Anika entre libros

Sugiero leer "Salem's Lot" & "El misterio de Salem's Lot" de Stephen King

José Santos, febrero 2012

 

He de comentar hoy Salem's Lot, la obra - según mi parecer - más importante del escritor de Maine, Stephen King. De esta manera le doy cabida en "Sugiero leer" al maestro de la literatura que llamaré de "suspenso-ficción", y que algunos encasillan como de terror o fantástica. En fin, denominaciones con las cuales mejor se nos antoje calificar la obra de King, cumplo con varios pedidos de amigos lectores argentinos de Anika Entre Libros. Cabe aclarar que cuando concedieron en 2003 el National Book Award  al conjunto de la obra de Stephen King por su "distinguida contribución a la literatura estadounidense", algunos académicos -esos señores que enseñan Faulkner, Hawthorne, Melville, Henry James, Bellow entre otros, según patrones matemáticamente rigurosos- pusieron el grito en el cielo. Pero como toda verdad es relativa, y ya sabemos cómo las gastan estos sabios doctores de las letras, vayamos a nuestro libro y algunos complementos.

Salem's Lot se trata de la reedición corregida y aumentada por el autor, quien señala haber añadido partes suprimidas en la versión anterior titulada "El misterio de Salem's Lot" (en España), y publicada por Editorial Pomaire en Argentina allá por la década del 70 con el título "La hora del vampiro".

Esta remozada versión del libro original que además introduce láminas y fotografías, incluye dos relatos en analogía al tema central de la novela, ambos publicados en la obra "El umbral de la noche", y se trata de "Jerusalem`s Lot" y "Uno para el camino", dos joyitas adicionales que hacen de este vigorizado libro, una obra de colección para los amantes del género.

Con esta novela, magistralmente construida y con un altísimo nivel literario que ya quisieran para sí muchos autores de renombre, King entrega un trabajo sobre el mito del vampiro ambientado en una pequeña población del estado de Maine y cuya acción transcurre en el siglo XX.

Pero vamos a profundizar en el tema que deseo llevar a la consideración de los lectores de este artículo, sin descuidar que estoy sugiriendo leer Salem's Lot, una obra cuyos ingredientes si bien están construidos en base a la leyenda de "Drácula", "la novela más bella de todos los tiempos", según Oscar Wilde, y en la que Stephen King se inspira para crear un trabajo asombroso, escrito en un estilo grave y elevado, e incluso poético en algunos de sus pasajes.

Me apartaré un poco de la cuestión central, para hablar del tema "vampirismo", a efectos de dar al lector poco habituado a este mito, un pellizco de datos que le ponga en situación de acomodarse en tiempos y espacios.

Aunque suene increíble, este tipo de leyendas medievales provenientes de la Europa del Este que extrañamente hoy siguen perdurando pese al discurrir de los tiempos, el vampirismo se manifestó muy temprano en la historia.

El panteón Asirio posee varios demonios chupadores de sangre, entre ellos, la maléfica Lilith. Los griegos hablan de las sombras de la casa de Hades, dios de los infiernos, y los romanos tenían a Lamia, vampiro maligna que devoraba los fetos de sus víctimas.

Es en la Edad Media, entre los siglos XI y XII que se encuentra la primera mención oficial del vampirismo en Occidente, después de lo cual, el tema tiene un desarrollo prodigioso. En el siglo XII, se reconoce en Inglaterra, que estas criaturas son tan numerosas que "hay que quemarlas para apaciguar. el clamor popular". En Hungría, Elizabeth Bathory, la tristemente célebre "Condesa sangrienta" (1560-1614) habría hecho asesinar centenares de mujeres jóvenes para beber su sangre y bañarse en ella para preservar su belleza de los estragos del tiempo. A partir de 1730 y ya en el siglo XVIII, un extraño fenómeno que se inicia en Grecia y se extiende por toda Europa Central, hace que se profanen tumbas en serie. Los cadáveres sospechosos de ser vampiros son desenterrados, sus corazones atravesados por una estaca y sus cuerpos quemados. La mezcla de horror y miedo es tal, que el propio Voltaire escribe en su Diccionario Filosófico (1764): "no se escuchó hablar más que de vampiros desde 1730 a 1735". No obstante ello, las historias de vampiros tal como medianamente se las concibe en la actualidad, se originaron casi con certeza en la Europa oriental; en los montes Cárpatos, en Transilvania, Valaquia y vastos sectores de lo que hoy son las naciones balcánicas.

