Entrevista a Jerónimo Tristante por Víctor Ros y el gran robo del oro español
El brillante detective Víctor Ros intenta recuperarse en un balneario tras su último caso, acompañado de su mujer y sus hijos, pero su descanso finaliza prematuramente a petición de la Brigada Metropolitana de Madrid, que le necesita para investigar el intento de asalto al banco de España en dicha ciudad. Una vez allí, descubre que tal intento de robo no es sino un divertimento creado por una banda muy bien organizada para ocultar el verdadero golpe, consistente en el robo de la mayor parte del oro que conforma el tesoro nacional, que se guardaba en otro banco de la capital. Así empieza la nueva novela de Tristante, "Víctor Ros y el gran robo del oro español" (Plaza & Janés,2015)
Hablamos con el autor.
ENTREVISTA
He llegado en mi coche hasta el lugar de la cita, y el letrero que da nombre a la calle Escritor Jerónimo Tristante me avisa de que he llegado a destino. Desde luego, Murcia ha sabido hacer las cosas al dedicar una calle a un escritor, no ya solo en vida, cosa rara en estos tiempos, sino en el que parece ser el momento álgido de su carrera literaria, al menos de momento.
Aparco junto a una farola, y cuando llamo al portero automático, la puerta se abre sin que nadie me pregunte quién soy. O Jerónimo es muy confiado o es que se ha acordado de la visita y ya se imagina que soy yo. Hace tiempo que no le veo personalmente, y la verdad es que ya tenía ganas, porque una charla con él es toda una experiencia, de esas que se disfrutan mientras y se saborean después durante mucho tiempo.
Al salir del ascensor, la puerta del piso está entreabierta, pero aún así llamo al timbre.
¡Pasa, Bro, pasa! -Es la voz inconfundible del escritor, la misma que hace unos meses nos decía en televisión "soy Jerónimo Tristante, creador de Victor Ros"…
Y paso.
Lo que veo me deja desconcertado. Nada que ver con el exterior de la vivienda: La penumbra reina en el ambiente de una sala que no es ni grande ni pequeña, pero que se muestra acogedora, cómoda, íntima, rodeada por todos sus flancos por altas estanterías de madera oscura repletas de libros hasta el techo. La luz proviene de un par de lámparas de techo con pantalla de cristal verde, así como de una lamparita de mesa a juego. El olor es raro, curioso, indescriptible, mezcla de la madera de la habitación, la leña que arde en la chimenea y de los efluvios que parecen provenir de algunos botes y tubos de ensayo que hay sobre la mesa, de esos que sueltan como un humo, como un vapor denso más pesado que el aire y busca esparcirse sobre libretas, cuadernos y demás cosas sobre el escritorio.
Podría decirse que, al traspasar la puerta, he retrocedido en el tiempo más de cien años, hasta el mundo decimonónico que tanto gusta a Tristante.
Y allí, de pie entre los tubos con sus vapores y los libros de las estanterías, está Jerónimo, envuelto en un batín de paño color burdeos, sonriente. Deja sobre la mesa un recipiente de cristal conteniendo un líquido verdoso y extiende los brazos hacia mí.
Tras el abrazote de rigor y los efusivos saludos, me invita a sentarme en uno de los sillones orejeros que hay junto a la chimenea, haciendo él lo mismo en el otro…
Jerónimo, ante todo quiero agradecerte el que me hayas brindado la oportunidad de entrevistarte para Anika Entre Libros, y también quiero que sepas que es para mi un auténtico placer el estar aquí contigo.
Para mí también es un placer charlar con dos grandes amigos como tú y, por supuesto, Anika.
Tengo que felicitarte por tu última novela, "Víctor Ros y el gran robo del oro español". Estoy seguro de que será un gran éxito. ¿Por qué decidiste que esta nueva aventura del detective transcurriría en Londres?
