Anika entre libros

Entrevista a Juanma Crespo por "Memorias de un Ultra"

"Hace mucho que dejé de creer que estoy en el poder absoluto de la razón. No creo en los extremismos, no conducen a nada salvo a la confrontación y al odio"

Firma: Joseph B Macgregor / Fotos: autor / Septiembre 2007

 

La Serie Confidencial, es una colección de libros coordinados por el periodista Antonio Salas y que fue creada para "dar voz a los personajes de los que hablo en mis libros, y permitirles que cuenten por si mismos sus propias historias", es decir para que "las prostitutas, los nazis, traficantes, policías, etc., que he conocido y con los que he convivido durante mis infiltraciones, puedan expresarse por si mismos, sin necesidad de tenerme a mi como intermediario".

Ahora, le llega el turno a "Memorias de un Ultra", de Juanma Crespo, una crónica testimonial, absolutamente verídica, de la biografía personal de un radical de memoriasdeunultraextrema derecha española. Es el propio Juanma Crespo quién cuenta en primera persona su historia; de cómo a partir de un fuerte sentimiento de amor a la patria y guiado por sus experiencias en ese partido, se decide a ingresar en grupos y asociaciones de ultraderecha.

En la prisión de Picassent, Crespo hace balance de su vida hasta ese momento: sus comienzos en Fuerza Nueva, tras la muerte de Franco, su lucha activa contra los que él consideraba "los enemigos de España" y su posterior evolución a las ideas Falangistas y al ideario de José Antonio Primo de Rivera, llegando a convertirse incluso en el presidente de Falange Española-Frente Nacional Sindicalista.

De igual modo, reconoce su participación en todo tipo de actos violentos, como la elaboración de bombas o artefactos explosivos (mezclando clorato de potasio, gasolina y ácido sulfúrico) contra librerías, sedes comunistas o furgones policiales, en actos de protesta en los cines que proyectaban películas consideradas como "antiespañolas" como "El crimen de Cuenca" (y en la posterior represión contra los espectadores que asistían a la proyección), así como en la "defensa" de las estatuas de Franco que iban a ser retiradas por el ayuntamiento.

También parece ser que estuvo implicado, en mayor o menor medida, en los intentos de atentar contra Santiago Carillo o con Albert Boadella, director de Els Joglars., con motivo del estreno de Teledeum. Conoció todos los movimientos de extrema derecha (nazis, neonazis, skins, el GRAPO, etc.), aunque sólo militó en diferentes agrupaciones franquistas y falangistas, y coincidió en algún momento de su vida con León Degüelle, Pedro Varela, Eduardo Arias, Ynestrillas, Tejero o Cortina.

Trabajó también en diversas profesiones, relacionadas, de alguna manera, con la extrema derecha: como "securata" en "Empresa de Seguridad", una especie de "mafia-familiar" dirigida por Vicente Guillén, seudónimo de un controvertido personaje de la ultra-derecha española, o como "follonero" de un conocido programa debate de la televisión valenciana, contratado para crear "ambiente" y polémica y de este modo conseguir más audiencia.

Las fotos que ilustran la entrevista pertenecen al archivo personal de Juanma Crespo y son publicadas con permiso del propietario de las mismas.

 

 

ENTREVISTA

 

Mi primera pregunta tiene que ver con algo que percibo a lo largo del libro, cuando describes cualquier tipo de movimiento radical… ¿Por qué el radicalismo de cualquier signo o tendencia con frecuencia va acompañado de violencia o de muerte?

Verás Joseph, como sabrás el término "radical" proviene de "raíz".

En política, los movimientos radicales, serían aquellos que pretender alterar la sociedad desde sus cimientos para así transformar o sustituir, la base más profunda y vital del sistema político y económico actual.

No olvidemos que, incluso, la actual Democracia fue, en su momento, un movimiento "radical" hasta lograr su implantación. La Revolución francesa, embrión de la actual democracia parlamentaria, no surgió en un valle de rosas, si no después de una sangrienta revolución.

Evidentemente, los grupos radicales actuales, tanto de derechas como de izquierdas, no suelen dudar en utilizar la violencia como medio para conseguir sus objetivos. Quizá sea éste el único método que creen factible para conquistar el poder, puesto que los resultados de las urnas no les acompañan. Y no olvidemos tampoco, que la prensa suele hacerse eco de estos actos violentos y proporciona, sin pretenderlo, una publicidad añadida que conlleva el interés de algunos por formar parte de estos grupos que de otra manera quedarían en el anonimato.

Episodios históricos, como el que cité antes de la revolución francesa, les hacen vislumbrar un atisbo de esperanza en la consecución de sus intereses. Ni que decir tiene que el mundo actual tiene muy poco en común con el del siglo XVIII, pero eso no es óbice para que algunos grupos sigan soñando.

No obstante, los términos "radical" y "violento" no tienen por qué ser necesariamente sinónimos. Todos conocemos, por ejemplo, a la ONG: "Greenpeace" y, probablemente, sus métodos para concienciar a la opinión pública de la necesidad de preservar el medio ambiente, sean radicales, pero en ningún caso violentos. Es más, ellos han sufrido en sus propias carnes el radicalismo por parte de los herederos de Robespierre...

Otro ejemplo, que además cito en mi libro, sería el del Mahatma Gandhi. Su radical enfrentamiento contra el imperialismo británico fue un ejemplo claro de "No Violencia".

Pero tienes razón en que, probablemente, éstos sean casos aislados y que, desgraciadamente y cada vez más, "radicalismo" y "violencia" parecen estar íntimamente unidos.

 

También me gustaría que explicaras, aunque aparece en tus memorias, a nuestros lectores ¿qué diferencias existían entre los franquistas de Fuerza Nueva y los Falangistas de Jose Antonio?, ya que hay mucha gente que cree que son la misma cosa.

Existían muchas diferencias, intentaré explicarlas brevemente.

Cuando en 1933, José Antonio Primo de Rivera fundó la Falange, quiso crear una asociación política con un aire nuevo y moderno para la época. José Antonio ideó una organización revolucionaria que aunase en la búsqueda de un bien común para toda la sociedad, en contrapunto con la eterna división de derechas e izquierdas. Su concepción política chocó de bruces con la mayoría de los partidos políticos de entonces.

