Anika entre libros

Entrevista a José Ignacio Velasco Montes por "El horizonte de Keops"

"aunque al género literario se le llama “Novela histórica”, personalmente a mi obra la clasifico como “Historia novelada”, y este distingo es algo, al menos para mí, más que un matiz"

Firma: Pilar López Bernués / Fotos: autor / Agosto 2007

 

José Ignacio Velasco, además de escritor, es médico especialista en Cirugía General, Traumatología, Cirugía Ortopédica y Rehabilitación. También es miembro del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, socio de la Asociación Andaluza de Egiptología, colaborador de Amigos de la Egiptología y Egiptólogo especializado en el Imperio Antiguo. Ha visitado el país en numerosas ocasiones y ha dado conferencias sobre el tema.

Desde el punto de vista literario, ha publicado centenares de artículos, más de cuarenta cuentos, seis libros técnicos deportivos y ha iniciado una saga "Tiempos de Pirámides" de la que hay previstas siete entregas y, hasta el momento, se han publicado tres. La última novela "El horizonte de Keops" es la que nos va a servir de base para la entrevista.

 

 

ENTREVISTA

 

Hola, José Ignacio. ¿Cómo nace tu interés por la egiptología?

Ante todo daros las gracias por la entrevista, para lo que os habéis tenido que leer la novela y más en concreto a ti, Pilar, que es con la persona con la que establezco el contacto.

Como se aprende en periodismo, las bases de cualquier noticia son siempre esas cinco cuestiones a contestar: qué, cuándo, cómo, dónde y porqué. Pues siguiendo ese orden, contestaré a las cinco en un, espero que no demasiado largo, predicamento. Diré que la de Egipto fue una civilización por la que me sentí atraído desde muy joven. Era un tema del que se hablaba en mi familia pues mi abuelo y mi padre ya estudiaban el tema con interés cuando era menos que un niño. Mi abuelo, un médico rural en Extremadura, se marchó a Egipto por un tiempo de unos 8 meses en el año 1921 o 1922 [nunca lo he sabido con exactitud] al poco de acabar la Primera Guerra Mundial. Y debió ser una experiencia importante en su vida, pues marcó un hito en la misma. Y esas vivencias, de la que siempre hablaba con mucha seriedad, era lógica pues en aquellos momentos, pocos, muy pocos españoles, podían decir: "He estado en Egipto" y he visto, he tocado, las pirámides, los templos, las canteras de Assuan, la isla de Filae y tantos otros sitios a los que era tan difícil, sacrificado y arriesgado llegar.

En ese ambiente de conversaciones, libros de Egipto e incluso algunas piezas, como restos de porcelanas, un ushebti, fotos hechas por mi abuelo (realmente daguerrotipos de no mucha calidad), y de algunas cosas más, eran motivo, allá en el Badajoz de los años 1948 y siguientes, de reuniones en las que, por mi eterna curiosidad me dejaban asistir siempre que cumpliera una condición: "No abrir la boca", cosa que tuve que obedecer hasta alcanzar una determinada edad. Pero para entonces ya había leído y aprendido algo, lo que me permitía hacer preguntas con la suficiente lógica como para ser contestado, en vez de enviado a la calle a jugar.

Recuerdo mis escapes a la biblioteca de mi padre a horas tan desusadas como nocturnas para leer el enorme libro de Dumichen & Meyer.- Historia Universal Tomo I, de la Editorial Muntaner y Simón, publicado en 1.890 y que he tenido y tengo el placer de poseer por herencia, junto con otros que son, para mí un tesoro, como, Viaje por el Nilo, de E, V. Gonzenbach, primera edición de 1890, también por Editorial Muntaner y Simón, o el "El Egipto misterioso" de Eduardo Alfonso, primera edición del 16 de Enero de 1936 y otros tantos que he podido salvar de la diáspora de libros que ocurren en las familias a lo largo del tiempo.

En resumen, es fácil adivinar que esa curiosidad infantil fue madurando con el tiempo y se ha convertido en lo que es en la actualidad: una "grave obsesión" de saber más y exponerlo para el disfrute de los que quieran leerme.

