Anika entre libros

Entrevista a Jordi Sierra i Fabra por "Las guerras de Diego" y "Diálogos"

"Leer es como hacer el amor, sólo estáis tú y el libro, lo que sientes es tuyo y de nadie más"

Firma: María Dolores García Pastor / Foto cabecera: Herme Cerezo / Resto fotos: M. Dolores G. Pastor / Noviembre 2009

 

Cuando una se encuentra cita con un escritor que tiene trescientos cincuenta libros publicados (en el momento en que leáis esta entrevista seguro que alguno más), ochenta de los cuales son best sellers, no puede dejar de sentirse impresionada y pequeña, muy pequeña. Si además se trata del autor español vivo con más libros editados, del más leído en escuelas, del más pedido por los jóvenes en bibliotecas… la cosa ya da hasta un poco de vértigo. Pero pese a tener todos esos récords e infinidad de premios, méritos y etiquetas a sus espaldas, Jordi Sierra i Fabra es una persona sencilla y encantadora, muy alejada de la prepotencia y el endiosamiento de otros muchos escritores cuyos logros son bastante más escuetos.

Jordi Sierra i Fabra es un escritor de acción, de frases y capítulos cortos, de diálogos… También es un gran conversador con el que el tiempo de la entrevista vuela, con el que no hacen falta las preguntas y con el que es una delicia charlar. Quedamos en su casa. Me indica que charlaremos en su despacho mientras va a buscarme una silla y me señala el camino que ya conozco. Le doy mil saludos y mensajes de personas que le conocen porque han coincidido con él en algún acto o simplemente porque le han leído. Le hablo de María Jesús, una maestra de Cádiz que le vio dar una ponencia en la Fundación Caballero Bonald, y él me cuenta su experiencia dando charlas en los colegios.

 

Jordi Sierra: He estado veinte años yendo a los colegios pero ahora estoy quemado, estoy cansado. Ya no se hace como yo quiero que se haga. Vas a un cole y te dicen: "tiene cincuenta minutos", "¿Cómo cincuenta minutos?", "Sí, es que es lo que dura la clase". Pero yo necesito mínimo una hora de charla más la firma de libros. Además yo soy muy energético, pego muchos gritos y pego mucha, mucha, marcha y los chavales también me han de dar algo a mí. Durante veinte años he estado dedicando una semana al mes a ir a colegios. Cinco días seguidos, cinco charlas al día, veinticinco charlas a la semana. Antes la gente estaba expectante ahora cada vez menos. El profe sí que está pero el chaval… Están amuermados. Lo siento mucho pero están amuermados. En cinco minutos los animo, "qué tío más guay, qué tío más legal", pero siempre tengo que ser yo el que dé el primer paso. No hay expectación. "¡Buf, un escritor!".

 

Antes de proceder con las preguntas de la entrevista Jordi me habla del ego de los escritores, de la diferencia entre los escritores de LIJ y de lo de literatura adulta, de sus inicios… ¡¡y aún no me ha dado tiempo a poner en marcha la grabadora!!

Los últimos libros publicados de Jordi Sierra i Fabra, reseñados también en Anika Entre Libros, son "Diálogos" (Páginas de Espuma) y "Las guerras de Diego" (LIJ, Siruela)

 

 

ENTREVISTA

 

¿Cuéntanos cómo y cuándo empezaste a escribir?

Ocho años, hijo único, tartamudo, pobre… tuve un accidente al atravesar una puerta de vidrio. Me quedé sin brazo porque me corté los tendones, la nariz… y me ingresaron en el hospital. Leía mucho, mi vida era leer, dibujar… pero en el hospital descubrí que escribiendo no tartamudeaba. Era un niño de ocho años que veía que su mano iba a cien por hora mientras que su lengua no podía porque se tropezaba. Para mí fue una revelación descubrir que escribiendo me podía comunicar con los demás.

