Anika entre libros

Entrevista a Daniel Mares por "En mares extraños"

"Me gusta encontrar historias que exciten de algún modo mi imaginación, y la reiteración monótona está muy alejada de cualquier excitación, de imaginación o de cualquier otra cosa"

Firma: Anika Lillo / Fotos: autor / Marzo 2005

 

Que yo no conociera antes a Daniel Mares se debe exclusivamente a lo poco que navego por otras webs literarias debido a mi falta de tiempo porque al parecer sus relatos están esparcidos por la red. Tanto es así y tal es su ingenio a la hora de escribir sus historias que la propia editorial fue quien convenció a Daniel para realizar la recopilación de la que está compuesta "En mares extraños".

No es éste el primer libro que leo de la editorial Grupo Ajec, y puedo decir que ambos libros (el primero fue "Páginas perdidas" de Paul Di Filippo) me han gustado a pesar de que yo no soy fan de la ciencia ficción, y aquí viene lo interesante... en el libro que nos ocupa los relatos pasan de la risa al drama, de la perversidad a la inocencia, de la maldad al victimismo, de la ternura a la crueldad.... Nada se le escapa a Daniel Mares, no podemos calificar exclusivamente "En mares extraños" como ciencia ficción y estoy segura de que el libro gustará a más gente de la que él mismo sospecha. Humor, erotismo, ciencia ficción, fantasía, gore a veces, drama... y una serie de personajes muy particulares, historias extrañas o del género negro, terror incluso... Daniel Mares se ha atrevido con todo -aunque niegue poder hacerlo- y ha salido muy bien parado.

Por último, antes de comenzar la entrevista, alguna información añadida sobre el autor: Madrileño de nacimiento y residente en la capital, escritor y acuario de horóscopo, se licenció en Ciencias Físicas y se gana la vida con la informática, pero es también un apasionado de la música (su grupo se llama "Mascarada" y hace rock progresivo, y él mismo canta, toca el bajo y la guitarra), del cine y de Shakespeare, detalle éste que se ve en "En mares extraños".

Respecto a su obra literaria el Grupo Ajec ya sacó un volumen con dos novelas suyas: "Una luz en la noche", se llamaba la que le daba título y la otra era "Vigésima Tierra". Además ha publicado otras dos novelitas cortas: "6" y "La máquina de Pymblikot", que ya habían salido previamente en un volumen con otros autores, por ser ganadoras de premios, y que unos amigos decidieron publicarlas en su pequeña asociación cultural (Metrópolis Milenio) Aparte de estas cuatro, el resto de su trabajo ha aparecido en revistas y recopilaciones con otros autores.

Y podría seguir hablando de él, pero mejor lo dejamos para la entrevista que versará especialmente sobre su libro "En mares extraños".

 

 

ENTREVISTA

 

Dani, no sé cómo empezar esta entrevista porque tengo muchísimas cosas que preguntarte o comentar contigo, y es que tu libro es muy especial ¿lo ves tú también así?

Para mí claro que es especial, como para cualquiera, reunir tus cuentos en un volumen siempre es importante. El problema con la narraciones cortas es la sensación que te queda de abandonarlas a su suerte sin nadie que les proteja. Aparecen en revistas, en fanzines, en publicaciones todas muy efímeras donde es muy fácil que pasen desapercibidos. El tenerlos a todos en un libro, protegerlos con una bonita portada y verlos reposando en la estantería de una librería es una sensación muy especial, y muy grata, como darles el descanso merecido después de haberse batido con bravura en los campos de batalla de revistas y concursos literarios. Digo "descanso merecido", no descanso en paz, que aún están muy vivos :)

Además, "En mares extraños" ha sido una inyección de ánimo para un servidor, porque la idea no partió de mí, sino de Raúl Golzálvez del Águila, amo y señor de la editorial GRUPO AJEC donde publico. Y no fue una idea exclusiva, porque otros, coincidiendo en el tiempo, me llegaron con la misma intención de sacar una antología de mis cuentos. Que varias personas piensen que tus historias son interesantes, hasta el punto de arriesgarse a una publicación antológica, enorgullece al más humilde.