 

Antes de comentar en profundidad "El horizonte de Keops" y la saga que has iniciado me gustaría conocer tu opinión sobre un tema controvertido: La novela histórica puede decirse que está "de moda", pero es un género que suscita puntos de vista muy diferentes. Hay quién opina que la historia es historia y la novela es novela, y también existen los que afirman que novelar acontecimientos es una manera de acercarlos a un público que, quizá, no los conocería porque no están interesados en la Historia como tal...

Es una buena pregunta. Hace apenas un mes, hemos tenido por uno de los foros de Egiptología, un profundo debate sobre este tema de la Novela Histórica. Ha habido un gran número de intervenciones, y la conclusión final muy positiva: la novela histórica es muy útil para que las personas sepan, conozcan y se introduzcan en el estudio de Kemit, el "País de las Dos Orillas", como le llamamos cuando se está dentro de la temática.

He de decir que, aunque al género literario se le llama "Novela histórica", personalmente a mi obra la clasifico como "Historia novelada", y este distingo es algo, al menos para mí, más que un matiz. Mi saga "Tiempos de pirámides", es un estudio de una época muy alejada en el tiempo: Imperio Antiguo, Dinastía IV, y se inicia con el rey Snefru [2.613 antes de Cristo], es decir un tiempo tan lejano como hace 4.620 años antes de la actualidad.

Por tanto, con las notas que he logrado reunir a lo largo de muchos años, empecé a crear una base de datos en 1960, buscando, espulgando libros, escudriñando revistas y viajando a Egipto [primer viaje en 1962 como paso del Ecuador de la carrera] y desde entonces he logrado reunir una gran cantidad de datos, con una alta proporción de fiabilidad, sobre personas, sucesos, ambiente y modo de vida como para poderme atrever (soy un osado, lo reconozco) a escribir historia novelada sobre esa época. Y en ese tiempo he reunido una biblioteca con más de 600 libros y revistas sobre Egipto y, paralelamente mi base de datos en el PC., sobre el Imperio Antiguo, supera las 1.200 páginas en Word. Una base que cada día, fruto de lo que se publica, es corregida y / o ampliada según el caso.

Es bien sabido que "cualquier cosa es mejor que nada" y, en consecuencia, para atraer, llevar, orientar hacia Egipto, una novela es un buen acicate. Todo el mundo conoce "Sinuhé el egipcio" de Mika Waltari, y son miles de personas las amantes del Egipto Antiguo que supieron de él a través de esta novela. Por tanto, pensar que un museo va a conseguir lo que una novela es, sin duda, una utopía de gran calibre. El orden es, en mi opinión, novela o película, museo, curiosidad, lectura de libros, viaje al "Don del Nilo" y finalmente el amor por esa cultura. Y si no se llega al amor, es evidente que nunca más le será indiferente al que ha vivido las etapas anteriores.

  

Nos presentas a un rey Keops muy humano, llano, con principios sólidos y poco protocolarios... ¿Sabemos por lo que nos ha llegado que fue así o es una recreación tuya?

Es importante contemplar la historia sin apasionamiento, con un mínimo de objetividad. De Keops se sabe muy poco y es curioso contrastar lo paradójico que resulta tener la pirámide de más tamaño del planeta Tierra, y que sólo haya de él una estatua de 7 centímetros, en marfil, y unas pocas inscripciones de su cartela en diversos puntos. Y al lado de ello, el mayor ataque contra un rey egipcio como son los comentarios de Heródoto de Halicarnaso, el "Padre de la Historia", en su "Historia, Volumen II, "Euterpe", en el que unos sacerdotes ponen en boca de este historiador, una serie de hechos que por sí mismos se descalifican.

Si es cierto que "Por mis hechos me conoceréis", la ingente obra de Keops lo califica como un hombre humano, sencillo, que luchó por su pueblo, por su familia, por su país, colocando al clero de docenas de templos en su sitio para poder mejorar la economía de Egipto. Y es en esa lucha por su país, en contra del siempre prepotente y avaricioso clero, el factor que le descalifica con la historia que le cuentan los sacerdotes, 2.000 años más tarde a un Heródoto que no analiza el informe y sólo lo repite. Pero si lo que dice se analiza, veremos que carece por completo de fundamento.

