Anika entre libros

Entrevista a Rafael Borràs Betriu por "El rey de los rojos: Don Juan de Borbón"

"El actual rey es el de los vencedores de la guerra civil."

Firma: Erasmo R. / Fotos: autor / Mayo 2004

 

Rafael Borràs Betriu es un hombre que impone respeto. Impone respeto por sus opiniones, por su trayectoria, por su capacidad de análisis, alejado del dogmatismo y de la cerrazón. Por eso ha sido una especial satisfacción para nuestra sección y para mí mismo, que he leído la mayor parte de sus libros, poder incluirle en nuestra galería de personas entrevistadas.

Borrás Betríu concibe la literatura como un arte y, al mismo tiempo, no descarta la función didáctica. Sus obras dedicadas a la dinastía reinante, aclaran muchos conceptos a una buena parte de españoles que, o bien son desmemoriados, o bien han sido engañados o sencillamente prefieren ignorar la verdad. Ahora que acaba de publicar la primera parte de sus memorias y nos anuncia un libro dedicado al actual Jefe del Estado, hemos tenido la oportunidad de charlar con él.

Borrás Betríu nació en Barcelona en 1935, está en posesión de varios premios y condecoraciones y en la actualidad es director de la colección Cara y Cruz, de Ediciones B.

 

 

ENTREVISTA

 

Se podría decir de usted que la afición literaria le viene de familia. Pero, ¿cuándo surgió la tentación de dedicarse al mundo de las letras?

En el momento en que fui consciente que tenía que encauzar la vocación mediante el ejercicio de una profesión.

 

En el que, creo, es su último trabajo, "La batalla de Waterloo", se refiere a la marca que le dejó la Guerra Civil. ¿En qué medida ha influido en su pensamiento y en su forma de escribir?

Como muchos de mis compañeros de generación, la de "los que no hicimos la guerra", aunque no la viviese de manera consciente he sufrido durante años sus consecuencias -y no estoy seguro, aún, de haberlas superado-; diríase que el drama fratricida ha sido para algunos de nosotros, los perdedores sin distinción del bando en que otros se alinearon, el pecado original de nuestros mayores, en el que no participamos, pero que de alguna forma -"Aquí yace media España, murió de la otra media", había constatado hace más de cien años Mariano José de Larra-, nos arrojó de un paraíso que, por perdido, es posible que hoy magnifiquemos -un país plausible, en el que sus ciudadanos pudiésemos convivir pacíficamente organizados de manera democrática y progresista-; en cualquier caso nos vimos obligados a parir a nuestros hijos con dolor y a ganarnos el pan con el sudor de nuestras frentes "al este del Edén".

En cuanto a mi forma de escribir, he procurado que, en la medida en que fuese inteligible, facilitase la comprensión de materia tan compleja como la contienda de 1936.

 

¿Por qué ahora estas memorias, considera finalizada su vida creadora?

Los recuerdos conviene ponerlos por escrito, me parece, cuando se dispone de una cierta perspectiva, pero antes de que la memoria se embarulle por completo. "La batalla de Waterloo" abarca de 1951 a 1973, y en estos momentos -mayo de 2004- estoy finalizando su continuación, pero confío que el ejercicio de memorialista -"el que escribe se proscribe"- no me impida seguir en la brecha, y que los recuerdos no frustren los proyectos.

 

Se lanzó con pocos años al mundo editorial con la revista "La Jirafa" en una época dura (1956), ¿qué le impulsó a ello?

Con 19 años, creí, llevado de un voluntarismo ingenuo, que cabía intentar una apertura intelectual que los hechos demostraron que, en aquellas fechas, no era posible: el Régimen, evidentemente, no era partidario de atender "las razones de los otros", ni siquiera de escuchar "las razones de los suyos", como lo demostró la defenestración de Joaquín Ruiz-Giménez del ministerio de Educación o la expulsión a "las tinieblas exteriores" de Dionisio Ridruejo.

 

¿Cree que España ha superado el páramo cultural que supuso el franquismo o, por el contrario, la situación ha empeorado?

Pensar que "cualquier tiempo pasado fue mejor" me parece que responde a unos planteamientos reaccionarios, y hasta un régimen de libertades formales -en el que se mantienen censuras solapadas pero muy efectivas- es siempre infinitamente más propicio, sin duda, a la iniciativa creadora, pero el talento ni lo otorga un sistema democrática ni, a la larga, lo coarta un sistema dictatorial.