En cuanto a si este libro puede ser "especial" para el lector… no lo sé. Me gustaría decir que su variedad temática y de estilo, que creo que es una de las características más llamativas de "En mares…" (Sin contar la calidad de los relatos, pero mi extrema humildad me impide hablar de ella?), ha sido buscada para amenizar la lectura y… pero no, es lo que había. Mi producción no es demasiado extensa, y aunque se han quedado algunos cuentos fuera, no son muchos. El término "antológico" es aquí muy acertado, en "En mares extraños" están casi todos los cuentos que he publicado, además de un par nuevos. (Esto de "En mares…" es una lata. Recientemente he leído una novela de Nick Hornby en la que advierte del peligro de que los títulos de novelas empiecen con artículos o preposiciones, porque luego es muy difícil hablar de ellas sin parecer un tartamudo. En "En mares…" ahora lo entiendo :) )

 

Si mi relato favorito es "Alicia en el agujero" ¿cuál es aquel por el que aún se te cae la baba al leerlo?

Sería bobo decir que "todos tienen un lugar en mi corazón", porque seguro que ya lo supones, así que no lo diré… vaya, ya lo he dicho. En fin. "Alicia…" desde luego me encanta, por ser el más reciente, y por tanto está en el estilo que ahora me danielmares1interesa. Pero mi favorito, ése que enseñó siempre que quiero que alguien vea lo bueno o malo que soy es "Día de Gloria", no en vano abre la antología. Creo que el día que lo escribí sí era un "día de gloria" para mí.

Sin embargo hay un cuento por el que tengo especial cariño, supongo que porque en él conseguí hacer exactamente lo que pretendía, y eso no es común. Creo que es el único cuento mío que leo de vez en cuando, no soporto leerme, me aburro mucho a mí mismo :). Del que hablo, es un relato pequeño, seguro que pasará casi inadvertido entre tanto dramatismo que le rodea, y no es casualidad que esté en el centro justo del volumen: "Baile de Máscaras"

De todas formas, podría mencionar cada uno de los doce y tener unas palabras para él… ¿lo hago? Cuidado conmigo que me pongo muy pesado… bueno, vamos a ello, una frase de cada uno, lo prometo. Si te parece largo lo quitas de la entrevista, y tan amigos.

 

Ni lo sueñes, quiero esa línea para cada relato. Adelante.

- Día de Gloria: ya he hablado de él. Sólo añadiré que es fruto de mi antipatía hacia Internet y mi aversión visceral por todo lo que tiene que ver con la informática (¿he dicho ya que me gano la vida de informático…? )

- Gómez Meseguer y el ogro Santaolaya: éste es el más laureado, el que más "éxitos" me ha proporcionado hasta el momento. Incluso hubo un tiempo en que dentro de los aficionados al género fantástico se acusó, a éste y a otro par de relatos de otros autores aparecidos casi a la vez, de iniciar una corriente de "fantasía rural" que recibió el divertido nombre de "cuentos de cachaba y boina".

- Un candado para la Caja de Pandora: el cuento más triste que he escrito nunca.

- Cuestión de Dignidad: con el que más me he divertido. Por cierto que cometimos una injusticia con él en "En mares extraños" (en en… Grrrrr!!). Por puro error, no se hizo referencia a la colaboración inestimable de mi gran amigo (gran en todos los sentidos) Gabriel Gómez en la elaboración de este cuento. Es una de las pocas veces que trabajo "al alimón" con alguien, soy muy individualista en eso, y la única que ha dado resultados de momento. Queda aquí reparada tal injusticia.

- El último viaje del Holandés Errante: muy curioso, casi un ejercicio de escritura. Traté en él de probar una de las deficiencias que encuentro en la literatura frente al cine a la hora de narrar. No digo más, para no desvelar nada a los que no lo han leído.

- Baile de Máscaras: mi favorito. Ya lo he dicho.

- Tal vez soñar…: mi incursión en el ciberpunk. Un esfuerzo por encontrar un narrador "extraño".

- Enseñando a un marciano: mi primer cuento. El primero que decidí que era digno de leer por alguien fuera de mi familia y amigos.

- Campos de Otoño: me gusta mucho, me gustan los cuentos de detectives. Tengo debilidad por las historias que comienzan con el hallazgo de un cadáver, no sé por qué. Es el más internacional, por cierto. Me lo han traducido al francés, y creo que pronto al ruso.

- Pubiscidad: ésta cada día me gusta más. En un principio fue algo menor, escrito casi a vuelapluma. Es el más corto, y menos ambicioso, pero poco a poco me ha ido interesando, incluso he utilizado ideas que salen aquí en otras historias escritas posteriormente.

- Alicia en el agujero. Ya hemos hablado de él. Pero ahora que lo retomo, creo que éste me deja una sensación aún más triste que "El candado…"… no sé.

- Mutis. Homenaje a dos cosas que adoro. Shakespeare y el "hecho teatral", es decir, me refiero más que a una obra en sí, a la magia de que unas personas finjan una historia para ti.

