Anika entre libros

Entrevista a José Carlos Somoza por La cuarta señal

"Los supuestos tipos "inocuos", grises, pasivos, los que parecen formar parte de ese rebaño del que se alimentan los "lobos" de nuestra sociedad, también ocultan grandes peligros y mucha fuerza... Todo consiste en darles el arma adecuada"

Anika Lillo, texto y foto libro, Diciembre 2014 / Foto Somoza de Nines Mínguez

 

La cuarta señal será el anuncio del fin del mundo, pero no del mundo que vivimos ahora, si no del que parece que estamos abocados a vivir. Cuanto más tiempo pasemos dentro de mundos virtuales más fácil es creer que hasta esa -antes extraña y ahora cercana- plataforma que es la red, termine por sucumbir ante un posible fin. Y con él, nosotros.

Pero en las novelas de Somoza las cosas nunca son comunes. Somoza redescubre los mundos virtuales, les crea un origen y un futuro, narra una extraña historia de amor que, en al finalizar, sabremos que ya la conocíamos pero contada de otra manera... Toda su imaginación dispuesta a sorprendernos una vez más.

Hablamos con José Carlos Somoza de "La cuarta señal" (Minotauro, 20147)

 

 

ENTREVISTA

 

Dicen que lo mejor para describir algo es haber vivido la experiencia. ¿Has utilizado Second Life o alguna plataforma virtual para poder empaparte de la vida en estos mundos virtuales?

Como tantos otros escritores (y quizá en mi caso más por mi faceta de psiquiatra), todo lo que signifique un cambio en las relaciones humanas me interesa. Internet ha supuesto ese cambio, y creo que hoy día la experiencia en relaciones y mundos virtuales es tan importante para el escritor como lo ha sido (y sigue siendo) viajar a otros países. He experimentado con Second Life y con otros sistemas de relación virtual, en efecto, y he comprobado los cambios que se están produciendo en las relaciones. Sobre eso he querido hablar en "La cuarta señal".

 

Cómo fue la experiencia, cuéntanos…

Lo más curioso es que, cuando tienes experiencias en relaciones virtuales comprendes que lo intrínseco de la relación humana sigue estando ahí. Es como cuando apareció el teléfono, la radio o la televisión... Nuevas relaciones con seres humanos, en tiempo real o no, pero que, en el fondo, son las relaciones de siempre, basadas en la empatía, la atracción, y conceptos tan resbaladizos como la sinceridad. La forma cambia, pero el fondo es el mismo. Ahora bien, la forma es decisiva a la hora de otorgar a las nuevas relaciones sus cualidades peculiares. El anonimato -una característica tan especial de la relación virtual- puede producir una nueva forma de intercambio. Mi experiencia me hizo concluir que, curiosamente, no importa la máscara que se adopte, lo fundamental, lo que somos, sigue pesando decisivamente en la relación. Todo eso resulta muy interesante para el escritor.

 

Tengo curiosidad por saber si crees que llegará un momento en que vivamos más en plataformas tipo Second Life que en la vida real (hasta el punto de empezar a dudar entre realidad y ficción)

Estoy convencido de que hacia eso nos dirigimos, por una razón muy sencilla: los supuestos obstáculos, las "mermas" de la relación de las que hoy se habla tanto (las discusiones entre sociólogos y psicólogos sobre que los chavales hoy se Jose Carlos Somozarelacionan más con sus móviles que con personas reales) son, en mi opinión, meros asuntos tecnológicos. En el futuro ESTAREMOS hablando y relacionándonos REALMENTE con personas REALES, que podrán estar en cualquier otro lugar del globo, pero a las que podremos tocar, sentir, experimentar, como si estuviésemos con ellas... Entonces ¿qué diferencia habrá con la llamada "realidad"? En mi novela traté de borrar esas diferencias y ver qué ocurría. Me di cuenta de que el paso hacia esa otra realidad extendida será muy sencillo psicológicamente, y todo lo que se necesita es la tecnología adecuada.

 

Tú has invertido los papeles fundamentales de la sociedad: la gente se relaciona en ORGANO, trabaja allí y de allí cobran el sueldo… Y la crisis está en la vida real…

Esto no es algo que haya dicho yo. Algunos sociólogos como Castronova han escrito libros enteros sobre el "éxodo" que supuestamente se produciría si la vida virtual ofreciese más oportunidades que la real para vivir. ¡De hecho, ya está ofreciéndolas! Mucha gente trabaja desde sus casas, y los sistemas de compraventa por Internet están superando a los comercios clásicos... ¿Qué se necesita para alcanzar ese "éxodo"? Si lo pensamos, solo el avance de la tecnología. Dentro de cincuenta o cien años esa realidad de hoy no estará "mermada" por lo virtual sino "expandida".

