Anika entre libros

Entrevista a Emma Reverter por "Citas en Manhattan"

"Tengo amigos perfectamente inútiles que han encontrado a la persona con la que pasar su vida o parte de ella, y algunos incluso parecen estar enamorados"

Firma: Patricia Tena / Fotos: Paula Alonso, Nueva York / Octubre 2008

 

Emma Reverter es una joven periodista y jurista, nacida en Barcelona pero afincada en Nueva York. Desde allí, envía sus artículos a diversos medios de comunicación, entre los que se encuentran los diarios Avui y La Vanguardia. Especializada en política internacional, los temas que más ha tratado son las Naciones Unidas, Irak, la pena de muerte en EUA o Guantánamo, base militar a la que ha viajado dos veces y que le sirvió para escribir su primer libro: Guantánamo, prisioneros en el limbo de la legalidad internacional (Ediciones Península, 2004).

De vez en cuando, asegura, también agradece escribir alguna columna más frívola sobre las actividades de los singles neoyorkinos. Una entrevista con el escritor Paul Auster acabó de convencerla a la hora de cambiar de registro. Le dijo que él cuando estaba en buena forma escribía novelas duras, y cuando no, comedias. Ella pensó que Citas en Manhattan (Ed. Planeta, 2008), novela e investigación periodística a la vez, sería una buena terapia contra la tristeza. En él, explica una forma de encontrar pareja que cada vez adquiere más adeptos en la ciudad de los rascacielos: contratar a un asesor de citas que nos ayude a conocer a la gente apropiada y que evite que besemos a muchas ranas antes de encontrar a nuestro príncipe azul.

 

 

ENTREVISTA

 

En la contraportada se presenta a la protagonista como "una atractiva e inteligente periodista especializada en política internacional que vive en Manhattan". Primero de todo, acláranos la duda: ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en esta novela? ¿Es Victoria Sachs el alter ego de Emma Reverter?

Victoria es morena con los ojos verdes; físicamente no nos parecemos. Las dos escribimos sobre derechos humanos, las dos vivimos en Manhattan y las dos tenemos la sensación de que "las columnas de derechos humanos dan prestigio" pero son menos populares que las de fútbol, política o moda, por ejemplo. Compartimos amigos: Sean y Marie, dos personajes de la novela, son mis compañeros de oficina.

 

La protagonista casi se ve obligada a escribir estos artículos porque su jefe quiere una columna fresca para el suplemento de verano. ¿En qué momento decides tú cambiar de registro -tu anterior trabajo era sobre los presos de Guantánamo- y embarcarte en esta aventura? ¿Quizá como terapia para despejarte al escribir sobre temas tan duros?

Tengo una columna de derechos humanos en el periódico catalán Avui. A veces cambio de registro y escribo columnas más divertidas sobre Emmareverter1tendencias de Nueva York. Y recibo correos electrónicos de familiares y amigos con el comentario: "¡La columna de hoy sí era divertida! ¡Qué bien!".

Por otra parte, entrevisté al escritor Paul Auster para La Vanguardia y me comentó que cuando él está en buena forma escribe novelas duras y que cuando la situación no es tan buena, comedias.

Y pensé que tras cubrir el post 11S, los ataques a Afganistán e Irak, y mis dos viajes a Guantánamo, y el ensayo sobre Guantánamo, una comedia sería una buena terapia contra la tristeza y el cansancio que sentía.

 

De hecho, en el libro incluyes una crítica a las tendencias periodísticas actuales: los artículos que escribe Victoria -y tú misma- dan prestigio pero nadie los lee con interés. Parece que a veces sólo interese el periodismo más frívolo...

En España, hay lectores muy interesados en la política internacional y los derechos humanos pero es difícil encontrar un medio de comunicación que "tenga espacio" para artículos y reportajes largos sobre estas cuestiones. Un artículo de 45 líneas o una columna, sí, pero un reportaje de siete páginas sobre Darfur o Guantánamo… pocas veces lo verás. Son apuestas difíciles y los medios las hacen pero dosifican.

Como te comentaba, incluso mis amigos prefieren desayunar el domingo y leer algo "agradable" que les haga reír.

 

Teniendo en cuenta que mucho de lo que narras es real, imagino que habrá sido divertido la parte de documentación: visitar a asesores, que tus amigos te cuenten citas desastrosas y experiencias con gente a la que no conocían, encontrar las empresas más raras por Internet?