 

Eres tremendamente original con los argumentos sin embargo tienes tendencia a la narración en primera persona ¿y eso?

Pues no me había fijado, pero ahora, echando un vistazo veo que es verdad. No sé. De todas formas, en relación a eso te diré que me ocupo mucho de escoger el modo de escribir que más se adecua a la historia, y eso incluye a los narradores, me cansa un poco el clásico narrador omnisciente, y pruebo otros. En este libro, cada narrador es distinto.

Por ejemplo, en "Pubiscidad" y "Tal vez soñar…" empleo un extraño narrador que no he visto muy a menudo en otros relatos, vamos, no lo he visto nunca. Está en primera persona y en presente, tremendamente subjetivo. En "Baile de Máscaras" el narrador no interviene en la acción… pero luego la altera, o la cuenta a su modo como el clásico "cuento de ciego", con su panel de viñetas y su soniquete. En "Alicia...", ése que tanto te gusta, el narrador no participa hasta la mitad del cuento, ocultándote información a conciencia… cada historia tiene un modo apropiado de contarse, y es trabajo del autor, y muy duro, el encontrar el idóneo.

Pero no me gusta mucho hablar de esto y desmenuzar los relatos en sus aspectos más técnicos. Creo que a un cuento, o a una canción, o a una película, se debe enfrentar uno de un modo más visceral, sin atender al modo con que se ha producido. El placer que se obtiene así es mayor que cualquier sesudo análisis, que además, siempre será hecho de un modo más riguroso por un lector que por el autor.

 

No hay género que se te escape en el libro: humor, terror, ciencia ficción, erotismo… ni calificativos… ironía, burla, dramatismo, violencia… ¿Puedes con todo o es también una tendencia personal?.

Ya me gustaría poder con todo, ya… y espero que mi persona sea más "estable" que mis cuentos… :)

Creo que esta variedad a la que haces referencia es la característica más atractiva del género fantástico: no hay fronteras, no hay límites. Un puede contar lo que quiera, de cualquier modo, en cualquier tono, extremar las situaciones hasta los límites que uno mismo se ponga. En el fantástico cabe el humor, la crítica social, la aventura sin más, el cinismo, la sensualidad en cualquiera de sus grados y además cosas propias del género, como lo extraño e incalificable. Me gusta sacar partido de todo esto.

Pero uno es como es y no puede evitar serlo. Quiero decir, que de todo esto hay cosas que te "tiran" más que otras, y en mis historias se combinan muy a menudo el humor y lo siniestro y sórdido. De hecho así se alternan, casi, los cuentos en el volumen. Este gusto por lo oscuro y divertido a un tiempo tengo que reconocer que lo descubrí al preparar "En mares extraños". No es que no lo supiera de antes, pero según releía y rescribía los cuentos, estas tendencias se hicieron más patentes.

 

Una vez te pregunté si conocías a Poppy Z. Brite -por aquello de las influencias- y me dijiste que la conocías pero no la habías leído… ¿existe algún tipo de influencia que se me haya escapado? (por cierto, te recomiendo de ella "El arte más íntimo".).

Buenoooooo, llegamos al apartado de influencias :). Ni idea, de verdad, no creo que nadie sepa qué le influye y qué no. Sospecho incluso que la mayoría de las influencias que recibimos y manifestamos a la hora de escribir, no tienen que ver con la literatura.

Puedo decirte lo que me gusta, y que cada uno saque sus conclusiones. Pero no es tarea fácil porque soy bastante ecléctico, o casi ecléctico. La verdad es que cinco de cada diez cosas que leo son de género fantástico, pero leo de todo, desde Borges a Agatha Christie.

Por ser más concreto, te hablaré de cosas que me interesan en especial, pero teniendo en cuenta que dentro de un mes, o mañana, estos autores pueden haberme aburrido ya y estar a otra cosa. Un escritor al que sigo con voracidad desde hace unos años es un americano que se llama Chuck Palahniuk, ha escrito seis o siete novelas, la más famosa es "El Club de la Lucha", la de la película. La verdad es que no le considero un gran escritor, más que nada porque todo lo escribe igual, pero creo que es un tío capaz de inventar historias… no sé, "desasosegantes", si es que existe el palabro; no encuentro otro mejor. Lo recomiendo encarecidamente.

He leído mucho a Bret Easton Ellis, el de "American Psyco", así que mi lado gore puede venir por ahí, pero también puede venir porque me gustan grupos como danielmares2Marilyn Manson o SlipKnot… ¡yo que sé! (me desespera esto de las influencias, de verdad… :) ). Lo último que he leído y me ha gustado es un librito de Nick Hornby, el autor de "Alta Fidelidad" (muy recomendable). O sea, que salto del frío al calor con mucha facilidad.