La derecha lo tildó de "bolchevique" por atreverse a pedir la nacionalización de la banca y por pregonar principios tan revolucionarios como, por ejemplo, que la tierra debería pertenecer a aquel que la trabaja.

Por el otro lado, la izquierda lo acusó de "fascista" por sus profundas críticas contra el marxismo; doctrina política a la que, sin embargo, José Antonio justificó en su nacimiento, diciendo que fue lógico que surgiera como opción al capitalismo, pero que erró al rechazar valores principales como: la familia, la patria y la religión.

La Falange joseantoniana decía que a España no se la podía contemplar parcialmente, solo con un ojo, ya sea el izquierdo o el derecho, que a las grandes empresas se las mira de frente, con los dos ojos. De la izquierda aprobaba el sentido revolucionario y el ansía de Justicia Social; de la derecha, el sentido religioso y patriótico. Patria y Justicia Social en armonía, sin prescindir la una de la otra. Todo un mensaje revolucionario para la España de entonces.

Por si fuera poco, la bandera de la naciente Falange estaría basada en la enseña rojinegra anarquista, la bandera de la revolución.

Los primeros afiliados a la Falange provenían, en gran parte, del partido comunista y de los movimientos anarquistas; a éstos se sumaron algunos monárquicos, antiguos derechistas y muchos obreros, estudiantes y campesinos.

Pero poco duró este sueño. Cuando comenzó la guerra civil, la Falange fue el único partido político español que perdió a todos sus líderes en acto de servicio durante los primeros meses de la contienda. Descabezada la Falange inicial por falta de jefes, Franco la modeló a su antojo, transformándola en una sumisa versión paramilitar de su régimen y borrando de ella, cualquier atisbo revolucionario.

Hasta aquí, muy por encima, la historia de la inicial Falange joséantoniana.

Años después, en la década de los setenta del pasado siglo, se legalizaron diversos partidos políticos; entre los mismos, Fuerza Nueva se convirtió en el claro referente de la extrema derecha española.

Francisco Franco se convirtió en el principal ídolo y ejemplo a seguir por los militantes de esta organización; en segundo lugar, a años luz de distancia, la figura sesgada del José Antonio que durante cuarenta años creó el franquismo. Un José Antonio subyugado, burgués y derechista, en lugar de aquel José Antonio revolucionario que admiró gente tan diversa como: Julio Anguita, José María Aznar, Fidel Castro o el propio "Ché" Guevara, quién mostró repetidas veces su profundo respeto hacia la figura del malogrado abogado.

Por otra parte, varias organizaciones falangistas fueron igualmente legalizadas tras el fin de la dictadura. Entre ellas había varias que seguían los pasos de la Falange fundacional y, por ende, retomaban el carácter revolucionario que marcó a ésta. Estas formaciones, entre las que cabría citar a la Falange Española (independiente) y a la Falange Española (auténtica), intentaron sin éxito limpiar la imagen franquista del nombre histórico de la Falange.

Como dato anecdótico cabe señalar que fueron los militantes de la Falange Española (auténtica) los que arrancaron gran parte de los yugos y flechas que indicaban los topónimos de las poblaciones españolas.

 

¿Por qué hubo un momento en el cual abandonaste el franquismo por el falangismo?

Ese paso implicó una gran evolución personal y política. Para los profanos en la materia, señalaré que esa decisión supuso un cambio tan radical como supondría que un militante del Partido Popular se pasara a Izquierda Unida.

El franquismo representaba a la derecha ultra-católica y un intento de vuelta al pasado; por contra, el falangismo era todo lo contrario: una organización con miras de futuro, formada por trabajadores y estudiantes de mentalidad abierta, y un partido que soñaba con despegar tras deshacerse del lastre del franquismo.

Ni que decir tiene que todo esto se quedó en agua de borrajas. Entre otras cosas porque no supimos deshacernos de la imagen franquista que durante cuarenta años el régimen se encargó de transmitir a la Falange; porque no supimos ofrecer un mensaje cohesionado ni ofertar una imagen moderna acorde con los tiempos que vivíamos y, también, porque nos sentimos "acomplejados" por la enorme militancia de Fuerza Nueva y pretendimos copiar su estilo, sobre todo en lo que en aspectos negativos se refiere.

 

¿Cuál es el papel de la mujer en estos movimientos? ¿Existían mujeres dentro de los grupos falangistas en los que perteneciste? Da la impresión que no participaban o que quedaban al margen de las movidas que organizabais.

Sí que existían mujeres en la Falange de la transición, aunque en un porcentaje menor que el de los hombres; pero había y bastantes. Eran otros tiempos y no estaban tan incorporadas a la vida política como ocurre hoy en día. Pero no sería descabellado suponer que un 20% del total de la militancia estaría compuesto por mujeres.

Volviendo la vista hacia atrás no hay que olvidar que, desde sus inicios, la Falange había contado con mujeres en sus filas.

Ya en 1934 se creó una sección femenina con los siguientes cometidos: realizar funciones de propaganda y atender a los detenidos; para poder acceder a las cárceles, en ocasiones se hacían pasar por familiares o novias de los reos. Algunas fueron encarceladas por esta causa o por realizar rifas clandestinas de apoyo a los camaradas presos.

Posteriormente, y ya en los años 40, Pilar Primo de Rivera fue la encargada de crear la Sección Femenina de la Falange que, para la época, fue una organización innovadora y moderna. Quizá hoy en día nos parezca un ejemplo anticuado, pero para esos años no lo fue en absoluto.

Después de la muerte de Franco, conocí a muchas jóvenes que militaron en la Falange con verdadera entrega. La labor que desempeñaban era la misma que la del resto de militantes; incluso, algunas, participaban asiduamente en la seguridad de los actos públicos.

No era normal que tomaran parte en algaradas callejeras, en ese aspecto solían ser bastante más tranquilas que sus camaradas masculinos, pero también había alguna que gustaba de la adrenalina.

Me viene a la memoria Silvia, una guapa y joven falangista que, tras las peleas y una vez que hacía aparición la policía, se situaba extratégicamente con su enorme bolso abierto, para que todos pudiéramos introducir en el mismo: puños americanos, barras de metal e incluso pistolas. Silvia, hoy en día es periodista y tendrá casi cuarenta años; trabaja en una televisión pública y desde hace tiempo milita en el PSOE, aunque se sigue considerando falangista... pero en secreto. No interesa que esas cosas se sepan mucho...

