Entrevista a Care Santos por "Habitaciones cerradas"

Care Santos nació en Mataró (Barcelona) en 1970. Estudió derecho y Filología Hispánica aunque inició una carrera periodística en el Diari de Barcelona, ABC y El Mundo -en el que aún colabora como crítica literaria-. Con 25 años debutó con un volumen de relatos, Cuentos cítricos y, con 15 años de carrera literaria a sus espaldas ha conseguido un reconocimiento firme tanto de crítica como de público.

Ha publicado seis novelas, otras seis recopilaciones de relatos, una veintena de libros juveniles, varias sagas infantiles y dos libros de poemas. Su obra ha sido merecedora del Ateneo Joven de Sevilla y del premio del Barco de Vapor, entre otros premios.

En 1997 publicó su primera novela, El tango del perdedor, dos años después vio la luz Trigal de cuervos que ganó el galardón de Algaida; y arrancó el milenio con Aprender a huir, a la que siguieron El dueño de las sombras, El síndrome Bovary, La muerte de Venus que fue finalista del Premio Primavera y Hacia la luz.

Ahora nos sorprende con su novela más ambiciosa, Habitaciones cerradas, una obra de silencios, de verdades no dichas, de sombras que escuchan tras la cortina; en definitiva, de habitaciones cerradas. Care Santos desgrana en este trabajo las miserias familiares de una insigne saga de la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX.

ENTREVISTA

Care Santos no debe de conocer el descanso, o es hiperactiva, que para el caso nos ofrece un resultado similar: más de cincuenta títulos a sus espaldas, un blog personal actualizado y coordinadora de contenidos para la página literaria La tormenta en un vaso; todo ello sin mencionar sus colaboraciones para el diario El Mundo ¿cómo te organizas en el día a día para escribir, documentarte, colaborar con otros medios y estar pendiente de tu familia (no había desvelado hasta ahora que Care es madre de tres niños)?

Conozco el descanso (aunque necesito dormir poco) y no soy ni he sido nunca hiperactiva, la verdad. El secreto es organizarse un poco y prescindir de otras cosas. Estoy en un momento que en mi vida no caben demasiados extras: o soy escritora o soy madre, ambas cosas a tiempo completo. Me tengo por una persona disciplinada y trabajadora. El resto lo hace la pasión. Es una enorme suerte dedicarse a lo que más te gusta. Todos los días doy gracias de poder hacerlo.

No todas las obras se escriben de la misma manera, y Care Santos sabe de lo que hablo porque su producción literaria abarca géneros muy dispares y públicos diferentes. Además, Habitaciones cerradas constituye un punto y aparte en su obra ¿Cómo te enfrentaste a la escritura de esta última novela?

Impresiona mucho lo de las 50 obras publicadas, pero novelas son seis, libros de relatos, otros seis. El resto son novelas para jóvenes y niños, de menor extensión, que me lleva menos tiempo escribir. Aunque Habitaciones cerradas es única en su especie -y espero que sea la primera de varias-, porque me ha llevado mucho tiempo, muchísimo esfuerzo y me ha dado muchos quebraderos de cabeza. A ratos pensé que no podría. Aunque ahora creo que valía la pena el esfuerzo, a ratos sobrehumano, que me llevó a escribirla.

Generalmente, un escritor tiene la suerte de poder elegir los temas sobre los que escribir. Eso le ofrece la posibilidad de poder documentarse y conocer a fondo aquellos que más le interesan. Sin embargo, parece que a ti te interesa… ¿todo?

Jajaja, no, no todo. Creo. Aunque es un problema ser inquieta por naturaleza, tienes razón. Yo tengo la impresión de que llevo muchos años dando vueltas a los mismos temas, mis monomanías -todos los escritores los tenemos- y que mi búsqueda es más bien la de cómo decir lo mismo sin que se note que es lo mismo. Hablando en serio, no creo que las preocupaciones verdaderas de la gente sean muchas. Las mías pueden contarse con los dedos de una mano. Las de la historia de la literatura, poco más.

