Entrevista a María García-Lliberós por "Como ángeles en un burdel"

Exdirectora de la delegación de TVE en Valencia, cofundadora de Canal 9, expresidenta de la Asociación de Críticos de la Comunidad Valenciana y hoy en día economista en el Ayuntamiento de Valencia, María García-Lliberós ha ganado recientemente el premio Ateneo de Sevilla por "Como ángeles en un burdel", cuyas galeradas está revisando actualmente para su publicación en el mes de octubre por Algaida. No es el primer reconocimiento literario que obtiene, ya que en 1992 se alzó con el prestigioso Gabriel Sijé por "La encuestadora", su primera novela, y en 1999 fue finalista del premio Ateneo de Sevilla por "Equívocos".

Precisamente "Equívocos", que narra la tragedia personal de un juez homosexual que vive dentro del armario, fue además premio de la Crítica valenciana y será trasladada al cinematógrafo próximamente por el debutante Miguel Perelló, que contará con actores como Imanol Arias, José Coronado, Goya Toledo, Esther Arroyo, etc. Su obra publicada se completa con "El juego de los espejos", en la editorial valenciana Nadir. Esta valenciana de 52 años, que ha crecido literariamente con la prosa de Proust, Vargas Llosa, Flaubert y Henry James, acaba de leer la novela de Álvaro Pombo "El cielo raso", "y me ha parecido magnífica" y aprovecha el escaso tiempo libre del que dispone para leer "Los aires difíciles", de Almudena Grandes.

ENTREVISTA

¿Qué es lo que busca con la publicación de esta novela?

Busco que mis lectores, cuantos más mejor, disfruten con su lectura, aprecien la literatura trabajada y se dejen llevar por los estímulos activados de su imaginación.

¿Qué quiso contar al escribirla?

En un principio quise contar la historia de la educación sentimental de Angélica, una mujer de 31 años cuando comienza el relato. Está escrita en primera persona y ella es la voz narradora. Es hija de unos padres que nunca se casaron y que fueron universitarios de izquierdas y luchadores antifranquistas, devotos de la filosofía que impregnó el movimiento de mayo de 1968. Angélica puede darnos la versión de esta generación mítica, la mía, que tanto nos hemos traicionado después. Pero también es la historia de un acoso moral, de una liberación, porque cuando una persona está dispuesta a ser feliz y pone de su parte lo que haga falta con cierto talento, tiene posibilidades de conseguirlo. "Como ángeles en un burdel" contiene una cierta mezcla de géneros, bascula desde el drama y la tragedia hasta la comedia llena de humor, con un final que da preferencia a la fantasía y que deja un buen sabor de boca.

¿Después del premio Ateneo de Sevilla, qué otros retos se plantea, que fronteras narrativas quiere explorar?

He empezado ya mi próxima novela, aunque todavía se encuentra en un estado demasiado frágil para poder hablar de ella. Pero sé que será una novela larga, que recorre la España del siglo XX porque su protagonista nace en 1902 y vive más de cien años, y que me tendrá ocupada los próximos tres años. No tengo prisa. Me interesa más gozar mientras la escribo, resolver cada detalle con paciencia, implicarme con mis personajes para conocerlos en su intimidad.

¿Se siente novelista?

Sí. Me gusta mucho que la gente me reconozca antes como escritora que como economista, que es en definitiva la profesión de la que vivo.

¿Qué recuerdos guarda de su experiencia al frente de Posdata?

En realidad nunca he estado al frente de POSDATA, el suplemento cultural del diario valenciano LEVANTE. He sido, desde su creación, una colaboradora más dedicada a la crítica literaria. Para mí ha sido muy importante ejercer la crítica, porque lees con una atención distinta. Yo he aprendido a escribir leyendo. Una buena biblioteca es la mejor escuela de letras posible. Me encanta leer y me encanta la gente que le gusta leer. Hasta es posible que escriba por eso, para poderme leer luego, y para que otras personas me puedan leer.

Colabora como articulista en El País, ¿tan fuerte es el influjo que ejerce la prensa?

Colaboro en El País porque me interesa mucho el periodismo y me siento capaz, a veces, de manifestar mi opinión sobre ciertos temas. Pero no creo que mis artículos sean especialmente influyentes. La prensa es poderosa, desde luego, y cada vez lo es más. Un escritor que viva de espaldas a ella no podría sobrevivir en el mercado. Esta es la realidad, nos guste o no, y hay que tenerla en cuenta.

¿Intervino en el guión de la adaptación cinematográfica de "Equívocos"?

No intervine en el guión de "Todas las mentiras", título de la adaptación cinematográfica de "Equívocos", porque no entiendo lo suficiente de lenguaje cinematográfico. Yo me considero la autora de "Equívocos", una novela que ha tenido buena acogida. Miguel Perelló, su director, será el autor de "Todas las mentiras", basada en mi novela o en una versión libre de ella. He leído ya el guión y cambian muchas cosas, aunque la novela se reconoce. Son obras diferentes. Casi todos los escritores que han intervenido en los guiones de películas basados en sus novelas acaban mal con el equipo cinematográfico y sufren mucho. Prefiero seguir la norma de zapatero a tus zapatos, y lo mío es la literatura.

¿Qué momento vive la literatura española?

Vive un momento bueno. Se publican muchos libros, se lee más que nunca, aunque todavía estemos muy por debajo de los países de nuestro nivel socioeconómico. Surgen nuevos escritores, y cada vez más jóvenes, casi continuamente. Otra cosa es que la mercadotecnia abusiva conturbe el mercado. Ser el mejor no garantiza más éxito de ventas. Ser famoso, por desgracia, es más eficaz. Pero el tiempo colocará a cada cual en su sitio.

¿Cuesta mucho ganarse el respeto de la crítica, y del lector?

Sí que cuesta, aunque supongo que igual que en cualquier otro oficio. Yo me lo tomo como una carrera de fondo, un paso detrás de otro, pensados con la cabeza, sin entusiasmos excesivos ni exagerados desmoronamientos. La clave está en trabajar, y en no tener prisa. Un libro pide tiempo: para concebirlo, para desarrollarlo, para depurarlo.

¿Cuál es su próximo proyecto?

Esta novela que antes ya he comentado. Cuento con una buena historia, que es la base de una trama interesante. Depende de mi habilidad convertirla en una buena novela. Ése es el desafío. Los personajes ya habitan en mi cabeza y no me dejan sola dondequiera que esté. Necesito obsesionarme con ellos y conocerlos bien. Cuando eso ocurre, empieza la fiesta literaria.

Esperamos que este último premio Ateneo de Sevilla y la versión cinematográfica de Perelló den a conocer al gran público a esta narradora, que ha comenzado con buen pie su particular carrera de fondo literaria.

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