Anika entre libros

Entrevista a Isabel Martín por "La curandera de Atenas"

"Estoy segura de que las mujeres, tanto en la Antigüedad como posteriormente, han desempeñado un papel mucho más importante del que nos han hecho creer"

Firma: Pilar Alonso Márquez / Foto: autor/editorial / Octubre 2010

 

Isabel Martín Cordero, periodista y escritora, fue finalista en 1999 del Premio La Sonrisa Vertical con la obra Allegro nada moderato. También ha publicado cuentos en revistas y periódicos y ha participado en diversas antologías de relatos, como Qué mala suerte tengo con los hombres o Cuentos para leer en el metro.

"La curandera de Atenas" es su primera novela histórica y el resultado es espectacular. Pese a su ajetreada agenda, esta polifacética mujer ha sacado tiempo para contestar a esta entrevista.

 

 

ENTREVISTA

 

"La curandera de Atenas" es tu segunda novela. Con la primera fuiste finalista del Premio La Sonrisa Vertical en 1999. De una novela erótica a una histórica. ¿Cómo se produce ese cambio? ¿Cómo surge la idea de escribir la historia de Helena en la Antigua Grecia?

De una forma tangencial sí tiene que ver. La idea de escribir esta novela la tuve tras leer un ensayo de Eslava Galán titulado "Amor y sexo en la antigua Grecia". Y aunque la novela fue por otros derroteros, sí creo que, dejando a un lado el aspecto histórico, mantiene mucho de ese clima erótico que la inició. Hay una gran historia de amor y además el sexo está siempre presente en la novela, para bien y para mal.

 

Por la novela desfilan muchos personajes reales. Empédocles, el padre de Helena, es uno de ellos. ¿También lo es Helena?

Helena es un personaje ficticio, pero para crearla me apoyé en una referencia mínima que encontré en un texto antiguo y que habla de una hija de Empédocles. El resto es inventado, auque la posibilidad de que esa hija real fuera educada, al igual que Helena, como un chico no es tan descabellado dada la personalidad de Empédocles.

 

¿Qué fuentes has utilizado especialmente a la hora de escribir esta novela?

Aunque partí del libro de Eslava Galán ya mencionado, afortunadamente, sobre Grecia y la vida cotidiana de los griegos hay un gran número de bibliografía. El problema no es qué leer sino cuándo parar. También he utilizado varios libros sobre historia de las religiones y textos filosóficos presocráticos.

 

¿Es tu novela una reivindicación del papel de la mujer en la Antigüedad?

En cierta medida sí, porque estoy segura de que las mujeres, tanto en la Antigüedad como posteriormente, han desempeñado un papel mucho más importante del que nos han hecho creer. Hay que pensar, por ejemplo, que las sacerdotisas, las pitonisas, las sibilas de Grecia tenían un papel importantísimo en la sociedad en la medida en que la religión impregnaba todos los ámbitos sociales.

 

Cuando Helena aún está en Sicilia asiste a la escuela en la que su padre imparte clases, pero es la única chica. La educación estaba vedada a las mujeres. ¿Se conocen excepciones a esa prohibición? ¿Hubo alguna escuela femenina, como la que aparece en tu libro creada por Aspasia de Mileto en Atenas? De ser así, ¿impartía las mismas enseñanzas que la escuela masculina?

Sí, la escuela de Aspasia fue real y también, siglos antes, fue muy famosa la de Safo de Lesbos. Y auque se impartían conocimientos específicos para mujeres, como el manejo de instrumentos musicales, también debían de tratarse todo tipo de asuntos. Se sabe que Sócrates y otros "amigos del grupo" de Pericles acudían con asiduidad a escuchar Isabelmartin1a Aspasia en su escuela y a participar en sus actividades.

 

Siguiendo con el tema de la mujer, una parte de tu novela transcurre en Olimpia, durante unos Juegos. Parece que no podían asistir a ellos como público. ¿A qué era debida esa prohibición?

No está demasiado claro. Puede que tenga que ver con que los ejercicios físicos que derivaron en los Juegos tenían que ver con el entrenamiento para la guerra, y la guerra nunca ha sido cosa de mujeres.

En mi novela, Helena, cuando consigue ver una carrera desde un escondite, reflexiona sobre ello y cree que si las mujeres pudieran no sólo contemplar los juegos sino participar en ellos y saborear la gloria del triunfo, nunca consentirían después en ser recluidas de nuevo en los gineceos. Esta podría ser una razón para prohibírselo.

 

Es sorprendente que en una época tan civilizada y tan llena de grandes hombres como aquella, la mujer fuese considerada poco menos que una propiedad. Y sorprende también el sometimiento a la religión y cómo ésta dominaba muchos de los aspectos de la vida cotidiana, llegando incluso a juicios y ejecuciones por delitos de herejía. ¿Cómo se explica la combinación de esos factores?