Sí, ha sido divertido y sorprendente. Cuando en una investigación periodística tiras del hilo, siempre entras en un universo alucinante, sea en una investigación para las secciones de economía, internacional o política de un diario o, como en el caso de Victoria, la protagonista de la novela, la sección tendencias de un suplemento de verano en el diario.

 

Hablemos de Citas en Manhattan. En él, dices que los asesores de citas son la evolución de la agencia matrimonial, pero ¿en qué se parecen y en qué se diferencian?

Los americanos son los reyes del marketing. Los asesores no los inventaron ellos pero han sabido darle una nueva vuelta de tuerca. No son más que las antiguas Yentas de la comunidad judía, los portadores de México o las casamenteras de la India o Japón. La única diferencia, además de tener una imagen más moderna, es que también son "monitores", son como entrenadores sentimentales de su cliente.

 

Y ¿crees que, como hace Victoria, ¿es fácil engañarles?

Es difícil. Si el asesor es profesional, hay de todo, suele comprobar que no mientes.

 

En España este negocio no está tan extendido, y probablemente creeríamos que los clientes habituales son personas que no se comen un rosco. Sin embargo, en Nueva York, está socialmente aceptado y sus clientes son respetables hombres y mujeres demasiado ocupados para relacionarse. ¿Es una excusa o realmente no tenemos tiempo para buscar pareja?

En Manhattan hay un fuerte individualismo y muchas personas que están solas. Por otra parte, es un lugar de paso con lo cual hay personas que acaban de llegar y aún no conocen a nadie. Y nada más práctico que contratar a alguien para que te "presente en sociedad". Sin complejos; están muy acostumbrados a subcontratar su vida y tener ayudantes que les faciliten las cosas

 

¿Por qué tenemos tantos prejuicios?

No lo sé… tenemos un sentido de la vergüenza más desarrollado. Está cambiando. Hay toda una generación que ya se atreve a hablar de estas cuestiones de forma más abierta y no tienen ningún problema en hablar de sus problemas.

 

Pero contratar los servicios de un dating coach no es tarea fácil, además de unas cartas de recomendación, ¡también tienes que llevar una carta del banco que demuestre tu liquidez! ¿Qué procesos hay que seguir? ¿Cuánto pagas y por cuánto tiempo?

Depende del asesor. Yo pasé varios días con una de las asesoras más mediática de Manhattan, Lisa Clampitt. Es la directora de la Escuela de Alcahuetas; un centro que forma a aspirantes a asesoras de citas. Tienes que demostrar tu solvencia económica, pasar por una entrevista y explicar detalles de tu vida (familia, ex parejas, etc).

 

De hecho, dedicas unas cuantas páginas a equiparar el hecho de encontrar pareja con comprar un piso, o los tipos de contratos que hay que pactar. Imagino que en esas páginas sale tu vena jurista...

¡Me sale mi vena neoyorquina! Si vives en Manhattan, inviertes muchos esfuerzos, y energía en la búsqueda de un piso perfecto (o cómodo).

 

Probablemente una de las variedades más interesantes son las citas rápidas de ocho minutos. ¿Crees personalmente la teoría de su Emmareverter2impulsor, Malcolm Gladwell, que asegura que si alguien que no te ha gustado en ocho minutos, nunca te gustará?

Gladwell indica que en ocho minutos podemos tener una primera impresión, una intuición. A veces conoces a alguien y ya es evidente si hay química o no (no solo en el contexto de búsqueda de pareja, también en entrevistas de trabajo o posibles amigos).

 

Una de las cosas que más me ha sorprendido es el grado de especialización que adquieren este tipo de citas: según la estatura, entre pelirrojos, vegetarianos, hombres de metro ochenta con mujeres de metro cincuenta? ¡Da la sensación de que quien no encuentra pareja es porque no quiere!

Ya, el problema es que ¡a veces no sabemos lo que queremos! Me comentaba la asesora que muchas veces insistimos en caer una y otra vez en el mismo error y nos fijamos en el mismo tipo de persona cuando es evidente que ese perfil no nos hará felices. Y es por este motivo que la asesora en una primera entrevista suele preguntarte por tu infancia y padres porque solemos repetir (o alejarnos tanto como podemos) del modelo familiar.