Leo a Lope, a Shakespeare mucho, tengo una fascinación por el viejo ciclo Artúrico (nada de revisitaciones modernas), que creo que no se manifiesta nada en mis escritos. Dentro del fantástico: Dick, Gene Wolf, Tolkien (cómo no), Ballard, Aldis, Delani… o españoles como León Arsenal y Javier Negrete; creo sinceramente que hoy en día es aquí donde se está haciendo la mejor literatura fantástica.

Mi primer deslumbramiento literario llegó con los cuentos de Poe, y si me tuviera que ir a la arquetípica isla con unos libros, seguro que estarían varios de Kurt Vonegutt, mi autor predilecto, sin duda, cuando hace historias de género y cuando no.

No sé que más contar. Ah, sí, mi novela favorita, esa que lees una y otra vez, es "El retrato de Dorian Grey". Como al personaje, por ese texto jamás pasarán los años.

No sé si todo esto sirve para hacerse una idea de mis dichosas influencias, o habría que mirar en cine, música, cómic… quién sabe, pero me niego a analizarme, que me aburre mucho.

Y vale, vale. Me leeré a Poppy.

 

Una pregunta curiosa ¿por qué tus personajes tienen tanta mala leche?

Te aseguro que no tienen nada que ver conmigo, yo soy un pedazo de pan :)

En serio, me interesa mucho el "antihéroe", pero el de verdad, no la simple etiqueta. Me refiero a que por ejemplo, los personajes tipo James Dean, el buen muchacho incomprendido, no son antihéroes, son un chicos estupendos sumergidos en entornos mediocres. No me atraen los "chicos estupendos" (aunque reconozco que hacer un "chico estupendo" interesante es muy difícil, y cuando sale… es delicioso), esa clase de personajes que lo pasan mal, que son rechazados por un mundo que no les comprende, pero que en el fondo tienen virtudes por encima de lo normal. Me gusta más contar historias de tipos desagradables y malos, malos de verdad, pero capaces de conmoverte.

Supongo que en el fondo la mala leche es divertida, mientras se mantenga en las páginas de un libro.

 

La burla, el sarcasmo, la ironía, la farsa incluso… ¿son importantes?

Son útiles… y divertidas, como la mala leche :). Desde que el mundo es mundo y sus pobladores han leído historias, siempre las ideas han llegado más claras al lector si se sazonan con humor o sarcasmo. En los extremos de la burla, en la mofa cruel, en el escarnio del débil, existe siempre un oscuro placer que al más santo le hace disfrutar al tiempo que le avergüenza (a los "malos" ni les avergüenza), y está muy bien si se mantiene en el terreno de la ficción. Creo que fue Tarantino quien dijo una vez que una de las cosas buenas del cine violento es que puedes asesinar a setecientas personas en la pantalla de la forma más brutal, disfrutar a lo grande con ello, y luego irte a casa y dar a tus hijos un beso tierno; creo que eso es maravilloso.

 

He de reconocer que además de gustarme "En mares extraños" también me han gustado ciertos juegos que has hecho en ellos, algo que empieza en el mismo título y con tu propio apellido, pero empecemos por un título, "Pubiscidad" por ejemplo…

En lo de "En mares extraños" hay que apuntarle el tanto a Raúl, mi editor, a él se le ocurrió hacer un guiño con mi nombre. Cuando tienes un apellido que significa algo, te acostumbras a él y casi nunca piensas que la palabra tiene significado. Cuando me dijo que había pensado en hacer algo así para el título, quedé encantado, porque la tarea de encabezar una antología con algo que no sea: "Cuentos fantásticos" o "Alicia en el agujero y otros relatos de misterio…" es terrible. "Extraños" fue mi aportación al título. Tenía claro que quería esa palabra en la portada de mi libro, me gustaría definir así a lo que escribo: "literatura extraña", pero esto de la manía de las definiciones y las etiquetas es un tanto tonto (toma aliteración… y luego pretendo escribir :) ).

Como curiosidad te diré que soy un autor nada marinero, si te fijas, sólo en uno de los relatos aparece el mar (y sin embargo se llama "En mares extraños"… todo contradicciones…) Dejo el adivinar a qué cuento me refiero como pequeño acertijo bobo.

