Criaturas imposibles

Opinión:

"Criaturas imposibles" es una gran apuesta editorial, lo cual se ve no solo por el reclamo que compara a la autora con Tolkien o Pullman (referencias que se aprecian en la trama), sino también por la cubierta con detalles dorados, el canto tintado de azul con brillantina, los mapas de las guardas y el bestiario ilustrado del inicio.

La edición es una delicia, de esas que tienes por el mero placer de poseerlas, pero es que además la historia es buena. El libro ganó el Premio Waterstones al Mejor Libro del Año 2023 y el premio al Mejor Libro Infantil en los British Book Awards de 2024, en el que Rundell también ganó un galardón a la Mejor Autora del Año.

La trama tiene todos los ingredientes de un buen libro infantil de fantasía: un mundo mágico repleto de sorpresas y criaturas extraordinarias, protagonistas intrépidos, secundarios curiosos y un mal que hay que detener viviendo todo tipo de aventuras y recorriendo el mundo de punta a punta.

Los protagonistas son Mel, una huérfana fuerte y tenaz, capaz de volar gracias a su abrigo y muy protectora con la cría de grifo a la que ha criado; y Christopher, por el cual los animales se sienten atraídos, y que es un joven responsable y leal. En su aventura se van encontrando personajes como Nighthand, un berseker convertido en pirata al no existir ya un Inmortal al que proteger; Irian, una científica marina con muchas habilidades; Jacques, un dragón chiquitito pero poderoso; o Ratwin, una ratatoska muy curiosa.

La narración es muy ágil gracias a que se compone de capítulos cortos y varios hitos en el camino que van sirviendo para conocer mejor lo que está pasando y para completar pequeñas misiones necesarias para el desarrollo de la misión principal. Gracias a esos pequeños hitos, los protagonistas van topándose con todo tipo de criaturas mágicas y humanos, tanto buenos como no tan buenos, en distintos puntos del archipiélago, y deberán superar distintas pruebas.

Pero en el libro no todo son aventuras, sino que también encontramos temas serios, como el omnipresente mensaje ecológico o el duelo, habiendo pérdidas y sacrificios que te rompen el corazón, pero que permiten experimentar al joven lector emociones duras de una manera saludable y con un mensaje positivo.

Quizás el libro se habría beneficiado de detenerse un poco más en el desarrollo de los personajes tras los acontecimientos más importantes. Aunque eso podría haberle quitado agilidad a la trama, también habría sido positivo para implicar más al lector con ellos. No obstante, es un equilibrio perfecto muy difícil de conseguir en una historia autoconclusiva, y aun así se queda muy cerca de alcanzarlo, así que es una historia muy recomendable.

Déborah F. Muñoz