Soy holmesiano estricto y el Londres victoriano es el enclave ideal para el misterio. Víctor es anglófilo y claro, era lógico que alguna de sus aventuras terminara ambientándose en la ciudad del Támesis. - Tristante parece relajado y feliz, disfrutando del resultado de su libro. Se levanta y se dirige hacia una pequeña mesa auxiliar donde se alinean algunas botellas de cristal y varias copas y vasos.
La mayoría de tus novelas y, por lo que veo, hasta tu mundo particular, están ambientados en el siglo XIX, lo que supone un trabajo adicional al de mera creación de historias y redacción del texto ¿La labor de documentación ha sido más complicada en ésta que en las anteriores novelas de Ros a causa de la localización en la ciudad londinense? - Ya viene de vuelta al sillón con una copa de oloroso en cada mano, y me ofrece una.
Hombre, es más difícil porque a la hora de conseguir información, ésta se encuentra en inglés pero es un idioma con el que me defiendo bien. Por otra parte es una ciudad y una época que están muy documentadas así que puede decirse que no ha sido demasiado difícil. Es más, te diría que ha sido muy divertido porque son una época y una ciudad que me pirran.
Mientras me habla, echo un vistazo alrededor como para asegurarme de que Jerónimo me ha permitido entrar en el mundo interior que comparte con su creación literaria, con el propio Victor Ros, su curiosidad, su lógica y su razonamiento deductivo. No en vano el autor es también un hombre de ciencia.
Jerónimo: Si no me equivoco, eres biólogo y profesor de instituto. ¿Cómo llega alguien así a escribir novelas como las tuyas, que sin ser históricas en el más estricto sentido de la expresión, sí enlazan con la Historia al estar ambientadas en una concreta época del pasado? Tal vez podría haberte sido más fácil escribir sobre ciencia ficción o algo parecido.
Pues precisamente porque es algo muy diferente a lo que hago, por eso me relaja mucho. Salir del instituto y ponerme a leer sobre la glucólisis o itinerarios naturales es algo que me resulta más tedioso. Necesito oxigenarme, hacer un cambio de registro, y lo encontré leyendo biografías y ensayos históricos. Lo demás fue un paso natural.- Una vez más sonríe mientras habla, denotando lo feliz que le hace escribir.
¿Y cómo consigues compatibilizar tu trabajo como profesor en el instituto con adolescentes (lo que ya es complicado de por sí), dando clases, corrigiendo exámenes, atendiendo a tus alumnos, etc. con el de escritor?
Pues lo llevo mal, sobre todo el tema de los viajes. El año pasado tras la vorágine de la serie y el programa comencé a tener mareos y comprendí que tenía que aflojar el ritmo. Ahora, durante el curso, me centro fundamentalmente en las clases, que es algo que me gusta mucho.- Se empieza a escuchar un siseo que proviene de la mesa donde están los recipientes humeantes. Ambos miramos hacia allá y Tristante se levanta, sin dejar de hablar, para regular la llama que calienta algo parecido a un pequeño alambique que ha empezado a soltar vapor por alguna válvula.
Y a todo esto: ¿Qué le entra a uno por el cuerpo cuando se entera de que sus novelas van a ser llevadas a una serie de televisión y que encima vas a participar personalmente en una serie de documentales relacionados con la misma?
Pues la verdad es que no eres muy consciente. Te parece algo natural porque te está ocurriendo a ti. Otra cosa es cuando vas al rodaje o ves las primeras promos en la 1. Ahí sí que me quedé un poco parado pensando: "madre mía, la que he liado".
Esta nueva novela, "Víctor Ros y el gran robo del oro español", es posterior a la serie televisiva, y en ella me ha parecido notar que, aún manteniendo el mismo estilo que las anteriores, es un tanto más visual y con algo más de diálogo. ¿Ha influido la serie en la nueva novela? ¿Por qué y en qué medida?