Es esta visión, pensada, ponderada y analizada sobre los datos de la posible vida de Keops, lo que me ha llevado a verlo como lo expongo en los tres volúmenes en los que analizo su vida: "El faraón Snefru", "El faraón Keops" y "El horizonte de joseignaciovelascomontesKeops", y es que la vida y la obra de este rey se reparte entre los citados volúmenes, mostrando un rey, humano, enamorado, aventurero, luchador, amigo del misterio y de la magia, predispuesto a un nepotismo pragmático [aspecto que no se le puede negar pues colocaba en los sitios clave a los que eran de su confianza y gracias a ello creó una administración que llevaría al país a uno de los momentos de mayor esplendor] y cuya ingente obra ha superado el paso del tiempo. Pero de este rey Keops, en su etapa de joven príncipe, en la que muestra la personalidad que va a hacer de él lo que fue, ya se muestra en el primero de mis volúmenes; "El faraón Snefru", que es el padre de Keops, que lo va preparando para el futuro como rey que se le aproxima conforme va discurriendo el tiempo.

Por tanto, a la pregunta recibida, la respuesta es: ¿Cómo saber cómo era la personalidad de ese rey? Personalmente, por su obra, lo veo de la forma en la que lo expongo.

 

También las reacciones de los personajes principales y del propio Egipto como nación son tremendamente sabias...

Es evidente que los personajes cercanos al rey no podían ser tontos, al menos del todo. Eran personas con el máximo nivel de conocimientos del momento. Eran personas educadas en las "Casas de la Vida", que eran el equivalente a las actuales "Universidades". Y estos iniciados, eran los que se ocupaban de la administración, de la arquitectura, del pensamiento religioso, de la medicina, de las relaciones con los problemáticos países vecinos, de controlar la economía, seguir el curso de los astros y saber con seguridad las fechas para la agricultura, las ceremonias religiosas y otras muchas cuestiones. Todo ello y un sin fin más de aspectos, hicieron que el país llegara al lugar que ocupó durante más de 3.000 años.

 

Nos muestras a cuatro esposas de Keops (una ya fallecida). ¿Los faraones tenían un número determinado de esposas? ¿Se las trataba por igual? ¿Cómo funcionaban este tipo de matrimonios?

Siempre se ha pensado que los antiguos egipcios eran polígamos, pero eso no es cierto. Pero sí se ha dicho que los reyes egipcios tenían varias esposas y así era. Esta poligamia sólo la practicaban los reyes y era por varios motivos:

1.- Asegurarse el suficiente número de hijos para que no se perdiera la dinastía.

2.- El poder de ser el rey se adquiría por vía "matrilineal" y en consecuencia, casarse con una hermana, o con otra pariente real que tuviera estirpe, eran "puntos" que adquiría el rey.

3.- Casarse con una princesa de un país vecino, era asegurarse unas buenas relaciones con él, lo que era, obviamente, una sana política de frontera.

4.- El rey era hombre, y como tal tendría su capacidad de enamorarse, de ver a una mujer que le hiciera "tilín" y en consecuencia la quisiera por razones no políticas, como es "hacer el amor" por estar enamorado, cosa que veo que sería más difícil y menos agradable con su hermana, con la viuda del anterior rey, o con la hermana de su madre, y no creo que se precise dar más explicaciones.

Por tanto, con unas por amor, con otras por política, la vida sexual de un rey egipcio, con cuatro o más esposas, debía ser un complemento más a su trabajo de rey, cuyo conjunto de aspectos le obligaría a lo que actualmente llamamos "plena dedicación".

 

Vemos que la primera esposa no era la más apreciada por Keops... ¿Qué determinaba ese posicionamiento? Ya sabes: Primera, segunda, tercera, cuarta esposa...

Creo que tácitamente va contestada en lo dicho con anterioridad. A más importante era una esposa, con cierta seguridad podemos decir que le habría sido más impuesta por razones políticas y, posiblemente no fuera la que más profundamente era dueña de su corazón como hombre, que no como rey. Y así sucesivamente, es factible y probable, que alguna de las menos principales, fuera la dueña de su corazón y con la que compartiera sus noches de hombre, posiblemente tan distintas de las noches de rey.