Entonces escribí un libro de tres páginas que se llamaba "Asalto al First National Bank". Mi padre lo leyó, dijo que era una tontería y lo rompió. A partir de ahí nunca más enseñé nada a nadie. Tengo guardado todo lo que hice desde entonces, mis libros de los nueve, diez, once, doce años, dibujos… de todo. Primero hice libros de cien páginas pero me parecía muy fácil. A los doce años mi maestra de Lengua me puso un cero por mi redacción del marciano que bajaba a la Tierra y se perdía, un marciano verde, asqueroso y peludo. Me dijo que era un inútil, que nunca sería un escritor y eso me afectó mucho. Entonces pensé: "Mi padre dice que no sé escribir, mi profesora que soy un inútil…" y llorando, aquel día decidí que haría un libro grueso, porque era lo que leía yo, El Quijote, Las mil y una noches… para mí un libro grueso era un libro bueno. Un libro pequeño era una tontería.

Entonces hice las "Memorias de un perro". Lo empecé con doce años y lo acabé con catorce. Por eso en mi premio literario, el Sierra i Fabra para menores de dieciocho años, la clave que se da a los chavales no es ganar el premio, sino acabar el libro. Los que lo acaban, luego muchas veces me lo comentan, "cuando envié el libro al premio me di cuenta de que era difícil ganarlo, pero lo había acabado. Yo, Margarita Pérez de quince años había acabado un libro de ¡¡¡150 páginas!!! Y me sentí tan bien…".

 

Imágenes cedidas por Jordi para "La Casita de Amigos de Erik" (revista infantil) de Anika Entre Libros:

Jordimanuscritos

 

Es que es una sensación incomparable…

Esa es la fuerza que les estoy dando sin que se den cuenta. Y a mí me pasó eso. Al acabar aquel libro comprendí que ya me podían decir misa, que yo quería ser escritor. Tampoco sabía si sería rico o pobre. Es que una cosa es ser artista. Si piensas en el dinero eres un mercenario automáticamente. Has de pensar primero en crecer, en madurar, en aprender, en sacar lo mejor de ti… la vida ya te pagará lo que haga falta. Y si no, pues mala suerte. Pero escribe. Primero escribe. Llora, ríe, canta, pero escribe. Hice muchos libros antes de publicar el primero.

 

Pues muchos creen que es llegar y besar el santo.

Por desgracia estamos en un país en el que han hecho mucho daño los Grandes Hermanos… Yo cuando oigo a una top model de estas que tienen muy pocos años decir en televisión "yo en la vida he sufrido mucho para llegar hasta aquí" pienso, "nena, cierra la boca. Has peleado. Pero es que en la vida siempre vas a tener que seguir peleando". Estamos en un país en el que se está primando el éxito rápido. Salir en el GH y sin ser nadie que la gente te conozca por la calle y te paguen por ir a que te vean a una discoteca. Se ha perdido el pensar que las cosas cuestan, que hay que sudar por ellas, que tienes que dar mucho de ti. Estamos en un país en el que la gente quiere triunfar YA.

 

¿Cómo eliges los temas?

Mi problema es que tengo demasiadas ideas para tan poco tiempo. Todo el mundo dice que escribo demasiado. Si pudiera escribiría más. Tú no sabes la de libros que me quedan en el tintero. Aquí (señalando un cajón de su mesa) tengo guiones que ya no haré. Tú ya sabes cómo trabajo, lo de mis guiones (asiento, porque Jordi me ha hablado alguna vez de su método y también lo he leído en su libro La página escrita). Cuando tengo una idea escribo un guión. Pues aquí ya tengo siete u ocho guiones que hice y dije los escribiré el año que viene y cuando los volví a coger… y son guiones buenísimos.

Si no tuviera que dormir nueve horas al día aún escribiría más. Me gusta tanto escribir… Es lo mejor del mundo, la sensación total. Escribir es una cosa fantástica y yo cada día saco ideas de todas partes. Saco ideas del diario, viajo y saco ideas, hablo con la gente y me explican cosas, lo que a mí se me ocurre, el cine, el futbol… yo soy una parabólica, siempre lo digo, una parabólica que capta energía constantemente. Todo lo apunto y tengo mil libretas llenas de ideas. Tomo notas en el sobrante de las libretas en las que escribo mis guiones (Jordi abre un armario y empieza a mostrarme algunas de esas libretas, infinidad de ellas) y algún día dentro de diez años las cojo y las retomo.

