Dos chicas en los confines del mundo

Opinión:

"Dos chicas en los confines del mundo" es una historia basada en un mundo en el que cada cierto periodo de tiempo (supuestamente dos mil años) se producen una serie de tormentas que finalizan con una gran inundación que anega toda la tierra. En esta ocasión, la inundación se produce ochocientos años antes de lo esperado, por lo que ningún reino está preparado para lo que ocurrirá: apenas hay barcos, ni provisiones para que las personas que puedan tomar uno se alimenten y beban durante un año entero.

El libro comienza cuando Natasha, la líder de las Bailarinas Reales, escucha a escondidas que ellas no estarán en uno de los barcos. Eso le genera un gran conflicto, no solo porque desde muy pequeña ese ha sido su espacio seguro, el lugar en el que sobreviviría no solo a las inundaciones, sino también a la miseria. También se debate entre compartir el secreto con sus compañeras, y desmoralizarlas o incluso arriesgarse a que la compañía se disuelva antes de tiempo.

Por otro lado, Ella, la amante de la hermana del rey, que fue asesinada por orden suya, viaja a la ciudad en compañía de la tía del monarca con la idea de infiltrarse entre las bailarinas y matarle. Ha entrenado duro y solo necesita una oportunidad para cumplir su deseo, aunque sabe que no sobrevivirá al regicidio y, por tanto, la inundación es lo que menos le preocupa.

La narración alterna los puntos de vista de ambas protagonistas, que se sienten tan similares que a veces no sabes de quién es, y eso que viene indicado. Las dos inevitablemente se enamoran, aunque nada en sus escasas interacciones (que casi en su totalidad son por motivos laborales) explica el porqué del enamoramiento más allá de una atracción que sienten la una por la otra. Cuando el rey (que es atractivo pero muy poquita cosa en cuanto a carácter) anuncia que se casará con una mujer del reino, se complica un poco más la parte sentimental, porque Natasha, decidida a sobrevivir, se convierte en una de sus pretendientes.

Tampoco he sentido que llegara a conocer a ninguna de las dos (mucho menos a los secundarios), y hay pinceladas del pasado de ambas que no se desarrollan lo suficiente, así como esa magia sutil relacionada con la naturaleza y las antiguas leyendas, nada que ver con la religión estatal, que pugna por imponerse a la fuerza y tiene por líder al hombre más poderoso del reino.

Sorprende, por otro lado, que las escasas esperanzas de sobrevivir de la mayoría de la población no generen un estallido inmenso, quedándose en pequeñas escaramuzas y tensiones. O que nadie sienta urgencia por buscar alternativas de supervivencia o formas de detener lo que está pasando. Todo va demasiado lento y los personajes siguen con sus vidas por pura inercia aceptando sin más la situación.

El final es abierto, pero resulta apropiado para las leyendas que ha ido planteando a lo largo de la trama y me habría encantado si todo lo demás se hubiera desarrollado más y no hubiera quedado en el aire algún que otro cabo suelto.

Vamos, que es una novela entretenida con un planteamiento muy original, aunque se queda corta en desarrollo y el romance es muy forzado.

Déborah F. Muñoz