Anika entre libros

Entrevista a Alejandro Palomas por "El cuaderno del mago"

"Quería compartirme, por primera vez, a través de mi literatura, quería compartirme, quería mostrarme, quería decir “yo tengo algo que contaros directamente, y quiero que me escuchéis”"

Firma y fotos: Anika Lillo / Enero 2008

 

Alejandro Palomas estudió siempre en colegios religiosos, quizás por ello hay cierta implicación sentimental (o antisentimental) en la educación de culpabilidad que recibió, de ahí que "El cuaderno del mago", sin ser un libro en contra de la religión, si dé la máxima importancia a no sentirse jamás culpables de nada y aceptar la felicidad. Por medio de un libro de relatos que incluyen reflexiones y algunas sentencias del autor, viajamos en distintos vagones de un tren donde nos cuentan historias de un alto nivel emocional. Hablando con él descubriremos, con su talante pausado, hasta qué punto se implicó en estas historias y el por qué de sus reflexiones.

Alejandro Palomas se licenció en Filología inglesa por la Universidad de Barcelona y obtuvo un M.A. in Poetics en el New York College de San Francisco (EE.UU). Ha colaborado con diversos periódicos, ha traducido a autores como Katherine Mansfield, Willa Cather, Oscar Wilde, Gertrude Stein o Jeanette Winterson entre otros. Dirige la colección "Pérfidos e Iluminadas" de Ediciones El Cobre. Ha publicado las novelas "A pesar de todo", "El tiempo del corazón", por la que fue elegido Nuevo Talento Fnac en 2002, el libro de relatos "Pequeñas bienvenidas" y la novela publicada "Tanta vida" (mr ediciones). El segundo volumen de la trilogía de esta última que llevará por título "Ojos de invierno" será llevada al cine por la directora y presidenta de la Academia de Cine Ángeles González-Sinde, con guión del propio Alejandro y producida por Filmax.

En esta ocasión hablamos del mencionado "El cuaderno del mago (donde aguarda la felicidad)"; nos encontramos en el Astoria y, no sé por qué, enseguida reconozco que él es el autor de este libro a pesar de la confusión de personas que hay en el salón del hotel. Es delgado, habla despacio, pausado, da la impresión de ser frágil, pero lo que más llama la atención es su interés por escuchar, ser escuchado y compartir experiencias y sensaciones.

 

 

ENTREVISTA

 

Para ir conociéndote, Alejandro, además de filólogo, traductor y escritor ¿qué más te acerca a la literatura práctica -como la describe mr (martínez roca) o de autoayuda?

¿Sabes qué pasa? Yo no encuentro que esto sea un libro de literatura práctica, así lo definen ellos pero a mí no me lo parece. A mí me parece un libro de literatura de reflexión más que de literatura práctica. ¿Qué es la literatura práctica? Yo no lo entiendo. A mí me parece que es un libro de acompañamiento en la reflexión

 

Tú eres novelista, en el 2002 fuiste elegido Nuevo Talento Fnac ¿qué te hizo abandonar por un tiempo las novelas para escribir un libro como este?

Mira, te seré muy sincero, y aquí me la voy a jugar un poquito. Yo viví una muerte muy cercana de un niño muy querido. Era un niño al que yo quería mucho y murió a los seis años de leucemia, y ahí se me paró al vida. Todavía no lo tengo muy bien encajado. Pero a partir de ahí decidí o sentí que necesitaba contarle algo a este niño, lo que él no iba a conocer nunca, sobre lo que yo entendía por "vida", que era lo que él prácticamente no había tenido. A partir de ahí decidí "voy a contarle lo palomas1que a mí me gustaría que él hubiera sabido, lo que él se ha perdido".

 

Para alguien que, como yo, no lee este tipo de libros (excepción de "El caballero de la armadura oxidada" que no es del todo igual) ¿hay aportaciones personales propias en "El cuaderno del mago"?

En "El cuaderno del mago" hay una muy muy muy grande implicación propia en todo. Es realmente el libro en el que yo más me he implicado de todos los que he escrito. Es el libro más Alejandro Palomas de todos los que he escrito, en serio.

