Confesiones de una criada

Opinión:

"Confesiones de una criada" es una novela diferente, con la que he tenido sentimientos encontrados durante toda su lectura.

Su sinopsis me llamó mucho la atención, y saber que su autora, Sara Collins, ganó el Premio Costa Book a la primera mejor novela, hicieron que me animase.

Sara Collins nos transporta primero a Jamaica y después a Londres. Además, la historia se podría decir que se desarrolla a dos tiempos, el presente y el pasado que iremos conociendo de la mano de Frannie, ya que es ella quien nos lo narra.
La historia abarca desde 1812 hasta 1826, aunque por algunos años pasaremos fugazmente.

Sara Collins ha ambientado muy bien la novela, es lo que más me ha gustado. Tanto en el entorno como las costumbres, la manera de hablar o lo relacionado con los esclavos, en la parte de la hacienda Paradise, y en Londres. En este aspecto, la autora se ha documentado muy bien, como podemos comprobar en las diversas fuentes que ha consultado en "Nota de la autora".

Creo que es la primera vez que leo una novela en la que el papel de la criada, de los esclavos, queda tan visual, tan en primer plano, pero sobre todo, con un punto de vista que me ha acercado a la realidad que vivieron miles de personas. Y si no es la primera vez que lo leo, desde luego es la que más me ha marcado.

Leer las barbaridades que el señor Langton obligaba a realizar a Frannie y los experimentos, dejan mal cuerpo. La crueldad que las personas de color tenían que vivir, me han puesto los pelos de punta. Sara Collins ha sabido darle un toque atroz, pero a la par, pasar de puntillas por cada situación, para poder abarcar las máximas posibles.

Aparte, tenemos el trato que recibían, ya que se les consideraba inferiores, o que no tenían ningún "valor", o no eran inteligentes, y un largo etc, que nos acercará a una época lejana, y nos puede hacer comparar con la situación actual, ya que por desgracia, el racismo está muy presente en la sociedad. Entre los señores se podían regalar criados, como quién regala cualquier objeto. Los consideraban de su propiedad y la libertad tenía un precio demasiado elevado como para que pudiesen planteárselo y comenzar una nueva vida.

Otro aspecto a destacar es la confusión sobre la historia. Me explico: Frannie narra unos hechos que luego otros protagonistas explican de otra manera. ¿Quién dice la verdad? A ratos pensaba que Frannie, a ratos que los demás, ya que la presencia constante del láudano puede provocar que se juzgue más a favor de un protagonista o de otro. Sara Collins ha conseguido que viva en una duda constante, sin saber qué papel jugaba cada uno, ni en qué medida hablaba por ellos el odio, el racismo, la maldad o la necesidad de decir la verdad, aunque implicase ayudar o no a Frannie.

A pesar de los puntos buenos, "Confesiones de una criada" no es una historia con la que haya conectado. No sabría decir exactamente si por la protagonista, o que a ratos la historia me ha parecido más lenta. Quizá la manera de narrar los hechos de un pasado cercano, con otros de un pasado más lejano, y a la vez con la situación actual por la que pasa Frannie, haya tenido algo que ver. La historia esconde unas sorpresas que se nos irán desvelando poco a poco, incluso al final de todo, que me han sorprendido, ya que no me las esperaba. En ese sentido, Sara Collins ha sabido enmascarar parte de la historia de una manera muy buena, para que no sea fácil adivinarlo con lo que Frannie va narrando.

"Confesiones de una criada" es una mezcla de thriller con novela histórica y ficción, a la que merece la pena darle una oportunidad.

Vane Gómez