Es una de sus muchas contradicciones. Hay que tener en cuenta que era una sociedad muy cerrada y muy primitiva en muchos aspectos. Era un pueblo guerrero y cuando se está casi siempre al borde del abismo, los dioses son muy necesarios.

Lo sorprendente es que en este ambiente tan cerrado surgieran las matemáticas, la geometría, la astronomía, la democracia... Atenas era una ciudad muy pequeña, realmente, y todos se conocían. Supongo que habría también muchos celos y rencillas, lo que muchas veces se solucionaba por la vía de la denuncia.

 

Cuando la hermana mayor de Helena está preparándose para sus esponsales, aparecen algunos de los rituales de la ceremonia, como que la novia llevara velo o que el marido traspasara el umbral de su casa con ella en brazos. Unas tradiciones que parecen haber pervivido hasta nuestros días. También comentas que la novia debía cortarse el pelo como una faceta más de esa preparación. ¿Qué significado tenía esa costumbre?

El corte de pelo era una ofrenda a Afrodita. Más o menos viene a decir que la mujer ya no tiene que mostrar su belleza porque ya ha "pescado marido". Algo muy similar ha seguido pasando hasta hace muy poco. Las mujeres casadas incluso en el siglo XX se recogían el pelo y nunca volvían a llevarlo suelto. Es impresionante ver cómo seguimos siendo "muy griegos" en muchos aspectos.

 

Helena es secuestrada de su propia casa en mitad de la noche. ¿Eran muy frecuentes este tipo de secuestros "políticos", por llamarlos de algún modo?

Más que secuestros políticos sí debían de ser frecuentes las incursiones de bandidos o enemigos en las que se secuestraba a ciudadanos para ser vendidos como esclavos. No hay más que recordar el origen mítico de Roma con el rapto de las sabinas.

 

Aspasia de Mileto es un personaje singular. Difamada, envidiada, admirada… realmente una mujer compleja y apasionante. Algunos autores creen que Aspasia era una hetaira y que regentaba un Lacuranderadeatenas -portadaburdel, una hipótesis que parece cuestionarse en trabajos más modernos. ¿Fue una mujer maltratada por la historia?

Como muchas otras. Era una mujer libre, que hacía lo que quería, que siempre hizo lo que quiso. Y eso no se suele perdonar. Es sabido, incluso por textos de Platón, que Aspasia era una mujer muy valorada por sus amigos, y también muy odiada por sus enemigos, y hay que recordar que sus amigos eran los filósofos y los científicos más importantes de la época, que es como decir de la Historia.

 

¿Por qué crees que Pericles no se casó con ella si, al parecer, ya estaba divorciado de su primera mujer?

Por una ley dictada por él mismo por la que ningún ciudadano ateniense podía casarse con un extranjero y Aspasia lo era. Este es un dato que, como muchos otros, indica hasta qué punto Pericles se sentía siervo de las leyes y no un dictador que imponía su criterio.

 

En el libro hay personajes fascinantes. A mí particularmente me ha gustado mucho Mirta, la mujer espartana que se une a Helena y Temis en su viaje hasta Olimpia. ¿Has sentido predilección mientras escribías por alguno en particular?

Yo siento un cariño especial por Temis, la amiga y compañera de Helena. Es un personaje con una fuerza muy especial, inteligente, leal, optimista. El "compañero" del protagonista es un clásico de la literatura y en muchos casos es indispensable para que el protagonista alcance sus objetivos. Este es, sin duda, el caso de Temis. Es el contrapunto, el apoyo de Helena, su amiga para siempre, pase lo que pase.

 

A lo largo de la novela, Helena pasa por varias etapas: esclava, cortesana, curandera… imagino que no era frecuente que una mujer pudiera cambiar tan fácilmente de condición.

No, supongo que no. Pero con Helena he querido crear un arquetipo de mujer que englobara los posibles roles permitidos a la mujer griega, aparte del matrimonio. Es una especie de Odiseo o Ulises en busca de su destino, y para ello era necesario que rompiera las ataduras que mantenían sojuzgadas a las mujeres.

 

Si quieres añadir algo más…

"La curandera de Atenas" es una novela de aventuras pero, sobre todo, una novela de búsqueda y en las novelas de búsqueda el protagonista sale transformado (y espero que un poco también los lectores). Helena pasa de ser un sujeto pasivo de la historia a una mujer que coge las riendas de su vida y decide jugárselo todo por amor, por amor a un hombre y, sobre todo, por amor a sí misma.

 

ver + Isabel Martín

 

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