 

Cuando cuentas tu estancia en Picassent, haces amistad con presos etarras. ¿Por qué crees que pudo existir ese "buen rollo" entre vosotros? ¿Qué cosas aprendiste de ellos y crees que ellos pudieron aprender de ti?

La relación con los presos etarras es algo que me sorprendió a mí mismo pero que, en todo caso, considero como uno de los aspectos más positivos de mi estancia en prisión. Es más, a día de hoy todavía mantengo una excelente relación con algunos de los etarras que conocí allí y que ya están en sus casas.

Ni que decir tiene que, políticamente hablando, nunca he apoyado ni apoyo para nada a ETA; no creo en los motivos de su lucha ni en la inmensa mayoría de sus reivindicaciones, pero la cárcel hace extraños compañeros de cama...

Hay que comprender que la prisión es un mundo extraño e instintivamente buscas a gente con quien poder conversar, gente con un mínimo de cultura. Y los etarras pueden ser de todo, pero no incultos. Nos separaban muchas cosas, pero en esos momentos buscas lo que te puede unir y no desunir. Compartíamos: una ideología política (cada uno la suya), un compromiso firme en una causa... Y, como decía Antonio Salas en el prólogo de mi libro, "sentíamos curiosidad el uno por el otro"; queríamos conocernos, quizá como forma para poder evaluar al enemigo. Y lo que comenzó como mera curiosidad, acabó por convertirse en juanmacrespo1sincero afecto personal que nunca político.

Yo les agradezco mucho de que me brindaran la ayuda que precisaba para soportar la cárcel. Gracias a ellos, mi permanencia en prisión me pareció un juego de niños. Sus consejos eran varios: aprovechar el tiempo, leer mucho y muy variado, comer sano (preparabámos nuestros propios "yogures caseros", así como licores) Y no olvidar nunca que cada día que permaneciéramos siendo consecuentes con las mismas ideas, era una batalla ganada a la cárcel y a quienes nos llevaron allí.

Y creo que ellos aprendieron de mí, que en el otro bando también hay gente formada políticamente. Gente sin miedos ni fanatismos absurdos, con las ideas muy claras y con quienes se puede hablar. Sonará raro, pero eso creo.

 

¿Crees que existe algún punto común entre vosotros?

Los citados anteriormente: compromiso firme en una causa y creer en una ideología política.

 

¿A qué crees que puede ser debido esos cambios de carácter tan brutales por parte de Idoia López Riaño? Tal y como la describes, parece una loca peligrosa.

No soy un psiquiatra para poder evaluar sus constantes y radicales cambios de comportamiento, pero creo que sí que es una persona peligrosa y que los profesionales en psiquiatría tendrían un ardúo trabajo para poder diagnosticar su, quizá, esquizofrenia...

La verdad, no lo sé. Pero me llamó mucho la atención de que mostrara esos cambios de proceder tan súbitos. Ignoro si eso se debe a la presión que ejerce la cárcel sobre ella o si antes de su encarcelamiento ya estaba así.

  

Me da la impresión de que una de las razones por la que los movimientos de derecha extrema no han tenido mayor repercusión es porque había demasiados grupos y por la falta quizá de un proyecto o ideal común. Lo deduzco de la lectura de tu libro.

Sí Joseph, tu apreciación es totalmente cierta. Existen infinidad de grupos y entre ellos hay disparidad de estrategias políticas de actuación.

No hay una cohesión en el mensaje que se pretende transmitir.

No hay un líder definido.

No hay una unidad de actuación, es más, cada grupo intenta "torpedear" al contrario.

La máxima: "Divide y Vencerás", es la que domina a los llamados grupos de ultraderecha.

 

Cuando narras la historia de tus abuelos, de cómo tu abuelo fue detenido por auxiliar a los "rojos", la forma de ser de tu abuela tan entrañable - desde mi punto de vista, uno de los momentos más hermosos del libro - me llama la atención que tú optarás por algo completamente distinto. Me explico, cuando era mucho más jóven, tuve amigos de todo tipo y los de derecha extrema lo eran principalmente por tradición familiar (su padre era falangista, o era de ascendencia alemana, etc.)

Me alegro de que te gustara esa breve reseña en la cual me refiero a mis abuelos, ya que en ese capítulo trataba sobre espectos muy íntimos sobre los que guardo un especial cariño.

Verás, mis inicios en política vinieron predispuestos por tres aspectos: el ambiente escolar en el que me desenvolví de niño, mi profunda rebeldía innata de siempre y también, por qué no decirlo, por salir de casa.

Estudié en el colegio de los Hermanos Maristas de Valencia y, en esos años, finales de los setenta, la política estaba muy presente en la sociedad española. En mi colegio había muchos afiliados a Fuerza Nueva, en su mayoría se trataba de hijos de militares y de familias pertenecientes a la clase media; opté por integrarme en esa organización porque era donde estaban mis compañeros de clase. Con trece años no creo que nadie sepa mucho de política y yo no era una excepción. Mi rebeldía creo que estaba marcada por el carácter autoritario de mi padre, quien era una buena persona pero bastante arbitrario.

Viví tal rigidez en mi casa que busqué desesperadamente algún lugar donde poder opinar y tener amigos; y ese lugar fue la sede de Fuerza Nueva. Posteriormente evolucioné y milité en Falange como ya te he dicho antes.

 

Otra cosa que me llama la atención es tu enorme curiosidad por aprender y tu tolerancia, parece que rompes un poco con el estereotipo que la mayoría de la gente tiene de un ultra.

Te agradezco que pienses así.

Es cierto que desde hace muchos años creo que soy una persona bastante tolerante y abierta, y me parece que eso se debe a que he conocido a todo tipo de gente. Creo que "intolerancia" es un sinónimo de "desconocimiento".

"SE TEME LO QUE SE DESCONOCE"; por eso y desde hace bastante tiempo, intento abrir mi mente y saber escuchar y respetar a aquellos que no comparten mis mismas ideas o principios morales.

