HABIA UNA VEZ… UN LISTO
Un día vino un listo en Facebook y me soltó "¡Vergüenza le debía
dar, si es que es usted profesional, apoyar una prensa sólo de
Estado, obligada a silenciar los crímenes en Venezuela, donde
nadie puede opinar e informar sobre la realidad, sólo lo que el
Estado desea. ¡Eso es Francisco Franco!". Así, sin cortarse un pelo
y sin conocerme de nada.
Todo comenzó en el muro de un amigo común que hizo una
declaración de principios confesando que iba a votar a Podemos
porque necesitaba ilusionarse con una España mejor para todos los
ciudadanos. A partir de ahí, lo de siempre, opiniones a favor y en
contra. Personas defraudadas porque su amigo de Facebook votaba a
los bolivarianos de Podemos y otros entusiasmados porque su opinión
coincidiera con la suya. Pero, ay, no podía faltar en todo
el maremágnum de opiniones afectas y contrarias a los chicos de
Pablo Iglesias, sacar a relucir al Maligno, a ese ser que, en forma
de pajarito, se le aparece a Maduro para soplarle desde el cielo lo
bien que lo hace, convertido en un espíritu muy santo y añorado.
Oséase, Chávez.
Hablar de Venezuela en un muro de Facebook es un deporte de
riesgo, porque entonces la rabia se desata, las espumas salen por
las bocas y los ojos de las órbitas. Después de nombrar al demonión
de Chávez conviene santiguarse y tras hablar de Maduro, lavarse los
dientes, no sea que nos volvamos vampiros. O zombies.
Resulta que ahora todos estamos puestísimos sobre lo que pasa en
Venezuela y pensar que lo que nos cuentan que ocurre allí, puede
trasladarse aquí nos pone los pelos de punta. Pero ¿qué es lo que
realmente pasa en Venezuela? Toda esta gente que opina tan
alegremente tras ver un debate de la Sexta o de Intereconomía solo
puede hacerse una opinión mínimamente objetiva de lo que sucede, de
cómo es el gobierno, de las medidas que adoptó Chávez en su día y
de lo que hace ahora Maduro. Y digo bien, mínimamente, porque ni
todo es tan malo, ni todo tan bueno, solo depende del tertuliano
que te lo cuente. No voy a entrar en eso, pues no es el objeto de
este artículo, pero como dije en aquella enconada discusión, invito
a la gente a que se informe sobre lo que es el bolivarismo, y que
no se quede con las imágenes de la policía cargando contra los
manifestantes. Hay mucho detrás que nos ocultan y que aquí nos
llega sesgado, como eso que el Listo me achacaba a mí defender.
Para ello recomiendo leer este artículo publicado hace unos
cuantos meses en el diario británico The Guardian, que envió al
periodista Mark Weisbrot a comprobar in situ las revueltas en
Caracas. Su conclusión no deja de pasmarme. Este es el
enlace http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/mar/20/venezuela-revolt-truth-not-terror-campaign
y aquí el enlace de la página que lo ha traducido http://www.aporrea.org/venezuelaexterior/n247540.html
Pero da igual. Las redes sociales se han convertido en
el altavoz de los hasta ahora sin voz, aunque a algunos
más les valía haber seguido callados. Pero no, no comparto
que deba limitarse la libertad de expresión, eso solo ocurre
en países como China, Corea del Norte, Cuba y Venezuela, por
supuestísimo, y… España. Sí, sí, España. Esa España con una
televisión pública que silencia noticias que no convienen al
gobierno, una televisión pública que modifica gráficos de manera
ridícula para maquillar datos del paro supuestamente buenos.
Televisiones autonómicas como la Valenciana que silenció durante
años el terrible accidente del metro y quien se moviera en la
redacción, a la puta calle. Y ¿Telemadrid? ¿Ese cortijo de
Esperanza Aguirre y ahora de Don Nacho donde todos los de Podemos
son etarras?
Y resulta que en Facebook, viene un listo dando
lecciones de democracia, de futurismo y de prejuicios
fascistas: "Podemos es enemigo de la prensa que no sea la
que ellos dirijan y subvencionen. LA VOZ ESTATAL DE SU AMO (sic). Y
son casta igual que el PP o cualquier otro y sé de lo que hablo
cuando escucho sus palabras amenazantes sobre que si existen medios
privados se ataca a la libertad de expresión. Libertad de expresión
no existe sin pluralidad y lo demás es Cuba o una Venezuela que
bien conozco y que cierra medios", arenga muy enfadado.
Con suma educación yo le recuerdo a este señor que Podemos aún
no gobierna y le explico las palabras de Iglesias sobre los medios
privados porque veo que no las ha entendido: "Se refiere a que,
perteneciendo a un grupo de poder de comunicación, esos medios
suelen seguir una línea editorial, atada a compromisos políticos y
económicos, tal y como sucede ahora y eso merma la pluralidad. Lo
que no quiere decir que vayan a cerrar los medios privados."
