como escritora me gusta explorar diferentes personajes, mentes, formas de pensar... Los cuatro libros también explorarán diferentes estilos. Cosecha negra será más folletinesca e histórica. El principio del fin tiene un lenguaje muy coloquial propio de la actualidad. La llave del secreto será pura ciencia fición.

Se pueden leer en cualquier orden, claro, pero si quieres conocer la historia del Mundo, es mejor respetarlo.

Ya veremos cómo acogen los lectores la idea cambiar los personajes. Como lector entiendo que se coja cariño a personajes que nunca jamás volverán a ser protagonistas. Aunque posteriormente hagan cameos en otras novelas.

Eso de hacer que un "extra" se convierta después en protagonista, o que un antiguo protagonista sea luego un secundario, es una especie de juego que, como escritora, me abre muchas posibilidades y me divierte muchísimo. ¡Y que espero que también divierta e intrigue a los lectores, claro!

 

¿En qué momento te diste cuenta de que estas novelas formaban parte de una tetralogía? ¿Lo fueron desde el principio, o adaptaste algún elemento de la trama de otras novelas para que se pudieran acomodar al escenario de la tetralogía Porta Coeli?

Fue en un laaargo viaje en tren. Descubrí que podía ofrecer un proyecto coherente si escribía cuatro libros. Ya tenía el primero y el tercero, y no podía tratarse de una trilogía porque… ¡se quedaría coja! Así que tuvieron que ser cuatro... No había que adaptar nada, el único "problemilla" era que no me encajaba en una trilogía, sino en una tetralogía.

Es curioso. Siempre tuve en la cabeza lo que pasaría tras Porta Coeli III, El principio del fin…, pero nunca creí que llegase a escribirlo. Y ¡aquí estoy! (¡Qué cosas!).

 

¿Habrá alguna continuidad entre los personajes de La Orden de Santa Ceclina y las otras novelas de Porta Coeli? El final abierto de esta novela apunta en este sentido; pero, además, como lector, eché de menos que se le dedicara más espacio a las andanzas de Jan de Coiro. ¿Habrá un spin-off?

(spin-off: serie de ficción cuyo protagonista procede de otra serie anterior)

No, nada de continuidad. Sólo esos cameos de los que te hablaba. Mis finales siempre son abiertos, porque como dijo no sé quién, "un principio nunca debe ser el principio, y el final nunca debería ser el final". Me gusta que el lector llene esos huecos. Que cada uno construya su propia historia.

Es curioso que menciones lo de los spin-offs. Tengo algún personaje entre ceja y ceja, sé que guarda historias fascinantes, que no tienen cabida en la tetralogía… ¿Quién sabe? Quizás dentro de unos años (lustros) decida retomar la novela histórica para jugar con algunos personajes que los lectores aún no conocen pero que a mí "me piden guerra" desde hace años. Pero lo siento, Juanma, Jan no es uno de ellos.

Si te fijas, Jan debería ser el protagonista de La Orden de Santa Ceclina, pero no lo es. Tan sólo se cuenta su historia de paso. No me interesaba tanto lo que le pasa a él como lo que vive su hermana…

Como escritora es muy divertido pensar en una historia, tener un argumento, pero ¡luego decidirte por un protagonista que en realidad no es el que debería serlo! La Orden de Santa Ceclina es una historia que dentro cuenta otras muchas historias. Eso me encanta. Y creo que excita la imaginación del lector que además del argumento principal va descubriendo el de otros personajes que ni siquiera aparecen, pero que son clave para la historia.

 

La Orden de Santa Ceclina fue finalista del premio Edebé, y El principio del fin lo fue del premio Jaén. Además vas a publicar otra novela de ciencia ficción, Switch in the Red, no perteneciente a la serie, que fue finalista del premio Minotauro. ¿Hasta qué punto te ha ayudado el ser finalista de estos premios para poder publicar las novelas? ¿Qué opinión te merecen estos premios? ¿Has enviado más novelas a otros premios? Cuéntanos tu experiencia.

Creo que si no me hubiese presentado a concursos jamás hubiese llegado a publicar. Si no hubiese sido finalista del Edebé nunca hubiesen aceptado la idea de una tetralogía.