Todos tenemos cabida en este mundo, la base para entendernos tiene que ser el respeto.

Hace mucho que dejé de creer que estoy en el poder absoluto de la razón. No creo en los extremismos, no conducen a nada salvo a la confrontación y al odio. De todos modos, en lo que se llama como "mundillo ultra" hay muchas gentes válidas y comprometidas con los demás. Podría contarte casos de falangistas actuales que se pasan las vacaciones colaborando como voluntarios de ONGs en África, bien trabajando como médicos, ATS o construyendo pozos de agua en Nigeria. Otros muchos colaboran en sus ciudades en diversas ONGs, ayudando en barrios marginales o en otras labores sociales y humanitarias. Ejemplos como éstos hay muchos, pero no salen en los periódicos porque se hacen desde el más absoluto silencio.

 

Tampoco eres racista, xenófobo y homófono.

No, la Falange nunca ha sido racista. Además el racismo es, simplemente, una necedad; una gran necedad que afrenta directamente a la dignidad humana más elemental. Desgraciadamente, ha servido como excusa para justificar las mayores tropelías en nombre de la civilización y del progreso. Pero supongo que debería empezar a formar parte del pasado más oscuro de la humanidad.

Nadie es más que nadie por pertenecer a una raza determinada, es una aberración llegar a pensar eso.

La xenofobia, implica el odio o rechazo hacia los extranjeros. Cómo he señalado en el punto anterior: "SE TEME LO QUE SE DESCONOCE"; creo que la mejor terapia contra el racismo y la xenofobia, sería hacer que la gente viajase y conociese otras culturas diferentes.

Lo verdaderamente triste e inconcebible de los brotes racistas y xenófobos que aparecen en España, es que la nuestra siempre ha sido una nación de inmigrantes. Los españoles llevamos emigrando durante siglos, primero a América y luego a Europa; la memoria es débil y espero que no nos pase factura.

Para finalizar este punto, te diré que la homofobia o miedo a los homosexuales, es más sinrazón de lo mismo. Yo soy heterosexual y tengo muchos amigos tanto heteros como homosexuales, ¿cuál es el problema? En bastantes ocasiones he quedado con más de uno y ni me han cambiado a mí ni yo tampoco a ellos. Quizá, muchos de los que se autodefinen como homófobos, tienen grandes dudas sobre su propia condición sexual.

Yo no quiero vivir en un mundo de negros y blancos, foráneos e inmigrantes, hombres y "maricas", sino en un mundo de personas, ¿tan difícil es?

 

No entiendo demasiado bien porqué si no te fiabas demasiado de Guillén, decidiste trabajar para él en la empresa de seguridad, incluso cuando no te olía demasiado bien la cosa. ¿Eras consciente por aquel entonces de que aquello era una especie de secta o es algo que descubriste a posteriori?

Bueno, quizá la explicación a esta pregunta es que yo era muy joven y confiaba demasiado en mí mismo. Por otra parte, estaba desesperado y buscaba un empleo fijo.

Guillén es un individuo que sabe aprovecharse para su propio provecho de las necesidades humanas. Cuando comencé a trabajar en su empresa, no imaginaba hasta qué punto tenía a la empresa estructurada como una secta. Lo malo es que una vez dentro, resultaba muy difícil salir de la misma. Todo eran trabas e impedimentos y si eso fallaba llegaban las amenazas; más de un trabajador sufrió brutales palizas a manos de sus mismos compañeros de trabajo, por mandato directo de la persona a la que me refiero con el nombre ficticio de Guillén.

Es patético y preocupante que sucesos como éstos ocurran en la España actual y que nadie haga nada para remediarlo.

 

¿Por qué crees que en un momento muy concreto se decidió mezclar ideología de extrema derecha con la afición por el fútbol?

Simplemente se trataba de una forma sencilla y barata de dar a conocer a la gente determinadas ideas políticas, era una manera fácil de ser vistos cada semana por miles de personas. Lo que ocurre es que esta táctica pronto dejó de tener el efecto deseado ya que los ultras del fútbol se dedicaron entregando más a éste deporte que a la política propiamente dicha. Preferían soñar con el posible triunfo futbolístico semanal a trabajar por la utópica victoria política a largo plazo.

 

En otro capítulo del libro hablas también de cómo la televisión valenciana invitaba a miembros de la extrema derecha para que dieran "ambiente" en un famoso programa de debate. Me gustaría que explicaras un poco más todo esto. ¿Os daban algún tipo de consigna? ¿Seguíais un guión? ¿De qué modo se preparan vuestras intervenciones?

Sí, es cierto que una importante productora de televisión que trabajaba, entre otras, para la televisión valenciana, contactó conmigo para que mandáramos militantes a sus programas. La finalidad era clara: crear polémica y subir la audiencia.

A cambio se comprometieron a que participáramos en algunos debates televisados (sobre todo de cara a las elecciones) y a dar la máxima divulgación a nuestros actos políticos.

Al principio mandámos afiliados a determinados programas de la televisión valenciana y, más tarde, asistimos a emisiones de otras televisiones autonómicas, como "Telemadrid" y "Euskal Telebista".

Teníamos absolutamente prohibido desvelar nuestra militancia política y, en juanmacrespo2bastantes casos, los afiliados asistentes cobraron compensaciones económicas por acudir.

El asunto saltó por los aires cuando el diario "El País" desveló que, la televisión pública valenciana, animaba los debates con falangistas.

A raíz de esta situación, la productora se asustó y me pidió que mandara una carta con membrete oficial del partido, negando cualquier veracidad con la información aparecida en la prensa. Y así lo hice.

Realmente lo que nos pedían era que creáramos polémica en los debates en directo; la mayoría de las veces haciendo preguntas, incluso ofensivas, a los participantes en los mismos.

El tema a tratar en los programas, nos los comunicaban con unos días de antelación a la transmisión; de esta forma buscábamos a la gente idónea. No existía un guión predeterminado, los responsables de la productora esperaban a los descansos publicitarios para darnos consignas basándose en los resultados provisionales de la audiencia. Cuánto más bajaba ésta, más había que subirla y entonces tocaba radicalizar las intervenciones.