Es curioso tratar esta cuestión, pues este tema del amor rey con sus esposas es un asunto básico en el estudio de mis tres novelas, que comienzan con el rey Snefru y su esposa la reina Madre Hetep-Heres, que es la madre del rey Keops, y en el segundo volumen todos los amores del rey Keops con las esposas obligadas y con las que realmente deseaba hacerlo al estar en su corazón y con las que, en verdad comparte su vida hasta la vejez total.

En una saga, de la extensión como la que estoy haciendo, son muchos los temas que van surgiendo, y en cada volumen se tratan en profundidad algunos de ellos, y superficialmente otros. Es la acción, las vidas, las situaciones, paradójicas a veces, con su discurrir, las que nos obliga a incidir y aclarar esos cientos de detalles de la vida cotidiana por los que todos mostramos interés. Amores, relaciones entre hijos, compartir el marido entre cuatro o más esposas, ¿quién reinará a la muerte del rey? y docenas más de aspectos que se nos antojan tan complicados como interesantes.

 

Los príncipes (hijos del faraón) y sus familias parece que se disputaban encarnecidamente la sucesión. ¿No existían privilegios para el primogénito? ¿Cómo se nombraba sucesor?

Estos aspectos estaban más o menos establecidos, pero en absoluto estabilizados. Los pormenores de sucesión eran curiosos a veces, sangrientos en ocasiones, y de difícil solución en otros reinados. Precisamente, en la cuarta novela, que estoy escribiendo, se trata este tema de la sucesión en profundidad.

A la muerte de Keops, no está nada claro el aspecto de sucesión y la lucha entre familias es un tanto descarnada, con ambiciones desmedidas y claras batallas intestinas.

El rey que gobierna, señala un terreno y proporciona unos fondos para una mastaba a cada hijo que no quiere que le suceda. Y no le da nada al que cree que es el adecuado para sucederle. Éste, cuando sea rey, se deberá hacer una pirámide o una gran mastaba, según la idea que tenga sobre su "Casa de la Eternidad". Al menos así era en el Imperio Antiguo.

  

¿Los magos formaban parte habitual de la vida de los faraones?

En una serie de relatos que hay sobre esta época, en la corte siempre hay magos y las novelas y las películas nos los muestran convirtiendo un bastón en una serpiente o haciendo revivir un ganso decapitado. Estos conceptos se basan en cuentos egipcios de aquella época, traducidos por grandes arqueólogos que los han sacado de papiros de época. Así, al rey Snefru, le presentan en papiros de aquellos lejanos tiempos, como un gran aficionado a escuchar cuentos que le narran sus hijos. Y en estos relatos, bastantes personajes son magos. Keops, en los volúmenes primero y segundo de esta saga, tiene sus magos, y según tratados árabes, se considera que el primer libros de magia y alquimia estaba escrito por Keops, lo que nos responde con claridad a la pregunta.

  

Hablando de magos... Nos los muestras más como descubridores-inventores que como personajes preocupados por lo esotérico. ¿Cómo eran en realidad?

Es reincidir sobre lo dicho, en el volumen tercero presento a unos magos en una etapa curiosa de su evolución en la corte, es un momento en el que, como parte de esos conocimientos, están tratando de endurecer el cobre. Pero son los magos de los que ya se han expuestos muchos de sus trabajos, pensamientos y acciones en los volúmenes anteriores. Esoterismo, exoterismo, alquimia, magia negra, magia blanca y otros aspectos, como la oniromancia o lectura e interpretación de los sueños y otras cuestiones, son parte de lo que se sabe o se cree saber de estos expertos en magia, amuletos, o el uso de la palabra (la palabra es la mayor de las magias y la que más poder tiene). Muchos de estos magos eran iniciados, sacerdotes con tales conocimientos que les permitía ser taumaturgos, es decir, hacedores de milagros. Se dice que Jesucristo, durante esos casi treinta años de vida privada, de la que no se sabe nada, los pasó en Egipto iniciándose en la sabiduría, en la taumaturgia, antes de realizar su vida pública en el actual Israel: pero esto es algo que se dice y en lo que no entro ni expongo mi opinión de católico.

 

¿Escribió Keops el primer libro de magia que se conoce?