 

Contar cuentos, fábulas, hechos reales ¿son el ejercicio ideal para acercarse a los lectores que rehúsan este tipo de libros -vamos a llamarlos "de reflexión"-?

Fíjate que no fue algo que yo me planteara a priori, y realmente así trabajo siempre: yo nunca me planteo qué es lo que voy a escribir, me pongo delante del ordenador y empieza a salir. De hecho, escribo muy rápido, y este libro lo escribí rápido como todos. No tardé casi nada en escribirlo. Me encerré en una casa y estuve escribiendo hasta que lo terminé. Y fue una locura, emocionalmente muy intenso; fue muy complicado escribirlo porque me iban llegando voces y mensajes, y muchas cosas que yo tenía que ordenar en mí, y que de repente me di cuenta de que quería "hacer llegar a alguien", supongo que a este niño pero, a partir de este niño, a todo el mundo.

Quería compartirme, por primera vez, a través de mi literatura, quería compartirme, quería mostrarme, quería decir "yo tengo algo que contaros directamente, y quiero que me escuchéis".

 

Personalmente me encanta el enfoque del libro respecto al tren que vamos a coger y los vagones en los que entraremos; pero ¿crees que todo el mundo será capaz de dejarse ayudar, porque en cierta forma tú sí que dejas algunas sentencias que se supone que te tienen que ayudar, o siempre habrá quien no lo necesite?

Bueno, yo no sé si siempre habrá quien no lo necesite, siempre habrá quien se resista a algunas de las sentencias que están aquí porque muchas de ellas son complicadas, o sea, requieren un compromiso personal y hay mucha gente que no está dispuesta a dar nada más. No todo el mundo está preparado para lo mismo, no todo el mundo vive un momento vital igual… Hay gente para la que este libro funcionará en este momento y hay otras personas para las que funcionará dentro de cinco años. Depende del momento vital en el que estés. Es un libro que depende mucho del momento vital en el que uno esté.

 

Por lo que yo he podido comprobar libro puede leerse igual como libro de cuentos: ¿Qué me dirías si te dijera que "El cuaderno del mago" sería igualmente válido sólo como libro de relatos por las emociones que transmite y la intensidad de los mismos?

Te voy a responder a esto porque a mí también me fascina muchísimo. Hay muchas librerías que colocan "El cuaderno del mago" en Literatura, a pesar de lo que se anuncia en el libro, y si tú lo pides lo encontrarás en libros de cuentos, no en Libros de autoayuda ni Libro Práctico… sino en Literatura y te lo venden como libro de cuentos. Y en realidad me parece precioso que sea un libro de cuentos.

 

Las historias, tengo que reconocerlo, a mí me han fascinado.

Yo tenía mucho miedo con las historias porque tengo escrito un libro de relatos que no tiene nada que ver con éste, y yo no sabía que podía hacer esto: a mí me sorprendió, yo soy el primer sorprendido.

 

Una curiosidad… ¿creaste o elegiste cuentos para darle sentido a tus sentencias o algunas ya existían y se adaptaron a ellas? Cuéntame cómo es el origen de este nacimiento o de esa unión.

¡Ay! -exclama y se queda en silencio medio minuto- no lo sé. Fue todo un contínuo, fue muy poco pensado, y esto es lo que para mí tiene gran valor en este libro, que no me planteé escribir relatos y luego reflexionar, si no que vino. Empecé escribiendo un relato y de repente me hizo reflexionar y seguí escribiendo sobre este relato.

 

Esa sería la segunda parte, la reflexión de la que hablamos. O sea que es un libro instintivo.

Absolutamente. De hecho todo lo que yo escribo es instintivo. Cierto, sí.

 

En cada vagón encontramos un objeto relacionado con el cuento ¿su significado es del todo simbólico?

Sí.

 

¿Crees que la gente está necesitada de autoestima? Es mi reflexión al leer el libro.