Sí, claro, pero no ha influido en mi estilo que ya era el que es, sino en algunos acontecimientos, reaparición de ciertos personajes como Alberto Aldanza al que he resucitado tras la magistral interpretación de Helio Pedregal.
Jerónimo permanece unos segundos en silencio, mientras bebe de su copa, y se me antoja pensar que está dilucidando si la serie ha influido en la novela o en el autor. Tal vez debería haberle preguntado esto último, pero antes de que yo pueda ampliar la cuestión, empieza a contestar…
Es indudable que la serie bebe de las novelas y ahora las novelas beben de la serie. Yo ya pertenezco a una generación de autores que hemos crecido en un mundo eminentemente audiovisual y por eso estamos muy influenciados por el cine y la televisión. En el caso de Víctor Ros la serie comienza a influir en el camino que siguen las novelas.
Recientemente se ha conocido que TVE ha dado vía libre a la grabación de una segunda temporada de Victor Ros. Es de suponer que esta última novela formará parte de su trama, pero tratándose de ocho nuevos capítulos, o antes sale alguna otra entrega escrita o de novelista tal vez tengas que pasarte a guionista. ¿Qué puedes decirnos al respecto?- Jerónimo Tristante ya no sonríe, sino que directamente suelta una ligera carcajada y me contesta riendo.
El punto de arranque es la quinta novela sí, pero no iremos a Londres por temas técnicos o de presupuesto. Creo que vamos a ambientarla en Andalucía. Que exista una segunda temporada es un aldabonazo importante para el personaje, no sólo literario sino también audiovisual.
Como en las anteriores entregas literarias de Víctor Ros, así como en la serie, en "El gran robo del oro español" hay una trama principal y varias subtramas que se entrelazan. También hay una cierta profusión de personajes que viven sus propias historias paralelamente a la historia primaria. ¿Podríamos hablar de obra coral?
Sí, sin duda es la novela más coral de las de Víctor. Es cierto que los secundarios siempre han sido importantísimos en esta saga, pero en este caso he querido que fuera una novela en la que poder saltar de un personaje a otro para aligerar y refrescar la narración y que no sea Víctor el único que lleva la cámara.
Querría preguntarte por tus próximos proyectos. -apuro mi vino- ¿Te centrarás sólo en las aventuras de Victor Ros y la serie televisiva o diversificarás tu producción literaria para abarcar otros géneros?
Estoy trabajando en una novela de amor ambientada en el siglo XIX y por supuesto en la sexta entrega de las novelas de Víctor que estará ambientada en Nueva York.
Por último: ¿Quieres añadir algo para los lectores de Anika Entre Libros?
Pues que estoy encantado de charlar otra vez con los amigos y que me alegra mucho el éxito que cosecháis haciendo a la vez tanto por los libros y por la literatura.
Muchas gracias, Jerónimo. Ha sido estupendo poder estar aquí contigo para hablar de tu obra. Te deseo muchos éxitos y que disfrutes mucho con todo lo que hagas.
Muchas gracias a ti hermano, tengo muchas ganas de poder "acercarme" a Sevilla a echar un ratito contigo en tu ciudad. Abrazote chillao.
Seguimos charlando un rato, derivando ya hacia recuerdos de Jornadas Literarias en las que hemos coincidido, amigos comunes del mundillo literario y algún que otro tema personal que también compartimos.
Ya al irme, me pasea por su mundo decimonónico, me enseña libros, armas de época, me explica los experimentos y pruebas que está haciendo con los botes y los mejunjes de la mesa, mostrándome el Víctor Ros que lleva dentro. Hasta abre la ventana que da a la calle, y compruebo que ha anochecido. Desde allí puedo ver que, donde debería estar mi automóvil, hay un coche de caballos cuyo conductor, con sombrero y todo, medio dormita en el pescante embozado en una capa negra. La farola de gas junto a la que aparqué ilumina tenuemente la escena, y debajo de un árbol me parece ver a un rufián acechando… Miguel Ángel León Asuero.