Captive: No juegues conmigo

Opinión:

"Captive: No juegues conmigo" es la primera entrega de la trilogía "Captive", estando las portadas de las siguientes reproducidas en una de las últimas páginas del libro, lo que da la idea de que su publicación será en breve. Ahora bien, la presentación de la contraportada puede ser muy comercial, pero tiene poco que ver con la historia que hay en las páginas del libro, que no se podrá hablar de abuso de menores porque la protagonista es mayor de edad.

Porque la cuestión es que se presenta como una historia juvenil, que desarrolla un romance con esa etiqueta que se utiliza ahora de "dark romance", pero para mí que más que oscuro, es pernicioso, con un abuso de poder y con una violencia psicológica continuados desde la primera a la última página.

No es ya que sea una relación tóxica, que lo es, sino que además ha sido impuesta por la fuerza, tras una transacción, donde la protagonista y narradora no es más que una mercancía, una propiedad que puede ser vejada, golpeada, herida o amenazada de muerte… simplemente por el capricho de alguien depravado.

Y todo esto en una novela que se pretende juvenil, ya que la editorial la presenta como "A partir de 16 años". Vale, puede pasar por juvenil, pero no por esa temática, que de romántica nada, sino que me ha parecido excesiva, de mal gusto y nefanda.

No, si se le pone la etiqueta de juvenil es porque el tratamiento del resto de aspectos, que componen la trama, resultan simples a más no poder, incluso incongruentes para un mínimo sentido común, además de totalmente impropios para cualquier historia que se precie un poco.

No me cuela que una banda de crimen organizado, al más alto nivel, se mueva por medio mundo sin la más mínima seguridad ni protección, una situación que se repite además en la enorme mansión donde transcurre más de media novela, hasta tal punto desprotegida, puesto que no hay alarma, cámaras o servicio de seguridad, que cualquiera puede entrar por donde le dé la gana y aposentarse sin que nadie se entere.

Otro aspecto negativo es la casi total ausencia de personajes de relleno, ¿cómo?, sí, ¿dónde están quienes trabajan? Una mansión que siempre está limpia, sin que nadie la limpie; allí tampoco se cocina, a no ser que lo haga uno de los protagonistas. En el conjunto de la trama, tampoco hay guardaespaldas, ni otros colaboradores, excepto un chófer,

Sólo unos cuantos personajes principales que se dan la buena vida, aunque los planteamientos sobre las "cautivas" varían desde las primeras páginas a lo que se comenta más tarde, pasando de ser medio esclavas a colaboradoras muy bien pagadas.

Tampoco es que se luzca la organización de esa peculiar banda, que organiza fiestas de camaradería entre las "cautivas" de todas las bandas, lo que presenta además como una ocasión de enterarse de cotilleos, pero a la que llegan presentando invitaciones. Lo mismo con unos extensos informes para una misión, que parece que hayan sacado la información de internet, porque a la llegada, las cosas son diferentes, ¡menudos pardillos!, y alguien, a saber quien, tiene que situar a la protagonista en la pista correcta.

Y respecto de la protagonista, se le presenta tan cándida e ingenua, que no se da cuenta de que la han prostituido hasta que alguien se lo dice, que se pone, al quedarse sola en la mansión, a ver dibujos animados en la televisión, sin preocuparse de saber en qué ciudad está, de lo que se entera cuando alguien lo menciona.

Esta novela me ha decepcionado, tanto por el tratamiento de las relaciones personales, sobre todo en lo que concierne a la protagonista, como en los aspectos, digamos, criminales de la trama, que parecen de patio de colegio.

Selin