Se admite o al menos se ha expuesto muchas veces desde diferentes orígenes, que el primer libro de magia fue escrito por Keops y sus magos. La palabra "Alquimia", que es magia en cierto modo, tiene su origen en Egipto. La palabra Kemit, era el nombre antiguo de Egipto. El presunto libro de magia que escribió este rey, se pudo llamar Kemi (que significa "Tierra negra") y más adelante los árabes le pusieron delante el prefijo "Al" se transformó en "al-kemi" de donde vino lo de "alquimia". Y esto es lo que le convierte en el primer libro de magia según lo citado por autores árabes posteriores en el tiempo. Pero esto forma parte de ese exoterismo y esoterismo del que hemos hablado más atrás. 

 

Tu protagonista, el sirio Humupep, es un hombre con auténtica hambre de saber ¿Te ha servido para poner en su boca reflexiones que deseabas transmitir?

En principio no es, ni ha sido mi intención, pero es evidente que todo escritor deja algo de sí mismo en algunos de los personajes. Humupep es un colega de profesión y en cierto modo muestra la mentalidad y personalidad que muchos de los médicos tenemos en nuestra vida y en el ejercicio de la profesión. Siempre deseamos saber más, ir más lejos, ser mejores, poder ayudar un poco más. Es posible que mi subsconsciente, en cierto modo, se haya mostrado por la boca y la conducta de ese personaje. Es curioso que me hayan llegado ya muchos E-mail en los que me dicen que Humupep es un personaje muy especial y positivo.

Por tanto es factible, que no intencionado, que alguna reflexión de su boca sea en cierto modo lo que querría exponer con la mía.

 

Volviendo a Humupep... ¿Es su historia un viaje iniciático?

La iniciación es, en su más amplio sentido, educir el aspecto divino del hombre. Y es un iniciado aquel que ha sido admitido al conocimiento de los misterios por medio del desarrollo sistemático de las potencias de su corazón y de su mente. Lo dicho es posible que no aclare mucho, pero es así. Humupep es miembro de una familia con medios económicos. Pero es una persona inquieta, llena de curiosidad, como tantos de nosotros. Sabe, intuye que hay, que tiene que haber algo más que lo que puede ver y tocar, y sale a buscarlo. Este es un hecho normal, frecuente entre los que tenemos una cierta inquietud espiritual, o al menos personalmente así lo veo.

Es por ello que Humupep se encuentra en un viaje, en su viaje de iniciación. Pero el suyo es ya un viaje añejo, muy anterior al momento en el que aparece en esta tercera novela de Tiempos de pirámides. Sus experiencias anteriores a su llegada a Egipto, aparecen a veces en forma de flashback. Pero a pesar de sus observaciones, no se encuentra satisfecho y sigue buscando. Y lo hace pues hay aspectos que no ha logrado encontrar y cree que podrá ser en Egipto. Sin embargo, tras mucho tiempo y un gran incremento de sus conocimientos y experiencias, lo único que le falta por adquirir, por conocer, lo va a encontrar lejos de todo lo que conoce. Y es el amor, que es la llave que hace que la persona, como ser humano, alcance la plenitud y se estabilice.

Por tanto, ¡sí!, Humupep se encuentra en un viaje de iniciación que cuando lo termine y encuentre el amor, pasará de niño grande y sabio, a ser un adulto.

 

¿Fue real la guerra y posterior acuerdo entre Egipto y Creta?

Difícil pregunta. Hubo contactos de este tipo, guerras de tipo comercial más que por otras motivaciones. Pero no hay una constancia exacta sobre los acuerdos. Como autor, en ocasiones me permito el uso de la concedida licencia con la que contamos los escritores y exponer cómo me gustaría que fueran las cosas que, sin embargo, por la ambición de unos pocos, nunca son así, pero podrían serlo.

 

Nos sigues mostrando, tras la confrontación entre esos países y su aliado, una sociedad tolerante y justa... ¿Crees que fue así?

En gran parte ya ha sido respondida la pregunta pero, descubriendo, adelantando un poco, pero casi nada de lo que estoy escribiendo en estos días en la cuarta joseignacio-portadasnovela, Tiempos de pirámides (4) El faraón Djedefre, he de decir que los hechos en Creta, van a tomar, con el paso del tiempo, como casi siempre, unos derroteros imprevisibles aunque habituales. Pero eso es ya de la siguiente novela de la saga.