Bueno, yo no sé si la pregunta es si nos queremos poco. Yo creo que nos queremos mal, que es distinto. Creo que nos queremos muy mal porque no se nos educa para querernos y creo que esto realmente tendría que ser una de las asignaturas básicas de la educación general, el aprender a querernos, aprender a respetarnos y aprender a reconocernos como lo que somos. Creo que esto tendría que ser básico.

  

Pero ¿desde dónde tendría que empezar ese aprendizaje?

No tendría que ser un enfoque ni laico ni religioso, tendría que ser un enfoque totalmente psicológico.

 

Pero ¿desde la familia… desde dónde? Porque lo que tú estás diciendo me parece muy bien sin embargo no veo cómo se puede conseguir si no es la propia familia la que te está dando valor a ti como persona para que te quieras.

¿Sabes lo que pasa? Sería una situación utópica. Yo entiendo que hay muchas familias a las que se les denomina familias desestructuradas, en realidad creo que todas las familias están desestructuradas porque el concepto de "familia" yo no acabo de entenderlo.

La familia es una institución madura, que uno reconoce en la madurez, que uno fabrica con la videncia, que uno escoge, que uno elige… tiene que ser una elección consciente, no algo impuesto, como la religión que es algo impuesto desde pequeño y que nadie elige. Es como tantas otras cosas que nos imponen y que tenemos que desestructurar conforme vamos avanzando en la vida. De hecho la vida se convierte en un proceso de desaprendizaje cuando tendría que ser lo contrario.

No lo sé, yo creo que somos muy poco libres. Nos educan en la falta de palomas2libertad y estamos constantemente haciendo de la vida un intento por ser libres cuando es algo que tenemos por derecho propio.

 

¿Qué hace que se necesite este apoyo..., la falta de amigos que te aconsejen bien, el mundo en el que vivimos, un cambio evolutivo confuso…? ¿O una mezcla de todo?

Yo creo que es una mezcla de todo. Creo que es ganas de que nada cambie. Creo que en el fondo estamos viviendo desde hace muchísimo muchísimo tiempo una nube muy conservadora. Hay un interés palpable de que las cosas no cambien y el ser humano tiene miedo a los cambios, y ese miedo es el que nos paraliza y nos tira hacia abajo constantemente. Tenemos que luchar mucho para eso y por lo tanto estamos muy cansados.

 

¿Por qué crees que ser felices nos crea un sentimiento de culpabilidad?

Yo creo que precisamente por eso, porque no estamos acostumbrados a que se premie el ser feliz. ¿Tú cuantas veces has oído eso de "Quien triunfa es porque ha tenido que pisar mucho a alguien"?

 

Lo he oído, pero yo no estoy siempre de acuerdo (estoy pensando en ese momento que arribistas siempre hay, no nos engañemos).

Yo no estoy nada de acuerdo, pero no es mucha gente la que no está de acuerdo. Quien tiene mucho dinero es porque ha tenido que estafar… yo no estoy de acuerdo, no va así la cosa, yo no entiendo así la vida.

  

Yo suelo alegrarme por la persona a la que le va bien.

Claro, y es que cuando tú te alegras de que a alguien le vaya bien estás proyectando tantas cosas de ti en esa persona, está reconociendo en esa persona muchas cosas de ti, y eso habla muy bien de ti. Y eso te alimenta de alguna manera, y esto es lo que nadie nos dice y lo que a mí me gustaría que la gente supiera: que el éxito y la felicidad de los demás es la tuya.

 

Al respecto… Haces un silogismo que termina de una forma poco positiva: "Todo ser humano sólo merece, en el mejor de los casos, nuestra compasión. ¿Por qué? Porque todo hombre y mujer solo o sola, sufre" ¿No sería mejor hacer un silogismo positivo desde el principio?

Pero yo creo que digo eso para luego decir que no es así.

 

Sí, lo sé, pero también se puede decir de una forma positiva directamente.

Bueno, mi planteamiento en el libro es "esto es lo que normalmente escuchamos", o sea esta es la estructura que nos meten en la cabeza. Yo creo que es todo lo opuesto a esto. La soledad para mí es una bendición. Sobre todo, para mí Isla Soledad, es el Paraíso, y yo he escogido mi soledad, la escojo a diario y para mí es mi fuente de felicidad máxima.