Vamos con "Pubiscidad". El título me vino en cuanto escribí la historia, otros cuestan, pero este fue muy intuitivo. No puedo contar mucho más sin desvelar la trama. Diré, eso sí, que aunque no se ve claro en los títulos seleccionados para este volumen, es verdad que soy aficionado a que tengan una sola palabra, deformada si es posible, que contenga toda la esencia de la historia en un solo vocablo y bla, bla, bla… De hecho, al margen de pedanterías, he jugado, y aún juego con la idea de hacer algo con un dibujo o símbolo como título (Dios mío!!! Eso último tenía un toque a lo "el artista antes conocido como Prince" :) ) o hasta publicar una novela sin título. No lo hicieron Led Zeppeling, ¿por qué no probar con libros?

 

¿Y qué me dices de ese juego con la calle Desolladero que aparece en dos de tus relatos? A mí ya me da pavor ese nombre.

En Madrid, mi ciudad, en su parte más antigua hay calles con nombres tan siniestros como éste y con curiosas historias que los acompañas. Ahí situé yo a mi Desolladero, en el Madrid de los Austrias, aunque la calle no existe… creo. Nunca la he buscado.

Pero esta repetición de escenario en dos de los cuentos, como tú muy bien has visto, me lleva a otra cosa. Creo que a todos los que escriben, alguna vez les pasa por la cabeza hacer una serie, cuentos con los mismos personajes, narrando las desventuras del héroe en mil peripecias. A mí me ha ocurrido esto en tres ocasiones, y en ninguna llegó a ser más que un intento. Lamentablemente, o no, creo que no me gustan demasiado las narraciones episódicas. Para mí las historias potentes, las que te llegan, son las que suponen un cambio radical (interno o externo) en los personajes que las viven. Cuando se trata de una jornada más en la vida del protagonista, por muy azarosa que sea, me interesa menos. No digo que me disgusten completamente, sólo me gustan menos, así que es difícil que cuente varias historias de aguerridos personajes acostumbrados a mil batallas, que viven una más para nosotros. Yo no quiero una más; quiero LA ÚNICA, la definitiva. Así que mis intentos de "sagas" han quedado en intentos.

De uno no hablaré, porque no aparece en "En mares extraños". Otro es "Gómez Meseguer y el ogro Santaolaya". Intenté que el tal Gómez Meseguer fuera el héroe de otros cuentos, pero como habrás visto, es muy difícil contar más historias tras ese final. Así que la serie se frustra tras el primer capítulo. Mi siguiente intento fue con Desolladero. Jugué con la idea de hacer una serie en la que el hilo conductor no fueran los personajes, sino un sitio, en este caso un teatro sito en la dichosa calle. Lo único que conservaría de cuento a cuento es el teatro (mi fascinación por el mundo de la farándula está ahí) y su localización, pero el edificio y sus circunstancias no serían las mismas. Sólo se conservaría el nombre y su aspecto "extraño", aunque el cariz que tomara esa extrañeza variaría en cada cuento. Llegué a escribir dos, que aparecen en este libro, y tengo a medio escribir un tercero. Una serie de dos y medio, bueno, no está mal…

 

Dani ¿cómo se puede saltar de la ciencia ficción más pura ("El último viaje del Holandés Errante" por ejemplo) al terror más cruel y al gore más puro ("Alicia en el agujero") y pasar por el humor sin darte contra la pared?

No sé cómo se puede, pero si no lo hiciera me aburriría mucho. No critico a los autores que escriben siempre en el mismo estilo y género, y van depurándose cada vez más, incluso algunos de ellos me gustan mucho. A mí no me va eso. Visto desde una perspectiva "profesional", uno debiera aprender a contar una historia "como es debido" antes de lanzarse a experimentos… yo no puedo, o no quiero.

Me temo que esto entronca con que el principal, el único motivo por el que escribo: para divertirme. Me gusta encontrar historias que exciten de algún modo mi imaginación, y la reiteración monótona está muy alejada de cualquier excitación, de imaginación o de cualquier otra cosa :). Así que cuando he escrito una historia sobre… doctores psicópatas en un hospital haciendo vivisecciones a enfermos terminales en busca del sustento fisiológico del alma, la siguiente que me apetece escribir es otra cosa sobre… el divertido y pueril enamoramiento de un ejecutivo por Betty, la mujer de Pablo Mármol en los Picapiedras, y como ésta acaba correspondiéndole… por poner un ejemplo.

(Espera, espera… esas dos tengo que escribirlas. Me pongo en un momento a ello y ahora continúo… :) )

 

Jajajajaa. La verdad es que tienes ideas de bombero, como las del protagonista de "Enseñando a un marciano" ¿o surgieron éstas mientras lo escribías? Te confieso que me partía de risa leyéndolo.