 

José Ignacio... ¿Por qué las tumbas faraónicas tenían forma piramidal? ¿Simbolizaba algo?

La forma piramidal, utilizada durante un tiempo, fue el fruto de un concepto religioso de ese momento. Inicialmente se usaron, las mastabas, con forma de paralelepípedo. Varias mastabas, unas encima de otras dieron lugar a la pirámide escalonada, una verdadera escalera que ayudaría al rey a subir hacia las estrellas que había alrededor de la estrella Polar, a las que se llamaba "Las Imperecederas". Afinando estructuras, para subir más, surge la pirámide verdadera, que es ya muy parecida a la piedra primigenia, el Benben, que fue lo primero que apareció entre el caos de la nada, cuando Atum decidió crear el mundo. Y además, la pirámide era la representación clara de los rayos de sol (Sol = Ra) cuando salen entre las nubes y, por tanto, las pirámides serían "Rayos de sol petrificados"

Más adelante, las costumbres cambian, los conceptos religiosos evolucionan, y se pasa a los hipogeos y otro tipo de tumbas.

 

En el tema de las pirámides... Desde hace algunos años se sabe que esa estructura, cuando está orientada al Norte y posee unas proporciones adecuadas actúa como un potente canalizador de energía. Se han hecho millones de pruebas con plantas, alimentos e incluso personas... ¿Qué opinas tú?

Sí, he leído mucho de esos conceptos; hay una gran cantidad de libros escritos sobre esta temática y tienen un público devoto. Sobre este aspecto hay autores, generalmente los más ortodoxos, que no aceptan este tipo de opiniones y no los consideran en sus trabajos. Hay otros autores, los heterodoxos, para los cuales estos aspectos son los que priman y a ellos dedican todas sus potencias, sus investigaciones y sus escritos. Y es que, como todos sabemos, las monedas tienen dos caras.

 

La pirámide de Keops es un misterio en sí misma... Posee una orientación casi perfecta al Norte geográfico, lo que teniendo en cuenta el desplazamiento continental y los terremotos significa que su orientación original era más exacta. Por otro lado, la planta ocupa unos cincuenta y tres mil metros cuadrados y las dimensiones de sus caras se han establecido como sigue: E 230,4 m, W 230,35 m. N 230,25 m. S 230,45 m. Si bien ninguna de esas longitudes es idéntica, la diferencia entre el lado más corto y el más largo es de sólo 20 cm. El grado de inclinación de las cuatro caras está perfectamente calculado geométricamente basándose en los números Pi y Phi... (Ingenieros y matemáticos han demostrado que La Gran Pirámide implica el valor Pi dado en 3,144 (se aproxima bastante al que nosotros utilizamos y que no fue calculado hasta el siglo VI) La altura de la pirámide de Keops equivale a la millonésima parte de la distancia que media entre la Tierra y el Sol...

¡Buf...! ¿Qué puedes decirnos sobre este tema, José Ignacio?

Se ha dicho de la pirámide de Keops, mal llamada la "Gran Pirámide", pues su nombre es "El horizonte de Keops", que es una recopilación matemática, una Biblia de piedra que recoge todo el saber del pasado, el presente y el futuro y en ella, sabiendo buscar, se puede encontrar todo.

Se han dicho tantas cosas que no es este el lugar más adecuado para que las enumere. Realmente hay muchas cuestiones y dimensiones forzadas en todos esos cálculos. Hay teorías para todos los gustos y algunas son delirantes y otras posibles.

Personalmente, que he estado dentro de ella en ocho ocasiones durante horas, pienso que hay cosas que no se conocen, cosas que irán apareciendo [es posible que haya más salas, conductos y escondites que no se han localizado todavía, pero que se sospecha una posible existencia] y otras, conocidas, pero quizá mal interpretadas de las que se llegará a saber su función y que se acabarán interpretando; pero la pirámide, de momento es eso, una pirámide, la presunta tumba de un rey.

 

¿Y la Esfinge? ¿Qué simboliza un rostro humano y un cuerpo de felino?