Yo escribía desde siempre, pero como no me conocía "ni mi padre", la única forma que se me ocurrió para darme a conocer fue presentarme a concursos.

Mi experiencia: soy una perdedora estupenda y entusiasta. Me he presentado a los principales premios de literatura juvenil y he quedado finalista de varios. Pero en muchas otras ocasiones no he llegado a ningún lado, ni a finalista, ni a nada. Cuando esto ocurría, siempre retomaba la novela presentada y me preguntaba "¿Cómo puedo mejorarla?". Y eso es lo que hacía: ¡mejorarla! Y hala, la enviaba… ¡a otro concurso!

Mi frase favorita es "el éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el estusiasmo". Y tengo un entusiasmo a prueba de bomba.

 

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Últimamente, cada vez que leo novela juvenil tengo una sensación similar a la que tengo cuando leo ciencia ficción: cada vez hay más mestizaje entre géneros y las fronteras entre ellos están muy difuminadas. La ciencia ficción ya es casi mainstream, o histórica, o policíaca, o tiene elementos fantásticos o terroríficos. Con la novela juvenil que leo me ocurre algo parecido: coquetea con todos los subgéneros, y al mismo tiempo incluye elementos que hasta hace poco tiempo eran patrimonio de la literatura adulta. Lees a César Mallorquí y te quedas con la sensación de que ya no queda nada del supuesto carácter moralizante que tenía la novela juvenil.

En La Orden de Santa Ceclina, para empezar, apenas hay protagonistas jóvenes, que serían uno de los elementos distintivos del género. Además, hay violencia (Yebra sufre un intento de violación), muertos (Yebra llega a matar) e incluso sexo (entre Yebra y… otro personaje). ¿Hay una intención en tu obra de transgredir la "corrección política", o es que simplemente escribes lo que te pide el cuerpo? En ese aspecto, ¿crees que La Orden de Santa Ceclina es una novela juvenil en el sentido estricto del término, o podría haberse publicado como una novela adulta?

Hago lo que me pide el cuerpo. Y, sinceramente, creía que jamás me publicarían La Orden de Santa Ceclina. No sólo hay todo eso que tú mencionas, si además te fijas en el aspecto "externo" de los protagonistas, los que se "lían" deben de llevarse más de veinte años… Eso tampoco está muy bien visto. Además la violencia está presente y hay asesinatos casi a sangre fría… Pero, si te fijas, el lenguaje es muy rico, y siempre le puedes dar un tono poético a las burradas que puedan estar pasando. La imaginación del lector es la que se dispara ante determinados estímulos.

Creo que La Orden de Santa Ceclina es una novela adulta. Y si se analiza un poco, saltan todas las alarmas "juveniles". Chissst. No os chivéis.

En el fondo creo que las etiquetas sólo existen para que los libreros sepan dónde colocar los libros y los lectores encontrarlas… Para mí es una aventura medieval y fantástica a secas. Ni adulta ni juvenil.

 

Hablando de César Mallorquí, veo ciertas similitudes entre tu novela y las incursiones de otros autores de juvenil en el campo de la fantasía histórica. Hay elementos comunes con César Mallorquí y La catedral, Elia Barceló y Cordeluna o Laura Gallego y Finis Mundi: el Camino de Santiago, la importancia de la narrativa oral (en todas ellas aparecen juglares o se cita el Cantar de Mío Cid) y, por supuesto, la religiosidad medieval, con la lucha entre oscurantismo y conocimiento como tema casi principal. ¿Las has leído o tenido en cuenta como referentes al escribir La Orden de Santa Ceclina? ¿Qué opinas de estos autores? ¿Qué tipo de novela juvenil y novela fantástica te gusta leer?

Hay referentes que se repiten porque todas ellas comparten una ambientación medieval. Pero, ejem, aunque suene demasiado intelectual, me basé más en el Cantar del Mío Cid que en las obras que mencionas.

Leí La catedral mucho antes de escribir La Orden de Santa Ceclina, Finis Mundi cuando la estaba terminando (por curiosidad malsana), y Cordeluna muuucho después de haberla escrito.