 

Aparentemente es una novela de ciencia ficción, pero tú insistes en que es una historia de amor ¿crees que eso es un punto a su favor?

Ni a favor ni en contra. Y debo corregirte: no es lo que creo yo, sino el misterioso (al menos por un tiempo) "autor" del libro, que es quien narra los acontecimientos sucedidos. Ese autor lo ve así, y yo lo respeto. En cuanto a mi opinión personal, ya sabes que no me gustan las etiquetas, y no etiquetaré "La cuarta señal" como tampoco lo he hecho con "Zigzag" o "Clara y la penumbra", etc.

 

Podemos hablar de la relación entre Jaime/Finkus y María/Maria B pero no del final. Hablemos de esa relación ¿Un adolescente con una madre de unos treinta años? ¿Por qué ellos y por qué con esas características?

Como dije antes, quería plantear la "novedad" de las relaciones humanas desde el punto de vista virtual y se me ocurrió que personas dispares (en apariencia), es decir, "sancionadas" por la sociedad "real" en la que vivimos (menores de edad, diferencias de edad, etc) funcionarían mejor como defensores de mi tesis: que la relación humana ha cambiado pero que, en el fondo, sigue importando lo básico. El amor, el deseo, la ética... Más allá de eso, lo demás son máscaras.

 

Yo diría que cuatro con las cosas claves en "La cuarta señal": ÓRGANO, la relación entre Finkus y Maria B., la trama de mafia y su relación con las cuatro señales, y, por supuesto, Bach ¿Por qué Bach? A mí me pone histérica su música (risas)

Bach es grandioso. Pero es que no solo es uno de los grandes compositores de todos los tiempos, sino que también su música parece ocultar y configurar todo un nuevo mundo detrás, organizado matemáticamente, y con numerosas "claves"... Quizá la "histeria" a que te refieres tenga que ver con que su música es más un "módulo para armar", una especie de "Rayuela musical", que verdadera melodía. Sus obras siguen patrones barrocos perfectos que parecen no tener fin y que pueden reproducirse de muchas formas distintas. Es por eso que me pareció ideal para plantear un mundo como ÓRGANO, hecho solo con música... Una idea que me obsesionaba y que, con Bach, he querido llevar a cabo.

 

Sé que no podemos explicar nada acerca de la relación de la música de Bach con esa explicación final que da sentido a tu historia, pero sí podrías explicar algo que para mí es imposible hacerlo: ¿cómo un mundo se crea con música y cómo una persona se puede convertir en un teclado y, con ellos, crear cosas o armas?

Me pareció que eso podía conseguirse a través de lo virtual. Fíjate que un vestido, un objeto cualquiera y hasta un personaje pueden crearse con números, con programación (en las películas, los actores virtuales parecen estar suplantando a los reales). Y ¿qué es la música sino una combinación de números? De igual manera que cada música de Bach tiene su correspondiente clave binaria que un ordenador puede reproducir, me parecía que el mundo entero podía tener claves, códigos para cada cosa, cada objeto, grande o pequeño, desde galaxias a átomos... ¿Absurdo? No: justo la realidad. Todo lo que vemos está hecho de números.

 

Aparte de Finkus y Maria B. hay personajes fascinantes; a mí me han gustado especialmente Misaki y Oswald Morpurgo ¿cómo los definirías tú?

Misaki -ya me lo ha dicho algún lector- es esa típica "mujer fuerte" de algunas de mis novelas, que intenta transformar el arte en vida y la vida en arte a través de su cuerpo, como Clara Reyes ("Clara y la penumbra") o Diana Blanco ("El cebo"). Pienso sin embargo que su tragedia, en ese mundo resbaladizo de lo virtual, es mucho mayor que las de estos personajes mencionados. Y algo semejante ocurre con Oswald Morpurgo: él es el símbolo de esa clase de persona cuyo mundo interior es muchísimo más productivo que su apariencia externa... y por tanto es un supuesto beneficiado de esa época virtual. En ÓRGANO él es poderosísimo pero en real es casi un "embrión" indefenso.