La Esfinge de Gizeh, es un misterio cuyo conocimiento ha hecho correr ríos de tinta. Su nombre es: "El Guardián del Horizonte". ¿De qué horizonte?: del "Horizonte de Keops" que acabamos de decir que es el nombre de su pirámide. Y esto nos lleva a decir que dicha esfinge no es la representación de Kefrén como de forma sistemática se ha venido diciendo, sino que la hizo Keops, para proteger su tumba por los siglos de los siglos, y su rostro es el de Keops, sobre un cuerpo de león, considerado como el más noble y fuerte de los animales. Y esa Esfinge siempre mira al noreste, el lugar por el que siempre entraron los enemigos de Egipto.

 

Hay quien afirma que existe una cámara bajo esa Esfinge...

Se han escrito muchos libros, algunos con dibujos exactos de las salas, las bibliotecas, los pozos y toda clase de aspectos de la cuestión del subsuelo de la esfinge, que sólo son, de momento, fantasía y elucubraciones. Se ha dicho que allá podrían estar los famosos libros de la sabiduría escritos por el dios Thot. Y como ellos, muchas otras cosas. A mí me gustaría que se encontraran esas salas, pero toda clase de estudios, desde las crueles barras de hierro de los primeros tiempos a las gravimetrías, resonancias y otros métodos actuales que no alteran nada, sólo muestran que no hay nada debajo.

 

En tu libro nos muestras a los trabajadores de la Gran Pirámide como asalariados... ¿No es cierto entonces que se utilizaban esclavos o existieron ambos casos?

Recuerdo que la primera vez que vi las pirámides, su perfección, su acabado, su ajuste, mi primer pensamiento fue recordar algo que había leído: "Las pirámides se hicieron con amor". Y eso es una gran verdad. En Egipto, al menos hasta muy avanzada su evolución en el tiempo, es decir, hasta que no llega lo que llamamos "civilización", llevada de la mano de griegos y romanos, no hay esclavitud en Egipto.

Con la llegada de los griegos y los romanos, dos características (entre otras muchas más) de la civilización egipcia desaparecen:

1.- Los derechos de la mujer, hasta ese momento en todo igual a los de los hombres, con los griegos y los romanos, desaparecen y hacen de la mujer una esclava del hombre.

2.- Los griegos y los romanos establecen, de forma clara, la esclavitud de los que no son de la élite o no pertenecen a la superioridad de los que eran ciudadanos de esos países.

En el Imperio Antiguo, los trabajadores estaban protegidos por el Estado, tenían horario, casas, comida, ropa, calzado y médicos que atendían los frecuentes accidentes de trabajo. Y es curioso constatar que estos médicos (los sunus) eran buenos, muy buenos, como se ha podido comprobar por los resultados de sus tratamientos, con supervivencia de grandes lesiones traumáticas y perfectas reducciones de grandes fracturas. Un esclavo no tiene un médico que lo atienda. Un esclavo herido, era cuando llegan los griegos y los romanos, muchos años después, un esclavo muerto, pues un herido no produce. No hubo, en mi opinión, esclavitud en Egipto en estos tiempos iniciales.

 

¿Con qué materiales podían los egipcios tallar bloques inmensos y encajarlos con tal precisión que no cabía un alfiler entre las piedras?

En el museo de El Cairo y en muchos libros, se puede ver el instrumental empleado. Cobre algo endurecido por las imperfecciones del mineral, materiales repasados y afilados con inusitada frecuencia, cinceles de piedras muy duras, bolas de dolerita, mazas y almádenas de madera o de piedra y mucha paciencia y habilidad. Y no olvidemos el roce continuado de unas piedras con otras. Ni tampoco, y en la actualidad se puede ver en los sitios arqueológicos, a obreros trabajando al estilo de antaño, y usando lo que sobra en ese maravilloso país, y es el "papel de lija para ajustar", que no es sino la abundante arena, que podemos interponer entre dos piedras, y que al frotar, lo gasta y lo amolda todo.

 

¿Por qué una civilización tan poderosa es ahora casi tercermundista? ¿Cómo fue el declive?