Algunas ideas vienen enseguida a la cabeza y te apetece hacerlas. Hay otras que crecen más poco a poco. Yo escribo de todo lo que se me ocurre, de lo que se me pasa por la cabeza… no tengo manías. Hoy hago un cuento, mañana otro, después una novela, después otro cuento… siempre estoy escribiendo. Y un día dices "tengo ocho cuentos que son parecidos, voy a hacer un par más"…

 

Y tenemos los Diálogos que acabas de publicar con Páginas de Espuma.

Exacto. Las ideas me salen como setas, no tengo que buscar, el problema es que tengo demasiadas. Tengo ideas para escribir cien años.

 

¿Cómo te sientes más cómodo, escribiendo para adultos o para niños?

Yo escribo. No tengo un público. Todo en la vida tiene cierta lógica. ¿Por qué en mis libros siempre hay un trasfondo musical? Porque vengo del mundo de la música. Si hubiera sido abogado o médico hablaría más de leyes o de medicina. Mi mundo ha sido la música que es una cosa joven y encaja muy bien en mis libros. Yo empecé ganando el Ateneo de Sevilla, después fui finalista del Planeta y todo escribiendo novela. Y un día, con un libro aparentemente nada juvenil, El cazador, que va de un tío de 60 años que va a cazar un tigre, un libro que no tiene ni diálogos (yo soy el rey del diálogo), Planeta no me lo quiso publicar porque me dijeron que si lo hubiera escrito Hemingway sería un best seller pero hecho por mí no se vendería…

 

Vaya, otros que dieron en el clavo como tu profesora. Contigo han acertado todos de pleno.

Planeta dixit, así es que estuvo en un cajón durante tres años hasta que vi una convocatoria del premio Gran Angular de narrativa infantil y juvenil, y como no creo en las etiquetas… ¿qué es juvenil? Mi libro hablaba de valores, de la vida, de la naturaleza, de los animales… y pensé, el fondo sí que es juvenil. El tío no, pero el fondo sí.

Y gané. A partir de aquí una editorial me propuso "¿y si haces cuentos para niños?" Pues vale. Hice sesenta en un mes. Después vino En un lugar llamado Tierra que tampoco tiene nada de juvenil; ciencia ficción, máquinas… y pensé, "si hace dos años que gané el Gran Angular, a ver si lo vuelvo a ganar". Y volví a ganar. Empecé a ir a escuelas a hablar. Y de pronto la gente con la que solía estar eran adolescentes. Pues es normal que de cada diez libros que hago en siete el protagonista tenga entre quince y veinte años. Estoy con ellos, me explican sus cosas… y ya soy bastante crío yo…

Aparte es que un tío de mi edad es muy aburrido. A un chaval le pasan cosas, se enamora, se encuentra con las drogas… son un vivero. Pero muchos de mis libros que se venden como juveniles tampoco lo son. Las chicas de alambre atrae porque está ambientado en el mundo de las top models. Kafka y la muñeca viajera no tiene edad y fue premio nacional de LIJ. Muchos libros de los presuntamente juveniles no lo son.

 

Hace poco hablaba de este tema con Maite Carranza. ¿Qué le pone edad a un libro? Por ejemplo "El guardián entre el centeno" que en los 80 fue lectura obligatoria en los institutos estadounidenses y hay quien lo considera LIJ.

Hoy día Gulliver es infantil, pero hace más de doscientos años cuando lo escribió Jonathan Swift creó una gran polémica y estuvo prohibido. Lo leían las clases altas inglesas. Julio Verne no hacía libros juveniles ni Salgari. "Moby Dick" no era un libro juvenil y hoy día está considerado un referente para la gente joven. Por tanto estas etiquetas siempre han sido un poco relativas. Yo me he convertido en un referente y un ítem juvenil y el autor con más etiquetas: el que más vende, entre los ocho Jordisierra2más leídos en los colegios…

 

Pero tú eres mucho más que esas etiquetas y que todas las cifras récord que se asocian a ti.

A mí esas cifras me hacen gracia. He vendido nueve millones de libros y nueve millones de libros en España es una bestialidad.

