Anika entre libros

Entrevista a César Pérez de Tudela por su obra

"Escalar y llegar a la cima es una experiencia del espíritu, es un mandato del alma"

Firma: Pilar López Bernués / Fotos: autor / Junio 2007

 

Presentar a César Pérez de Tudela es innecesario. Pocos son los que no han oído hablar de él, aunque sea de refilón, porque tenemos aquí a un personaje emblemático, allá donde los haya, no sólo por su indiscutible e intensa carrera alpina sino por sus trabajos como explorador, reportero, conferenciante y, entre muchas cosas más: escritor.

César Pérez de Tudela se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid en la promoción "real", es decir, la de S.M. El rey (1957-1958). Es también doctor en Ciencias de la Información y elegido CUM LAUDE por unanimidad, así como académico de la Real Academia de Doctores de España (2003) y socio de honor de la Sociedad Geográfica Española 2003. Contribuyó a la fundación y desarrollo de la Dirección General de Protección Civil, en el Ministerio del Interior, desempeñando los cargos de director de programas de salvamento y rescate en montaña, de los cursos de salvamento para bomberos y director de comunicación, información y publicaciones de Protección Civil durante toda la década de los ochenta...

 

 

ENTREVISTA

 

César.... Si sigo con la introducción nos "comemos" la entrevista (risas). Eres una persona conocida, especialmente, por tus escaladas, expediciones, exploraciones, conferencias y artículos, pero existe en ti una faceta más: la de escritor. Has publicado alrededor de treinta libros, la mayoría relatos de tus hazañas en la montaña, pero los hay también adolescentes, circunstancia menos conocida... ¿Me puedes hablar del César escritor?

Efectivamente soy persona conocida por mis expediciones y escaladas que, como sabes, fueron famosas. Pero solo soy conocido por las personas de alguna edad, ya que entre los menores de 50 años, solo saben de mi existencia un porcentaje muy pequeño.

Efectivamente he escrito mucho en medios (artículos y reportajes) y también libros. Me gusta escribir para poder contar lo que estoy viviendo y que mis vivencias puedan resistir el paso del tiempo. Me parece una obligación, una deuda hacia los demás; ya que yo necesité mucho este tipo de libros auténticos.

Mi faceta como escritor de libros juveniles llegó con motivo de algunas actividades mías que parecían cuentos fantásticos. Para contarlos utilizaba como pseudónimo mi título de barón de Cotopaxi, que poco a poco se ha ido perfilando y ahora es mi personaje, mi creación, mi personaje ideal, mi "alter ego". Estoy muy ilusionado con las aventuras que realizara en el futuro el barón, que hará también aquello que yo nunca pude realizar.

 

Leer un libro tuyo, o un artículo, no deja indiferente. Transmites pasión por la montaña por todos los poros y la conviertes en poesía, incluso al describir situaciones límite...

Para mí escribir o hablar (me gusta más lo segundo) es una labor de creación. Quiero expresar bien lo que vivo, utilizando lo mejor que pueda las palabras. Y ese buscar las palabras justas es también el "quehacer" poético: la poesía. Además creo firmemente en la misión del poeta, y veo que en todos los alpinistas, lo sepan o no, hay un fondo de poesía en sus realizaciones y en sus proyectos e ilusiones, incluso de poesía esencial o mística.

 

Antes de pasar a comentar algunos libros, César, me gustaría conocer tu opinión acerca de la escalada deportiva, para mí es algo muy distinto del "alpinismo" como esencia...

La escalada deportiva nació en el alpinismo y en los escaladores que teníamos que entrenarnos también en pequeñas piedras, para perfeccionar técnicas y movimientos. Luego poco a poco fue siendo un espectáculo y con ello fue separándose de la escalada de montañas, en las que la cima es el objetivo fundamental. A mí me interesa actualmente poco el aspecto deportivo del alpinismo y sólo trato de captar la "vivencia del ser".

 

César, en alguna parte escribiste algo así como "El alpinista responde al prototipo de esforzado, poético y valiente" ¿Es la pasión por alcanzar las cumbres más difíciles un reflejo de una búsqueda interior?

Ahora, después de 50 años en la senda abrupta de las montañas, sé que el alpinista se busca a si mismo. Conocerse es el conocimiento fundamental del hombre, el primer conocimiento. A pesar de ello la mayor parte de los humanos mueren sin saber quiénes fueron. Conocerse es un privilegio de los que llegan una y otra vez a la cumbre.

 

Tengo aquí algunos libros tuyos que he rescatado de mi biblioteca. Les he quitado "el polvo", no son recientes, pero no por ello menos interesantes. Hay una guía de escaladas a Montserrat con dibujos hechos por ti. Y ahí aparece otro "César": el dibujante. ¿Cuándo hacías esos esbozos que han servido de ilustración a muchas de tus obras? ¿en mitad de una escalada, partiendo de material fotográfico...?