La historia se repite a lo largo del tiempo. Es curioso constatar que el gran defecto del humano es que lo olvida todo. Y lo olvida en escaso tiempo, y si no repasemos la actualidad. Los sacerdotes por un lado, los intereses creados de los clanes por otro, la pérdida de autoridad del rey, las rencillas entre familias, los errores de sucesión, que llevan al poder al más tonto de todos los posibles para poder manipularlo después, hace que se sucedan periodos buenos, de gran nivel y mejora, con otros desastrosos, y poco a poco llega un momento, que como ha ocurrido, ocurre y ocurrirá con todos los Imperios, se produce el declive y la desaparición.

Y eso fue lo que acabó haciendo desaparecer un Imperio que duró 3.000 años.

  

Bueno, José Ignacio... Creo que estás trabajando en nuevas novelas de la saga...

Es cierto, a mi edad, trabajar es lo más bonito que puede uno hacer. Leer, estudiar, buscar datos, crear personajes y sus personalidades, y aprovechando lo que se conoce de sus vidas, hilvanar una historia, unas aventuras, unos amores (no olvidemos que el AMOR es el motor que sigue haciendo girar el mundo), unas situaciones que van mostrando el devenir y el progreso de esa civilización que atrae a millones de personas de todo el mundo.

Es por ello que llevo ya más de doscientas páginas del cuarto volumen de Tiempos de pirámides. "El faraón Djedefre", que es la continuación del anterior y en el que se suceden los problemas consecutivos a la muerte del rey Keops.

  

¿Tienes algún otro proyecto literario entre manos?

En este momento, estoy acabando de corregir y se está maquetando, recién terminado, otro proyecto que es posible vea la luz muy pronto. No es novela, sino un libro técnico, con más de cien fotografías inéditas en su mayoría, sobre el Egipto que más me atrae: desde la prehistoria hasta el final del Imperio Antiguo. Cuando salga, yo mismo te avisaré de su existencia. Es, -al menos espero que lo sea-, un estudio interesante, con una óptica distinta. Está dedicado a un periodo que suele pasarse bastante por alto en la mayoría de los libros, a los que parecen interesar mucho más otros periodos más avanzados, más modernos y sobre los que hay más datos.

Y como lo difícil no me asusta, me he metido en ello y el tiempo, que como siempre es el gran crisol en el que todo se funde y muestra la realidad de lo que es, tendrá la postrera palabra.

 

Pues por mi parte ya está. ¿Te gustaría añadir algo más?

Nada más, animar a los lectores a que estudien Egipto, esa maravillosa civilización de 3.000 años de la que sólo se ha descubierto un 30 %, pero que cada día hace aflorar alguna noticia de un nuevo descubrimiento. Y en ese estudio, la lectura de Novela Histórica o Historia Novelada, es un buen principio por cuanto el autor enseña deleitando con personajes vivos, con situaciones interesantes, con amores que se viven como una tercera persona, con luchas, asesinatos, huidas, viajes y toda clase de situaciones tan reales como entretenidas.

Quiero añadir aquí, mi dirección electrónica (mailto:jivelascom@telefonica.net) por si alguien quiere contactar conmigo, y recibir respuesta, siempre contesto, y mi WEB, por alguien la quiere ojear ya que hay datos sobre Egipto y sobre mi modesta obra (http://www.jivelascomontes.com/)

 

José Ignacio, ha sido para mí un placer leer tu libro. Me ha resultado muy ameno y muy gráfico. Lo que más me ha gustado es "esa lectura soterrada" que nos habla continuamente de superación, aprendizaje y sabiduría. ¡Muchísimas gracias por la entrevista y mucha suerte con la saga "Tiempos de pirámides"!

Soy yo quien debe daros las gracias por la oportunidad que me habéis brindado para exponer mis ideas. Y poder hacerlo, además, sin limitación de espacio y así aclarar una serie de conceptos que, siempre, como la bruma, quedan flotando en medio de futuras promesas de publicación, y que al igual que esa bruma, ni los muestra, ni los deja ver y finalmente las ideas se las lleva el viento.

Muchas gracias a todos, y en especial a ti, Pilar López Bernués, con la que he tenido el honor y el placer de dialogar.

Marbella 16 / 07 / 2007.

 

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