Anika entre libros

Entrevista a Pablo Ignacio de Dalmases por "Islas, sirenas y navegantes"

"Viajar es también vivir lo imprevisible. Un viaje planificado al máximo puede resultar incluso aburrido"

Firma: Pilar López Bernués / Fotos: autor / Diciembre 2007

 

Pablo Ignacio de Dalmases es Licenciado en Periodismo, en Publicidad y Relaciones Públicas y Master en Historia Contemporánea. Ejerció de director en Radio Sahara y en el periódico "La Realidad" de Aaiún. Ha sido redactor de Radio Nacional de España y ha ocupado las jefaturas del Gabinete de Prensa de RTVE y de los Servicios Informativos de Radiocadena Española en Cataluña.

Hace más de 25 años, Pablo Ignacio de Dalmases se especializó en periodismo turístico y sus crónicas se emiten a través de Radio 5. En la actualidad, es director de la revista TRAVELPORT y tutor de la U.O.C. (Universitat Oberta de Catalunya).

Pero Pablo-Ignacio tiene algo más en su currículum y muy interesante: ha viajado por los cinco continentes. Hablamos con él de "Islas, sirenas y navegantes".

 

 

ENTREVISTA

 

Hola Pablo. Vamos a comentar tu libro Islas, sirenas y navegantes, de reciente aparición, pero eres autor también de Los últimos de África, Quiero ser Alí Bey... ¿Tienes muchos libros publicados?

Me he pasado la vida ejerciendo como periodista y, por tanto, escribiendo. Pero la literatura periodística es efímera y volandera y más aún la que utiliza como medio vehicular la radio. De ahí que mi obra bibliográfica sea muy breve. Pero aún así tengo algunos otros libros publicados. Además del que es objeto de esta entrevista y de los que has citado, también soy autor de "La tierra de los hombres azules" y "La prensa anarcosindicalista en Cataluña".

 

Haber viajado por los cinco continentes ha tenido que ser extraordinario. ¿Qué te ha llevado a escribir una obra exclusivamente sobre islas?

En todas partes hay cosas muy interesantes que ver, disfrutar y contar y por tanto mi predisposición viajera es abierta y no está sujeta a priorismos. Pero lo cierto es que las islas han ido suscitado en mí una cierta fascinación a medida que he podido constatar que son universos singulares con una personalidad muy acusada.

Aunque hoy en día y gracias al desarrollo de los medios de transporte no hay fronteras, ni lugares inaccesibles, lo cierto es que durante muchos siglos la condición insular ha implicado muchas limitaciones y, en todo caso, una inevitable predisposición al aislamiento. De ahí que las sociedades insulares, sus formas de vida, economía, cultura, a veces hasta su lenguas tienen características peculiares mucho más rotundas que en la inmensa mayoría de territorios continentales.

 

Nos dices en tu libro que no están todas las islas que conoces pero sí conoces todas las que aparecen ¿En base a qué las has seleccionado?

A la frescura de los recuerdos. Aunque he incorporado algunas que visité hace muchos años, eran casos en los que conservaba una imagen de ellas más o menos fresca. Otras, en cambio, me han resultado más difíciles de evocar, porque los recuerdos se habían desdibujado. Y pienso en islas tan relevantes como Creta y Rodas, por citar sendos ejemplos, que me hubiera gustado glosar porque las conocí en su momento, pero no me he atrevido a hacerlo.

 

¿Hay puntos comunes entre islotes diminutos y otros inmensos?

Cada isla es un universo pero puedo decir también que a medida que aumenta el tamaño disminuye la tendencia la endogamia. Las islas pequeñas viven mucho más encerradas en sí mismas, son menos permeables.

 

De algunas islas nos ofreces muchísima información y otras, en cambio, las nombras muy de pasada sin que tenga ello que ver con su importancia o tamaño...

Todo está en función de los recuerdos, de las vivencias, del tiempo transcurrido desde mi paso por cada una de ellas.

 

El contenido del libro ¿parte de recuerdos tuyos o de cuadernos de campo "in situ"?

Tal y como ocurre en mis demás libros de viajes mis fuentes de información son varias: por supuesto procuro documentarme en libros y guías de viaje y me gusta mucho leer el testimonio de viajeros que hubiesen conocido anteriormente el lugar que voy a visitar. También hago uso de esa inmensa base de datos que es internet. Recojo incansablemente todo tipo de documentación "in situ", desde la bibliografía local al más modesto folleto. Y todo lo que extraigo de estas fuentes lo contrasto con mis notas de viaje y lo macero con mis sensaciones, recuerdos y vivencias.

