Entrevista a José Cantabella por "Llegarás a Recuerdo"

José Cantabella, Murcia, 1963. Ha publicado Amores que matan, 2003 e Historias de Chacón, 2005. Director del programa literario La Torre de papel, de Onda Regional de Murcia y codirector de la revista literaria Lunas de Papel. Ha colaborado con el periódico El Faro de Murcia, como articulista y crítico literario. Durante tres años fue coordinador del Premio Libro Murciano del año. Sus relatos han aparecido en diferentes antologías y revistas especializadas. Incluso, en el último número de Ágora, papeles de arte gramático, se ha atrevido con la poesía.

Su último libro publicado, "Llegarás a Recuerdo".

ENTREVISTA

Éste es su tercer libro de relatos en el plazo de cinco años. Pero además, dirige el programa literario La Torre de papel, todos los domingos de 22 a 23 horas. Y, hace poco, se embarcó en una nueva aventura literaria, creando la revista Lunas de Papel. ¿Tiene José Cantabella el secreto del tiempo?

No creo que nadie tenga el secreto del tiempo, yo creo que el tiempo es un animal que anda y anda, y muy deprisa, de este modo cuando puedo voy sujetándolo y le tomo un respiro, y en ese respiro es cuando yo procuro escribir, leer, pasear, trabajar, estar con mi familia, con los amigos, todos esos elementos que conforman la vida del ser humano, ¡ojalá tuviera yo el secreto!, entonces me haría "tiempero", y se lo regalaría a mis amigos, a la familia, pues en el mundo de hoy, nadie tiene tiempo, todo el mundo le encantaría tener tiempo, de todas formas y personalmente, en estos últimos años he logrado sacar el tiempo necesario para escribir tres libros, y algunas otras cosas más.

He tenido el placer de leer su obra publicada hasta la fecha y, en determinados momentos del pasado, que coincidimos en asociaciones literarias, de parte de su obra inédita. Y una de las características que he venido siempre observando es su forma de experimentar con los relatos. En ello coincido con las palabras de su libro: ellos mismos (los relatos) se ponen sus cláusulas y restricciones, y los propios relatos las cumplen o no.

Yo siempre experimento cuando escribo, en todos los libros que he escrito he tratado de experimentar algo nuevo, no me conformo con lo hecho, siempre voy un poco más allá, y el relato es un género que se reinventa a sí mismo, cuando uno escribe, el cuento lo lleva por sus propios derroteros, aunque trato de reconducirlo, pero es muy difícil que el relato no lleve al autor por su propio camino, el relato impone sus propias reglas y por supuesto hay que acatarlas, aunque reconozco que es un género en el que me siento muy cómodo escribiendo, y creo que con el tiempo he ido domesticándolo, de tal modo que ahí están unos cuantos cuentos publicados, y estoy muy orgulloso de ello

A pesar de lo dicho anteriormente, le considero un escritor silencioso, una persona que ha hecho del silencio una fortaleza en cuyo ámbito sustenta la solidez de su obra.

El trabajo de escritor es siempre de soledad, de silencio y a largo plazo, no se puede pretender que con unos pocos libros conseguir el éxito y la consagración, yo de todas maneras no busco en absoluto ése éxito, me conformo con lo poco que he conseguido, siempre será mucho más de lo esperado, así pues me siento muy feliz con mi modesta obra, una obra que espero que vaya creciendo en producción y no en éxito, ni en compostura, no necesito ciertos estímulos absurdos que no conducen sino a crear figuras un tanto falsas.

Si un desconocido quisiere llegar a la bella y olvidada ciudad de Recuerdo, ¿qué debería tomar, la carretera general, una comarcal o un camino sin asfaltar?