Y esto de hay que tener penita de los que están solos, me parece terrible, me parece espantoso.

 

Es que fíjate… vamos al tema de la soledad, porque es que no estoy muy de acuerdo con lo que he leído y a lo mejor lo he entendido mal… ¿Por qué crees que la soledad necesitada conscientemente -es la que estamos hablando ahora, la que queremos- es producto de un desorden o desarreglo? ¡No te imaginas lo que necesito yo a veces esa soledad para disfrutarla! Explícamelo.

Yo sigo pensando que lo que digo es "esto es lo que nos están diciendo". A mí me parece todo lo contrario, absolutamente todo lo contrario. Yo realmente soy un guerrillero en defensa de la soledad. Para mí es una bendición.

 

Precisamente en el relato en el que se habla del tema de la soledad y la necesidad de estar acompañado, tu protagonista sólo es consciente de lo que realmente quiere y siempre soñó, cuando se encuentra definitivamente solo (Isla Soledad) Estamos hablando de eso ¿no?

Sí.

  

En "El cuaderno del mago" da la impresión de que quieres eliminar el sentimiento de culpa ante cualquier sensación o hecho realizado en la vida del ser humano ¿hasta qué punto esto es así?

Yo creo que la culpa es tan mala consejera… No podemos ser culpables de lo que no somos culpables. No podemos culpabilizarnos constantemente de nuestros errores ni de nuestros aciertos…

A ver si nos aclaramos, no podemos culpabilizarnos de todo y sobre todo no podemos dejar que se nos culpabilice, por ser felices, por estar solos, por tomar decisiones, por no tomarlas… Yo creo que la culpa es el gran mal de este siglo, el vivir bajo la amenaza del "si digo que no haré daño, si digo que sí, también". Entonces ¿qué hago… qué pasa... que siempre voy a estar metiendo la pata, que siempre me voy a tener que estar excusando por vivir? No puede ser. No quiero más.

 

Creo que es momento ya de preguntarte ¿qué es, para ti, la felicidad?

Mira, creo que la felicidad es la capacidad de elegir libremente lo que quieres ser en cada momento. La libertad de elegir.

 

¿Realmente crees que sólo hay dos cosas contra las que nadie puede? Según tú, el amor y la verdad. ¿No entraría aquí el inevitable proceso de la muerte?

La muerte es algo -a mi entender- contra lo que no hay que poder porque es inexorable. La muerte no es una decisión, no podemos decidir, todos nos vamos a morir, y eso es tan difícil de entender y de asumir… de nuevo, no estamos educados para eso.

Esto ya no lo vamos a poder cambiar por lo tanto yo ya no me lo planteo, yo quiero vivir con la muerte, y quiero vivir sabiendo que nos vamos a palomas3morir, y quiero hacer de eso una experiencia bendita

 

¿Se puede vivir sin abrazos, sin besos, sin cariño…? ¡Qué calidad de vida tendríamos sin todos los mimos…!

¿Se puede vivir? A ver, se puede vivir estando muerto (sonríe)

 

¿Pero muerto emocionalmente o muerto físicamente?

Sí, se puede vivir estando muerto emocionalmente ¿pero eso es vida? Yo creo que todos necesitamos abrazos, todos necesitamos interacción, sobre todo para evolucionar y para generar generosidad, para generar cosas, generar errores, generar ritmo, vida… Hay que fructificar, hay que dar frutos.

  

Da la impresión de que algunas historias que nos cuentas son reales, que las conoces de primera mano ¿es así?

Sí.

 

¿Son todas o solamente algunas?

Hay algunas que son reales toda la historia, hay otras que el núcleo de la histora es real y que yo he ficcionado, y hay otras que son de algo que yo he pensado y lo he convertido en historia pero no ha ocurrido.

A ver, yo tengo la teoría de que si lo escribo es porque en alguna parte del mundo ha ocurrido. La energía está ahí.

 

Yo no sé si la experiencia de la señora que acaba llorando ante el abrazo de la osa puede ser verdad (sonrío, es inevitable) pero es emocionante, eso sí que te lo tengo que decir, aunque sea simbólico.

