Cero coma tres

Opinión:

"Cero coma tres" es una secuela de "Cuarenta mil años sin ti", con la que Paula Gil García empezaba su andadura literaria. Ambas novelas tienen un trasfondo común, que es la clonación de homínidos extintos para utilizarlos como una mano de obra sumisa, en una nueva versión de esclavitud, eso sí, en caso de que esos homínidos clonados sean considerados como parte de la Humanidad, ya que de no ser así, serían simples animales con entendimiento y capacidad de trabajo.

Siendo una secuela y con continuidad entre el escenario anterior y este de ahora, con algunos personajes comunes a ambas novelas, la lectura de "Cero coma tres", sin conocer lo que ocurrió antes, puede ser algo confusa en ocasiones, pues se nota con claridad la pérdida de referentes, la ausencia de esa parte de la historia.

No obstante, se puede leer como algo independiente por completo, ya que tampoco se pierde gran cosa; aunque tal vez estuviese allí la clave del título, ya sea escrito con números o con letras. Puedo suponer que se refiere a la diferencia del genoma entre sapiens y neandertales, pero como es un dato en bruto, sin una identificación clara de a qué se refiere y qué significa esa cifra, puede ser cualquier cosa, tanto algo mínimo, como algo bastante grande. Y si está explicado en algún lugar de este libro, me lo he perdido.

La narración sigue por una parte las peripecias en ese mundo caótico de Lars, el joven e ingenuo neandertal, que dejará su hogar e irá en busca de sus hermanos neandertales y de quién sabremos en tercera persona, lo que permite mostrar las relaciones grupales sin entrar en muchas disquisiciones éticas y morales.

Por otra, la historia de Zoe está contada en primera persona y será quién exprese más sobre su propia vida interior y cómo ve ese mundo algo desquiciado, en el que habrá ideologías y comportamientos para todos los gustos.

Porque también hay bastante de eso; grupos que culpan a los neandertales de lo que les está pasando y los cazan como animales; otros que abogan por la convivencia pacífica, aun sabiendo que será cosa de una generación, pues esos neandertales, que han sido clonados en laboratorios por empresas de biotecnología, son estériles; también que buscan una cura contra la enfermedad propagada por el permavirus a toda costa, tomando por la fuerza los anticuerpos de inmunidad de la sangre de los neandertales, puesto que para ellos son poco más que ganado; incluso habrá quienes aboguen por el mestizaje entre ambas especies, aunque tendrán que superar grandes dificultades como consecuencia de la infertilidad inducida en los homínidos clonados.

Esas diferentes corrientes de pensamiento, de maneras de enfrentarse a un mundo que se ha rebelado, es de lo mejor de la novela, pues plantea una serie de alternativas ante las que el lector tendrá que posicionarse. Vale que la trama irá en un sentido, pero los propios pensamientos de cada cual pueden ir por el que le sea más acorde con su manera de pensar.

Otro tanto en lo que respecta al derrumbe de la sociedad, sobre todo por la pareja caída de la hiperconectividad y de todos los recursos de información de una internet superdesarrollada gracias a la inteligencia artificial y los dispositivos implantables, provoca en los personajes una abrumadora sensación de pérdida, que les hace transitar por una especie de síndrome de abstinencia, aunque se manifieste más bien como una amputación de algo que antes formaba parte de la persona.

Aunque puede tener lagunas y el final me haya parecido demasiado optimista, lo que sí puedo decir de "Cero coma tres" es que se trata de una buena novela, con una lectura atractiva y muy interesante, sobre todo porque hace pensar en cómo es la sociedad en que vivimos y en qué se podría transformar.

Selin