Entrevista a Nuria Varela
Nuria Varela, periodista, escritora, doctora en Ciencia Jurídicas y Sociales, experta en violencia de género y políticas de igualdad. Ésta es solo una pequeña parte del encabezado con el que podría avanzar su presentación, pero además de atesorar una amplia experiencia en todos ellos hemos de sumar la cobertura que como reportera efectuó en conflictos bélicos y crisis mundiales, entre muchos otros. Un currículum que sin duda nos llevaría a una nueva entrevista para conocer su visión desde un punto de vista muy personal en cada uno de esos ámbitos, pero hoy tenemos el tiempo ajustado y me veré obligada a recortar algunas de las preguntas que tenía preparadas, porque la esperan en otro lugar y a pesar de ello Nuria Varela es alguien que demuestra su generosidad a la hora de explayarse en cada respuesta y su motivación por este tema además de reflejar un entusiasmo propio de quien gusta de a participar en tertulias o animadas conversaciones. Argumenta con frescura al mismo tiempo que emite una sólida opinión personal, sin titubeos ni justificaciones tácticas. Aprovechamos la salida al mercado de la versión cómic de "Feminismo para principiantes".
ENTREVISTA
Nuria, ¿por qué un cómic? ¿Es fruto de una táctica editorial? Cuéntame de dónde parte la idea.
Es una propuesta mía, que creo tiene coherencia con todo lo que hecho siempre, ya que estoy muy empeñada en lo que es la divulgación de la historia del feminismo, hay que conocerla porque es importante. En todas las sociedades nos proporciona elementos muy útiles, no sólo a las mujeres sino a la sociedad en su conjunto. En esta línea, hace tiempo que tenía un objetivo doble que me apetecía mucho y que deseo transmitir en este libro; por un lado, contar la historia del feminismo de una manera hermosa y bonita, y por otro darle un nuevo lenguaje, para que quien disfrute del ensayo lo haga leyendo este ensayo gráfico, y para que las nuevas generaciones -acostumbradas a esta narrativa- también puedan disfrutarlo.
Haces hincapié en diferenciar las "olas" del feminismo, y vemos que por ejemplo en el periodo de la Primera Ola a las mujeres se nos llevaba a la guillotina. ¿Éramos las mujeres tan peligrosas?
Entonces y ahora. El feminismo arranca en el siglo XVIII y es una constante desde que nace, es una teoría política, un movimiento social que se basa en la justicia y que cuestiona el poder. Por lo tanto, el poder siempre ha sido combativo. En estos tres siglos de historia, cada vez que las mujeres avanzamos y conseguimos más derechos y libertades siempre hemos visto que a continuación viene una gran reacción patriarcal, en el siglo XVIII y ahora, es una constante. El feminismo está diciendo que esta sociedad es injusta y que además es insostenible y que además hay que modificarla, con lo cual hay muchos elementos conservadores y muchas resistencias a nuestro discurso.
"El feminismo te dice que no es que tú hayas tenido mala suerte con un marido, que la violencia de género es una cuestión estructural y tú estás ahí en medio de esa estructura."
La Segunda Ola es quizás la más conocida, a través del sufragismo y su lucha por el voto, pero ¿por qué luchaban también la sufragistas?
Las sufragistas defendían lo que llamamos derechos llave, defendían el derecho al voto como el derecho que abriría la puerta al resto de derechos políticos y civiles que no teníamos, y defendían otro derecho que tampoco teníamos, que es el derecho a la educación. En los antecedentes feministas ya hay mujeres peleando por el derecho a la educación, hasta Malala en el presente, porque todavía no es algo conseguido en todo el mundo. Es otro derecho llave; obviamente es la puerta a la independencia económica, a la cultura y tantas otras cosas.
Y llegamos a la Tercera Ola: el Feminismo Radical. En la actualidad hay una aversión hacia este término, ¿nos explicas qué comporta el término radical, a ver si perdemos un poco ese miedo?