 

Y tanto. Y supongo que eso te permite hacer lo que quieres, escribir lo que quieres o sacar adelante tu fundación.

Exactamente. La verdad es que tengo cifras bonitas. A finales del año que viene o a principios del 2011 llegaré al libro escrito número cuatrocientos. Ahora tengo trescientos ochenta y siete. Estoy a trece del cuatrocientos. Y publicados voy por el trescientos cincuenta y al ritmo que voy llegaré a los cuatrocientos publicados en cuatro o cinco años.

 

¡¡Qué envidia me das!!

Soy una factoría creativa. No tengo nada que ver con nadie y lo sé. Siempre digo que si la vida fuera un circo yo sería la mujer barbuda. En definitiva soy un fenómeno que nadie entiende, que se sale de todo, qué le vamos a hacer. No paro de escribir de todos los temas, gano premios con todos los temas, ochenta de mis libros son best sellers. Eso quiere decir cinco o más ediciones. Creo que estas cifras no se pueden ignorar. Se me puede decir de todo pero detrás de esas cifras está la persona que penca, penca y penca. Y ojalá viva muchos años… y si vivo 20 años más, hostia, batiré todos los récords. Realmente nunca he buscado eso, pero me ha salido así.

 

Acabo de leer Las guerras de Diego. En él dices muchas frases, así como quien no quiere la cosa, con la mayor naturalidad, pero muy profundas y con mucho sentido.

Siempre me pasa. A veces me vienen lectores con un libro mío subrayado y extrapolan las frases y me las enseñan aparte. Y veo doscientas cosas que he dicho y que no recuerdo. Porque yo estas cosas no las pienso, me salen. Y pienso, hostia, esta es muy bonita y esta también… Y eso me lo descubren mis lectores a mí.

 

Una que dices en este libro: "Las guerras son la historia".

Cuando era pequeño, tendría unos catorce o quince años, un día oí por la radio que en los dos mil años que llevábamos de historia sólo en treinta y pico no había habido guerras en el mundo. Fue una de esas cifras que nunca olvidas, que me dejó sin aliento… pensé que la historia estaba hecha a base de guerras, no estaba hecha a base de amor, no, guerras, guerras, guerras…

 

Esas guerras te sirven para hacer una dura crítica contra todos y contra todo, la iglesia, la nobleza, la monarquía…

El año pasado en noviembre en un auditorio completo en México se puso en pie para aplaudirme, ovacionándome. En un momento dije: "Señores, a mí me engañaron de niño. Crecí en un país en el cual dios, patria, el honor, Franco, la dictadura… A mí me enseñaron que España era un país glorioso, que habíamos llevado la cultura a todos los pueblos, que Hernán Cortés era un héroe y vengo aquí y veo que era un asesino… Todos se levantaron. El día de la raza, el descubrimiento… ¡¡qué coño el descubrimiento!! Como mucho el encuentro.

He hecho un libro, La nueva tierra, porque el año que viene hace doscientos años de la independencia de Colombia. Lo publican en Colombia porque es la visión de un español de lo que pasó allí y es autocrítico. Ya es hora de que se entienda que la historia de España es una historia de cabronadas, de curas mandando, todos los cambalaches del rey, las bodas con la prima segunda que al final coincidían cuatro Jordisierra1abuelos, todos los reyes tontos, las guerras porque el rey no sé qué…

 

En este libro llamas a los reyes impresentables, meapilas, egoístas, avariciosos, exterminadores…

Felipe II arrasando árboles para hacer la armada invencible… todos los reyes que ha habido hasta ahora han sido unos impresentables, los curas… hay una serie de cosas con las que yo he ido a saco pero en plan crítico. Tal vez soy un poco extremo, pero ¿digo alguna mentira?

 

Hay una cosa muy buena y es que durante todo el libro el abuelo Nicolás le dice a su nieto que ha de ser crítico y pensar por él mismo. "Esto es lo que pasó y tú has de hacerte tu propia idea". Siempre dejas bien claro que son las opiniones del abuelo.