¿Sabes qué pasa? que yo me ha dado cuenta, justo con esa historia, de lo importante que son los animales para mí, del cariño animal. Yo tengo un perro al que adoro. Siempre había querido tener un perro desde muy pequeñito y nunca lo había podido tener porque mi padre no quería que tuviéramos animales en casa, y desde que yo, por fin, pude tener un perro y tuve las condiciones para tenerlo y empecé a vivir este cariño animal, este amor animal que yo siento por él y él siente por mí, ha abierto muchas puertas en mi vida.

A mí personalmente el abrazo de esa osa y esta historia de esta mujer me emociona mucho, muchísimo.

 

Es que son historias muy intensas y muy emocionantes, lo digo en serio... Me ha gustado especialmente el resultado -y aquí me creo del todo tus comentarios que vienen después- del relato sobre el cuerpo enfermo, "Enferma el cuerpo triste". Esto daría pie a creer que aquellas personas que luchan con ánimo y no entristecen aun estando enfermas tienen más posibilidades de curarse ¿no?

Yo me planteo un poco qué es la curación. Tenemos que ver qué es la curación… a ver… te voy a contar una cosa.

Yo tengo una enfermedad, tengo síndrome de fatiga crónica, entonces paso temporadas que realmente… bueno, estoy en cama con mucho dolor en el cuerpo y lo paso bastante mal, o lo pasaba bastante mal, hasta que entendí que son épocas en las que necesito estar mucho conmigo mismo.

Yo era incapaz de estar conmigo mismo, era incapaz de parar y de recogerme, hasta que tuve el primer brote de esta enfermedad -que fue terrible- y con el tiempo he aprendido a bendecir esto, porque son señales que me da el cuerpo, dice "Alejandro, tienes que parar, no podemos más" (sonríe), es como mi amigo, dice "Alejandro, no podemos más, ahora tenemos que parar"… y son mis procesos de mayor creatividad y de mayor sanación personal. Tengo una perspectiva: al principio duele y cuesta, pero luego el dolor es como un compañero, me acompaña el dolor físico.

 

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Eso es lo que te quería comentar, que he oído en alguna ocasión que del dolor te tienes que hacer "amigo" porque convives con él por obligación.

Exacto, exacto. Es como un compañero de piso, al principio no es fácil, pero luego lo entiendes como algo simbólico, y el dolor… bueno, hay cosas para mitigar el dolor. En este caso, en esta enfermedad, pocas, es un dolor difícil porque te duele todo el cuerpo y es muy complicado, te hace dependiente de algunas otras cosas y de personas, cosa que en mi caso que soy muy independiente y soy muy reacio a recibir ayuda..., pero me ha ayudado a ver que necesito de los demás también, cosa que bendigo.

 

Desmitificaríamos los milagros religiosos pero en cierta forma sí estaríamos creyendo en los milagros personales ¿no?.

Yo creo que hay milagros personales, yo creo que somos capaces de hacer muchísimos milagros. Sí, yo creo que tenemos una capacidad para generar "lo-incre-í-ble", que si fuéramos conscientes realmente del 5 % de esta capacidad, ni estaríamos como estamos ni el mundo estaría como está.

 

Hay una frase en tu libro que quiero leer y que comentemos. Dice así: "no tardaron en convencerte de que tu felicidad, vivida como tal -esto es, en plenitud consciente-, resultaba a la larga inversamente proporcional a la infelicidad de quienes te rodean." A mí esta sentencia me parece terrible…

Es terrible.

 

¿Y tú crees que es así como nos están educando desde que nacemos?

Yo creo que sí, creo que hay una parte de esto básicamente porque es una forma de control. Es decir, tus actos influyen en tu entorno, influyen en los demás. Ten cuidado por ser demasiado feliz… y aquí nos estamos moviendo en un tipo de educación religiosa muy determinada. Claro, hay que vivir de este tipo de educación religiosa. Piensa que en este país, hasta hace muy poquito, la educación religiosa era básicamente la mayor parte de la educación, y es un poco esto de la culpa… vamos a lo mismo: No seas demasiado feliz o si eres demasiado feliz no te olvides de que hay gente que sufre mucho ¿sabes? No te subas mucho mucho mucho la felicidad (sonríe) porque esto te desapega de la gente que sufre, lo cual es mentira. Sé feliz, y harás feliz a la gente. Esto es lo que yo creo.