Me gusta que menciones los tres. Elia y César son mis Maestros (así, con mayúsculas, en varios sentidos). A Laura Gallego no la conozco en persona pero sus libros me han enganchado como a todos. A los tres los admiro profundamente.

Leo casi todo tipo de novelas. Tengo un único prejuicio: no leo lo que no me va a estimular. Si ya sé lo que voy a encontrar dentro de un libro, paso. Y no me atrae nada, por ejemplo, El niño con el pijama de rayas. Sé exactamente el tipo de libro y de emociones que me va a despertar y, como no me va a sorprender, no me despierta la curiosidad. Necesito otros estímulos intelectuales: saciar la curiosidad…, excitar el sentido de la maravilla…, ¡que me sorprendan!

 

Antes de comenzar a analizar La Orden de Santa Ceclina hay un par de aspectos que me gustaría comentar. El primero es la utilización que haces de las nuevas tecnologías y de lo que podríamos llamar "cultura 2.0". Tanto esta novela como Switch in the Red tienen sendos tráilers colgados en Internet, verdaderamente elaborados. Además, tienes página web propia, club de fans en Facebook y has colaborado con músicos como Miguel Ángel Gª Cabello, que ha puesto la banda sonora a los tráilers, y a ilustradores como Enrique Corominas. ¿Cómo ha sido tu colaboración con ellos? ¿Qué opinas del papel de las nuevas tecnologías para promocionar tu obra (y la de cualquier otro autor)? ¿Lo ves como algo necesario? ¿En qué medida influye en ello tu trabajo en el departamento de márketing de una corporación multinacional?

Las nuevas tecnologías son necesarias y no ocuparse de ellas es propio del Pleistoceno. Pero no me he metido en ello simplemente por motivos "marketinianos" sino porque ¡me apetecía hacerlo! (Soy un culo inquieto.)

Miguel Ángel nos conoce de sobra a mí y a la obra, con lo que fue fácil describirle el efecto a conseguir. Y fue él quien olvidó el tono medieval que yo buscaba en la música, por ejemplo, y se centró más en lo épico, que era lo más acertado. Cuando escuché por primera vez lo que había compuesto, me quedé de piedra, porque había captado perfectamente el espíritu de la historia.

 

Otra pregunta, relacionada con la anterior. ¿Cómo es que Corominas, con el trabajo tan fantástico que ha realizado para el tráiler de La Orden de Santa Ceclina, no ha colaborado en las ilustraciones para la edición del libro en Edebé? ¿Tenéis pensada alguna otra colaboración? ¿Qué método de trabajo seguisteis?

Ay. Corominas llegó a Porta Coeli cuando el libro La Orden de Santa Ceclina ya estaba parido. Así que era imposible que lo ilustrase. Su colaboración surgió cuando a mí no me salían los dibujos para el tráiler... Así pues, sólo colaboró en esa pieza, el tráiler, y en el material de punto de venta que se desarrolló a posteriori.

Trabajamos de forma muy fluida y nos entendimos a la perfección. De hecho, cuando le hice el briefing, le enseñé mis dibujos (inacabados), le conté cómo imaginaba a cada personaje y le enseñé las ilustraciones que mantenían un estilo que me parecía "portacoelístico" para inspirarlo… Pues bien, una de las ilustraciones que le mostré ¡era suya! Y yo ni siquiera lo sabía. O sea: era el tipo ideal para el estilo del libro. El destino lo trajo justo cuando lo necesitábamos. No tengo ni idea de si volveremos a colaborar juntos. Depende de la editorial. Yo estaría encantada, claro. Además desde un punto de vista gráfico, es muy interesante abordar la evolución de un Mundo que abarca un milenio.

 

La Orden de Santa Ceclina parece una novela de personajes, sin que esta apreciación vaya en detrimento de su carácter de novela de aventuras o de novela fantástica juvenil. Bernardo, Yebra y Nuño parecen un triángulo de personajes muy bien definidos. ¿Era ésta tu intención al planificar la novela?

