los pesimos ejemplos de dios segun la biblia

Opinión:

Conozco el nombre de Pepe Rodríguez desde hace muchos años, de ver las portadas de sus libros (también he leído alguna entrevista o la he escuchado, artículos, etc...) y siempre me pareció que escogía temas inteligentes a la par que polémicos. Entre otros que ya tiene publicados se encuentran “Pederastia en la Iglesia Católica”, “Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica”, “El poder de las sectas”, “Adicción a sectas” (de hecho lo tengo como un entendido en ambas materias), “11-M: mentira de Estado” o “Masonería al descubierto”.

Con “Los pésimos ejemplos de Dios” vuelve a la religión, y sin duda ataca pero gran sentido de la observación y más razón que un santo, y es que el Antiguo Testamento está absolutamente lleno de estafas, robos, alabanzas a la criminalidad, loas al asesinato, al infanticidio, al proxenetismo… es una absoluta inmoralidad lo que Dios dijo. Por tanto ¿se puede creer en Dios? Pues quien crea en él más le vale agarrarse a la opción de que Dios es energía pura y amor porque todo lo que cuenta el Antiguo Testamento es pura bazofia.

Pone de los nervios, revuelve el estómago y hasta hierve la sangre leer lo que Dios dijo como sentencias, la famosa “palabra de Dios”, esa que se ha ocultado para que no sepamos cuáles son las raíces del catolicismo ya que, de saberlas, no acudiría “ni dios” a la iglesia.

Es curioso, Pepe Rodríguez, con todas las historias seleccionadas (¡ojo! En realidad hay más de 4.300 versículos de violencia y muerte) ha sido demasido fino en sus apreciaciones. Aun utilizando la sorna a veces, la crítica -y bien argumentada- y la ironía, lo cierto es que se ha quedado corto ante cualquiera que leyera este libro pensándose solo, sin compañía… ¡La de tacos que muchos soltarían escuchando las barbaridades que Dios dijo e hizo! ¡Y esto según la Biblia!.

Pongo como ejemplo y sin dar detalles, por ejemplo, que se premiara al hombre que cuida de dos visitantes desconocidos y prostituya, a cambio, a sus hijas, para que los visitantes no tuvieran problemas. ¡Premios para los más infames violadores, violentos y criminales!

Sinceramente, leyendo este libro quedan pocas ganas de creer en el Dios de la Iglesia Católica. Nos han dejado sólo lo más bonito, las fábulas que pueden tornarse cuentecitos al gusto, y han escondido la raíz.

Opto por que la Biblia, el Antiguo Testamento y cualquier otro fueron obra narrativa de unos cuantos tipos misóginos, bastante cabrones, manipuladores y soberbios que pretendían liderar al mundo mediante la fe, el miedo y falsas promesas. Opto por ello porque de creer que este Dios amenazante existe y dijo esas cosas, mejor cambio de dimensión.

Dejadme únicamente poneos algunos títulos de capítulos para que podáis imaginar el contenido:

- Capítulo 4. Dios consideró hombres justos a quienes ofrecieron a sus hijas o esposas para ser violadas por la chusma.

- Capítulo 7. Dios consideró a las mujeres como objetos de cama y pillaje, aptas siempre para recibir castigos ejemplares.

- Capítulo 12. Dios fue inmisericorde cuando reguló la esclavitud, mató a cientos de miles, ordenó masacrar a innumerables inocentes y lanzó terribles maldiciones sobre su grey.

Para qué seguir…

He de admitir que lo que más gracia me ha hecho de ciertas opiniones de lectores que he leído por ahí, es que acusan a Pepe Rodríguez de todo lo que pueden, sólo porque descubre ante el mundo la clase de personas que están descritas por los textos sagrados (no por él) y que se describen prácticamente a si mismos por sus “supuestos” hechos. El que sea “supuesto” o no que lo aclare el Vaticano (si es que ellos saben algo porque lo lógico en esta iglesia -y en cualquiera- es esconder a conciencia lo que no les interesa, no mostrar). A Pepe Rodríguez le tachan de antisemita e inculto. Es lógico que esta apreciación produzca cierta risa. Para aprender no sólo hay que pasar los ojos por las líneas, hay que leer de verdad amigos: analiza lo que lees y aprenderás. Eso es lo que han hecho Pepe Rodríguez y otros autores en este mismo año en el que, parece, el tema de desvelar ciertas verdades ocultas de las iglesias o religiones están casi de moda.

Anika Lillo