Sí, mi humor, ya fuera de los que escribo, habitualmente es tan fino e inteligente como el de "Enseñando a un marciano"… Me alegro que te rieras, he escrito mucho humor, pero siempre buscando más la sonrisa cómplice que la carcajada, este es el único caso de risa abierta, y no es fácil conseguirla.

Creo que ya he dicho que "Enseñando..." es mi "primer cuento", y en el fondo es un homenaje a todo el género fantástico, a la ciencia ficción más concretamente. En él se ven claros mis orígenes: un aficionado que un día dice, "a lo mejor puedo hacer yo algo parecido a esto que leo… o mejor…"

 

Torres, de "Campos de Otoño" ¿no estaba un poco salido y tenía muy mala leche o es una táctica para describir a ciertos personajes? (pues creo recordar que no es el único con ese carácter).

¿Cómo que un poco salido? Muy salido es lo que está el viejo inspector Torres, reflejo claro del autor… no es broma… o no…o… ¡yo qué sé! :).

Ya he dicho antes que los personajes así, antipáticos, los antihéroes, me interesan mucho y éste es un ejemplo claro. De todas formas Torres es un personaje que yo definiría como "bueno". Pese a dejarse llevar a menudo por sus más bajas pasiones (como casi todos los varones… bueno, y las mujeres también, sea cual sea su edad) y a tener un toque de crueldad, ese que tienen los niños cuando torturan insectos, es esencialmente honesto, bueno.

 

Ya, pero la mala leche no se la quita nadie :). Dani, si a mí no me gusta la ciencia-ficción y me ha gustado tu libro… algo no cuadra… ¿qué crees que puede ser? Es más… puede ocurrir con otros lectores…

Estoy seguro de que hay un buen número de relatos de ciencia-ficción que pueden interesar a lectores no aficionados al género, no un buen número, muchísimos. Creo que esta es la virtud de la Cf., la variedad. No toda la Cf trata de naves espaciales y marcianos verdes y grandes batallas siderales (yo adoro las grandes batallas siderales :) ). Existe un abanico muy amplio de temas y estilos dentro de ella, y en muchos casos roza y se confunde con la literatura general. enmaresextranosProbablemente yo, pero no sólo yo, hay muchos otros autores, cultivamos una ciencia-ficción en la que no hay mucha nave, ni mucho rayo láser ni ninguno de esos iconos propios del género que tanto ahuyentan al público general.

Pero esto es un mal propio de toda literatura de género, policíaca, de aventuras, de terror, Cf. o como sea. El lector de… digamos mainstream siente un prejuicio hacia las novelas de género (el prejuicio inverso también lo hay, y mucho, y es igual de malo a mi juicio). No digo que ese prejuicio no esté infundado; el aficionado devora cualquier texto donde aparezcan extraterrestres, o vampiros, o magos y espadas, sin tener en cuenta la calidad del mismo, yo soy el primero que he hecho cosas así. Mal está (o relativamente mal, que cada cual haga lo que quiera para disfrutar…), pero no se debiera olvidar que dentro de la literatura general también hay grandes bodrios escritos por plumas de renombre que se encuadernan en tapas lujosas y acaban vendiéndose como rosquillas.

Además el mainstream (me irrita hablar en "guiri" pero no encuentro otra palabra mejor para que nos entendamos) es muy egoísta con el talento. Quiero decir, que cuando una novela se convierte en un clásico, la "secuestra" para sí mismo, porque hay una idea generalizada, que el fantástico, o la novela del oeste o la novela negra (en esta última menos), no puede generar nada perdurable, es como una hamburguesa al lado de la "gran cocina". Así, "1984" o "Un mundo feliz", por poner dos ejemplos que todos conozcamos, se han convertido en dos clásicos de la literatura… pero son novelas de ciencia ficción, pese a quien pese.

Todo esto son pamplinas, lo sé. Lo importante es que una historia sea buena o mala, o mejor aún, que nos guste o no independientemente de su género (y de la calidad que le adjudiquen los críticos). En el fantástico hay mucho bueno, y especialmente en la producción reciente del fantástico español, eso debiera enorgullecernos.

 

Sin embargo el género en el que lo podríamos etiquetar es de Ciencia Ficción / Fantástico ¿no?

Sí, básicamente sí. Creo que he escrito sólo una cosa en toda mi vida que no pudiera encuadrarse la Cf. o el fantástico en general. De todas formas, en esta antología yo diría que hay cinco o seis cuentos de ciencia ficción, cuatro de fantasía o terror, y dos cuentos… raros, que no me atrevería a encuadrar. Como ves, para mí las fronteras no están muy claras, y no tienen porqué estarlo.