Pues sí. Necesito personajes coherentes, "reales", muy bien construidos; si no, ¡no me salen las historias! Si "veo" a los personajes…, ¡lo demás casi llega solo! Y sí, los tres protagonistas estaban allí desde el principio. Los dos amigos y la chica de los bosques.

 

El personaje de Yebra no parece una mujer al uso. Su carácter, su condición de, digamos, "bruja", y el trauma que ha sufrido con la Susanavallejo1muerte de su hermano y su estancia en el otro mundo, dan como resultado un personaje fascinante y muy, muy fuerte, que contrasta con el escaso relieve que se suele dar a los personajes femeninos en la literatura fantástica adulta (y no tanto en la LIJ, donde suelen salir mejor parados). La madre Cristina, pese a ser la antítesis moral de Yebra (una persona recta y dogmática), también tiene un carácter realmente fuerte y resolutivo. ¿Es algo buscado a propósito?

Pues sí. Me toca las narices que en la mayoría de las novelas (del género que sean) nos encontremos con personajes femeninos, tipo "florero", tópicos, débiles… Que continúan la típica imagen de las mujeres que parían hijos, cuidaban guerreros, y acompañaban en las aventuras sólo para "dar color", sólo "porque debería haber una mujer". Ya basta. Todos mis personajes femeninos son muy fuertes, y si no lo parecen, ¡no os fiéis de ellas! (Risas.)

Creo que hay que proporcionar referentes a las chicas, mujeres y niñas, para que comprendan que su destino es suyo, es propio, y que no depende del de otros "personajes" (normalmente masculinos) para desarrollarse. Es una responsabilidad social. Intento equilbrar el desequilibrio causado por demasiados siglos de literatura llena de "mujeres florero". (Risas.)

 

Nuño es un juglar al uso, y nos ofrece el punto de vista objetivo, casi del narrador, que nos permite ver la trama "desde fuera". Al respecto, resulta llamativo que sea él, precisamente él, quien no cruce al otro mundo y permanezca en el nuestro. ¿A qué se debe?

Ejem, se debe sencillamente a que casi la palma. SPOILER Me iba a cargar a Nuño, pero me arrepentí en el último momento. Y si me lo cargaba, ya me dirás tú quién me iba a contar la historia FIN del SPOILER.

 

Bernardo es sin duda el personaje más fascinante de la novela. Su condición de sabio y erudito hace que, al igual que Yebra, sea acusado en ocasiones de mago o brujo. No obstante, su obstinada defensa del racionalismo y la lógica hacen que parezca casi un anacronismo en la Edad Media, o una concesión a la corrección política deseable en la novela juvenil o, y esta es una hipótesis que ganó enteros cuando releí La Orden de Santa Ceclina, un homenaje indisimulado al Guillermo de Baskerville de El nombre de la rosa. ¿Con cuál de estas explicaciones nos quedamos?

En mi cabeza la orden en sí, constituye el germen del Renacimiento y el fin de la Edad Media. Y sí, Bernardo y la orden en sí, son anacrónicos y adelantados a su tiempo, porque si no, ¡no resultarían atractivos!

Es curioso, pero sólo después de haber terminado de escribir La Orden de Santa Ceclina me di cuenta de lo mucho que se parecía Bernardo a Guillermo de Baskerville. Debe de ser un homenaje inconsciente.

 

La geografía es muy importante en La Orden de Santa Ceclina. Las indicaciones que ofreces se podrían seguir perfectamente sobre un mapa de la España actual. ¿Dónde están situados Cruceiro y Santa Ceclina? ¿Se corresponden con lugares reales, o son sólo una idealización de un lugar con reminiscencias célticas y un monasterio cisterciense al uso, respectivamente?

Es una mezcla "frankensteiniana". El aspecto del monasterio es muy parecido al de una parte de un pueblo de Guadalajara que se llama Cívica. Pero no está situado allá, sino en el reino de Aragón. Probablemente muy cerca de la auténtica iglesia de Santa Ceclina… que está en Girona y, por cierto, casi abandonada.