Efectivamente. Era un libro muy complicado de hacer. Yo quería ser duro y la editorial me dejó carta blanca. Pero creo que dejo claro que es la idea de un tío de izquierdas, hippie, que ha padecido una dictadura, con un padre republicano y una serie de cosas. Si lo hubiera escrito alguien de derechas a lo mejor diría que gracias a la iglesia España es como es, y gracias a los reyes.

 

Cuando en este libro hablas de la derecha y la izquierda dices que los primeros son de pensamiento único y que los otros oyen todos los pensamientos, tanto que al final se fragmentan y se pierden.

Sí, como en la Guerra Civil española que luchaban entre ellos mientras que la derecha es única, monolítica. Y sigue siendo así y siguen habiendo casos Gürtel y todo eso. No escuchan, siempre atacan. Y en este país cuando alguien se mete con la iglesia o la derecha hay follón.

 

¿Has recibido críticas en este sentido?

No. Creo que es un libro que no se ha leído mucha gente. Incluso cuando me entrevistaron los diarios de derechas cuando salió dije lo que pensaba y ya está. La gente ha respetado el trabajo que he hecho. La forma de presentar la historia con un diálogo, una novela dialogada. Yo me esperaba que alguien me tocara la cresta pero como no me la han tocado pienso que no se lo han leído. La Conferencia Episcopal me hubiera llamado al orden preocupados como están porque este país se está desmadrando. Ya han tocado la cresta a las editoriales y lo estamos pagando los escritores. Creo que no se lo ha leído gente que tenga un poder crítico sino más de uno me hubiera dicho que dónde voy yo a cargarme el glorioso pasado español.

 

Otra de esas frases es que "Es más fácil gobernar un país de burros".

Esto es de una conferencia que hice en Murcia en el 2003, se llama "¿Cómo leer en el siglo XXI?". Hay una frase que dice que es muy fácil gobernar un país de burros, lo complicado es mandar un país que valga la pena gobernar.

 

Pones mucho énfasis en que hay que leer, ¿por qué es tan importante leer?

Porque yo no he estudiado nada y soy la prueba de que leyendo se puede llegar a ser culto. A mí me encantaría ponerme muy serio cuando me preguntan y decir "Pues sí, a mí me influenció mucho Dostoievski y Stendhal" pero no puedo, porque yo leía cómics y tebeos y novelitas de aquellas que se podían alquilar. Pero da igual, lee lo que sea que ya te llegará el momento de leer El Quijote y a Flaubert. Toda mi cultura es lectora y por mis viajes.

La escuela te da disciplina, te enseña orden, poco más. Estudias para pasar de curso y luego te olvidas. En cambio una buena novela no la olvidarás jamás. Si te ha tocado de aquí a veinte años volverás a leerla. Por tanto lo que quedan son los sentimientos y están en las novelas.

Leer es como hacer el amor, sólo estáis tú y el libro, lo que sientes es tuyo y de nadie más. Yo siempre digo que la cultura es lectora, estudiar es otra historia.

 

He leído en alguna parte que Las guerras de Diego es una crítica contra el sistema educativo español. ¿Tan malo es?

No, yo no lo critico. Lo que es cierto, se dice mucho hoy día y es verdad, es que el maestro ha perdido autoridad. Yo le tenía pánico al maestro y ahora es el maestro el que le tiene miedo al alumno. Se han perdido las formas, la educación. Son los padres los que han de educar. Hay gente que puede ser muy brillante estudiando pero no tiene educación, no tiene cultura.

La escuela se ha convertido en un campo de batalla. Un grupo de gente joven viendo a unos carrozas enseñándoles unas cosas que no les interesan nada y un grupo de carrozas que tienen delante de ellos a un montón de chavales a los que les han perdido el rastro, sobre los que no tienen ningún ascendente, están desfasados.

Más que crítica contra el sistema educativo es contra el país. Somos quienes somos porque venimos de donde venimos. Y eso no se cambia de un día para otro. Somos el culo del mundo en matemáticas, en comprensión lectora, el primer país de Europa en consumo de cocaína, el primero en consumo de videojuegos… somos un país de nuevos ricos, ¿y por qué somos tan burros? Hay muchos culpables. Nuestros genes, nuestra educación, el catolicismo…

Yo creo en la gente pero a nivel global tenemos mucho que desear y es culpa de todos los que estamos aquí. Y este país vale la pena pero cuando veo que unos tíos roban y encima hay gente que les aplaude… ¿Has encontrado más frases?