 

En tu recorrido literario has ganado algún premio pero me asombra la cantidad de veces que has sido finalista. ¿Estabas destinado a escribir?

No. Siempre me ha gustado escribir, pero tardé mucho en intentar publicar algo, simplemente por una mezcla de vergüenza y desinterés. La verdad es que si escribo, si publico quiero decir, es una circunstancia casual, jamás ha sido mi vocación la de escritor.

Es verdad que he quedado unas cuantas veces finalista en concursos y he ganado alguno, pero te aseguro que también son muchos en los que no me he llevado nada, afortunadamente esos no figuran en los curriculums :)

Siempre he sido muy aficionado a esto de presentarse a concurso, gracias, o por culpa de ellos, sigo intentando publicar cosas. Recomiendo a todo el mundo que empiece en esto de escribir que se presente a alguno, o a varios.

 

Sé que es casi como delatarte pero no puedo impedirlo…. Identifícate con alguno de tus relatos o personajes… :).

Uy, eso es muy difícil. Es posible que escriba para no tener que hablar de lo que escribo (y ahora llevo un montón de páginas haciéndolo… en fin), así que supongo que me identifico con todos los cuentos, más o menos. Todos han salido de mí y tendrán necesariamente algo de mí.

Con los personajes… espero que con ninguno. Seguro que, como digo, todos tengan parte de mí, pero espero que sea una parte muy pequeña y que esté muy enterrada. Mis personajes, (al menos los que salen en estos cuentos) no son gente agradable, yo no me iría de cañas con casi ninguno de ellos. Alguno puede que fuera divertido por un rato… pero en pequeñas dosis. No quiero intimar con ninguno de los de "Día de Gloria", ni con el animal de "Cuestión de Dignidad", y desde luego nunca querría ni cruzarme en la calle con ninguno de los personajes de "Alicia en el agujero". La Muerte aparece en "Baile de Máscaras", y supongo que antes o después tendré que hacerme amigo de ella… qué remedio :)

Hay uno… no es que me identifique con él, pero le tengo mucho cariño. Es Clara, la protagonista de "Un candado para la caja de Pandora". Creo que es una de las pocas buenas personas que salen en estas historias.

Ah, y está Gómez Meseguer… a ese tío si me gustaría conocerlo. Y ahora que pienso, el narrador de esa historia sí que tiene mucho de mí en algún aspecto…

 

Que conste en acta que Dani se ha identificado con una buena persona y con un tipo simpático :). Te ganas la vida con la informática ¿sueñas con vivir de la literatura?

No, nunca. No tengo ninguna intención de ser ESCRITOR, así con mayúsculas. Eso no quiere decir que rechace ganar dinero con mis historias, todo lo contrario, pero no me esfuerzo en conseguirlo, en tener una "carrera". Si la gente paga por mis cuentos bien, si no, pues qué se le va a hacer.

El profesionalismo, palabra con la que nunca me he identificado en casi nada, supone un montón de concesiones y servidumbres que no estoy dispuesto a hacer. Ni siquiera es algo consciente, no es una decisión vital ni nada por el estilo; es que no me sale.

No escribiré nunca nada, ni lo he hecho hasta ahora, porque sea lo que se vende, porque sea lo que el público necesite. No dejaré de hacer cuentos "raros" por el hecho de que no sean comerciales. No quiero que se me malinterprete, no es que vea nada malo en hacerlo, en procurar lo que los lectores demandan. Si uno quiere ser un profesional, tiene que hacer este tipo de cosas, y desde luego no hay nada de malo en tener en cuenta los gustos del público, todo lo contrario, eso es profesionalidad. Simplemente yo no tengo ninguna intención de ganarme la vida así, y por tanto me limito a satisfacer mis propias inclinaciones, exclusivamente. Cuando era niño y mis padres me preguntaba: ¿Qué quieres ser de mayor?, jamás respondí que escritor, y si me lo preguntas ahora, sigo sin querer ser escritor cuando sea mayor :).

Puede que mi mayor defecto sea este, que jamás pienso en el lector cuando estoy escribiendo, sólo pienso en mí (egoísta que es uno :) ). Aun así, hay a quien le han entretenido algunas de mis historias, y ese es el milagro que sigue sorprendiéndome en esto de crear algo: que eso que tú te inventas la intimidad, nacido de ti y para ti, pueda interesarle a otros.