¿Cómo surgió la idea de escribir Habitaciones cerradas, una novela densa, compleja y profunda, y tan alejada de los estándares de sencillez literaria a que nos tienen acostumbrados algunos autores que nos lo ofrecen todo "masticadito"?

Todo parte de una preocupación muy personal sobre la memoria familiar: queda muy poco de nosotros en las generaciones que nos suceden. No sabemos casi nada de quienes estuvieron antes. En un par de generaciones, la memoria de nuestros ancestros se ha borrado para siempre. Casi nadie es capaz de recordar el nombre de la mitad de sus ocho bisabuelos. Terrible, pero cierto. Eso está en la génesis de esta novela, mezclado con muchas otras cosas.

No debe de ser muy sencillo recrear un mundo real y hacerlo más real que la propia realidad hasta el punto de que el lector busca desesperado en internet a los personajes de tu novela ¿Cómo te organizas para no dejar ningún cabo suelto? ¿Qué es lo primero en este tipo de obras: los personajes, el argumento…?

Me gusta mucho el siglo XIX. A veces pienso que soy un error: yo pertenezco a aquella época y no a ésta. He pasado tantas horas en el XIX, como lectora, como devoradora de prensa de época, que no me requiere un esfuerzo recrear esa época.

Como autora de Habitaciones cerradas, explícale al lector por qué va a disfrutar enormemente leyendo tu última novela.

Hay mucho que leer y no se me da bien el autobombo. Prefiero que sea otro lector quien responda a esa pregunta, si no te importa.

Habitaciones cerradas es una obra de "boca a boca", de ésas que se recomiendan los lectores. Sé que la editorial confía en que ese "boca a boca" haga de la obra un best-seller pero, dejando aparte su aspecto comercial, ¿por qué este trabajo ha sido el más ambicioso de tu carrera literaria?

Es una novela formal y argumentalmente compleja, con muchos personajes y situaciones que requerían mi atención. No podía quedar un solo cabo suelto, y eso no era fácil en una obra construida con centenares de cabos.

La autora está muy pendiente de las nuevas tecnologías y por eso no solo las incorpora en su novela, sino que también promociona su obra en encuentros especiales para blogueros. Supongo que una promoción tan amplia te habrá dejado anécdotas interesantes ¿nos contarías algunas?

La promoción está siendo agotadora como otras pero muy especial. Por todas partes donde voy encuentro gente entusiasta del libro, y eso me hace muy feliz. En realidad, eso es lo que quiero cuando escribo: compartir mi emoción, contagiar de ella a mis lectores. Nunca hasta hoy lo había conseguido tanto. Ayer me paró un señor por la calle, en mi ciudad, y me regañó porque su mujer no le prepara la cena porque se pasa las noches leyendo mi novela. Me entraron ganas de decirle: me alegro haber sido el detonante de su entrada en la cocina, caballero.

No cabe duda de que el lado personal y humano de Care Santos está mucho más desarrollado que el profesional porque con solo mirarla te ofrece una sonrisa sincera. Entrando de lleno en ese nivel personal, ¿qué aficiones tienes?, ¿qué pequeños placeres te hacen sonreír?

Me encanta cocinar y a veces pienso que es mi talento mayor. Aunque los mejores ratos de mi vida actual los paso abrazando a mis hijos. Cinco minutos de abrazos de los tres me curan de todos los males.

Creo que mis últimas entrevistas siempre han finalizado con la misma pregunta, pero los lectores fieles de Care Santos sin duda la agradecerán: ¿qué nuevo proyecto tienes en mente?

Estoy tramando. De momento, mi nueva novela está en fase muy incipiente. He escogido ya los temas de los que voy a hablar, hay algún personaje perfilado y necesito perderme un par de semanas para comenzar a organizar la documentación. Confío en comenzar a escribir en otoño, si todo va bien.

Desde Anika Entre Libros te deseamos el mayor de los éxitos.

ver + Care Santos