Puertas, latigazos y dioses
Manuel Vilas ha creado un
libro que deberíamos llevar encima cuando comience el nuevo año.
Sería grave, tal vez irremediable, que 2014 nos sorprenda sin
"Listen to me" en el bolsillo trasero del vaquero. No porque sea un
libro apasionante, poético e hilarante, tampoco porque contenga una
asombrosa metamorfosis en directo (Manuel Vilas se transforma ante
nuestros ojos en el Gran Vilas, un ser sin el cual ya no podremos
vivir), sino porque "Listen to me" inaugura un género que, aunque
explorado previamente, nunca había logrado alcanzar un rango
verdaderamente literario. El libro recoge algunas de las entradas
que Vilas ha vertido en Facebook en los últimos años: diálogos con
Dios, con Bob Dylan, con Hegel; momentos cómicos, latigazos
líricos, aproximaciones inesperadas a la esencia de la
melancolía... Propuestas tras las cuales acaba por emerger una voz
propia que se nos pega al cuerpo y, también, la evidencia
balsámica de que aún quedan puertas de la creación que
atravesar.
Vilas, listen to me: me he hecho adicto al Gran Vilas. ¿Para
cuándo otra dosis?
Fernando Marías