 

Esto de lo que hemos hablado se refiere al relato del oftalmólogo y la chica que se queda ciega, o sea que los "tiros" van por un lado concreto, sin embargo, cuando la leí yo sólo pensé que esa sentencia me recordaba a la "envidia": es infeliz quien te rodea porque tú eres feliz. Además suena tan egoísta… ¿No te lo habías planteado de ese modo?

No, no se me había ocurrido * pero bien es cierto que es muy difícil que quien exuda o irradia felicidad no provoque envidia. Es muy difícil, pero eso es algo muy extraño -creo yo- porque ¿cómo se puede envidiar la felicidad? A ver, entiendo la envidia de obtención de cosas materiales, éxitos materiales, pero la felicidad es algo tan personal, tan íntimo, es algo tan propio de la persona, y hay una felicidad por cada persona que existe… no puedes envidiar la felicidad de alguien porque nunca será como la tuya.

* (porque él planteaba la situación desde una perspectiva de culpabilidad religiosa)

 

Te expongo un ejemplo: una persona que envidia el tener una familia como otra; ya no hablamos de algo material, hablamos de tener hijos y marido.

Pero ahí estás envidiando una familia, no estás envidiando la felicidad, porque tienes una carencia; hay partes de tus carencias y en realidad lo que haces es proyectar carencias. No estás envidiando nada, en realidad lo único que haces (sonríe) desgraciadamente es dejar a la vista tus propias carencias.

 

Dices que debemos evitar sentirnos culpables de haber hecho daño a alguien, que no somos responsables, pero yo no estoy de acuerdo del todo. Entiendo que debemos perdonarnos ¿pero eliminar de nuestra conciencia las posibles consecuencias del mal que hemos hecho cuando sí somos responsables de ello…? Creo que de eso deberíamos aprender.

Sí, pero yo no creo que lo que deba quedar es la culpa porque yo creo que la culpa no te permite avanzar, ni te permite tomar conciencia de nada. Lo que sí tienes que aprender es la responsabilidad, no la culpa. No te sientas culpable porque no vas a ayudar a nadie sintiéndote culpable, siéntete responsable y madura. Y si tienes que pedir perdón, pide perdón y te hará muy grande pedir perdón, pero siéntelo, siéntete consciente de ese perdón que tienes que pedir y ten las narices de pedirlo.

 

Estoy de acuerdo. ¡Y yo te iba a meter caña!

(Risas)

No, pero está muy bien, a mí me encanta. Me encanta que lo hayas pensado.

 

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En "La historia de Lucía y Sara"… aquí te voy a picar un poquito (me río)

¡Perdona! De "La historia de Lucía y Sara" te voy a contar una cosa muy curiosa porque yo escribí esta historia, y luego conocí a dos amigas que se llamaban Lucía y Sara, y les había pasado una cosa muy semejante. Todavía estoy… vamos… Perdona que te haya interrumpido.

  

Nada, tranquilo. En "La historia de Lucía y Sara" cuentas el proceso de volver a nacer, esto es, cuando te libras de un accidente mortal. Ambas lo entienden como una señal, una se va a recorrer mundo porque la vida es corta y la otra se queda. Ambas eligen libremente qué hacer con su vida ¿por qué menosprecias la elección de vivir de otra forma considerándola una huida cuando ha elegido libremente salir de su pueblo y vivir de otra forma?

Bueno, en primer lugar yo no creo que la menosprecie.

  

A lo mejor la palabra es otra, pero sí es cierto que es como si le dieras valor a la que se queda y en cambio aquella que se ha ido, consideras que ha huído, pero no que ha "elegido libremente". Yo creo que ha elegido libremente.