Recuerdo que en una ocasión Massiel y Lidia Falcón, que participaban en una emisión, tuvieron que abandonar el plató bajo las acusaciones descalificantes que vertió contra ellas una de nuestras militantes. La audiencia subió y nuestra afiliada se hizo asidua de los programas del corazón durante un tiempo.

 

En el libro insistes en separar a los skinheads o los nazis por ejemplo de los verdaderos patriotas.

No era realmente esa mi intención. Creo que para ser un verdadero patriota no es necesario pertenecer a los grupos denominados como de extrema derecha; cualquiera puede ser un patriota, milite o no en un partido político de los denominados como tales.

Y, por supuesto, también puede ser un patriota un nazi o un skinhead. Entre estos últimos hay gente muy sana que utiliza una vestimenta concreta pero sin caer en la violencia.

Por otra parte, ocurre que las personas ajenas a estos grupos y los medios de comunicación en general, tienden a meter a todos los denominados "grupos ultras" en un mismo saco, cuando en realidad cada organización es totalmente distinta y tan solo les une una simbología en particular.

Nada tiene políticamente en común, por ejemplo, un nazi de Cedade con un falangista o con un simpatizante de Ynestrillas.

Una muestra: en las filas falangistas no se ve con buenos ojos a los nazis a los que, entre otras cosas, se les acusa de "europeístas" y de "no españolistas".

 

En algunos pasajes del libro, describes algunas incursiones contra "los rojos", pero ¿No os enfrentabais también entre vosotros, quiero decir: los de fuerza nueva contra los nazis, por ejemplo?

Sí, es cierto. De hecho, durante los años de la transición existieron muchos enfrentamientos entre militantes de Fuerza Nueva y militantes de la Falange. En muchos casos, estas pugnas iban acompañadas de armas de fuego. Me remito a lo que ya respondí en preguntas anteriores, los militantes de Fuerza Nueva buscaban un retorno imposible al pasado reciente de España y, en su defecto, un golpe de estado que pusiera punto y final a la naciente Democracia española. En contrapunto, los militantes de la Falange buscaban dejar muy claro ante los ojos de los españoles, de que: "EL FRANQUISMO REACCIONARIO DERECHISTA" no tenía nada que ver con "LA FALANGE REVOLUCIONARIA JOSEANTONIANA". Evidentemente, no se consiguió transmitir esa imagen y la inmensa parte de los españoles siguió asociando íntimamente a ambas organizaciones.

Por otra parte, los nazis de aquellos años setenta y ochenta, generalmente estaban integrados en Cedade y solían quedar al margen de los enfrentamientos violentos. No hay que olvidar de que se trataba de un equipo reducido de intelectuales que preferían defender sus ideas desde una tribuna que a "guantazo limpio".

 

¿Sabes si hay antiguos pertenecientes a la falange o a los movimientos de extrema derecha entre las filas del PP o incluso en otros partidos incluso de izquierda?

Sí que los hay, y bastantes, me explico. Tras la disolución de Fuerza Nueva en octubre de 1982, gran parte de la militancia de este partido se trasladó a la Alianza Popular de entonces. No hay que omitir que la militancia de Blas Piñar era votante fiel de Fraga, ya que preferían lo que creían como "voto útil" antes que un "voto inútil" que pusiera en la Moncloa a los socialistas.

Las Nuevas Generaciones del Partido Popular, fueron creadas, en gran parte, por los antiguos afiliados de Fuerza Joven. De hecho, en la actualidad, muchos asesores y altos cargos del PP formaron parte, en su día, de las huestes de Piñar.

Existen casos puntuales de militantes de Fuerza Nueva que se pasaron a partidos de izquierda como el PSOE o IU, pero son casos anecdóticos.

En contrapunto y tras la caída de las diferentes opciones falangistas, muchos de los militantes de estas organizaciones se pasaron a partidos políticos, generalmente de izquierda o de tendencias anarquistas. En estos casos, y en contraste con los afiliados a Fuerza Nueva, te diré que fueron raros los casos de falangistas que entraron a formar parte de la militancia del PP.

No hay que eludir el hecho de que, históricamente, la Falange y los anarquistas siempre han estado bastante unidos. De hecho y durante la guerra civil, está constatado de que existieron diversas reuniones entre falangistas y los anarquistas liderados por Ángel Pestaña, con la intención de crear un tercer frente en el cual, falangistas y anarcosindicalistas permanecerían unidos.

Como dato anecdótico te diré que, en ocasiones, cuando acudía con compañeros a pegar carteles durante las campañas electorales y coincidíamos con anarquistas que hacían lo mismo, solíamos fumar un cigarrillo en armonía y, a veces, continuábamos juntos la colocación de pasquines en un ambiente de camaradería no exenta de alguna discrepancia, pero siempre en buen tono.

Tampoco hay que obviar que durante la época de Franco, fueron muchos los falangistas encarcelados por su oposición frontal al Régimen y que, durante los años cincuenta y sesenta, muchos colaboraron en la creación de movimientos sindicales contrarios a la dictadura.

Otro ejemplo, el sindicato Comisiones Obreras, tuvo entre sus fundadores a diversos falangistas concienciados por la Justicia Social y volcados en su afán de defensa de los trabajadores.

 

¿De qué modo crees que puede beneficiarle al PP (si es que le beneficia de algún modo) la existencia de grupos de extrema derecha como los que perteneciste?

Al PP lo que le interesa es tener controlados a los grupos de la ultra-derecha para evitar que se descontrolen y puedan convertirse en una alternativa de futuro para amplios sectores de la población y restarles votos, tal y como ocurrió en Francia o Austria por citar algunos ejemplos. Estos controles pretenden obtenerlos mediante algunos de sus líderes, a los que compran a cambio de tener controlado el asunto; es decir: que ningún grupo crezca demasiado.

Cuando me tocó presidir la jefatura nacional de Falange Española-Frente Nacionalsindicalista, mantuve diversas reuniones con altos cargos del PP de entonces (presidido por Eduardo Zaplana), en la que me ofrecieron el oro y el moro a cambio de que, el partido que presidía, no se desarrollara demasiado y de que no nos presentáramos a las elecciones para intentar desviar esos posibles votos hacia el Partido Popular.

