Entrevista a Juan Gómez-Jurado por El paciente

Juan Gómez-Jurado ha demostrado ya su versatilidad a la hora de escribir, pero también una gran capacidad para enganchar al lector con novelas donde se vive la tensión y se percibe el peligro. En este caso, además, podemos decir que ha conseguido, con una historia aparentemente conocida -un chantaje-, que nos fijemos en una doble historia de amor: la del padre que quiere salvar a su hija pequeña, y la de la cuñada que le ayudará en su odisea. Sí, es un thriller, pero también es una novela de personajes.

Hablamos con Juan de "El paciente", donde un cirujano deberá elegir quién vive: su propia hija o el presidente de los Estados Unidos.

ENTREVISTA

Has vuelto al thriller y la acción ¿cuesta menos que la novela histórica?

Cada uno tiene su dificultad especial. En el caso de "La Leyenda del Ladrón", como sabes, la ambientación era una clave fundamental de la historia, y por ello no podía dejar de cuidarla muy especialmente. No en vano estuve tres años sólo con la documentación, tres años completos de mi vida… Daba para estudiar una carrera o incluso para dar la vuelta al mundo andando, no sé, en lugar de eso los emplee única y exclusivamente en la ambientación de una historia, ni siquiera había colocado una sola palabra en el texto. Algunos pensarán que es una locura, y si no, ya te lo digo yo, es una locura. Quizás lo único sensato fue tu cameo (risas). Fuera de broma, en "El paciente" no hubo que ambientar tanto, sin embargo la dificultad venía de la enorme cantidad de complejidades técnicas de la novela en una trama aparentemente sencilla.

Ahora que lo dices, me ha parecido arriesgado que utilizaras una trama que no es novedosa: acoso y chantaje para que alguien haga algo que jamás haría poniendo en peligro la vida de quien le importa (normalmente los hijos) ¿no te daba miedo el resultado?

No, no me daba miedo el resultado porque sabía muy bien lo que tenía en mente antes de comenzar, "El paciente" tenía que ser una novela que enamorase a cualquier lector de thriller, pero al mismo tiempo estar llena de contenido para quien no lo fuese. Porque en realidad esta es una historia de amor, y nada más que eso. Con tiros y explosiones y todos los elementos de un thriller, llena de intriga, vale, pero por encima de todo es una historia de amor.

Un presidente de los Estados Unidos negro ya no nos extraña ¿por qué no llamarlo directamente Obama?

Porque la mención a personas reales hace caducar muy rápidamente los textos literarios, es sorprendente pero es así. Recuerdo un episodio de El Coche Fantástico en el que un niño le pregunta a Kitt cuánta memoria RAM tiene y Kitt responde que la friolera de 8 MEGABYTES, no te lo pierdas. Cualquier reloj de pulsera de hoy en día tiene diez veces esa capacidad. Por eso intento no poner elementos que caduquen muy rápido en mis historias.

A pesar de que es una novela de acción y un thriller, debo reconocer que parece una novela de personajes, lo que hace que gane muchos puntos. ¿Cómo se consigue que un personaje no sea plano o que todos parezcan iguales?

Pues poniendo todo el esfuerzo de la historia ahí. Como decías antes, la trama es aparentemente sencilla, pero luego al sumergirte en la novela te das cuenta de que estás asistiendo a otra cosa y de que no puedes parar.

Podría haber utilizado cualquier historia para lograr esta energía siempre que fuese aparentemente sencilla. Podría haberlo hecho con Caperucita Roja, si nos ponemos. Conseguir los giros de una historia retorcida es sencillo cuando ya eres un escritor profesional, lo complejo realmente es crear personajes de carne y sangre, que el lector tenga dudas de si son reales o no.

Oye, qué interesante lo de operar un cerebro y que el paciente repita palabras sin darse cuenta...

¿Me lo dices por algo algo? Sí, es un defecto común entre los pacientes que sufren de un tumor cerebral que les está presionando en el área del lenguaje. He aprendido mucho de los profesionales médicos con los que he trabajado para esta novela, en concreto el neurocirujano Rodrigo Pedrosa, que es una auténtico crack.