(Risas) Sí, me imagino que ha sido porque de todas las familias feministas -a mí me parece la más importante y la más interesante- toma el nombre de la idea de ir a la raíz de la desigualdad, ellas no quieren reformas. Hasta ahora hemos pintando las paredes, y nos han quedado realmente bonitas, pero no hemos llegado a los cimientos y eso es lo que ellas estaban planteando, un feminismo radical significa que quieren llegar a la raíz de la desigualdad, y ahí está su empeño.
Aparece el término casta sexual, ¿a quién o qué engloba esta casta, tiene algo que ver con el significado que le damos hoy? (risas)
(Risas) Es muy gracioso, porque lo que llamamos ahora nueva izquierda es un discurso que toma muchas nociones o iconografía del feminismo de hace muchos años, siempre digo que se nos queda muy vieja esta nueva política, porque nosotras ya estábamos en estas en los años sesenta o setenta del siglo veinte. Las feministas radicales hicieron muchas y grandes aportaciones, y una de las más importantes es acuñar la teoría feminista que hemos desarrollado todos estos años, en donde aparecen tres conceptos claves: el género, el patriarcado y la casta sexual, siendo este último es el que ha caído en desuso, prácticamente no lo utilizamos. Con esa expresión se referían a la situación de discriminación y desigualdad que sufrimos todas las mujeres, lo que nos es común a todas.
¿Se puede ser mujer y no ser feminista?
(Risas) ¡Claro! Hay millones de mujeres que no son feministas, por desgracia.
¿Deberían serlo?
Sí, claro, yo qué voy a decir si no, no me dedicaría a esto, estoy plenamente convencida de que el feminismo mejora a la sociedad, y lo vemos con claridad. En las sociedades en donde la igualdad está más desarrollada, incluso en las sociedades más ricas económicamente, son las que tienen las democracias más asentadas y tienen un sistema de justicia más sólido, por un lado, y por otro lado el feminismo es un instrumento determinante para la vida de cada una de nosotras, te da las herramientas para entender el mundo y lo que te pasa y para saber enfrentarte a ello con mucha fuerza. Concretando, el feminismo te dice que no es que tú hayas tenido mala suerte con un marido, que la violencia de género es una cuestión estructural y tú estás ahí en medio de esa estructura, y ahí vas a encontrar las herramientas para salir si es que estás en una situación violenta, o te explican de qué modo puedo analizarlo, de una manera más amplia y estructural. Te dan las herramientas para romper la mirada patriarcal con la que nos hemos educado todos.
"…lo que me agota es seguir viendo actitudes machistas, misóginas y de desigualdad continuamente, cada vez que veo la tele y cada vez que abro los periódicos; nunca me va a agotar el feminismo."
¿Así es cierto lo que afirma aquella frase que dice que no se puede ser rey ni ser monárquico ni ser mujer sin ser feminista?
(Risas) Sí, es hermosísima. El sufragismo español no fue muy potente -como el americano o el inglés- porque aquel tomó mucha fuerza, sobre todo en las sociedades industrializadas y allí en donde la Ilustración había tenido importancia, y España no era todavía en esa época una sociedad industrializada, sino que era muy rural, pero las mujeres que lo conformaban eran extraordinarias, con una fuerza arrolladora, y con unas convicciones firmes. Es así, es tan absurdo ser mujer y no ser feminista como no ser un rey monárquico. Una comparación muy acertada, sobre todo porque en aquel momento estaban defendiendo los derechos políticos y estaban diciendo que la República no podía defraudar a las mujeres. Los derechos de las mujeres no podían ser una cuestión de oportunidad o de estrategia política, eran derechos y había que reconocerlos ya, era urgente.
Cuando hablamos de feminismo difuso -otro de los conceptos que salen en el libro-, ¿se incluye en él a esas mujeres que son feministas pero que aún no saben que lo son?