Yo me negué porque no lo creí ético, pero me consta que algún grupo similar, como el del referido Guillén, no pensó lo mismo y decidió entrar en ese juego a cambio de contratos millonarios que firmó, por medio de sus empresas, con la Generalitat Valenciana.

También acordaron con él, ocultar determinados asuntos muy turbios que no interesaba que trascendieran y que involucraban, tanto a Guillén como a destacados miembros del PP valenciano.

 

Cuando hablas del triunfo de Le Pen en Francia, lo atribuyes a un golpe de suerte. Gracias a la recepción de una herencia millonaria legada por un afiliado, recibió la fuerza suficiente para triunfar en las urnas. ¿Crees que esta puede ser una razón de que movimientos de extrema derecha no haya tenido mayor calado en la política española? Digamos que sucede como en el fútbol, que si un club tiene dinero se mantendrá en primera división y si no seguirá condenado a jugar en segunda o en regional. Es decir que parece ser que todo es una cuestión de dinero.

Pues lamentablemente así parece ser, además veo muy acertada la comparación que haces con los clubs de fútbol. Todos sabemos que el Villarreal sin el apoyo financiero de los Roig no estaría en primera división. Pues con los partidos políticos pasa lo mismo.

En los años 30, cuando triunfó el Frente Popular, los partidos políticos de entonces podían crear una radio o fundar un periódico que les sirviera como órgano de expresión. La misma Falange constituyó un semanario que le salió por poco más de cien mil pesetas; mucho dinero para la época pero una insignificancia para lo que costaría hoy crear dicho proyecto.

En aquellos tiempos, cualquier formación podía dar a conocer sus ideas con una pequeña inversión. Hoy en día eso resulta imposible.

En primer lugar porque fundar un periódico no cuesta el equivalente a los veinte mil duros de entonces; y, además, porque, desgraciadamente, EL QUE NO APARECE EN TELEVISIÓN, SENCILLAMENTE NO EXISTE y constituir una, sólo es asequible para el bolsillo de las grandes corporaciones.

En España hay actualmente más de mil partidos políticos inscritos en el Ministerio del Interior, ¿crees que cualquier ciudadano podría citar más de una docena? Evidentemente no; sencillamente, los restantes no existen y están condenados al ostracismo. Así, muchas ideologías, algunas muy válidas, quedaran relegadas al cajón del olvido porque, sencillamente, no tienen medios económicos para poder dar a conocer sus mensajes.

La gran banca privada, concede préstamos millonarios a los grandes partidos políticos; posteriormente, estos mismos partidos reciben compensaciones económicas por cada voto recibido (siempre que hayan alcanzado representación parlamentaria) y por cada diputado electo. Desgraciadamente, es como la pescadilla que se muerde la cola.

Si cualquiera de los partidos políticos legales, desconocidos por la inmensa mayoría, recibiera esos préstamos, probablemente el parlamento español estaría compuesto por otras siglas de lo más heterogéneas.

 

Me gustaría que opinaras sobre algunos de los personajes que aparecen en el libro, por ejemplo: Blas Piñar.

Cuando era más joven, fui un firme seguidor de Blas Piñar. Me apasionaba su carisma y la gran capacidad de oratoria de la que hacía gala en sus actos públicos. De él se ha dicho que "fue más franquista que el mismo Franco"; de lo que no hay duda es que era una persona muy brillante e inteligente y nada partícipe de la violencia, aunque se piense todo lo contrario.

Creo que su labor fue la de contención de la juventud nacional revolucionaria de entonces, un simple freno para evitar que los jóvenes hiciéramos la revolución por nuestra cuenta. De algún modo, su actitud fue bastante democrática y, en cierta manera, encauzó a los jóvenes franquistas hacia las filas más moderadas de Alianza Popular.

Blas es un ferviente antiracista, y no admitía en sus filas a aquellos que se declaraban como tales; también era un reaccionario convencido, no quería cambiar radicalmente el sistema tal y como nosotros pretendíamos, y utilizó todos los cauces legales que la naciente Democracia española puso a su alcance para alcanzar el poder.

Es más, los militares golpistas de por aquel entonces, no contaron jamás, con él ni con su organización, ante un posible golpe de estado. La primera medida que tomó el Teniente General Jaime Milans del Bosh cuando el 23-F, fue la de controlar las sedes de Fuerza Nueva ubicando vehículos blindados en sus inmediaciones.

Tampoco hay que olvidar que Piñar ordenó expulsar a todos aquellos que ejercían la violencia dentro de sus filas y que muchos de éstos acabaron formando un partido político nuevo: el Frente Nacional de la Juventud, de postura totalmente revolucionaria, joséantoniana y antiderechista.

Este grupo acabó disolviéndose tras el asesinato de su jefe nacional Juan Ignacio Rodríguez González, (por cierto, el único asesinato político español sin esclarecer de la reciente Transición), a manos de los servicios de inteligencia del estado.

Recuerdo que los militantes del Frente de la Juventud hicieron una campaña propagandística donde, en una enorme bandera rojinegra falangista con el rostro centrado de José Antonio, rezaba el siguiente lema: "Preferimos la bala marxista a la palmadita derechoide, pues preferimos cien veces morir de bala a morir de naúseas".

La figura de Blas Piñar sirvió de cortafuegos a estos grupos revolucionarios; sin él la historia moderna de España, aunque resulte difícil de creer, estaría escrita con más sangre. De su proceder político, quedan unas recientes declaraciones donde aplaudía a la figura de Felipe González y algunos de los gobiernos que éste presidió.

 

Guillén.

Para hacer un símil cinematográfico fácil de entender, te diría que la persona que oculto bajo el nombre ficticio de Guillén, sería el Darth Vader de la ultra-derecha española. Un individuo que ha sido atrapado por el lado oscuro de la fuerza y que hace público alarde de la violencia, el antisemitismo, el racismo, la homofobia... En definitiva: el estereotipo de "facha malo" que todos conocemos.

Guillén es una persona muy inteligente, y por eso tiene mayor pecado. Porque es lamentable que una persona con tanta capacidad utilice la política en su propio provecho y en el de sus empresas; es patético que inculque el odio entre sus afiliados y emplee la violencia como norma de conducta y, lo más condenable, es que utilice asuntos tan graves como son la prostitución y la trata de blancas, como medio para enriquecerse y lograr una notoriedad basada en la desgracia de otras personas.