 

Dicen que Nueva York es la ciudad de los singles (solteros). Y aún así parece difícil la posibilidad de conocer a alguien que te guste. En el libro mencionas algo que me ha parecido muy acertado: "Los más optimistas aseguran que enamorarse es fácil, porque sólo tienes que encontrar a una persona en un mundo donde hay millones de ellas. Los pesimistas, por el contrario, creen que no hay nada más difícil que buscar a una persona escondida entre millones". ¿A qué bando se aproximan más tus creencias, Emma?

Las mismas que Victoria. La frase sigue con: los más realistas nos limitamos a observar nuestro entorno. Tengo amigos perfectamente inútiles que han encontrado a la persona con la que pasar su vida o parte de ella, y algunos incluso parecen estar enamorados.

 

Probablemente muchos hayamos conocido las relaciones amorosas y sexuales de los habitantes de Nueva York gracias a cuatro mujeres sin pelos en la lengua: Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte - protagonistas de Sex and the city-. ¿Crees que la serie reflejaba fielmente el mundo de los solteros neoyorkinos? ¿En qué acertaron y en qué fallaron?

Acertaron porque hicieron reír a millones de fans de la serie. No sé si es "fallar", ya que la clave del éxito de la serie es el lujo y el glamour, pero en cualquier caso, reflejan un Manhattan poco real.

Yo no soy fan de la serie. Intenté seguir el modelo de Nora Ephron, periodista y guionista de muchas películas, entre las que destaca Cuando Harry encontró a Sally. Un clásico para los que vivimos en Nueva York. La película se estrenó en 1989 y la pregunta que quise contestar es: ¿Cómo encontraría Harry a Sally en el 2008? Intenté que los protagonistas de mi novela se apartaran de estos estereotipos y fueran personas que conozco, con vidas y trabajos normales, que viven en barrios como Brooklyn o Queens (hay vida fuera de Manhattan) y con intereses e inquietudes distintas a tener un bolso Chanel o inyectarse CitasenmanhattanBotox en la cara.

 

Tu libro se puede leer como una novela divertida, pero también como un trabajo de investigación. Me he quedado alucinada -y seguro que no soy la única- con la cantidad de empresas que existen relacionadas con las citas amorosas? incluso una página web (www. lovecalculator.com) donde según los nombres de los enamorados una calculadora te da el porcentaje de éxito que tendrá la pareja? ¿Falta algo por inventar?

Sí, un crítico ha dicho que mi libro es un ensayo con un poco de maquillaje de novela ya que el 80% de la información es real y fruto de una investigación.

Cuando parece que ya está todo inventado… alguien inventa (o reinventa) algo. En Manhattan hay personas que tienen muy buena vista para los negocios.

 

Más surrealista parece, incluso, el caso del alemán Bern Dressler ¡Su trabajo consiste en romper con gente a la que no conoce! Eso me hace plantearme lo siguiente: ¿Somos muy cobardes o más bien muy vagos?

Este empresario, que tiene un negocio de "rompedor de relaciones" vive en Berlín pero su negocio no es más que una reinvención de una tradición que en Japón existe desde hace siglos. Como comentábamos… ¡está todo inventado!

En Manhattan, si pagas, siempre hay alguien que está dispuesto a limpiar tu vida y lo demuestra el hecho de que hay profesionales "que ordenan armarios", empresas que te lavan la ropa y te la devuelven planchada, personas que pasean a tu perro, personas que te compran la ropa. Así que es normal que también haya un servicio de ruptura de relaciones. Yo creo que lo utilizan muy pocas personas… ¿Quizás están muy enfadadas y es una forma de venganza?

 

Después de la buena acogida de tu primera novela de ficción, ¿tienes en mente repetir la experiencia? ¿Sobre qué te gustaría hablar esta vez?

Creo que mi siguiente libro será un ensayo

 

He encontrado por Internet el blog de Victoria Sachs (citesamanhattan.blogspot.com)? ¿estará en funcionamiento solamente un tiempo para dar a conocer la novela o podría tener larga vida y convertirse en un espacio interactivo sobre las citas y las relaciones personales?

Fue una idea de la editorial que ha publicado la versión en catalán del libro y creo que es un blog que estará en funcionamiento unos meses.

 

Muchas gracias, Emma. La lectura de tu libro ha sido muy entretenida y he aprendido mucho sobre los solteros de Nueva York.

¡Mil gracias y un beso!

 

ver + Emma Reverter

 

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