 

Sí, claro. Tengo una de Las guerras de Diego que me servirá de puente para hablar de los Diálogos. Dice así: "La cama hace extrañas parejas". Háblame de Diálogos.

Un día haces un relato, el primero. No sabes por qué pero lo haces. Después otro, luego el de "Sordomudos" para un libro y tienes dos, "El suicida" y "El asesino a sueldo", que habías hecho hace veinte años. Y te das cuenta de que todos son diálogos y además diálogos de parejas y acabas haciendo diecinueve o veinte y tienes un libro. La verdad es que Jordisierramdme lo pasé muy bien haciéndolos y hay algunos bastante buenos.

 

Me he reído mucho leyéndolo.

Como el de la mujer que se despierta de madrugada y le pregunta a su marido Pepe, ¿aún me quieres? ¡¡CLONC!! Pues se me ocurrió este libro, que es divertido, y no pretende más que divertir.

 

¿Tienes algún ritual a la hora de escribir?

Cuando me levanto me gusta estar un cuarto de hora o veinte minutos visualizando lo que he de hacer a lo largo del día. No uso despertador. Cuando abro los ojos pienso dónde me quedé el día anterior y por dónde ha de seguir la escritura. Lo visualizo y voy calentando.

 

¿Me puedes hacer "cinc cèntims" de tu método?

Tengo una idea. ¿Ciencia ficción? Eres dios y tienes que inventarte un mundo que no existe. ¿Que es algo real? No tengo que inventar nada, las reglas está aquí afuera, el mundo está aquí afuera. ¿Que es la vida de Víctor Jara? Pues he de estar diez años documentándome. Con Poe estuve un año, con la independencia de Colombia he estado seis meses leyendo todo lo que podía y en Colombia hablando con todo el mundo sobre el tema.

Cuando ya lo tengo todo en la cabeza, es como un puzle de cinco mil piezas, puedo ordenarlo y entonces hago el guión. Los guiones los hago cuando viajo: aviones, hoteles, islas del Caribe donde me encierro… este último de La nueva tierra lo hice en 10 días en una isla que se llama Múcura en la bahía de Cartagena de Indias.

 

¡¡Qué vida tan dura la del escritor!!

Y tanto, encerrado allí diez días haciendo el guión de un libro. Después de Cuatro días de enero he hecho la continuación que se llama Siete días de julio, lo hice encerrado en Barú, otra isla del Caribe colombiano, durante diez días también. Luego vuelvo aquí y escribo. Ahora he estado quince días en Colombia, por temas de mi fundación, y he hecho el guión de un libro policíaco que haré ahora en noviembre. El guión es la clave. Hacer un guión lo más exhaustivo posible y luego sentarse a escribir, lo vomito y ya está.

 

¿Algún consejo para un escritor que empieza?

Ninguno. Yo no doy consejos. La página escrita es el método que uso yo. De la gente que da consejos es de la que menos te puedes fiar porque es la que menos los sigue. Porque te dicen (se acerca a mí apuntándome con el dedo índice) "hija mía, yo te aconsejo (lo mueve adelante y atrás junto a mi nariz)" y clac, te meten el dedo en el ojo. Consejo ninguno porque si yo le he de decir a un chico o chica que quiere ser escritor que tiene que leer cada día, que debe escribir cada día o casi cada día, lo máximo posible… si se lo tengo que decir tampoco lo hará. Escribir, lo demás son técnicas, estilo…

 

Pues ya está, ya no te torturo más.

Al contrario, ha estado muy bien.

 

Muchas gracias por todo y te advierto que buscaré nuevas excusas para venir a verte.

Ya sabes que no hacen falta excusas.

 

Y aún seguimos hablando un buen rato, porque Jordi es un escritor de diálogos y una persona que ama la buena conversación. Los diálogos hablados y escritos, la palabra, son sin duda su fuerte.

 

ver + Jordi Sierra i Fabra

 

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