Entrevista a Ignacio Carrión por “Diarios. La hierba crece despacio”
El escritor y periodista Ignacio Carrión (1938) ha desarrollado su labor en la agencia Efe, El País, Diario 16 y ABC y en libros como "Cruzar el Danubio" (Premio Nadal), "Klaus ha vuelto" y "Alabado sea yo", entre otros.
Carrión acaba de publicar "Diarios. La hierba crece despacio", una selección de sus diarios, que comprende desde 1961 hasta 2001, que casi alcanza el millar de páginas y en los que todavía sigue escribiendo al día de hoy.
ENTREVISTA
En el prólogo hace suyas las palabras del francés Henri de Montherlant en el sentido de que es preciso escribir como si uno estuviera muerto.
Esa es una cita que está en los primeros años de mis anotaciones, porque me identifiqué con ese comentario. He escrito los diarios sin saber ni siquiera si iban a publicarse en vida. Para escribir hay que pensar que los demás no ejercen un poder sobre lo que escribes y mi posición es la de alguien que escribe día a día sin saber si va a ser publicado o no. Por ello, es una escritura con libertad.
De Juan Gil-Albert afirma en sus diarios que es "un hedonista flotando en las nubes de la vida".
Él se sabía exactamente como le describo. Su imagen es un tópico que va de unos a otros y que pasa por alto opiniones de otras personas, que se han encontrado con el hombre y que lo han conocido. Gil-Albert era entrañable, pero ególatra y con una enorme facilidad para subirse a las nubes de la gloria. Un hedonista.
"Un premio es como alguien que se pone a tocar la campana"
¿Qué pasará con el 85% de los diarios que se han quedado fuera del libro?
Es una pregunta difícil. En algún momento, alguien estudiará si tiene mérito esta escritura de la perseverancia, de la sinceridad. Quizá pueda ser de utilidad para algunos historiadores, para saber cómo un francotirador miraba el mundo. Ni siquiera sé si viviré cuando llegue ese momento.
Usted ha entrevistado a los personajes más importantes de la actualidad. ¿Coincide con Azorín en que es el género más difícil?
No recuerdo esa cita. La entrevista es equívoca porque la respuesta, por muy rotunda que parezca, puede crear dudas al lector en cuanto más compleja sea.
¿La consecución del Nadal aumentó el número de sus lectores?
No lo sé, un premio es como alguien que se pone a tocar la campana. El Nadal era considerado, hoy todavía, como uno de los premios más valorados, aunque no le doy más importancia, porque hay muy buenas novelas que no están premiadas.
Carrión prosigue la escritura de sus diarios en la actualidad, aunque esté jubilado y a pesar de la incertidumbre de su publicación y de la escasa tradición literaria en España de diarios, en un ejercicio de sincero atrevimiento sin apenas parangón.
Pasajes al azar:
2 de enero de 1970, viernes (22 horas)
"No tengo miedo a la vida, sino a vivirla demasiado deprisa, sin pausa, sin "vueltas hacia dentro", sin crear, por fin, algo.
No puede haber nombres nuevos, ni orientaciones nuevas en un sistema viejo y corrompido. Condenan al padre Gamo, censuran a la prensa, permiten a esos "guerrilleros de Cristo" -eterna especie de criminales- actuar impunemente: los mismos perros con distintos collares.
La dictadura es, en el mejor de los casos, una fábrica de aburridos.
La ciudad está nevada".
7 de mayo de 1992, jueves (12.40 horas noche)
"Con 59 muertes y un montón de heridos (2.300), parece que el estallido racial de L. A. se ha contenido. Bush y su rival Clinton tratan de sacar ventaja política de esta hecatombe social. Tal vez se repartan los cadáveres. Al fin y al cabo son votos perdidos y algún derecho deben tener sobre ellos…".
23 de febrero de 2000, miércoles (noche)
"Escribo esta mañana. Un relato que titulo "Aquel tumor". Se trata de un tipo que sólo habla de sí mismo. El desenlace inesperado me ha sorprendido incluso hasta mí, que no lo tenía previsto. Eso es literatura".
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