 

Y hay otro en particular que forma parte de los "villanos" de esta historia: Hyp Grost, una mujercita sensual y peligrosa que en realidad es…

Jaja, sí, la creación de Hyp Grost y del individuo que la maneja me divirtieron especialmente. Se trata de otro ejemplo más de que en ese mundo de relaciones distintas que es ÓRGANO el peligro ya no viene del matón de la calle ni del policía musculoso... Los supuestos tipos "inocuos", grises, pasivos, los que parecen formar parte de ese rebaño del que se alimentan los  "lobos" de nuestra sociedad, también ocultan grandes peligros y mucha fuerza... Todo consiste en darles el arma adecuada. Y ÓRGANO es el arma que muchos de ellos necesitaban.

 

Sospecho que te gusta escribir fantasía y ciencia ficción porque los límites de la creación no están tan supeditados a la lógica.

Acertaste. Es lo único que verdaderamente me atrae del género. Cuando me siento a escribir una nueva novela (aunque no te lo creas) me digo a mí mismo: "Esta vez no voy a escribir nada de fantasía ni ci-fi") pero siempre acabo creando algo que otros se apresuran a etiquetar como fantasía o ci-fi. Supongo que los límites convencionales de la "realidad"literaria no me Jose Carlos Somoza Portadagustan... y me los salto con una facilidad que ni siquiera yo mismo percibo.

 

¿Cómo haces para inventarte cosas tan raras como las filacterias (La dama número trece), los teclados humanos (La cuarta señal), las armas construidas con poses y colores (El cebo)… Es decir, ¿cómo es tu proceso creativo?

Pues más sencillo de lo que aparenta. Quiero llegar de A a B (pongamos por caso: quiero que un ser humano se convierta en un lienzo pintado, o en un teatro donde cada gesto que se haga produzca efectos únicos) y avanzo en línea recta hacia ese objetivo tratando de apartar o superar todos los obstáculos que encuentro por el camino. Creo firmemente en el poder transformador de la literatura, y trato de utilizarlo.

 

¿Eres de los que cuando ven una escena en la vida real, se inventan mentalmente otra historia alternativa? Me estoy acordando ahora de nuestra aventura con el hacha y tu cuarto de baño, y tú en las nubes, pensativo (risas)

Bueno, eso me sucede sin previo aviso. O sea, no me es posible controlar cuándo una experiencia concreta se convertirá en materia novelesca. A veces experiencias triviales me hacen pensar "¡Por favor, esto es algo extraordinario para una novela!" y otros hechos más estrambóticos no repercuten dentro de mí. Nuestro "affaire" del hacha y el cuarto de baño aún no sé en lo que se transformará... pero por lo pronto nos divirtió a los dos, y a más de dos, por lo que he podido comprobar.

 

Me ha resultado llamativa la cantidad de agradecimientos al final que son, en realidad, iniciales. Estamos tan acostumbrados a los nombres de amigos, familiares, editores, etc., con su nombre y apellido, que no lo he entendido.  ¿Compañeros de tu Matrix particular?

Se trata de agradecimientos irreales, o pertenecientes a otra realidad, como lo es toda la novela. De vez en cuando relaja agradecerles cosas a los sueños.

 

Oye, José Carlos, ¿qué nos pasa con el fin del mundo que a todos nos atrae al tiempo que nos asusta?

Es cierto que hay una especie de renovado interés por el fin del mundo. Yo creo que es debido a nuestra conciencia global. Cuando surge tal conciencia en la historia de la humanidad (por ejemplo, cuando se acercaba el primer milenio, o el segundo de nuestro calendario occidental), es lógico pensar que, si formamos un solo cuerpo hecho de millones de personas, ese cuerpo pueda envejecer y hasta morir. Se habla de "fin del mundo" cuando se quiere decir "fin de la humanidad", y creo que estamos viviendo una globalización que nos hace pensar que lo mismo un día el interruptor que nos da vida a todos se ponga en off.

 

Yo quiero agradecerte personal y públicamente que me lo hagas pasar tan bien leyendo tus historias. De hecho ya estoy esperando la siguiente.

Yo te agradezco a ti y a todos los lectores vuestro interés. Y a ti en especial dos cosas: una, que tengas el coraje, la fuerza, la inteligencia y el amor necesarios para llevar adelante con éxito tu proyecto de internet con los libros (esos objetos que todavía nos interesan a algunos). Sabes que siempre te he admirado por eso. Y la segunda cosa que te agradezco es que no me hayas dejado de hablar después de que derribase a hachazos la puerta de un cuarto de baño donde tú aguardabas indefensa y aterrorizada.

 

Mil gracias por todo, José Carlos.

Gracias a ti, Anika, y a tus lectores.

 

+ José Carlos Somoza

 

 

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentarios de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar