Arturo. La leyenda del rey eterno

Opinión:

"Arturo. La leyenda del rey eterno" es un libro precioso. Grande y pesado, no está concebido para leerlo en cualquier sitio, sino para ponerlo sobre una mesa bien iluminada y disfrutar de cada página con calma.

Las ilustraciones de Chris Riddell, que pueblan la totalidad de las páginas, son preciosas, a veces a todo color y a veces en blanco y negro, a veces en los bordes del texto y a veces a doble página. Gracias a ellas, quedan retratados los personajes que intervienen, pero también nos metemos de lleno en la ambientación de la corte o de los lugares donde el rey y sus caballeros se enfrentan a distintas pruebas.

El texto recoge el origen de Arturo y cómo extrajo la espada de la piedra, pero pronto empieza a presentar a los caballeros de la mesa redonda y luego pasa a detallar, en distintos capítulos, las distintas pruebas a los que se enfrentaron, algunas muy conocidas como la del Santo Grial o el romance entre Lanzarote y Ginebra. Todas están muy condensadas y eso impide la profundización en algunos de los personajes clave. Aunque lo cierto es que en origen eso no se buscaba, es cierto que el lector moderno se quedará un poco a medias en algunas subtramas y sentirá que le falta información.

Kevin Crossley-Holland hace un buen trabajo bebiendo de distintas fuentes medievales, sin descartar la fuerte carga religiosa de muchas de ellas, y unificándolas en una única línea temporal. Elige también mantener el estilo tradicional y clásico, lo que hace que contenga expresiones y formulaciones de frases que quizás no sean los más apropiados para enganchar al público joven al que va dirigido. Aunque sin duda ellos no pondrán pegas a algunas de las temáticas que tienden a censurarse hoy en día, pero que eran comunes en el medievo, como la violencia, el incesto, la infidelidad o la usurpación de identidades y el uso de la magia para tener sexo con alguien.

En definitiva, es una joyita para acercarse a la leyenda del rey Arturo, ya que la narra de corrido y con bonitas ilustraciones, así que es uno de esos libros que merecen un hueco en la estantería.

*Publicado por Edelvives.

Déborah F. Muñoz