El gran hotel de las emociones

Opinión:

Lidia Brankovic artista, ilustradora y escritora publica su primer álbum ilustrado "El gran hotel de las emociones". Un libro que surge de sus propios viajes emocionales con el que trata, de una manera muy simbólica y cálida, de dar respuesta a la gestión emocional.

A través de la directora y gestora del Gran Hotel, quien tiene un papel metafórico con nuestro propio cuerpo, podremos descubrir catorce emociones diferentes, las cuales tienen su momento de presentación, mostrando las sensaciones que causan cuando se presentan y cómo se deben transitar durante su estancia desde el respeto, la paciencia y el amor.

La autora emplea un vocabulario muy accesible, una delicadeza inigualable, mucha dulzura y pequeñas dosis de humor para dar vida al Gran Hotel.

Durante este peculiar recorrido, la protagonista dirigirá al lector por las diferentes estancias y localizaciones que se hallan en el interior del hotel, explicando su uso y cómo ha aprendido a usar cada espacio, basándose en experiencias anteriores, para gestionar el trato con ciertos clientes conflictivos como la ira, la culpa o la tristeza, entre otras.

Cada página está impregnada de un halo de dulzura que se hace patente con su ilustración. De colores vivos se representa cada emoción, de tal forma que se pueda facilitar su reconocimiento, mientras que los paisajes, ambientes y fondos se muestran más oscuros dando prioridad a los personajes.

Las ilustraciones, a cargo de la propia autora, son muy representativas, delicadas y llamativas. Es fácil de apreciar el amor puesta en ellas para su creación y la intencionalidad de transmitir cada emoción.

El recorrido por el libro es sumamente didáctico, Lidia describe con gran profundidad cómo nos afectan las emociones a través de la metáfora del hotel, en donde unos seres de aspecto extraterrestre van y vienen a su antojo, trayendo consigo cambios diarios por su fuerte temperamento, animando a otros amigos a registrarse e incluso a valorar cómo han de ser tratados para tener una mejor estancia.

Sin duda alguna, "El gran hotel de las emociones" es un álbum muy imaginativo, gentil y profundo que poder analizar y comprender desde diferentes niveles.

Personalmente, me ha encantado no solo por su diseño pedagógico, sino por la sensibilidad que desprende al tratar la gestión emocional a través de la validación y el transitar de cada una de las emociones sin distinguir buenas o malas ayudando a entender mejor la naturaleza de cada una.

Recomiendo abiertamente este álbum a todos los lectores, sean grandes o pequeños, pues estoy segura que cualquiera que se acerque al libro sacará un aprendizaje al mismo tiempo que disfrutará de la lectura.

Marisa Costa