El nombre de Cruceiro lo tomé de un pueblo de Lugo, pero su descripción y la del valle pertenece a Borreiros, cerca de Bayona, en Pontevedra. Y A Chan D' Arquiña existe cerca de Cangas. Coiro también está cerca de Cangas… Todo es real, pero al mismo tiempo, todo es fantástico. Igual que el libro que mezcla realidad y fantasía…

 

El carácter transgresor y belicista de la Orden de Santa Ceclina, así como la persecución a la que se ve sometida por parte de Dalmau, remiten inmediatamente a la Orden del Temple. ¿Pensabas en este referente al escribir la novela? Evidentemente, no has escrito una "de templarios", lo cual es muy de agradecer en los tiempos que corren, pero la similitud no deja de ser llamativa.

Sí, pobres templarios. ¡Se han puesto de moda! Yo ya leía historias de templarios misteriosos con doce años, y visitaba sus iglesias. La Orden de Santa Ceclina toma de ellos su carácter guerrero, la envidia que despertó su poder… Pero también tienen algo de benedictinos y de "Perfectos" (como llamaban entonces a los cátaros). Es otra mezcla de elementos.

 

¿Te has documentado mucho para elaborar el contexto histórico de la novela? ¿A qué fuentes has recurrido?

Pues sí, es una novela histórica aunque espero que no se note mucho… Por ejemplo, no menciono fechas, pero, ejem, un especialista en bibliotecas, podría ponerle fecha, si se fija en los datos que se dan sobre los trabajos que ha realizado la orden en determinadas bibliotecas… Además de Internet, claro, he consultado libros de plantas, libros medievales, revistas de historia, textos heréticos, misales del siglo pasado…

En el segundo volumen de Porta Coeli, Cosecha negra, el trasfondo histórico estará más marcado. Pero las fuentes han sido las mismas (bueno…, ¡he usado más misales!).

 

Al igual que hace George R. R. Martin en su serie Canción de Hielo y Fuego, la inclusión de elementos fantásticos en La Orden de Santa Ceclina es gradual, apenas perceptible. Primero aparecen referencias a unicornios, luego vemos unicornios, después aparecen las criaturas del otro mundo, descubrimos los "poderes" de Yebra y, por último, vemos el otro mundo propiamente dicho. ¿Es una progresión calculada, o te ha salido así?

Salió así. Pero es que ¡no podía ser de otra forma!

 

Existe una carga terrorífica muy importante en la novela. Uno de los factores que contribuyen a que el componente terrorífico funcione es la manera en la que racionas su aparición, que casi siempre es sugerida. El otro mundo nos aterra no porque lo hayamos visto, sino porque Yebra lo teme, y la prueba más palpable de su pavor es la Portacoeli 1-portadamanera en que el cabello se le volvió blanco. De hecho, hay momentos, como en el parlamento en el que Bernardo dice que trabajar en la Escuela de Traductores de Toledo le hizo entrar "en contacto con algunos sabios paganos del lejano Oriente", en los que uno casi espera ver aparecer al Abdul Alhazred de los relatos de H. P. Lovecraft…

Pues me alegro que lo hayas encontrado ese elemento inquietante… No te digo nada el miedo que me daba a mí Jan, que estuvo a punto de perder la cordura cuando se puso a estudiar determinados libros.

 

Después de haber leído la serie La Materia Oscura, de Philip Pullman, uno casi se siente obligado a referirse al otro mundo como una metáfora del Jardín del Edén de Adán y Eva. Bernardo y Yebra no son muy diferentes de Will y Lyra, en tanto que se comportan como si fuesen seres inocentes, sucumben al pecado original, se ven obligados a salir a nuestro mundo y, en cierto modo, caen en desgracia al no haber podido cumplir con la misión que tenían encomendada. ¿Ese "nunca más será nuestro paraíso" que Yebra le dedica a Bernardo apunta en este sentido?

Ops. Pues no he leído La Materia Oscura, pero ¡pensaba hacerlo! Ahora tengo una razón más para acometer su lectura: la curiosidad malsana.

 

Incidiendo en la pregunta anterior, esos seres del otro mundo, cada uno de los cuales se alimenta de una clase diferente del dolor humano, ¿podrían entenderse como una metáfora de los siete pecados capitales? ¿De dónde sacaste la idea?

