Sugiero leer "El general del ejército muerto" de Ismaíl Kadaré
En esta portentosa aventura literaria, "ópera prima" de uno de los
mejores escritores vivientes, quizás sea Albania, la Tierra de las
águilas - según el significado de su nombre autóctono- , la
protagonista principal de una historia que como tantas otras se han
escrito sobre esta tempestuosa porción del mundo, una región sobre
la cual un día Winston Churchill dijera: "los Balcanes producen más
historias de las que pueden consumir".
Pero esta historia es singularmente un sombrío cántico a la
paranoia humana que tiene todos los ingredientes de una tragedia
griega, y nos lleva a una Albania de medio siglo atrás, a una misma
Albania milenaria que marcada por el paso del tiempo y por sus
reiterados padecimientos históricos, tiene aún la mirada severa de
los espectros que la frecuentan, tiene la altivez indómita de las
águilas, y también la letra poderosa de Kadare, testigo de los
horrores del siglo XX, que con esta novela ha construido una obra
increíble, regida por las leyes de los mitos y la tradición secular
de su patria.
Terminada la segunda guerra mundial, y tras un acuerdo firmado por
los gobiernos italiano y albanés, un general italiano y un
sacerdote católico, marchan hacia Albania con la misión de
desenterrar y repatriar los restos que puedan hallar, de los
soldados italianos muertos durante la guerra en aquellas
tierras.
"Cual ave orgullosa y solitaria, sobrevolarás esas montañas
silenciosas y trágicas para arrancar a nuestros pobres muchachos de
su pétreas garras". Este clamor pronunciado por una de las madres
de aquellos soldados, antes de la partida hacia la fúnebre y
sombría tarea encomendada, repiquetea en los oídos del general
mientras el avión se acerca a su destino. El militar acoge esta
tarea con el sentido propio de su rango, con la grandeza que para
él, la labor a emprender tenía la solemnidad de los ritos
homéricos.
No importa el recelo ni la frialdad de los albaneses. No importa
la lluvia interminable, su ejército se pudre en los abismos, en las
alturas de los montes y en los páramos de aquella tierra huraña, y
él debía cumplir con su misión. Ese ejército muerto estaba allá
abajo, inmóvil, fosilizado, oculto por el barro, y él tenía que
alzarlo y llevarlo de vuelta a su patria. No detienen al general,
ni el frío temible del invierno, ni las pesadillas que poco a poco
van poblando su mente, delirios siniestros en la que los cadáveres
que va desenterrando, regresan a la vida y él los gobierna y
conduce. A medida que avanza en su aciaga tarea, se va enterando de
las historias de algunos cuerpos recobrados de ese ejército muerto
que debe desenterrar ante la mirada turbia de aquellos albaneses,
seres en los que aflora el rencor y el recuerdo de sufrimientos
milenarios transmitidos por generaciones. Y mientras avanza en la
lúgubre exhumación de los que antes fueron hombres y un día
llegaron con sus armas tratando de conquistar esa indómita tierra
de águilas, todo se torna irreal en su derredor y del mismo modo
que el sacerdote, ya no logra comprender la verdadera naturaleza de
aquella empresa que lo ha proyectado sobre el fondo de fatales e
implacables ruinas pobladas de espíritus, en la perspectiva de la
historia como teatro de la muerte y el ineluctable descenso hacia
el polvo y a su propia desintegración moral.
Ismaíl Kadaré narra en este libro, la visión de los habitantes de
una Albania remota que observan los cambios producidos en esos
hombres , que no obstante están dispuestos a cumplir una tétrica
misión, una empresa inaudita y descomunal iniciada con orgullo y
determinación, pero que a medida que van asumiendo la comprensión
de lo irracional, el conocimiento de una tarea que no tiene la
grandeza conferida por su gobierno, y ven más allá, donde ese mundo
antiguo que ellos vuelven a invadir, se aferra por siempre a las
piedras y a las entrañas de las cosas vivas y mora en la sangre de
los hombres. Y perdonan la hostilidad de ese mundo que les resulta
manifiesto y tan frío como debe serlo para todo aquel que ya no
tiene para combatirla, otra cosa que sí mismo.
Ismail Kadaré, nació el 28 de enero de 1936, en
Argirocastro, un pueblo montañés al sur de Albania, ha escrito
hasta el momento unos veinticinco libros, casi todos ambientados en
su patria natal y ha sido galardonado con el Premio Booker
Internacional y con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Desde 1991 reside en París. "El general del ejército
muerto" fue su primer libro, el que indiscutiblemente
le ha valido el reconocimiento internacional y es catalogado como
uno de sus trabajos más expresivos y alegóricos.
Kadaré ha construido una obra grave, profusamente literaria en su
esencia, una obra que se alza en toda su majestuosidad más allá del
conocimiento de los extraños laberintos del alma humana, una obra
que ha escapado de la mera consideración editorial, para alcanzar
la dignidad de las grandes narraciones de los tiempos modernos.
Comentario de los lectores:
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