Entrevista a César Pérez Gellida por Todo lo mejor
César Pérez Gellida es uno de los autores de referencia del género negro en España.
Tras trabajar en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual, decidió dedicarse en exclusiva a su carrera como escritor.
Su bibliografía la componen dos trilogías "Refranes, canciones y rastros de sangre" (Memento Mori, Dies Irae, Consummatum est) y "Refranes, canciones y rastros de sangre" (Sarna con gusto, Cuchillo de palo y A grandes males), y dos novelas de corte futurista: "Khimera" y "Konets". Todas ellas publicadas por Suma de Letras.
En 2018, publicó "Todo lo mejor", una novela ambientada en el Berlín de 1980 sobre la que charlamos con el autor.
ENTREVISTA
El protagonista tiene ojos saltones, la cara picada por la viruela y es experto en psicología criminal. ¡Me recuerda a alguien! ¿Por qué le elegiste a él como protagonista de tu nueva novela?
Era una cuenta pendiente que tenía que saldar. Carapocha es uno de los personajes que más dentro llevo y en su día tuve que prescindir de él porque estaba condicionando demasiado la trama. Sabía que algún día volvería, pero no cuándo.
En el primer capítulo de "Todo lo mejor" mencionas al BND, la CIA, el SIS, el KGB y la Stasi. ¡Menudo avispero! ¿Usaron estadounidenses y rusos a Alemania como tablero de ajedrez para la guerra fría?
Europa entera se convirtió en un enorme tablero de ajedrez, pero, sin duda, Alemania era la pieza más valiosa. Para ambos bloques era su dama, la que no podían perder bajo ningún concepto si querían seguir en la partida. Sin embargo, en la novela no hablo del conflicto entre ambos servicios secretos, hablo del enfrentamiento que existió al final entre la Stasi y el KGB.
¡Un informante de la Stasi por cada siete ciudadanos de la República Democrática Alemana! ¿Por qué realizaban una vigilancia tan férrea de la población?
El control interno de la población era una de las piezas claves de los servicios de inteligencia del bloque comunista, pero la Stasi se encargó de que fuera lo fundamental. Querían asegurarse de que entre los "suyos" no se daban filtraciones al tiempo que adoctrinaban con propaganda anti capitalista.
Al poco de empezar el libro leí un artículo en www.xlsemanal.com en el que se mencionaba lo siguiente: «desde 1992 se pueden consultar las actas de la Stasi con un aviso a quienes quieran "investigar" que pueden encontrarse sorpresas mayúsculas, como que sus vecinos, amigos e incluso su cónyuge se dedicaron a informar sobre su vida privada. De los seis millones de alemanes espiados, poco más de uno ha solicitado ver su ficha.»
¿Cómo podían vivir los alemanes de la RDA bajo el miedo constante a ser delatados y terminar en la cárcel?
No tenían otra opción, por lo tanto, te acostumbras o tratas de huir del país. Es cierto que se dieron casos dramáticos que han escocido hasta nuestros días, pero lo peor, sin duda, era vivir con la sospecha de que cualquiera podía ser un colaborado de la Stasi.
"Los españoles piensan con el corazón, la cabeza solo la usan cuando el corazón ha dejado de latir". ¿Crees que esa es la razón de que en España vayan las cosas cómo van?
Es parte de nuestra idiosincrasia. Los alemanes controlan mucho más la parte emocional que nosotros, pero no sabría decir si es la razón por la que en España las cosas funcionen como funcionan.
Sacas a relucir a Joachim Kroll, un terrible asesino en serie al que detuvieron porque se le atascó el inodoro. ¿Cómo pudo un hombre de su escasa capacidad intelectual mantener en jaque a la policía durante tantos años?
Es algo habitual. No es nada sencillo detectar a un psicópata porque su principal objetivo es continuar con su carrera delictiva. En España tenemos el caso del Arropiero, un tipo con escasa capacidad con un terrible historial de asesinatos a sus espaldas y que terminó en la cárcel cuando él quiso.
"En la República Democrática Alemana no hay asesinos en serie; en realidad, todos los países al este del telón de acero son inmunes a esa lacra imperialista.". ¿Pensaban realmente así o es una licencia literaria?
En los años 70, en EEUU, aparecieron muchos asesinos en serie que llenaban titulares en los medios de comunicación y el bloque comunista lo aprovechó para adoctrinar a los suyos asegurando que era propio de la vida licenciosa que proponía el capitalismo. En esos años, en la Unión Soviética actuaba Chikatilo, uno de los peores asesinos en serie de la historia, pero nunca lo sacaron a la luz.
El telón de fondo de la novela es la eterna lucha entre el comunismo y el capitalismo. Para ti, ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de las ideologías?
Visto en perspectiva, el comunismo no tenía posibilidad alguna de imponerse porque como idea económica no es viable. Ambas tienen pros y contras, la diferencia es que una es posible y la otra no.
En el libro mencionas el síndrome de Renfield. En relación con esta parafilia o trastorno que afecta a quienes se excitan con el consumo de sangre, ¿cuál ha sido tu inspiración? ¿Tal vez el vampiro de Gádor, uno de los más conocidos en la historia de España?
Existen muchos casos a lo largo de la historia. Ya hay documentación sobre vampirismo en el Antiguo Egipto. Ninguna parte del planeta ha sido ajena así que no fue complicado encontrar decenas de casos que pudieran alimentar mi imaginación.
En la nota de autor mencionas que 'Todo lo peor ya pasó', aunque esté por llegar. ¿Habrá nuevo libro en otoño?
En noviembre de este año llegará 'Todo lo peor' con algunos de los personajes de la novela precedente pero sin la necesidad de pasar por ella para poder disfrutarla. Ambas son auto conclusivas, pero se desarrollan en el mismo horizonte temporal.
A quiénes aún no se hayan atrevido a entrar en el universo Gellida, ¿cuál de tus novelas le recomendarías?
"Memento mori", sin duda.