Si en el caso de Blas Piñar he dicho que supo librarse de todos los militantes que hacían uso de la violencia o que mostraban actitudes racistas, con Guillén es todo lo contrario. Este personaje ha agrupado en torno a su partido a gentes violentas, racistas y xenófobas hasta la médula. Los blogs que aparecen en internet y donde se insulta y amenaza (incluso de muerte) a conocidos periodistas e incluso a algún patriota (entre los que yo me incluyo), llevan su sello, pero ahí están sin que nadie lo impida.

Guillén es un jefe "ultra" un tanto peculiar:

• Ha pedido públicamente el voto para el Partido Popular en algunas ocasiones.

• Ha denunciado reiteradamente ante la policía a grupos políticos semejantes que no acataban sus consignas. Por ejemplo, tanto los grupos neonazis: Acción radical como Armagedón, fueron desarticulados por la policía a raíz de las informaciones que les proporcionó el propio Guillén.

• Ha ordenado propinar palizas salvajes a antiguos empleados suyos por denunciarlo ante Magistratura de Trabajo o ante la Seguridad Social.

• Y hace suya la frase de Luis XIV de Francia: "El Estado soy yo", solo que cambiando la palabra "Estado" por la de "Ultra-derecha".

Lo más increíble del citado Guillén es que siga metido en tan turbios negocios y fanatizando a chavales, sin que nadie lo evite.

¿El porqué de esta tolerancia hacia él? Sin duda por los "trapos sucios" que guarda en algún escondido baúl sobre destacados políticos de ambos signos y que nadie quiere que sean destapados. Creo que sería interesante que se investigara sus oscuras conexiones, tanto con determinados políticos y policías corruptos, como con la mafia rusa y con ciertas redes de trata de blancas. Eso solo para abrir boca... Desgraciadamente, hay más.

 

Eduardo Zaplana.

Eduardo Zaplana es, por encima de todo, un hombre sumamente ambicioso; un hombre que ve en la política una buena posibilidad de ganar mucho dinero. Si recordamos las famosas cintas del "Caso Naseiro", el mismo Zaplana reconocía que estaba en la política "para enriquecerse".

Lo incomprensible del caso no es su sinceridad, ni siquiera que dichas grabaciones fueran declaradas ilegales por el Tribunal Supremo; lo verdaderamente inconcebible es, que desde altas instancias del PP, no tomaran cartas en el asunto y dejaran proseguir la carrera política de Zaplana; quien dijo lo que se sabe que dijo, aunque el Tribunal "Político" Supremo, dijera que donde dijo "digo" no dijo ni siquiera "digo".

Me consta que cuando presidía el gobierno valenciano estuvo metido en asuntos "poco claros"; en "DEMASIADOS" asuntos "POCO CLAROS". Creo que haría un bien a su partido, apartándose silenciosamente de la escena política, antes de que aparezcan nuevas evidencias que demuestren que, verdaderamente, se ha enriquecido con la política.

 

Fernando Márquez, el Zurdo, ex-líder de La Mode.

Fernando Márquez fue el típico exponente de la Falange antifranquista y democrática que propugnaban los seguidores de la Falange Española (Auténtica), aunque también simpatizó con partidos como el desaparecido CDS de Adofo Suárez.

Coincidí con él en determinados actos y congresos falangistas y representaba la innovación frente al oscurantismo. El Zurdo, era una persona muy pacífica que renunciaba a los métodos violentos y que propugnaba, incluso, un acercamiento a los grupos separatistas vascos. Su postura hay que comprenderla como parte de su inconformista forma de ser que ya se percibía cuando formaba parte de grupos musicales tan conocidos como: Kaka de Luxe, Paraíso o, La Mode.

Recuerdo a Fernando planteando sus tésis medio nacional-bolcheviques en los congresos de la Falange; ver las caras de los "camisas viejas" ante la exposición de las mismas, era todo un espectáculo.

A mí me cae bien El Zurdo, representa a la más progresista de la Falange oficial y es innovador en sus planteamientos; y además, durante mucho tiempo estuvo proscrito en la televisión española a raíz de aparecer en la campaña electoral de la Falange Auténtica pidiendo el voto para esta formación. Creo que forma parte de la Falange democrática que quizá convendría para muchos, en los albores de este nuevo siglo.

 

Ynestrillas.

Ricardo Sáenz de Ynestrillas es muchas cosas, pero sobre todo creo que es mi amigo.

Independientemente de que no apoye la totalidad de sus ideas, (es más, en juanmacrespo3algunas disiento totalmente), es una persona a la que respeto porque sé que es totalmente honesto con sus principios y fiel a sus ideas desde siempre.

Ynestrillas pretendió crear una opción de extrema derecha acorde con la línea que iniciara Blas Piñar pero adecuándola a los tiempos en que vivimos. Quiso prescindir de toda la parafernalia tradicional empleada por los partidos de la extrema derecha española y crear algo nuevo. El resultado, todos sabemos que no salió bien, pero creo que tenía buenas ideas.

Ricardo es una persona que vende una imagen suya mucho más radical de lo que es realmente. No es un racista; no es un xenófobo y sí una persona bastante tolerante y con muchos amigos tanto de izquierdas como de derechas.

El salvaje asesinato de su padre a manos de la ETA lo marcó totalmente y eso creo que no es positivo para un líder político, aunque resulta totalmente comprensible como hijo.

Entiendo que ETA es una grave contrariedad para la sociedad española y que hay que buscar soluciones para acabar con dicha organización terrorista; pero no creo que ETA sea el problema más complicado de la España actual y, desgraciada y manifiestamente, para Ricardo sí que lo es.

 

León Degrelle.

En primer lugar te diré que no soy nazi y nunca lo he sido.

Y no lo soy, dejando aparte el triste episodio del genocidio contra el pueblo judío, porque he escuchado en vivo a muchos dirigentes nacional-socialistas y no me han convencido.

