Embrujo de espinas

Opinión:

Este libro está considerado como autoconclusivo, aunque existe una secuela en forma de historia corta determinada como 1,5 y disponible en inglés bajo el título "Mysteries of Thorn Manor".

La historia se centra en Elisabeth, ella vive en la Gran Biblioteca de Summershall, allí pasa los días siendo aprendiz de alcaide junto a su amiga Katrien. Pero los libros que contiene no son normales, sino que son peligrosos grimorios con magia propia, creados por poderosos hechiceros hacedores de magia demoniaca que, con la mínima provocación, pueden transformarse en monstruos letales de tinta y cuero.

El inicio del libro es atrayente, te atrapa y quieres saber más tanto de las Bibliotecas como de los Grimorios y su funcionamiento.

La narración es muy fluida, parece que estás viviendo la historia a través de los ojos de Elisabeth. Ella pasa por tantas cosas y tantas pruebas que dudas si lo logrará. Por suerte, va recibiendo ayuda de sus amigos y, junto con su fuerte ímpetu, irá resolviendo y superando las cosas.

Os muestro un ejemplo de la resistencia de nuestra protagonista (página 212):

"-(…)¿Por qué no te rindes de una vez?
Ella lo miró. ¿Eso hacía la gente? ¿Rendirse y ya está? ¿Cuando en el mundo había tantas cosas que amar, por las que luchar?
-No puedo -dijo, apasionada-. Nunca podré."

Al principio de la historia el destino hace aparecer en la vida de Elisabeth a Nathaniel y Silas, un hechicero y su sirviente, con los que en un primer momento no se lleva demasiado bien, pero que a medida que se vayan conociendo verá que algunas ideas preconcebidas que tenía no son del todo reales. He de decir que me he divertido mucho con la dinámica entre ellos tres y su evolución a lo largo de la historia, en un primer momento Elisabeth siempre estaba pensando lo peor, Nathaniel le seguía el juego con sarcasmo y Silas con su natural elegancia manejaba las situaciones a su antojo sin que nadie se diera cuenta. Os pongo un ejemplo (página 37):

"-Venga -insistió él, impaciente-, que no te voy a convertir en salamandra.
-¿Puedes hacer eso? -susurró Elisabeth-. ¿En serio?
-Por supuesto -respondió él (…). -Pero solo convierto muchachas en salamandras los martes. Por suerte para ti, es miércoles, que es el día que bebo sangre de huérfano en copa para cenar.
Hablaba muy serio. Al parecer, no se había fijado en la túnica de Elisabeth, que la señalaba como aprendiza y, por tanto, huérfana por defecto."

Debo añadir que a lo largo de la historia hay ligeras incoherencias en el sistema de magia, tal vez debido a que la protagonista y narradora no la utiliza y explica según lo que ve, por ese motivo sería interesante conocer la historia de Nathaniel y Silas desde su punto de vista para poder completar y entender mejor ciertos temas que aparecen en el libro.

A su vez, aunque en la historia aparecen elementos ya utilizados en otras novelas, como grimorios, espadas, cadenas de hierro, demonios y hechiceros, la autora les ha dado un toque personal y ha sido entretenido de ver, sobre todo los peculiares grimorios.

El libro desarrolla ciertos conceptos como las ideas preconcebidas, creer lo que nos cuentan los demás o los estereotipos, y a lo largo de la historia aprendemos junto a la protagonista a tener nuestras propias opiniones y a descubrir nosotros mismos como es la realidad.

Hay ciertas pinceladas de amor en la historia, pero no llega a más debido a la interrupción constante de los sucesos de la trama. Me habría gustado ver cómo se desarrolla la relación en el futuro.

Es una novela que te calienta el corazón y te hace sonreír mientras la lees, así que ya sabéis, si os gustan las bibliotecas, la magia, las intrigas y sabotear complots, esta es vuestra historia.

Aglaia