Me educaron de niño en el mundo del arte, de la pintura, del dibujo y mi pasión por las montañas y su filosofía me separó de esta educación, Siempre dibujo al natural, mirando a las montañas, o mirando a las personas. Antes nunca llevaba cámara fotográfica y hacía el dibujo del perfil de la montaña que iba a escalar, como en el Cáucaso en la primera expedición española al Elbrus y especialmente al difícil Uschba.

 

Otro libro que tengo por aquí es "Mi lucha por la montaña". Está escrito de forma visceral, atrayente y poética, yo diría que con el corazón, que es como sueles expresarte también cuando hablas. Desenterrar viejos volúmenes a veces deja al descubierto determinadas situaciones. Ocurre con los libros como con la música, te trasladan al Ayer y al "momento aquel". ¿Y sabes qué estoy recordando? Te lo voy a contar: Con diez u once años yo deseaba ser alpinista con auténtica pasión y cesarperezdetudelaarrastraba a todo el que se ponía por delante. Durante unas vacaciones en una aldea de Huesca, el pueblo de mi padre, una amiga y yo le pedimos al cura la soga del campanario de la iglesia y nos la dio. Cuando íbamos más contentas que unas pascuas a "escalar" (puedes contar que se trataba de un terraplén o poco más) los hombres del pueblo nos la quitaron afirmando que la cuerda no era del cura si no de los parroquianos. Heridas en nuestro amor propio, porque querían impedir a toda costa nuestra aventura, decidimos ir a escalar pero sin cuerda... Bueno, César, después de esta parrafada ¿podrías hablarme un poco de ese libro? Alguna anécdota que te evoque... ¿Hay algún recuerdo especial en "Mi lucha por la montaña"?

Mi libro "Mi Lucha por la Montaña" recoge mis artículos publicados en la revista Peñalara -la más antigua de España- durante 15 años, hasta 1969, año en el que me separé de Peñalara. Eran escritos auténticos y sentidos llenos de ingenuidad. Cerré ese periodo con mi escalada a la "norwand" la terrible pared norte del Eiger que pude superar, y que fue el gran hito de mi vida alpinística. Antes y después del Eiger.

 

Has estado en el Aconcagua varias veces, creo que tres pero dos en solitario, corrígeme si no es así. En uno de tus libros "¿Qué pasó en el Aconcagua?" nos refieres la primera expedición en la que participaste. Pasaste seis días solo, perdido, sin víveres ni saco de dormir y afectado por el puna... ¿Cómo viviste esa primera experiencia con momentos tan críticos?

En el Aconcagua he estado cinco veces, la última buscando a un español que desapareció allí, un médico cardiovascular muy deportista. Estuve tratando también de recuperar mis fuerzas tras el infarto que sufrí en 1992, escalando el Everest dirigiendo la expedición de la Universidad Complutense de Madrid.

Efectivamente mis vivencias en el Aconcagua son extraordinarias. En 1970 tenía que haber muerto. Estuve cinco-seis días bajando por la vertiente SO, entonces totalmente desconocida, sin saber por donde iba, dominado por las alucinaciones. Fue una sobrevivencia excepcional y milagrosa.

Luego en una ascensión solitaria, mi tercera ascensión a la cima, para hacer una entrevista a Fernando Garrido, viví también un suceso "sobrenatural" extraordinario que narro en mi libro "Cinco Montañas Solo" de Desnivel.

 

César, ¿tiene alguna relación el puna con lo que conocemos como "mal de montaña", o ese tipo de alucinaciones son típicas de los Andes?

Se dice que los fenómenos de alucinaciones son típicos de los Andes centrales, y que no se deben exclusivamente a la hipoxia producida por la altitud, propia de cualquier montaña alta, sino a otras circunstancias menos conocidas como la influencia de rayos cósmicos y ultravioletas, las radiaciones lumínicas etc. A ello tradicionalmente lo llaman la "puna".

 

En otra expedición posterior al Aconcagua estuviste de nuevo en situación límite, dices en tu web que llegaste a ver el túnel de la muerte, ése del que tantas referencias existen ya...

Si, a esa experiencia "sobrenatural" me refería antes, que narro en ese libro citado. Fue algo extraordinario. Escalaba por la derecha de las "Canaletas" muy cerca de la cumbre, cuando de pronto sentí que ya no podía más (a veces en el Aconcagua se siente más la altura que en montañas de 8000 metros)

Tal era mi estado que me tumbé en una repisa para esperar el tránsito, encomendándome a "mis muertos", personas que traté y estimé, desparecidos normalmente en montaña, y les pedí ayuda. Vi ese "túnel" del que algunos hablan. Fue una experiencia única.