Yo lo que intento es que dejemos tanto de poner la mirada en las mujeres en particular y pongamos más el foco en el patriarcado y en el daño que nos hace. Me interesa más cambiar el foco.
Es quizás como estar culpabilizando a las mujeres…
Eso es. Si lo eres, si no lo eres, si eres un poquito, si estás más de este lado o si no. Es un error. Yo creo en el feminismo para todo el mundo -una frase que recojo en el prólogo-, porque creo en la bondad. Es la teoría política que más nos puede aportar en el mundo contemporáneo, haber extendido a millones de mujeres la conciencia clara de que tienen derechos y libertades y de ejercerlos, y ver esos profundos cambios sociales, sobre todo en este país, que venía de una dictadura y que incidía especialmente en las mujeres, para las que existían delitos específicos. Ese es el cambio social, la toma de conciencia de la mayor parte de las mujeres, que son sujetas políticas y de derechos. Es lo que yo llamo el feminismo difuso. Así, no me gusta que el foco esté siempre en nosotras, porque además funciona como una lupa y parece que al feminismo y a las feministas siempre se nos exige la perfección.
"Creo que las feministas somos muy generosas y plurales e intentamos llegar a consensos, y nuestra lucha es hacia un enemigo poderoso, el patriarcado."
Hablando de perfección, hace poco escuché de boca de alguien que sí se consideraba feminista al cien por cien decir que no se podía vivir con las gafas moradas las veinticuatro horas del día, sino que había que dejarlas descansar de vez en cuando. ¿Qué opinas tú de dejar descansar al feminismo?
A mí lo que me cansa es el machismo (risas), lo que me agota es seguir viendo actitudes machistas, misóginas y de desigualdad continuamente, cada vez que veo la tele y cada vez que abro los periódicos; nunca me va a agotar el feminismo.
Se está denunciando en los medios que en la coordinación de la huelga del 8M los espacios feministas en Cataluña estén siendo ocupados por mujeres que proceden de la política partidaria del procés separatista, obviando la voz de las mujeres que no opinan igual, es decir, imponiendo el tema político que ya está separando la sociedad. ¿Qué opinas?
No conozco el tema a fondo y no puedo manifestarme concretamente, pero sí puedo decir que el feminismo tiene dos características, y si no las tiene no es feminismo. El feminismo es un proyecto colectivo y emancipador. Si no es un proyecto para todas las mujeres y no es un proyecto emancipador no es feminismo, es otra cosa. Es usurpación o es derivación. Sería muy audaz por mi parte entrar en este tema porque no lo conozco, pero sí que debería ser un proyecto colectivo para todas las mujeres, si es sólo para unas pocas o para un grupo no es feminismo, el feminismo es internacionalismo y es para todas.
Para finalizar una charla con la que podríamos estar mucho tiempo, ¿hay algo que eches de menos en el feminismo actual?
Me resisto con todas mis fuerzas a poner la lupa sólo en el feminismo,…
…sabía que me dirías algo así (risas)…
… un proyecto político tan complejo, tan poco jerarquizado, implantado en todo el mundo. Lo que debe de ser objeto de estudio minucioso es el patriarcado, que es el que está invisibilizado, cuando en verdad el cien por cien de su poder está en la política, la religión, lo militar. El feminismo no es algo violento, es mucha teoría, reflexión, debate y conceptualización, que se ocupa también del cambio de las leyes. Poner por tanto el foco en las mujeres es un error. Hay que ponerlo en la desigualdad, en los maltratos, las violaciones y no tanto en nosotras mismas, y lo estamos haciendo bastante bien. Creo que las feministas somos muy generosas y plurales e intentamos llegar a consensos, y nuestra lucha es hacia un enemigo poderoso, el patriarcado.
Nuria, gracias por tu tiempo y por compartir esta visión feminista. Espero que a partir de ahora a muchas mujeres les cueste más renunciar a las gafas moradas en su día a día.