Cuatro casos criminales

Título: Cuatro casos criminales
Título Original: (Janagiyu na jiken, 1918; Tojo, 1920; Watashi, 1921; Hakuchu kigo, 1918)
Autor: Junichiro Tanizaki
Editorial:
Satori
Colección: Maestros de la literatura japonesa
Copyright:
© 2025, Satori Ediciones
© del prólogo, Marta Marne
© de la traducción y notas, Rumi Sato
ISBN: 9788410404014
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia amistad Oriente violencia educación asesinatos relatos detectives muerte misterio Japón literatura japonesa miedo rituales universidad emociones crimen sociedad geisha cultura japonesa tradiciones salud mental Occidente
Nº de páginas: 224
Argumento:
Cuatro relatos de Tanizaki Junichiro al más puro estilo occidental, pero con toques de la tradición japonesa, casos que se convierten también un discurso sobre el pensamiento moderno, casos que transforman un hecho en una pincelada sobre salud mental, fantasmas, engaños y muertes poco comunes.
Opinión:
Hablar de Tanizaki es hablar de una figura especialmente relevante en la literatura japonesa, que hizo una mixtura estilística y de conceptos entre oriente y occidente, convirtiendo a cada uno de sus libros en no solo en una joya literaria, sino, además, en una fuente inagotable de información para comprender el paso de la modernidad en Japón, sus obras reflejan este momento donde ambas culturas se funden, pero aun así, no dejan de ser entes independientes.
Pero vayamos por partes, quien haya leído a Tanizaki podrá darse cuenta que baila entre dos aguas, pero tiene un ritmo propio, no imita, sino que crea algo nuevo, con la profundidad de sus tradiciones ancestrales y con la modernidad que le provee occidente.
Dicho esto, ¿alguien ha leído "El elogio de la sombra"? Aquí podréis empaparos de la estética japonesa y de las ideas relativas a lo bello, al arte, al diseño, a la arquitectura y más… vale, no me explayo, que si no, no acabo esta reseña, pero si podéis, leed esa obra. Os va a dar gratas conversaciones internas. Os lo juro.
Bueno, es que me estoy dando vueltas y no hablo del libro que nos atañe. Pues bien, son solo cuatro relatos, el último es mucho más extenso que los demás, pero se enmarcan una época precisa y distan, entre uno y otro, apenas unos años de diferencia. ¿Por qué digo esto?, pues porque son similares en estilo y temática, cuatro casos criminales, pero que parecen escritos por una mente más occidental que oriental, porque, aunque tenga visos de la tradición estética japonesa, parecen haber ido escritos por un contemporáneo eurpoe de Conan Doyle. Y la verdad es que nunca hago comparaciones entre autores, no me gusta nada, pero si lees a Tanizaki lo entenderéis.
Aquí se desarrollan cuatro escenarios diferentes: un delirio que parece real o la realidad convertida en delirio, un robo que transforma la confianza de la amistad en papel mojado, una caminata que conduce a una realidad gracias a la hábil deducción de un detective y una crónica de asesinato anunciado donde nada es lo que parece. Todo es y no es. Son cuatro relatos que se transforman en estandartes de la modernidad de la literatura japonesa gracias a Tanizaki y que nos deleita, con el horror japonés de la más pura y tradicional cepa.
Ahora toca hablar de la traducción… Rumi Sato nos ha dado una traducción prolija, pero vivaz, puedes leer cada relato y sentirte parte del asunto en cada uno de ellos, eso no lo logra todo el mundo, a mí me pareció una maravilla, me gusta hacerlo ver, que un libro tenga una traducción tan excelente, con notas al pie que nos indican incluso la intención de una palabra-, que da gusto leer así. El libro se lee con fluidez gracias a esto. Todo sea dicho. Y el glosario al final del libro no tiene pérdida, para quienes somos poco conocedores de algún tema relativo a la cultura japonesa, nos aclara muchas cosas.
Es evidente que la editorial se dedica a transmitir la cultura japonesa desde hace muchísimo tiempo, eso es patente, sobre todo al poner el nombre del autor o autora según la gramática de allí, es decir, apellido y luego nombre de pila, pero además no solo hace eso, sino que nos entrega publicaciones hechas con muchísimo mimo, y, en el caso de "Cuatro casos criminales" la elección de la imagen de la cubierta (Rajo jusshu: Asa de Ishiwaka Toraji, 1935) es todo un acierto, nos habla ya de lo que va el libro, al menos uno de los relatos, pero también nos abre el camino para ir más allá y entender el contexto de la época… Eso es lo que una editorial debería hacer, ¡gracias Satori!
¿Qué más puedo agregar? Pues, poco más. Leedlo y disfrutad estos cuatro relatos, estos cuatro casos criminales que nos sumergen en la cultura japonesa y en su recién estrenada modernidad, allí, en las primeras décadas del siglo que dejamos atrás…
¡¡¡Recomendadísimo!!!
Carol Inabé Barba
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Comentario de los lectores:
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