 

César... He cogido como base para esta entrevista un libro al que le tengo un aprecio especial: "S.O.S. en el Naranjo de Bulnes". Yo destacaría dos rescates impactantes en los que participaste. El primero la recuperación de los cuerpos de Berrio y Ortiz, despeñados casi al llegar a la cima por la cara Oeste, en cuyo caso habrían sido los primeros...

"SOS en el Naranjo de Bulnes" fue un libro muy sencillo en el que contaba unos sucesos que yo había vivido y que no quería que se olvidaran. Recuerdo cuando me descolgué por el precipicio de la pared oeste del Naranjo, de una vieja cuerda que rozaba las rocas, para bajar en busca de Ortiz y Berrio. Me acompañó después Pedro Udaondo, que ha muerto por caída en estos pasados meses en los Picos de Europa que él tanto recorría.

El rescate de los cuerpos de Berrio y Ortiz y el rescate de Lastra y Arrabal, necesariamente son unos acontecimientos muy importantes en la historia del alpinismo español. Ambos forman parte de mi vida.

 

El otro rescate, el de Lastra y Arrabal, atrapados varios días en una repisa, en pleno invierno y en condiciones climáticas adversas movilizó a la élite montañera de entonces para correr en su ayuda...

Sí, efectivamente. Fue como te digo el tema importante de los medios de comunicación de aquellos tiempos: portadas, telediarios, nodos, editoriales de periódicos... Mi persona tuvo en esos días de 1969 y de 1970, mucho protagonismo, ya que yo era la persona que buscaban los periodistas para entrevistar y que les contara lo ocurrido. Son un recuerdo imborrable.

 

El diario de Gervasio Lastra es estremecedor, a mí me impactó en lo más profundo. ¿En aquella época existían cuerpos del estado preparados para ese tipo de rescates? Porque, en definitiva, fuísteis los propios montañeros los que lográsteis salvarlos...

En aquellos tiempos no existía ningún organismo con personas capaces de realizar los rescates en montaña. Los alpinistas y escaladores más entrenados formábamos lo que se denominaba "Grupos de Rescate en Montaña" e interveníamos siempre que ocurría algo en la montaña, incluso cuando algún avión se estrellaba en las montañas (en mi libro "Crónica alpina de España" narro alguno de estos hechos e intervenciones)

 

También a partir de ese espectacular y complicado rescate hubo quien intentó establecer una normativa para ir a la montaña, idea que combatiste. ¿Se puede normalizar una actividad (digo actividad, no deporte) como la montaña? ¿No es acaso una forma de vivir superándose, disfrutando de la libertad personal de elegir?

La Sociedad está llevando el Derecho a la Montaña. Ya lo dije yo que soy, desgraciadamente, el iniciador de esta especialidad jurídica. La montaña ya no es ese terreno al margen de la sociedad, en donde la plena libertad es posible, ahora todos son parques nacionales y naturales en donde te señalan por donde cesarperezdetudela1debes pasar, y están llenos de prohibiciones. Hemos ganado en seguridad y comodidad, pero poco a poco vamos perdiendo la libertad hasta en las mismas montañas.

 

Ya que estamos con ese libro "S.O.S: en el Naranjo de Bulnes" ¿Qué significa "El Picu" en los ambientes montañeros? ¿Es la montaña más bonita de España?

El Naranjo es el gran símbolo del alpinismo español. Una gran montaña de roca de difícil acceso.

 

César... ¿Podrías referir brevemente la historia de la conquista del Naranjo?

La historia del Naranjo ya empieza a ser muy larga, más de un siglo de escaladas, rescates y vivencias, con algunas de ellas que parecen cuentos. He escrito un libro que supongo aparecerá pronto: "Mitos, cuentos y leyendas del Naranjo de Bulnes" en el que mi personaje, el barón de Cotopaxi, cuenta a unos jóvenes la historia del Naranjo, y en él trato de resumir los grandes hechos de esta montaña, entremezclando las vivencias auténticas con otras imaginarias.

 

El alpinismo se ha modernizado, ahora hay mejores materiales, menos cumbres a conquistar... ¿Se ha perdido parte de su romántica belleza?

Sí, el alpinismo de hoy ha perdido parte de su romanticismo, igual que la sociedad en la que vivimos. Ahora estamos en una época dominada por el materialismo. Hay solo consumo, mucha corporeidad y poco espíritu. Pero volverá a predominar el alma sobre el cuerpo, igual que domina la conciencia a la materia. Ahora todo está supeditado al hedonismo, que es materialismo. Todo está regido solo por la razón, falta idealismo y con el, la poesía, la mística y la metafísica.

