El incidente Darwin 4

Opinión:

El cuarto tomo de "El incidente Darwin" sigue teniendo algunos problemillas con las caras de perfil, pero se va notando mejoría en ese aspecto (algunas de las caras ya se ven mejor y las narices no son tan extravagantes) y el resto del dibujo sigue estando tan bien hecho y detallado como en los tomos anteriores.

Después de los acontecimientos del tomo anterior, lo normal hubiera sido que nuestro protagonista de poderes extraordinarios se lanzara a una espiral de venganza. No obstante, Charlie no es un humano corriente, sino un humancé, y nos sorprende cuestionando el concepto de venganza y reflexionando sobre sus mecanismos. No se va a lanzar a lo loco: es más racional que todo eso. Necesita buscar respuestas y necesita neutralizar la amenaza no por vengarse, sino para que no sientan la tentación de volver a hacerle daño. Debido a eso, a que como humanos contamos con lo impredecible de los sentimientos, nos sorprende y no podemos anticipar qué pasos dará a continuación.

Por otro lado, los últimos acontecimientos han desencadenado cambios en Charlie: ha llegado a su periodo de adolescencia, que hasta entonces parecía ralentizado, y parece que sus habilidades están por encima de los valores habituales. Además, se empieza a plantear a Lucy no solo como una amiga, sino como compañera de apareamiento, y no se anda con rodeos a la hora de hablarlo con ella, cuyo pequeño secreto sale también a la luz.

En su nueva situación también le vemos en otros contextos sociales donde rompe moldes y sigue cuestionando los valores humanos, siempre desde una actitud de curiosidad, calma y apertura que choca con la hostilidad de algunos. No obstante, sí que pierde un poco los nervios al final de este tomo, cuando se hace una revelación sorprendente e inesperada que puede cambiar muchas cosas en el rumbo de esta serie.

La verdad es que Shun Umezawa tiene un don para finalizar los tomos con un cliffhanger de infarto que te deja con ganas de querer devorar el siguiente en cuanto salga, estoy deseando saber por dónde continúa la serie.

Déborah F. Muñoz