Pero en 1897, el oscuro y casi desconocido irlandés Bram Stoker, lograría una hazaña mayúscula y casi sin precedentes. Su célebre "Drácula" es sin duda alguna sinónimo de vampiro en la más vasta acepción del término, más el verdadero acierto de Stoker, fue en darle a su personaje una anatomía, un perfil tal, que por más de tres cuartos de siglo prácticamente era imposible concebir otro aspecto para un vampiro. Naturalmente, que al igual que cualquier demonio podía adquirir otras apariencias, el mítico Conde estaba representado por un ser de aliento fétido que no se refleja en los espejos; de aspecto sombrío, taciturno, demacrado y mortal palidez a pesar de su fuerza sobrehumana; sus labios son rojos, sus colmillos puntiagudos; llamean sus ojos con mirada hipnótica y sus dedos terminan en largas y afiladas uñas. Huye del sol, el día es su enemigo letal, mas cuando llega la noche, bajo la mirada cómplice de la luna, abandona su estéril aposento de la nada, y su cuerpo incorrupto, mortalmente renovado, se yergue a la vida para alimentarse incesantemente de sangre y reclutar nuevos miembros con los que engrosar las filas de su estirpe maldita.

1974. El estereotipo lleva más de setenta y cinco años sobre sus hombros, sin mayores modificaciones y en estado de letargo, cuando intempestivamente Stephen King hace su segunda presentación como escritor traducido en habla hispana con esta novela (primera versión) de la que ya hemos dicho su título original era "El misterio de Salem's Lot", e irrumpe arrollador para insuflar un aliento de vida nueva a un tipo de leyenda casi en proceso de agonía por el natural desgaste del tiempo.

El mito, demasiado saturado de repeticiones y recursos formales, incapaz de desempolvarse, librarse del sopor y la asfixia de una época extinguida, languidece inexorablemente, enmoheciéndose oculto en nostálgicos castillos y sombrías iglesias abandonadas, cuando este formidable escritor le insufla nueva vida literaria, le hace resurgir otorgándole nuevas posibilidades temáticas vinculándolo con el medio histórico de nuestro tiempo.

Stephen King ha actualizado al vampiro y lo ha puesto en coexistencia con el hombre de hoy; mérito absoluto de un escritor audaz, imaginativo, talentoso, que ha logrado aportar posibilidades inéditas a una leyenda que parecía limitada a una franja exclusiva de lectores, totalmente circunscrita a la repetitiva existencia del viejo conde de la negra capa de satén , transmutado en murciélago, volando en melancólica estampa por sobre una enorme luna amarillenta como las primeras hojas de papel donde descansa su sueño de inmortalidad.

King ha entregado en este vigorizado Salem's Lot, un trabajo de altísima calidad; todo su arte literario está volcado a raudales. Esta obra es sin duda alguna una pieza de colección de un género que no debiera ser catalogada como de terror o fantástico, sino dentro de un segmento de obras en las que el autor tiene la capacidad para desplegar y plantarnos ante hechos y seres que no olvidaremos jamás.

King, no ve el terror ni lo irreal con las formas que suelen adoptar estos elementos de la alquimia novelística; lo ve desde afuera de la realidad y lo maneja con soltura, casi como diciendo "esto es lo mío, tómalo… y se te animas, déjalo". El escritor de Maine es un inmenso talento que reduce, por ejemplo, a varios novelistas ilustres a la condición de escritores marginales en materia de creatividad y expresión. En cambio él es brillante, y lo es fundamentalmente por la intensa disposición que despliega para mantener la tensión en una sintonía que atrapa sin concesiones.

Con respecto a la obra en tratamiento, es fácil prever que puede ocurrir cuando un vampiro de existencia antigua, llega al pequeño pueblo norteamericano de Jerusalem´s Lot, allá por los años setenta, y converge circunstancialmente con Ben Mears, joven escritor hoy más menos consagrado, quien veinte años atrás por una apuesta juvenil ingresó a la extraña mansión de los Marsten, la cual todavía alza imponente en la pequeña aldea.

Lo que vio por entonces, aún pueblan sus sueños de horribles pesadillas, por ello Mears vuelve al pueblo de su infancia para exorcizar sus espectros, sin presentir que más allá de sus alucinaciones oníricas, hay algo real más temible que ellas.

Hasta aquí llego y me abstengo de trazar un resumen más amplio de "Salem's Lot", ya que creo sería un acto de injusticia. Se debe leer este libro y asistir a una experiencia formidable. Es acercarse de alguna manera a la leyenda originaria del medioevo siniestro, a la que King hoy viste de "jeans", zapatillas y camisetas, y en mi opinión, como casi todas las historias de vampiros escritas hasta el presente y llevadas a su máxima expresión, resultarían pueriles frente a esta obra sin comparación posible, es que sugiero su lectura como prioridad insoslayable.

FIN

PD/ Áreas o partes de este análisis , especialmente el espacio dedicado a la historia del vampirismo en la antigüedad, posiblemente haya sido publicado tiempo atrás y tal vez con otro título, en esta misma página y en algún sector ANIKA ENTRE LIBROS.. No obstante lo expuesto, el presente, aún con dichos antecedentes que de todas maneras me pertenecen de pleno derecho en mi carácter de autor intelectual, deberá ser considerado como un trabajo inédito.

J.S
José Santos, Julio 2012

 

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