Pero el listo, ciego en su soberbia replica: "¿Y la solución es
cerrar medios porque son privados? (obsérvese que yo dije lo
contrario). ¿Y usted está de acuerdo en que el Nazi Maduro (sic)
controle los medios, o el millonario Fidel? (¿Yo? En absoluto) De
todos modos yo vivo en Francia y allá ustedes en España con
Podemos. Su cultura política es de diseño progre. Usted no tiene ni
idea lo que es una dictadura de prensa del Estado totalitario donde
acaban con todo tipo de discrepancia. Vergüenza le debía dar, si es
que es usted profesional, apoyar una prensa sólo de Estado,
obligada a silenciar los crímenes en Venezuela y que nadie puede
opinar e informar sobre la realidad, sólo lo que el Estado desea.
Eso es Francisco Franco."
Una, que nunca ha dicho tal cosa, ni lo piensa, le pide que,
entonces, si a él no le afecta lo que pase en España ya que vota en
Francia, deje de intoxicar con falsedades, le recuerdo que está muy
feo eso de injuriar y calumniar a alguien acusándolo de defender
medios que silencian crímenes de Estado. Desconcertado, el Listo se
revuelve: "¿Injuriar por críticas políticas? Ese es el argumento de
Maduro y Fidel, y de Franco en su día para cerrar medios. Menos mal
que de momento usted no tiene un cargo y que yo vivo en otro
país".
Le recuerdo de nuevo que me ha acusado de algo grave que
es incierto y que las injurias y las calumnias son delitos
tipificados en el Código Penal, pero que se tranquilice,
que no le voy a demandar, "entiendo que de vez en cuando se nos
encienda la tecla", le concedo, en un vano intento de ironizar
sobre su cabreo, que lógicamente y como era de esperar, no
entendió. Y es entonces cuando pone en marcha por fin, en una traca
final memorable, la vieja táctica del suelto una burrada, doy la
vuelta a lo que contestan y luego me hago la víctima: "¡Vaya usted
al juez y dígale que yo he dicho que debería avergonzarse de apoyar
una prensa obligada a silenciar crímenes de Estado! ¡Yo me voy de
este muro porque no soporto las intolerancias, amenazas y las
insinuaciones de demandas por opinar sobre los crímenes de Estado y
porque me da profunda vergüenza usar el muro de XXX para hablar de
demandas. Digno todo ello de Podemos." Y remata "¡Estamos
buenos con la prensa de Estado!", por si no nos había quedado clara
su fijación.
Las groupies no tardan en aparecer y además de lo dicho por El
Listo, añaden de su propia cosecha atribuciones a Podemos como
amparos al terrorismo, echar de menos a Stalin, mariscadas con
Maduro y poco menos que incluir en su programa electoral volver a
instalar las cámaras de gas.
El lagrimeo de El Listo, que por supuesto, no se ha ido del
muro, continúa haciendo la bola cada vez más grande. Ahora ya no
solo le he amenazado con demandarle, sino que le he insultado yo a
él y le he mandado callar ("deje de intoxicar desde su atalaya
francesa" le había dicho textualmente) y he coartado su libertad de
expresión como haría, otra vez, Maduro y sus secuaces. Y a todo
esto yo, sin volver a referirme ni a dirigirme a él en ningún
momento, porque, "pa qué".
Listos como estos hay muchos en las redes sociales. La libertad
de expresión es indispensable, pero creo que también debería ser
indispensable y hasta obligatoria la comprensión lectora y la
contención emocional. El dueño del muro me comentaba en
privado tras la refriega, que le daba miedo toda la beligerancia
que siempre se suscitaba en torno a Podemos, tanto por quienes lo
atacan como por quienes lo defienden, y es verdad. Unos por miedo a
lo desconocido ("virgencita, virgencita, que me quede como estoy"
leí a otro Listo en otro muro de Facebook, "eso es que tú no estás
pasando hambre" le contestó otro, más listo, pero de verdad.) Otros
por defenderse de las barbaridades orquestadas en torno a esta
formación política y sus líderes, y también, ¿por qué no? por el
miedo a que resulten ser un fraude y tan mentirosos y corruptos
como los que hay.
Estamos en un momento histórico-político fascinante,
donde el bipartidismo, previsiblemente, se va a romper y han
irrumpido con fuerza dos nuevas formaciones políticas jóvenes con
líderes carismáticos que tienen mucho que decir y aportar.
Lo que pase en las elecciones autonómicas y municipales será como
la antesala de los Oscar, aunque no hay que confiarse. Lo que sí es
cierto es que el panorama político va a cambiar radicalmente y eso
asusta a muchos de los que hoy viven de su escaño en el Congreso.
No sé si ganará Podemos, si volverá a ganar el PP, si se hundirá el
Psoe. Lo que está claro es que Listos y no Listos tenemos en
nuestra mano dejar de combatir en las redes, acusar y amenazar
gratuitamente, y apostar por una España plural en la que merezca la
pena vivir, y no como hasta ahora en la que solo hay dos gallos de
corral que se reparten el pastel. Y por supuesto, que haya partidos
como Podemos que ilusionen, y gente que los vote, aunque un listo
de verdad como Javier Marías los considere idiotas.
Luz Bartivas