 

Vuelvo a ser curiosa e indiscreta… ¿Cuál es tu pecado entre todos los distribuidos en "Alicia en el agujero"? :)

Ni idea. Vamos a ver uno a uno…

Avaricia: este no, seguro. Estoy peleado con el dinero. Además no me gusta ganarlo, como ya he respondido antes. Me gusta gastarlo, pero no ganarlo. Decididamente no soy avaricioso.

Ira: noooo, soy un cacho pan. Tendré mis momentos, como todo el mundo, pero la ira no me domina.

Lujuria: Éste sí, éste a todos ¿no? Éste es inevitable. Además tiene la peculiaridad de que queda bien. Cualquiera de los pecados capitales son duros de confesar con sinceridad. "Soy egoísta…", "soy muy envidioso…", esto nunca lo dice nadie, pero con la lujuria es distinto, dices "soy lujurioso…" y te dan palmaditas en lo hombros, y sonríen y dicen: "y yo…". Todo el mundo siente el aguijonazo de la lujurias seis o siete veces… por hora, e incluso algunos lo disfrutan :). Es inútil luchar contra ella, mejor someterse. El signo de nuestro tiempo…

Envidia: No, no soy envidioso. Éste es muy feo, e inútil. El único pecado capital del que no se obtiene placer alguno. Pensándolo mejor, algo tendré, por eso de que es el pecado nacional, y hay que hacer patria :)

Gula: Me gusta comer, mucho, pero no sé cuando esto se convierte en gula. ¿Comer sin hambre es gula? Entonces sí, aquí peco mucho, casi todos los días (si pudiera decir lo mismo de la lujuria… :) ). Mira, ahora que pienso, hay una curiosa diferencia entre la gula y la lujuria. Se puede comer sin tener hambre, en cambio con la lujuria… siempre se tiene hambre :)

Vanidad: No, nada vanidoso. Además me parece el más odioso de todos lo pecados, el más estúpido y despreciable, y el que menos me impulsa al perdón (vaya, en esto coincido con uno de los personajes de "Alicia…" y eso que he dicho que no me identificaba…). Este pecado tiene fácil remedio. El "Drácula" de Coppola decía más o menos así, con acento rumano: "Huya de estos vanos instrumentos de la vanidad humana…", refiriéndose a los espejos; todo lo contrario, nada como un espejo para acabar con la vanidad… a no ser que seas Brad Pitt, supongo.

Pereza: aquí está, éste es el mío. Soy muy vago, el tío más vago de España con seguridad. Sé que es algo muy feo confesarlo, pero en un concurso de vagos quedaría el segundo, porque me da pereza ganar… Soy así, me produce una pereza tremenda hasta lo que me gusta, como escribir. De hecho ya empiezo a cansarme de esta entrevista, a ver si vamos acabando :)

 

Necesito saber si ya estás manos a la obra con otro libro o te estás dejando llevar por tus otras pasiones, el cine y la música.

Pues me estoy dejando llevar por todas mis pasiones, de las que soy esclavo, pero entre ellas está la escritura, así que sí estoy escribiendo, creo que siempre lo estoy haciendo. Pero nada en concreto. Aunque no soy muy prolífico, danielmarescontinuamente estoy metido en algo, con mayor o menor intensidad.

Mi modo de escribir es muy caótico. Siempre estoy escribiendo, normalmente varias cosas a un tiempo, una idea allí, otra allá, al final todo ese desorden acaba uniéndose para formar algún cuento, o novela o lo que sea. Lo que nunca sé es cuándo se produce ese momento de sinérgico en el que decido que tengo una historia entre tanto papel emborronado. Puede ser mañana, en un mes o en un año. La disciplina a la hora de escribir, tan útil en éste como en otros trabajos, no va conmigo, qué se la va a hacer.

Y eso hablando de escribir, en cuanto a lo de publicar es otra historia muy distinta, y depende de demasiados cosas. Ni idea de cuando habrá otro libro mío en las estanterías, pero no hay prisa.

 

Dani, ha sido genial leer tu libro y hacer esta entrevista. El día que nos encontremos cara a cara y con tiempo, celebraré contigo lo que espero sea un éxito de ventas. Gracias por todo.

Gracias a ti, especialmente por leer mi libro. El que una persona coja una historia, lea la primera frase y decida seguir, y seguir hasta el final, empleando un tiempo precioso en meterse en un mundo inventado por otro, sigue siendo para mí un misterio, sobre todo si es una historia mía. Gracias por gastar tu tiempo en mí.

Espero haber sido ameno, y espero que muchos lean mis cuentos, y se olviden de las tonterías que he dicho aquí. Lean y saquen sus propias conclusiones. Si además disfrutan con mis historias, seré un hombre feliz.

 

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