En estas reflexiones me encuentro actualmente. Escalo para captar las "vivencias de la conciencia", lo que grandes filósofos, como Bergson y Hüsserl, llamaron método fenomenológico, un método filosófico científico que conduce al conocimiento. En ello estoy; y sigo escalando montañas entusiasmado para poder describir esas "vivencias" y demostrar que sólo somos nuestra conciencia. Al final el racionalismo siempre es superado por el romanticismo y la metafísica. Lo demás sólo es deporte.

 

¿Cómo explicarías tú a los lectores, no montañeros, esa poderosa atracción hacia las montañas, ese afán de ir allí pese a las dificultades, las incomodidades y, por supuesto, sin medallas?

Escalar y llegar a la cima es una experiencia del espíritu, es un mandato del alma.

 

Casi en relación con la última pregunta: Cuando a Mallory le preguntaron por qué deseaba subir al Everest su respuesta fue "Porque está ahí". ¿Qué habrías respondido tú?

Yo habría dicho, como te decía antes, que obedezco un mandato de mi espíritu. Mi respuesta creo que está más meditada, es más científica que la de Mallory.

 

Ya que nos hemos ido a Mallory... Él y su compañero Irwine desaparecieron en el Everest, no se sabe a ciencia cierta si llegaron a la cumbre o no, de ser así habrían sido los primeros, y hay opiniones para todos los gustos ¿qué crees tú?

Creo que ni Mallory ni Irving llegaron a la cima. Se cayeron posiblemente en el 2º escalón.

 

César... Sufriste un infarto en el Everest y años después otro. ¿Es esa cima una aventura pendiente pese a tu impresionante carrera alpinística?

Sí, tengo pendiente el Everest o el K2. No sé si podré llegar a estas cimas después de mis infartos, y por ello he escrito "El Lama Milarepa", un libro mío que me gustaría que pudieses leer (ya está agotado) El barón de Cotopaxi alcanza la cima viviendo sucesos fantásticos llenos de metafísica. Moribundo y a punto de morir puede bajar en parapente hacia el Tíbet y seguir sus aventuras (Ahora querría hacer realidad esta novela)

 

¿Qué opinión te merecen las expediciones comerciales?

Bueno es un reflejo como tantos otros de una sociedad materializada; y una posibilidad para muchos alpinistas que quieren más lucir la "marca" que alcanzar su propio "ser", que es la verdadera finalidad del alpinismo. El Himalaya se ha convertido en la escalada de los "ochomiles" en las que la ayuda de sherpas, cuerdas y campamentos impide el desarrollo y la práctica del verdadera alpinismo.

 

Creo que ahora andas con el proyecto "Trece volcanes"...

Sí, estoy subiendo volcanes. Son montañas muy interesantes: las primeras montañas de la Tierra.

 

¿Y libros? ¿Tienes alguna obra entre manos o prevista a corto plazo?

Tengo pendiente de editar "Mitos, cuentos y leyendas del Naranjo", "Aventuras del barón de Cotopaxi en las selvas de Papua", y un libro que estoy tratando de terminar, que espero se titule: "Patagonia Trágica" (CerroTorre y Monte Sarmiento), que quiero dedicar a mi compañero Fernando Martínez, que murió en 1976 en nuestra tentativa de escalar el Sarmiento.

 

Ya para terminar, César, voy a referirte una pequeña anécdota: La primera vez que un grupo de tres chicos y yo, con catorce años, fuimos a escalar con material (nada serio, una roca de Montserrat que no debe tener ni nombre) el que iba en cabeza se dispuso a clavar un pitón, no recordaba cómo hacerlo y nos pidió el manual, que le pasamos atado a una cuerda. Cuando llegué yo, que era la última, al estribo que colgaba de esa clavija, ésta se movió; entonces uno de mis compañeros bajó hasta mí, se quitó su seguro y me lo puso, quedando él completamente desasegurado... (mejor no te explico la de chapuzas que hacíamos cuando no teníamos ni un triste cursillo de escalada). Ese pequeño detalle, no obstante, no lo he olvidado nunca... ¿Crees que la cálida solidaridad que se vive allá arriba es la que capta de forma total a un amante de la aventura?

Efectivamente. Nos sentimos cautivos de la aventura con todo lo que encierra de amistad, solidaridad y epopeya.

 

¿Te gustaría añadir alguna cosa más?

Nada más, amiga Pilar. Ha sido un gusto responder este cuestionario. Muchas Gracias. Te deseo también a ti mucha suerte. Abrazos de César P. de Tudela

 

Bueno, César, ni que decir tiene que ha sido para mí un honor poder entrevistarte y charlar un poco de montaña mientras repasábamos algún libro. Muchísimas gracias por tu tiempo y por aceptar esta entrevista. Te deseo toda la suerte del mundo en tus próximas aventuras que, estoy segura, sólo terminarán cuando ya veas de nuevo el "túnel" y te quedes al otro lado.

 

ver +  César Pérez de Tudela

 

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