No pensé en los siete pecados, pero sí intenté categorizar los principales sentimientos que nos atrapan a los mortales… Juanma, la idea surge, ejem, de que… ¡es que creo que casi existen! Lo que pasa es que aún no he sido capaz de demostrarlo científicamente. (Risas)

 

El hecho de que uno de los animalitos que se alimentan de sentimientos humanos se llame dronte, ¿es algún tipo de homenaje encubierto a la legendaria revista de ciencia ficción Nueva Dimensión, que editaba una editorial llamada Dronte?

Sí. Desde luego. Menos mal que alguien se ha dado cuenta.

 

Tanto Yebra como Bernardo insisten en algún momento de la novela en que ellos no practican la magia ni la brujería, pero están resignados ante la idea de que los demás los consideran magos o brujos. Sin embargo, presentas sus poderes mágicos con una carga muy positiva: son capaces de plasmar sus deseos mediante un uso disciplinado (y esto es importante) de su fuerza de voluntad. La manera en que Bernardo (el paladín del pensamiento lógico) sale adelante en un momento muy comprometido de la novela es una buena muestra de ello. Casi te acercas a la magia racional de Sergio Parra y Jitanjáfora, con no pocos elementos de ciencia ficción (la manera en que Yebra detiene el tiempo ante amenazas a su integridad física es casi, casi, el tiempo-bala de Matrix). ¿Es algo que hayas buscado explícitamente?

Sí, porque de hecho esa magia tiene una explicación racional que ya se descubrirá y explicará.

 

No dejo de quedarme con la sensación de que Dalmau está desaprovechado como "malo maloso". ¿Va a aparecer en otros volúmenes de la serie?

No. No. No. Y no. Si te fijas, como Jan, Dalmau no aparece siquiera en la novela. Ya veréis como en Porta Coeli NO hay malos malosos. Sólo hay pequeños "hijoputillas". Me parece muy feo eso de que un escritor cree un malo maloso, archienemigo del bueno. Odio esa dualidad blanco versus negro. Es demasiado fácil enfrentar al bueno contra un malo, lo mata y ¡hala! ¡Ya ha vencido el bien contra el mal!

Pues no. Por si alguien no lo sabe, no existe el bien ni el mal, nada es ni blanco ni negro puro. La realidad es gris. Y lo gris, además, da mucho más juego en la ficción.

 

¿Cuál está siendo la acogida de La Orden de Santa Ceclina, tanto entre la crítica como entre el público lector? ¿Mantienes algún tipo de contacto con tus lectores?

No tengo la menor idea de qué dice la crítica. (Si te enteras, me lo cuentas). Y sí, ahora me están llegando las primeras opiniones. Me emocionan, la verdad. Algunos escriben en foros especializados o han encontrado mi mail. Y contesto siempre que puedo.

En general todos me cuentan que se han enganchado. Tengo unas cuantas chicas que se han quedado colgaditas con Bernardo. Y a casi todos les gustaría pasar al otro mundo. Me llegó al alma un jubilado que me decía que no entendía por qué era una novela juvenil, porque él se había emocionado igual que podía haberlo hecho un adolescente. Y deseaba la existencia real de ese otro mundo como podría hacerlo uno de esos adolescentes.

 

¿Cuál es el calendario de presentaciones de la novela? ¿Estás contenta con la promoción que de La Orden de Santa Ceclina?

¿Presentaciones? ¿ein? ¿Qué presentaciones? No hay previstas presentaciones "al uso". Pero estoy satisfecha con la promoción… Sólo echo en falta unos miles de euros para poder haber hecho otras cosas divertidas.

 

La entrevista concluye aquí. Muchas gracias por haber respondido a todas nuestras preguntas. ¿Te gustaría dedicar algunas palabras de despedida a los lectores?

Querido lector (o posible lector) desconocido: Escribo para pasarlo bien, y mi primer objetivo es que usted se lo pase tan bien, o mejor que yo al escribir la historia.

Pero no se trata tan sólo de un entretenimiento vacío. Hay miga ahí dentro, pero sólo la encontrará quien sepa buscarla.

Y gracias a todos, gracias por el pescado.

 

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