Para llegar a Recuerdo se necesita un estado alterado, el mismo que yo deseo para mis lecturas, y ese estado tiene que estar relacionado con los estados de abstracción, con las vivencias de otras realidades, cuando yo escribo pretendo que el lector pase a formar parte de esas vivencias y poder ofrecerle aquellas otras realidades, ese es el secreto de Recuerdo, que el lector se encuentre a sí mismo y se vea reflejado en esta historias, y las viva realmente, no se trata de leer por leer, el lector se tiene que sentirse identificado, para eso siempre exijo que el lector sea cómplice y compañero del escritor, que se adecue a sus textos y de ese modo crear una gran compenetración; también el autor tiene que dejarse llevar por los estados del lector. Dicen algunos escritores que no piensan en el lector cuando escriben, pero yo creo que generalmente eso es falso, no me imagino un escritor sin lectores, porque uno escribe finalmente para que lo lean, aunque sean pocos.

¿Sólo en Recuerdo un matrimonio puede separarse para, de mutuo acuerdo, vivir juntos?

Lo que ocurre en Recuerdo en realidad son cosas muy banales que por unas u otras circunstancias todo se convierte en extraordinario, cualquier mínima vivencia o actividad puede pasar a ser fantástica, ese es uno de los grandes secretos de la Literatura, no hay que buscar lo muy evolucionado intelectualmente, con hechos sencillos también se puede hacer una Literatura fantástica, eso lo tengo muy claro, no creo demasiado en lo intelectual, prefiero historias de lo cotidiano que trascienden por cualquier motivo, siempre a través de ciertos elementos como la ironía el humor, lo atemporal, lo erótico….

En este libro he luchado contra la compostura, y siempre tratando de desmitificar la vida y la propia Literatura. Espero haberlo conseguido, ése era uno de los grandes objetivos del libro. Aunque hay que tener en cuenta que también uno de los protagonistas del libro es la ciudad de Recuerdo, pues las ciudades siempre me han atraído y creo que hablan por sí solas, sin duda esta ciudad es muy especial para mí porque engloba a otras muchas ciudades que he visitado; en esta ciudad se entremezclan París, Barcelona, Murcia y Buenos Aires, ciudades para mí mágicas.

Mientras leía este libro me vinieron al recuerdo pasajes de Historia de Chacón, de esa forma que José Cantabella tiene de contar lo habitual, lo extraordinario, lo cotidiano y lo excepcional como si fuese otro quien se lo contase a él.

Es justamente lo que decía anteriormente, detrás de lo cotidiano siempre está lo excepcional, cualquier situación, gesto, movimiento, está seguido de algo excepcional, y esa transformación es la que tiene que tratar de llegar al lector. Al lector le encanta que le cuenten algo fantástico en cuatro palabras, en un relato, en una novela, en un poema. Ahí reside el trabajo del escritor, buscar el otro lado de las cosas, mostrar a los lectores la otra cara de la moneda, hacer ver lo que otros no son capaces de ver, enseñar a mirar, otras miradas, otros modos de enfrentarse a la realidad, eso es lo que veía Chacón, un personaje extraordinario al que le tengo mucho afecto..., por cierto, estoy mucho tiempo sin verlo.

Aparte de en Recuerdo, ¿podría darse en cualquier otro lugar que el librero conozca a quienes vienen a su librería a robarle libros?

Yo siempre he vivido en Recuerdo, y lo he vivido en esa ciudad mítica, me imagino que el lector sabrá entender que Recuerdo representa a todas las ciudades, y esas cosas ocurren en todas las ciudades, y muchas más cosas.

¿Hay algo de José Cantabella en ese habitante de Recuerdo que decide ser escritor y le asalta el oscuro pensamiento de que no tiene ni idea de cómo comenzar a escribir el primer relato para ese libro que le hará famoso?

Siempre hay mucho de uno en cualquier libro, es muy difícil desprenderse, pero en algunos de estos relatos he tratado de mirar un poco de lejos a los personajes, pero siempre quedan los residuos, lo importante también es que los lectores se vean reflejados en estos textos, debe de haber una combinación de lo vivido y lo inventado.