Ya que estamos con el "paciente"... a pesar de ser parte fundamental, aquí los protagonistas principales son una pareja de cuñados… Una suele imaginarse algo más típico: una ex novia, una ex mujer, una ex compañera de trabajo… O incluso "un". Tú has optado por una mujer y de la familia.

La historia de Kate y David es la historia de un amor que habría podido ser pero que se interrumpió antes de nacer por una simple frase. Es una de las partes más hermosas del libro, y me llena de alegría que lo menciones, fue muy complejo crear esa química entre ambos, y esa tensión y ese anhelo que nunca podrá ser resuelto… ¿o sí?

El villano que nos presentas ¿dirías que es típico del thriller o del género negro?

Creo que White es un personaje muy original, está lleno de dotes para el mal, pero nunca antes se había creado un psicópata que pudiese anticiparse a la gente empleando patrones de pensamiento. Se sale bastante de esos parámetros normales. Todos los lectores aprecian mucho a White, que como suele pasarme es de mis favoritos, ¡adoro a mis villanos, no lo puedo evitar!

Juan y Anika

¿De toda la historia, qué parte te ha dado más problemas o te ha resultado más complicada?

Sin duda alguna todas las apariciones de Julia (la hija) en escena. Escribiendo una en concreto lloré de angustia. Tienes que leerla para llegar a ella, no te puedo decir más.

¿Y la más sencilla, esa que ya se escribe casi sola?

Nunca hay escena que se escriba sola, te lo puedo prometer. Si una escena se escribiese sola, con toda probabilidad ya existe o no es buena. Por eso tengo mucho miedo cuando algo se escribe demasiado rápido, porque casi siempre es algo que luego voy a acabar descartando. Para que quede bien es necesaria una dosis de sufrimiento importante.

Dicho esto, quizás sean las del final, porque la acción me apasiona y las escribo con mucha mayor energía.

Mi escena favorita es la más cruel porque hace que se remueva algo en tu interior: cuando muestras a la niña en el zulo. ¿Cuál sería la tuya?

Al final lo hemos acabado diciendo… esa misma, claro. Es pura angustia, y por eso mismo también es la que más me costó escribir. También esa en la que Kate está agarrada al volante. Sobran las palabras.

La pregunta que te hubiera gustado que alguien te hiciera sobre "El paciente" y nadie te ha hecho es...

Tiene que ver con los momentos felices de Julia y Kate. Es una parte esencial de la novela, y muy poca gente se para a reflexionar sobre ella, quizás por la emoción del momento. Sólo aquellos que releen la novela, y "El paciente" es una novela que hay que releer, porque la primera vez la consumes con ansia, casi sin darte cuenta de cuál es el mensaje. La pregunta sería "¿Qué importancia tienen en la vida los momentos felices?"

Respóndela, por favor.

Pues es sencillo, son aquellos que nos configuran como personas. No somos capaces cuando nos comunicamos con otros de transmitirles las sensaciones que provocan instantes tan sencillos e íntimos como tener a tu hijo en brazos, darle un beso y sentir que quieres protegerle para siempre. Se puede decir, pero no es igual que vivirlo, y nunca existirá un escritor lo bastante grande como para hacerte vivir ese momento.

Dado que ya has tocado varios registros ¿cuándo nos sorprenderás con una de mucho terror? (para los fans del terror como yo, ya sabes)

No creo que me meta nunca en ese fregado. Adoro el terror, Stephen King es uno de mis autores favoritos, pero no puedo creer en él como escritor. Al menos por ahora, en el futuro ya veremos.

Me costaría creer que estando aún en promoción ya tengas la cabeza puesta en otra historia pero ¿es así?

Claro, desde hace muchos meses, y de nuevo voy a sorprenderos a todos, a ti la primera. ¡Ya te acordarás, ya!

Seguro que me acuerdo (risas) Juan, gracias por hacer libros de esos que te ponen las pilas y se leen con rapidez pero dándole importancia a los personajes. Para mí esto es vital para valorar un libro. Y un beso grande.

Muchas gracias a ti por tu trabajo, Anika, ya lo sabes, admiro mucho lo que haces desde hace muchos años y todos te debemos mucho. Un beso enorme.

+ Juan Gómez-Jurado