¿Tú crees que ha elegido libremente? Yo no estoy muy seguro de que haya elegido libremente porque elige demasiado rápido. Enseguida ella decide que se va porque en este pueblo nunca va a poder ser quien… y ella "ya es". Ella "ya es" tanto en este pueblo como lo será viajando. Ya somos.

Luego están las decisiones, tú puedes decidir viajar, puedes decidir la aventura como tú quieras vivirla, pero la huida no la hace mejor. Cuando ella llega, lo hace como una mujer muy vivida, con muchas experiencias, pero llega al mismo sitio al que ha llegado la otra.

Yo no digo que uno sea mejor que el otro, digo que, al final, las dos tienen que enfrentarse a esta ventana *, tienen que llegar otra vez a lo mismo, que los procesos que vivimos, la forma en que los vivimos, son millones de formas, y me parecen fantásticas todas pero creo que lo importante es llegar ahí y ser consciente, y reunirte con aquello a lo que tienes miedo. Da igual que tardes cincuenta años, da igual, no importa, pero ese reencuentro con esa parte de ti, esa finitud de vida, eso tiene que llegar y tiene que hacerte mejor.

* (la ventana nombrada forma parte del relato)

Y la generosidad de la otra que le guarda la habitación y le dice "somos amigas, y aquí estoy, ven cuando quieras, te esperaré todo el tiempo…"… Lo que me interesaba muchísimo era el amor de amigas sobre todo, que para mí es el amor más bonito que existe, el amor de amigos, porque es el amor más libre.

  

Desde luego parece que esté en contra de tu libro pero no es así, sólo quiero aportar una visión diferente, porque yo lo entiendo de una forma y tu intención quizás era otra.

Pero eso es lo bonito.

 

Por ello preferiría que termináramos con unas palabras tuyas que hagan entender al lector por qué siempre habrá quien sepa aprender o sacar de tu libro lo que has explicado, o quien, como yo, se mantenga en desacuerdo -que es lo hemos hecho aquí en unos pequeños rifirafes-, sin que por ello perjudique a la obra o al lector.

¿Pero tú crees que tú y yo estamos muy en desacuerdo?

 

(sonrío) No, pero ahora te diré por qué… porque cuando lo leía tenía una concepción de lo que estaba leyendo, y hablando contigo se entiende de otra forma.

Bueno, mira, yo creo que lo importante de "El cuaderno del mago" son dos cosas para el lector: una, el lector que lo acepta y que fluye muy bien con el libro, y otra, el lector que crea resistencias.

Yo lo que quiero es provocar en el lector un espejo, y que sepa realmente a qué crea resistencias, o con qué fluye, y que a partir de ahí reflexione. Yo creo que, si como te pasa a ti, ves qué resistencias te crea, te conocerás muchísimo mejor, que también es otra forma de llegar adonde yo quiero llegar. A mí sólo me importa llegar a eso, me da igual el camino y me da igual lo que tarde.

 

Esto es una forma de autoanalizarse.

Claro.

 

Yo lo hago mucho.

(Risas)

Se te nota, se te nota, pero es que a mí eso me encanta, yo también lo hago mucho, y por activa o por pasiva, yo lo que quiero es que mi lector o lectora se pare un momento, y se escuche, y se observe y vea que "esto me provoca una resistencia ¿por qué?". No importa lo que yo escriba, lo que importa es él o ella. Y qué es lo que crea este libro en él o ella, que lo investigue un poquito, cinco minutos al día, nada más.

 

Pues hasta aquí hemos llegado.

Pues encantado.

 

A continuación seguimos hablando fuera de micro porque aún quedaban cosas que decirnos… como por ejemplo que este libro que comienza hablando de un tren y sus vagones a los que vamos a entrar. Yo empecé su lectura justamente en el tren camino a la capital. En aquel momento me pareció una curiosísima casualidad.

Al final no le metí tanta caña como suponía aquella misma mañana cuando llegaba al hotel donde le entrevistaría y lo cierto es que conectamos bien y fue muy agradable discutir con tanta tranquilidad acerca de dos puntos de vista tan distintos que, al final, parecían confluir en un mismo camino. 

 

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