Este relato concretamente es una burla hacia los escritores que pretenden la fama y prácticamente no han escrito nada, esa es la idea del cuento, un autor sin obra, ¿eso se puede dar?, o no, en Recuerdo sin embargo ocurre.

He preguntado a muchos poetas cómo nace un libro de poemas, pero a nadie aún le he formulado estas preguntas ¿cómo nace un libro de relatos? ¿qué lleva al autor a decidir que estos relatos, y no otros, formarán parte de un libro?

Ellos se eligen y ellos se marginan, los propios relatos van pidiendo paso en algunos libros y otros se van quedando atrás, ellos siempre tienen la última palabra. En mi caso no he tenido nunca problemas en ese aspecto, porque creo que he sabido escucharlos. Estoy muy contento de todos los relatos que he publicado, absolutamente de todos.

En su obra, ¿qué significa Llegarás a Recuerdo? ¿Qué nuevos aspectos aporta?

Trato de crear un espacio donde el autor y los lectores se sientan identificados, y para llegar a esta ciudad hay que cumplir sus normas como queda establecido, esa es la gran aportación, sólo el que se sienta en un estado alterado podrá entrar en esta ciudad, no es una cuestión geográfica, es una cuestión de estado de ánimo. De todas maneras es muy fácil llegar a Recuerdo no hay que olvidar esos estados en los que uno se siente diferente al resto de momentos del día o la noche.

Siempre le hemos oído hablar con mucho respeto de la poesía y de los poetas. Pero, para sorpresa de conocidos y extraños, en el último número de la revista literaria Ágora, papeles de arte gramático, se atreve con un poema dedicado a Miguel Hernández.

Hay veces que lo que el autor trata de decir no sale de una forma y sale de diferente modo. Últimamente he escrito poesía porque lo que quería decir en ese momento no salía ni en cuento ni en novela, entonces la escritura te elige a ti: en ese caso, la poesía, me elige últimamente y estoy muy contento de que haya sido así, porque siempre me sentí poeta, aunque nunca había escrito poesía, de todos modos le tengo mucho respeto a la poesía, pues me parece un género mayor.

Reconozco que el género que más se parece a la poesía es el cuento y en mis cuentos siempre creo que he dado un tono poético o yo por lo menos he tratado de dárselo, no sé si lo he conseguido.

Por ese motivo, le voy a formular la misma pregunta que le planteo a todos los poetas que entrevisto: en el mundo de las prisas, de las PlayStation, del iPop, del MP4, de la televisión HP, ¿qué sentido tiene la poesía?

La poesía tiene un gran sentido en los tiempos que corren, pues uno puede explicarse la vida actual mucho mejor escribiendo poesía, aunque los jóvenes actuales les preocupen más otras cosas, pero eso no impide que se escriba mucha poesía y que los grandes temas siempre están para mí expresados mejor en un poema que en otros géneros. También, lógicamente, es cuestión de gustos, yo leo mucha más poesía que narrativa y sin embargo casi siempre escribo narrativa, en fin... hay cosas que afortunadamente no tienen explicación. Afortunadamente la poesía es minoritaria y digo afortunadamente, porque si fuese mayoritaria estaríamos perdidos, habrían muchos más fracasos, mayores mentiras, más descalabros.

José Cantabella y Francisco Javier Illán Vivas

Programa de radio, revista literaria, si tuviese la oportunidad, ¿qué otra faceta le gustaría intentar relacionada con la promoción de la literatura?

Me gustaría en el futuro crear mi propia editora, me ilusiona editar a otros, crear un sello editorial sería un sueño que espero cumplir, es una labor muy hermosa la de descubrir nuevas voces que tengan algo que aportar a la Literatura.

Y como estamos hablando de libros, el futuro de ellos ¿cómo lo ve director de La Torre de Papel?

Nadie podrá con el libro en papel, nadie, por mucho que los tecnócratas lo intenten, nada hay como tener un buen libro en las manos y leerlo en un tren, un avión, un autobús…

Muchas gracias.

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