 

Leyendas de lugares remotos... ¿Cómo las has obtenido? ¿Te has basado en el conocimiento popular?

Depende de cada caso. A veces las he recogido de la tradición oral y otras las he encontrado en los libros.

 

El lector inicia el viaje en las Islas Canarias... Y hay dos personajes importantes unidos a dos de ellas: Lanzarote-César Manrique y Fuerteventura-Miguel de Unamuno. En el último caso, el "castigo" se convirtió en premio para Don Miguel... ¿Qué huellas del paso de esas personas han quedado entre los isleños?

Bueno, ha transcurrido más de tres cuatros de siglo desde el destierro de Unamuno a Fuerteventura por Primo de Rivera. Se le recuerda con afecto, sobre todo por los elogios que dedicó a la isla, y tiene una casa museo en la capital y un monumento en un paraje agreste. Del mismo sospecho que algunos jóvenes majoreros no sabrían decirnos gran cosa del escritor y profesor vasco, pero no por culpa suya, sino del sistema educativo actual que, tal y como han descubierto informes recientemente publicados, produce desoladores resultados.

 

En la isla de Córcega nos encontramos con la interesante historia de los "giovannali" una rama disidente de los franciscanos que promovía el regreso a la vida austera de principios del cristianismo y rechazaba toda autoridad. Por supuesto, fueron excomulgados por el Papa y aplastados por la nobleza local...

Los rigorismos excesivos suelen ser casi siempre mal vistos (pienso que con razón…). Pero más aún en aquella época en la que las dignidades eclesiásticas no mantenían, salvo honrosas excepciones, una vida muy ejemplar.

 

Otra anécdota interesante es la que nos escribes en Malta: Todas las barcas de dalmases1pesca llevan nombres de santos católicos y pintado el ojo de Osiris... ¿Los pescadores quieren estar en paz con dos religiones por si una falla? (risas)... ¿De dónde parte esa costumbre?

Malta es uno de los casos más apasionantes de sincretismo. Es una isla europea, pero está más cerca de África que de la Europa continental, es uno de los países más fervientemente católicos, pero ha vivido en contacto constante y conflictivo con el islam y durante la época colonial, bajo un gobierno anglicano y habla una lengua propia que tiene la sonoridad del árabe, pero se escribe con caracteres latinos. Todo ello en una reducidísima superficie territorial. En esa ensalada de culturas el sincretismo entre el santoral cristiano y la iconografía egipcia no es más que un elemento más de su apasionante diversidad.

 

Me ha llamado mucho la atención la isla Comino, de apenas 3 km2, pero con una fortaleza, una iglesia... Nos dices que su nombre procede de la abundancia de ese vegetal en tiempos pasados, y nos aclaras el sentido de la frase popular "Vale menos que un comino" para referirnos a algo de escaso valor...

Comino fue punto de observación de los caballeros hospitalarios primero, sanatorio de descanso de los soldados ingleses después y hoy escogido reducto vacacional. Del comino que le dio nombre sólo queda el recuerdo.

 

Pablo... Hablando de Comino he sentido una repentina curiosidad. La isla no está en tu libro, así que esto es un inciso abusando de tus conocimientos... ¿Sabemos a qué debe su nombre la isla Perejil? ¡No será porque se cultive!

Como decía un compañero de servicio militar, que había oído campanas sin saber dónde, "me pones en un membrete" porque no tengo la menor idea. Habré de investigarlo. De todas formas Perejil es su nombre español porque los marroquíes creo que le llaman Leila. En cualquier caso, no he estado nunca, pero ya me gustaría conocerla, ya…

 

Nos dices que el carácter de los isleños, alejados de tierra firme y teniendo que autoabastecerse y defenderse por si mismos en tiempos lejanos, era especial. ¿Todavía sucede así en la actualidad?

En alguna medida sospecho que sí, pero mucho menos que antes. Las cosas han cambiado copernicanamente y, tal como te decía al principio, decir isla ya no es sinónimo de aislamiento. Hoy puedes estar en la isla más remota pero conectado a la vez con el resto del mundo por teléfono móvil o internet.

 

Y reincidiendo en los mismo: Ese aislamiento que forjaba una forma de vida y un carácter ¿afectaba solo a islas pequeñas o también a los habitantes de otras grandes o muy grandes? ¿Estar rodeado de agua por todos lados crea inseguridad?

Al contrario, el aislamiento insular crea una gran seguridad tal como se demostró durante la segunda guerra mundial en la que los ingleses se salvaron porque los alemanes fueron incapaces de invadirlos. En el pasado las islas soportaban otro peligro, la piratería, pero no era exclusivamente suyo, sino que lo compartían con todos los demás territorios litorales.

