Viaje-presentación de "Prométeme que serás libre" de Jorge Molist
Viaje-presentación de "Prométeme que serás libre" de Jorge Molist.
Estación de
Atocha, terminal de salida del AVE.
Martes 21 de febrero; 7,45 a.m.… con un sueño que se resiste al
segundo café de la mañana, y que solo comienza a disolverse cuando
observo las sonrisas de Isabel y Ruth, las encargadas de prensa de
la editorial Temas de Hoy, aproximándose
a mí a través de la sala de espera. En pocos minutos
tomaremos el AVE camino de Barcelona y emprendemos un viaje hacia
el centro de la última novela del escritor catalán afincado en
Madrid, Jorge Molist.
Ellas serán nuestras cicerones particulares en tan peculiar
presentación de Prométeme que serás
libre, junto al propio autor y a Belén
Celada, directora editorial.
Cuando la veintena de periodistas de blogs, televisión, radio y
prensa salimos expectantes de la estación de Sants, en Barcelona,
cargados con nuestras maletas, nos está esperando Jorge Molist, con
una sonrisa encantadora bajo un bigote que peina las primeras
canas. Su última novela, de casi 800 páginas, ha dejado de pesarnos
bajo el brazo. Y en gran medida, él tiene la culpa. Con un
recorrido en autobús por los principales enclaves de la Barcelona
medieval que se narran en la obra, consigue guiarnos hacia el mismo
corazón del Palacio de la Inquisición, hacia la Iglesia de Santa
Anna, y continua explicándonos la parte histórica de su obra con el
trasfondo de los últimos restos de la muralla que ya rodeaba la
ciudad hacía más de 500 años.
Jorge
Molist es un ingeniero al que la historia y la literatura
atraparon en sus garras hace más de dos lustros y, gracias a ello
nos regaló su primera novela, Los muros de
Jericó. A su primer intento como narrador le
siguieron Presagio,
El anillo y
La reina oculta, con la que
consiguió alzarse con el Premio de Novela Histórica Alfonso X el
Sabio. Prométeme que serás
libre es, de alguna manera, la obra a la
que le ha dedicado más esfuerzos, tanto en su documentación como en
su escritura. En más de 700 páginas de sencilla lectura nos narra
la vida de Joan Serra, el hijo de un humilde pescador
catalán que ve trastocada toda su existencia cuando una galera
pirata asalta su pequeño pueblo a orillas del Mediterráneo
asesinando a los varones y raptando a las mujeres para venderlas
como esclavas al otro lado del
Mediterráneo.
Y de la mano de Jorge Molist conocimos esa pequeña
cala de Llafranc donde desembarcaron los piratas, con su playa de
arena dorada y un pequeño pueblo colgado de su escarpada colina.
Con la misma mano firme que escribió la vida de Joan Serra nos
mostró las gaviotas que el joven veía sobrevolando las barcas de
pesca y nos indicó por donde entró la galera pirata que destrozaría
la vida tranquila del muchacho. Junto a él subimos a la torre de
San Sebastián, que sirvió de refugio a los pocos pescadores que pudieron escapar
del asalto sarraceno y contemplamos la campana que el viejo eremita
debió tocar para avisar a las aldeas cercanas. Lo que hicimos
después fue comer en el hotel restaurante El Far, magníficamente
enclavado sobre el acantilado que, a través de pinos y matorrales
de monte bajo, daba paso a rocas que caían a pico sobre el
Mediterráneo. Unas vistas de ensueño que, sin embargo, el joven
protagonista de la novela no pudo disfrutar por mucho tiempo. A él,
la vida le arrebató a sus padres y pasó de ser sólida y segura a
dejarle varado en tierras extrañas. A nosotros, la misma mano que
escribió sus aventuras nos acompañó hasta el Parador de Aiguablava,
por carreteras angostas que subían y bajaban los montes de Girona,
rodeados de pinares centenarios y del grito ahogado de las gaviotas
en busca de su última presa antes de retirarse a su refugio entre
las rocas con los últimos rayos de sol.
Al igual que ellas, nosotros también
nos retiramos a nuestro alojamiento nocturno. Pero nosotros
sabíamos que, a pesar de la noche, podríamos continuar charlando
con Jorge
Molist. Con la que ya considero una paciencia similar a la del
Santo Job, Jorge explicó a la prensa las motivaciones que le
llevaron a escribir una obra de esta envergadura, las dudas que
tuvo a la hora de insertar la documentación o las páginas que se
vio obligado a retirar del manuscrito final para que la obra fuera
manejable. Nos hablaba con brillo en la mirada y con pasión en sus
palabras, gesticulando sin parar como si, libre de las ataduras de
una pluma y de una hoja en blanco, necesitara de todo su cuerpo
para expresar lo que la escritura de la novela le hizo sentir. Y es
que Jorge, al igual que Joan Serra (el protagonista)
siente un amor especial por los libros. Un amor que comprende tanto
su cuerpo como su alma. Cuerpo del que se ha
encargado Temas de Hoy publicando un volumen muy cuidado con una
maravillosa cubierta grabada en brillo UVI, con mapas de la
ciudades
antiguas; y un alma que pertenece al
buen hacer de Jorge Molist y, querido lector,
aunque puedas apreciar el cuerpo de
Prométeme que serás libre
hojeándolo en cualquier librería, solo podrás acceder a su
alma si te sumerges en la lectura de todas y cada una de sus
páginas, solo conocerás la importancia de su título si lees la
novela. No te defraudará. Te lo dice alguien que ya disfrutado de
las aventuras y desventuras de Joan Serra de Llafranc.
(Mis más sinceros agradecimientos por la atención prestada, el
cariño recibido y el trato cercano tanto del autor Jorge
Molist como de la editorial Temas de Hoy a través de su
directora editorial Belén Celada y de sus encargadas de prensa
Isabel Santos y Ruth González).
Foto 1: Jorge Molist con Belén
Celada, editora general de Temas de Hoy a su derecha, hablando a
los periodistas.
Foto 2. Iglesia de Santa Anna,
placa, escenario de la novela.
Foto 3. Iglesia de Santa Anna,
entrada, escenario de la novela.
Foto 4. Iglesia de Santa Anna,
claustro, escenario de la novela.
Foto 5. Librería que sirvió de
inspiración a Jorge Molist para la novela.
Foto 6. Jorge Molist departiendo
antes de la comida en El Far (Palafrugell)
Foto 7. Jorge Molist con los
periodistas cenando en el Parador de Aiguablava
(Girona)
Comentario de los lectores:
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