 

¿Se considera un historiador, un novelista o un ensayista?

Me considero un escritor que, desde los datos que están al alcance de cualquier ciudadano de a pie, procura reflexionar -me temo que de manera "políticamente incorrecta"- sobre algunos hechos de nuestra historia reciente de los que, a menudo, se nos ofrece una visión sesgada, como el perjurio de Alfonso XIII al dar paso a la Dictadura militar de 1923; el intento de modernización de España que supuso la República de 1931; el fracaso histórico que representó la Guerra Civil; las contradicciones de Don Juan de Borbón, que fue, según las circunstancias de cada momento, un secuaz entusiasta y un opositor ineficaz del general Franco, las servidumbres de la Transición, etc.

 

Nunca ha ocultado su fervor republicano. De hecho está en posesión de algún reconocimiento por esa lealtad . ¿Qué es para usted la República, cree que esta opción política tiene hoy algún futuro?

Soy republicano de razón, sin fervores de ningún tipo, y en 2002, sí, la Asociación Manuel Azaña tuvo la gentileza de distinguirme con el Premio a la Lealtad Republicana. La República, para mí, es un sistema político basado en la razón, en el que el primer magistrado de la nación, el Jefe del Estado, es elegido democráticamente por los ciudadanos, o sus representantes los diputados, de acuerdo con sus méritos probados, en contraposición a la Monarquía, sistema en el que la primera magistratura del país, la Jefatura del Estado, se hereda por derecho de sangre -y en España, además, postergando a la mujer en favor del varón, cosa que se contradice con el principio de igualdad sin discriminación de sexo establecido por la Constitución de 1978-. El derecho de sangre nos entrega atados de pies y manos a las ventoleras del azar. ¿Qué hubiese pasado el 23-F si al monarca, que dicen que fue quien inclinó la balanza, le hubiese dado por seguir el ejemplo de su abuelo, Alfonso XIII? ¿Quién garantiza que el día de mañana su sucesor, en circunstancia parecida, obraría de igual forma?

A la muerte del general Franco -"todo atado y bien atado"- el inconsciente colectivo estaba dominado por el temor de que cuestionar el sucesor que él había propuesta a las Cortes orgánicas, y que éstas habían aceptado, podía desembocar en una nueva dictadura o en un enfrentamiento armado. Superados aquellos miedos, el pueblo español puede considerar, serenamente, que es posible organizar de manera pacífica la convivencia bajo un régimen auténticamente democrático, sin privilegios de ninguna clase.

 

¿Será Letizia Ortiz la última reina de España?

Yo preferiría que, antes de que accediese al trono, el pueblo español, dentro de las reformas que la propia Constitución de 1978 contempla, se pronunciase por la República.

 

¿Le ha creado problemas su militancia republicana?

Espero poder contarlo en la continuación de mis memorias como editor.

 

Ha escrito varios libros sobre la dinastía Borbón. Pero la "colección" quedará, a mi juicio, incompleta sin uno dedicado especialmente al actual Jefe del Estado. ¿Está ya en ello?

Le adelanto el título: "El Rey de los cruzados", pues son los vencedores de la Guerra Civil -es decir, de la llamada "Cruzada"- quienes, saltándose el orden dinástico, lo "instauran" mediante votación el 22 de julio de 1969 como sucesor del llamado "Caudillo" a título de Rey.

 

Usted, que está inmerso en el mundo editorial, sabe muy bien que se publica mucho, pero en tiradas muy cortas. ¿Por qué?

Porque me temo que quienes compramos libros somos siempre los mismos.

 

En el aspecto editorial, ¿hay algo que le quede por hacer?

Todo, siempre, está por hacer, afortunadamente, aunque creo, con Eugenio d´Ors, que lo que no es tradición es plagio.

 

¿Y algo de lo que se arrepiente?

De no haber seguido, en todo momento, la recomendación de Ortega de que una de las obras de caridad de nuestro tiempo consistiría en no publicar libros inútiles.

 

¿Qué le parece la difusión de la literatura a través de Internet?

Lo importante es el contenido, no el soporte.

 

Muchas gracias señor Borrás Betríu, para "Anika Entre Libros" ha sido una gran satisfacción poder contar con sus opiniones y le deseamos que continúe su labor durante muchos más años y podamos disfrutar de sus libros.

Gracias por su interés y un saludo muy cordial.

  

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