Tarde de Zombis en la II Semana Gótica de Madrid
Los zombis me intrigan. Hasta hace unas semanas eran unos seres
prácticamente desconocidos para mí, no me llamaban nada la
atención. Pero entonces cayó en mis manos Los
Caminantes de Carlos Sisí y un nuevo mundo por descubrir
apareció ante mis ojos. Comencé a investigar en internet y me llamó
la atención, por ejemplo, que en EEUU ya hay libros que han llevado
a los zombis a la zona de literatura romántica adolescente (aunque
no sé cómo puede alguien enamorarse de un zombi…).
Me interesaba averiguar más sobre estos seres, ver qué quedaba por
explotar sobre el tema y saber qué se cocía en el mundillo
literario zombi español, así que decidí acercarme a la mesa zombi
que tenía lugar durante la II Semana Gótica de
Madrid.
Al llegar a la Casa de Vacas vi los stands que
vendían ropa, libros y fotografías de temática gótica y me di un
paseíllo antes de que empezase la charla. Me gustó ver la ropa
gótica y por un momento eché de menos los paseos que daba en Camdem
Town en Londres viendo tantas tiendas con vestidos negros colgados
de las paredes.
En la entrada del teatro estaba Kitty, una azafata muy especial
como podréis ver en la foto de la izquierda.
La mesa de zombis estaba dirigida por Juan Ramón
Biedma (Autor de El humo en la botella) y los
ponentes eran Álvaro Fuentes (director y
coordinador de la línea Z de Dolmen), Víctor
Conde (autor de obras como Naturaleza muerta
y ganador del premio Minotauro 2010 con Crónicas
del multiverso), Fernando Cámara (director de
Memorias del Ángel Caído), Santiago
Eximeno (ganador de 3 premios Ignotus y co-autor de
Cazador de mentiras) y Rubén Sánchez Trigos
(autor de Los huéspedes).
La charla se inició hablando de los orígenes del género zombi: En
un principio el zombi provenía del rito vudú, un esclavo que
obedecía órdenes, luego estaban los zombis caníbales a los que
había que matar de un tiro en la cabeza. En 2002, con la película
28 días después, el zombi vuelve a resurgir, fundiéndose con otros
géneros.
Rubén Sánchez nos habla de la importancia más que
de los zombis, de los supervivientes: en un entorno apocalíptico en
el que las reglas ya no valen, lo peligroso de verdad son los que
han quedado con vida, sus relaciones interpersonales. Nos comenta
que lo terrible es no poder encariñarse con nadie por el temor a
tener que matar a esa persona cuando menos te lo esperes: Los
zombis machacan la naturaleza humana: mi familia contra mí, ¿te
atreverías a pegarle un tiro a tu madre zombi en la cabeza para
seguir vivo? Cree que hay que explotar la convivencia entre humanos
y zombis, cómo seguir con el día a día en un mundo infestado: hay
que comer, comprar el pan, ir al banco, etc.
Imagen de la Mesa:
Fernando Cámara decía que no le gustaban los
zombis, que a él lo que le gustaba reflejar era la versión zombi de
lo peor de los humanos: drogadictos terminales que se comportan
como zombis, por ejemplo.
Víctor Conde nos dice que a él lo que le interesa
más de un libro de zombis es cómo acaba la historia, porque el
zombi es el monstruo más distinto: no es uno solo, es una masa, un
peligro al que es muy difícil enfrentarse. Enfrentarse a millones
de zombis es la infección vírica definitiva. ¿Cómo
se las arreglan los supervivientes para salir de una situación así?
Nos habla de su libro Naturaleza muerta que lleva al extremo la
angustia existencial de los protagonistas, la explicación para los
zombis es metafísica: los muertos se levantan buscando a Dios, pero
no lo encuentran. La angustia de los que quedan vivos es saber que
cuando mueran van a estar en esa misma situación porque Dios no ha
aparecido. Al ser preguntado por cómo cree que va a evolucionar el
género zombi, él cree que será como todos los géneros, ahora está
el combi clásico, luego he harán parodias y entonces pasará a una
etapa de mistificación de género: habrá zombis futuristas, zombis
en la Edad Media…se fusionarán con otros géneros.
Santiago Eximeno comenta que a él lo que le gustaría ver
son escenarios más reducidos, como islas o incluso en otras épocas.
Piensa que los zombis están yendo hacia el mismo camino que otros
monstruos, como los vampiros y los hombres lobo, que ya no dan
miedo, han perdido el poder de asustar. Hoy en día si dices que vas
a ver una película de vampiros, nadie piensa que es una película de
miedo, y eso es lo que terminará pasando con los zombis.
Álvaro Fuentes, como editor, nos dice que un
zombi nunca debe ser el protagonista, sino los supervivientes,
porque ellos son los que sacan el mal, el egoísmo de los humanos.
También nos dice que situar la acción en otras épocas históricas
nos va a hacer este género literario más interesante. Un punto
importante es que si un autor no sabe cómo explicar bien el origen
de la infección zombi, es mejor que no lo ponga. También hay que
tener en cuenta las armas que se usan para luchar contra los
zombis, no es lo mismo situar la acción en EEUU, donde las armas de
fuego estás disponibles con mucha facilidad, que en España, por
ejemplo.
A punto de terminar, se apagó la luz, dejando a uno de los
ponentes con la palabra en la boca, y de repente los dos
zombis
azafatos se pusieron como locos a gritar. Se supone
que era un golpe de efecto para dar un susto, pero a mí no sólo no
me dio un susto sino que me pareció una tontería, porque al pobre
que estaba hablando le dejaron cortado, no creo que fuese el mejor
momento para hacerlo, si es que había que hacerlo.
Para finalizar, hablaron de qué profesiones serían las mejores en
caso de que llegase una invasión zombi: Santiago Eximeno contestó
que el futuro era hacerse pescador, porque si te quedas en una
granja rodeado de zombis no tienes
mucho futuro. Lo mejor sería ir con un helicóptero a las granjas,
coger lo que hubiera y llevarlo al barco. Claro que no ha contado
con que los zombis no respiran y pueden entrar en el mar sin
problemas. Álvaro Fuentes dijo que él se apuntaba a ir en el
helicóptero también y Víctor Conde, por otra parte, dijo que él
sería astronauta de la MIR y miraría desde arriba tan tranquilo lo
que les pasaba a los de la Tierra. No es mal plan, hasta que se te
acaben las provisiones, que entonces acabarás a bocados con el
astronauta de al lado, digo yo ¿no?
Mientras los ponentes hablaban, en el escenario pudimos ver en
directo el proceso de zombificación:
ANTES
DESPUÉS
Antes de marcharme me hice una foto con Víctor Conde, que me cayó
muy bien, para Anika Entre Libros:
Y cómo no, con los más guapos de toda la mesa: los zombis (y me llevé un tirón de pelo, que conste: ¡fijaos en el zombi de rojo!)
En general me pareció una charla muy interesante para alguien que
como yo no sabía mucho sobre zombis y quería aprender más. Me dio
algunas ideas sobre posibles enfoques que se le podrían dar a un
género en el que prácticamente todo está dicho ya y en el que
destacar por ser original es bastante difícil. Espero leer
próximamente algunos de los libros mencionados durante la charla y
comprobar la evolución de este género en el que, como regla
general, para mi sorpresa los zombis son tan sólo personajes
secundarios.
1/11/2010
Comentario de los lectores:
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