 

En la isla de Curaçao nos mencionas un mercado flotante... ¿En qué consiste? ¿Cómo lo montan? ¿Son puestos fijos o tenderetes de quita y pon?

Mercados flotantes los hay en muchas islas y cauces fluviales. Hong Kong es un buen ejemplo de ello.

 

Nos dices que llegaste a Reunión con un volcán en erupción... ¡Vaya experiencia!

Magnífica, porque si bien las erupciones volcánicas en Reunión son frecuentes, lo mío fue llegar y besar el santo.

 

¿Cómo se adaptan los habitantes de islas como Reunión a vivir junto a un volcán tremendamente activo? ¿Existen planes de evacuación en caso de apuro?

Como Reunión es un departamento francés de ultramar dispone de la más avanzada tecnología, tanto para prever la actividad sísmica, como para atender de inmediato a sus consecuencias.

 

Algunas de tus visitas a islas, cercanas o remotas, las has repetido a lo largo del tiempo, a veces con muchos años de diferencia, lo que hace pensar que habrán cambiado muchísimo en general ¿Hay alguna, no obstante, en la que no hayas apreciado cambios muy marcados?

El tiempo no pasa en balde y todas han cambiado, poco o mucho.

 

En ocasiones, cuando viajamos, nos trazamos un itinerario que luego, por la razón que sea, no podemos cumplir y, justo al no hacerlo, descubrimos algo que no estaba previsto y nos interesa sobremanera... ¿Te ha pasado a ti?

Sí, desde luego y aunque a veces estas alteraciones puedan trastocar tus planes, siempre tienen un punto de apasionante. Viajar es también vivir lo imprevisible. Un viaje planificado al máximo puede resultar incluso aburrido.

 

Pablo... Tu libro me ha gustado mucho, quizá porque como libro de viajes ya va bien que sea heterogéneo en todos los sentidos, máxime cuando relata experiencias propias; sin embargo yo le pondría un "pero" como lectora, y te lo digo con mi mejor intención. Verás... ¿No crees que en algunos momentos las detalladas descripciones de cómo llegar "desde-hasta" ralentizan la lectura? Entre otras cosas, esa información "turística" es cambiante, poco útil para el lector que no vaya a visitar ese determinado enclave y que el que quiera hacerlo en un futuro deberá actualizar. ¿Cómo lo ves?

Agradezco mucho tu comentario y toma buena nota de lo que dices. Tengo muy clara la diferencia entre el libro de viajes y la guía y he procurado sustraer en mi libro los contenidos propios de éstas, aunque por lo que apuntas posiblemente en alguna ocasión se me hayan colado datos innecesarios que, además, son muy variables. Los expurgaré sin compasión en una próxima y deseada edición.

 

Bueno, Pablo, hablar de todas las islas que nos muestras es imposible y mejor lo dejamos para los lectores ¿no? ¿Hay alguna, no obstante, o alguna historia que te gustaría reseñar?

Alguna, no, muchas, pero me vas a permitir que me las reserve para los próximos libros que pienso publicar con Carena, si la benevolencia de mi editor José Membrive me lo permite.

 

¿Cómo definirías tú la obra?

Como un modesto libro de viajes que sólo aspira a entreneter al lector y, en todo caso, a provocarle el deseo de viajar.

 

¿Cambiarías alguna cosa? ¿Hay algo que no cambiarías nunca?

Soy un escritor permanentemente insatisfecho que cuando leo lo que he escrito me gustaría cambiar muchas cosas. Además en este caso concreto y en el período de tiempo transcurrido entre la elaboración del libro, su publicación y la conversación que ahora mantenemos he tenido ocasión de ir a otras islas que me hubiera gustado incluir. Espero que se venda lo suficientemente bien como para poder hacer una segunda edición ampliada en la que hablaré también de otras islas españolas como Alhucemas, Vélez o Columbretes y algunas más remotas, como las estonias del mar Báltico.

 

¿Tienes más proyectos literarios en marcha?

Dos más que desearía terminar rápidamente para que puedan estar a disposición de los lectores a lo largo de 2008.

 

¿Te gustaría añadir algo más?

Mi agradecimiento a ti por haber leído tan atentamente y comentado tan atinadamente mi libro.

 

Bueno, Pablo Ignacio, ante todo deseo agradecerte el tiempo que me has dedicado, pero también el buen rato que he pasado leyendo el libro, además de lo mucho que he aprendido. ¡Suerte con la obra!

¡Un beso!

 

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