Sobre León Degrelle... ¿qué puedo decir? Ante todo, y aún a pesar de sus ideas, que respeto su figura porque fue el ÚNICO NAZI INVICTO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

Jamás renunció a sus ideales, siempre fue fiel a sus principios éticos y, aunque yo no pienso como lo hizo él, eso no quita que sienta un gran respeto hacia su figura. Hay que señalar que León Degrelle jamás participó en ningún tipo de asesinato y mucho menos en el Holocausto; su inocencia y desconocimiento por el mismo, no fue ni siquiera cuestionada por los mismos judíos. Durante toda la campaña militar permaneció combatiendo en el frente del este, primero como soldado raso y luego como general, ascendido por méritos de guerra.

Sus comienzos en política surgieron desde las filas del Movimiento de Acción Católica Belga, donde se convirtió en uno de sus principales dirigentes; posteriormente fundó el Partido Rexista, con el cual hubiera alcanzado el poder de forma democrática, de no haber comenzado la gran guerra que él intentó desesperadamente evitar por todos los medios. Con menos de 30 años había escrito decenas de libros y su voz se había escuchado en miles de discursos.

León Degrelle fue un idealista, un hombre con una gran fuerza vital capaz de ganarse el respeto de aquellos que, incluso, abominaban de las ideas que él siempre defendió.

Personalmente, coincidí con él en varias conferencias y, como entusiasta que soy de la historia, más allá de toda controversia me fascinaba estar frente a un documento viviente de la reciente historia de Europa.

 

Antonio Tejero.

Hoy en día no apoyo los golpes de estado, creo que la función del Ejército es preservar la soberanía y unidad de la patria, pero hace años no pensaba igual y llegué a creer firmemente que el ejército era la única solución para salvar a España. En ésas estaba cuando Tejero asaltó el Congreso de los Diputados...

Lo conocí cuando fui a visitarlo al Castillo de San Fernando de Figueras, al poco de estar preso por su implicación en el fallido golpe de estado del 23-F. Posteriormente, me invitó a la consagración sacerdotal de un hijo suyo en Madrid, a la que acudió mediante la concesión de un permiso penitenciario que le concedieron. Luego nos hemos visto en diversas ocasiones.

Tejero tendrá las ideas que tenga, pero es una persona honesta, cabal y muy juanmacrespo4franquista; posee un sentido muy arraigado del honor y, además, en sus ratos libres, pinta cuadros.

Con relación al 23-F, él creía en todo momento que actuaba bajo el mando del rey y sirviendo a una noble causa. Sé que jamás intentó siquiera derramar una sola gota de sangre; y, quizá, su actuación evitó que se culminara otro golpe, esta vez muy cruento, que venía preparándose desde hacía tiempo. Puede que Tejero no fuera consciente de este asunto, pero así fue.

Al contrario que otros implicados como el general Armada, Tejero nunca se arrepintió de nada y renunció, al igual que hiciera el Teniente General Milans del Bosh, a solicitar cualquier clase de indulto. Eso, para mí, es muy respetable.

Con relación al 23-F, baste decir que el mismo Tejero no entiende nada y querría que algún día alguien le contara la verdad de lo que pasó en esas fechas.

Probablemente, esa verdad la conozca poca gente, pero entre ellos, sin duda, el que, por aquel entonces, fuera el director de operaciones especiales del CESID: el Comandante José Luis Cortina quien, casualmente, sería mi jefe durante un tiempo.

 

¿Cuál es tu situación personal en la actualidad? ¿Continuas encarcelado en la prisión de Picassent?

Mi situación es un poco surrealista, te la explico… Verás, fui condenado a 3 años y 10 meses de prisión; de los cuales cumplí casi... ¡4 años y medio! Ese desfase de casi 8 meses de más se debe a que me impusieron un año por una multa que, no obstante estaba pagando. En definitiva, aun con multa y todo, con la ley en la mano, tendría que haber salido en libertad hace años; máxime cuando siempre demostré un buen comportamiento.

Lo cierto es que a raíz de la publicación del libro se asustaron y comenzaron a concederme permisos de salida. Durante el último y a tan solo 5 (cinco) días de mi libertad condicional, digamos que fui forzado a desaparecer bajo serias amenazas de muerte contra mí y mi familia. Dichas amenazas vinieron de parte de ciertos agentes de la policía nacional a los que ya denuncié en su día, así como por personas del entorno del tal Guillén.

Total, que legalmente soy prófugo con cinco días por cumplir de condena. Pero realmente, notifiqué mi domicilio y situación legal a las autoridades judiciales pertinentes que me dijeron que hiciese mi vida, que no pasaba nada. Así que sigo con mi asunto en los tribunales y estoy luchando para que se repita mi juicio por haberse realizado bajo bastantes irregularidades.

Por otro lado, según un informe de la World Check*, una de las principales empresas del mundo en evaluación de riesgos; aparezco catalogado como PEP (persona expuesta políticamente), calificación que se da a aquellos que destacan como líderes de organizaciones políticas legales.

En el mismo informe, contrastado por numerosas fuentes, se indica mi militancia en organizaciones de extrema derecha y se indica que cumplí una condena en la prisión de Picassent. No se señala que queden pendientes causas legales.

 

* Juanma Crespo nos ha proporcionado una copia del citado informe para que podamos corroborar sus palabras.

juanmacrespo-opiniones 

Pues muchas gracias, JuanMa si deseas añadir algo más.

Sí, la verdad es que me gustaría finalizar esta entrevista diciendo que estoy convencido de que se puede defender cualquier idea desde el diálogo y el respeto; aquellos que utilizan la violencia como método de lucha política, están equivocados en la forma. La fuerza solo la emplea quien carece de la suficiente inteligencia como para defender sus ideas dialogando. Quién esté a tiempo de cambiar que lo haga, es por su propio bien.

Y en cuanto a mis ideas, creo que han quedado suficientemente claras; supongo que no serán "políticamente correctas", pero son las mías y espero que se me respeten aunque no se compartan.

En cuanto a la absurda causa que me llevó a prisión, estoy convencido de que, más pronto que tarde, se hará Justicia y que los verdaderos culpables acabarán frente a un tribunal. De eso estoy más que seguro.

Y a ti, Joseph, decirte que te felicito por las cuestiones que me has planteado y que me has hecho sudar la gota gorda para poder respondértelas. Espero que mis respuestas hayan sido, cuanto menos, del mismo nivel que tus preguntas.

 

Hasta pronto.

Un abrazo.

  

ver + Juanma Crespo

 

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