Presentación de los Premios Planeta 2015 en Madrid
Presentación de los Premios Planeta 2015 en Madrid
Portadas de las obras premiadas, ganadora y finalista, del Premio Planeta 2015
Hombres desnudos, de Alicia Giménez Bartlett, y La isla de Alice, de Daniel Sánchez Arévalo, son las obras ganadora y finalista respectivamente de la LXIV edición del Premio Planeta
Escenario de la presentación del Premio Planeta 2015 en el Instituto Cervantes de Madrid antes de la llegada de los premiados
Durante el evento de presentación a los medios de la edición 2015 del Premio Planeta, celebrado el pasado 3 de noviembre en el Instituto Cervantes de Madrid, tuvimos ocasión de conocer a la ganadora de su LXIV edición, la veterana escritora Alicia Giménez Bartlett y al finalista, el director de cine y escritor, Daniel Sánchez Arévalo.
Ha llovido mucho desde que Lara padre creara en 1952 un premio de novela movido por el deseo de promocionar a los autores españoles.
El fundador del Grupo Planeta aspiraba a que los galardonados se situaran en unos niveles de difusión y popularidad jamás alcanzados en España con otros premios u otras ediciones. Y puede afirmarse que lo consiguió.
No sé si habrá sido antes la gallina o el huevo. Pero la notoriedad, si no había alcanzado a los autores antes de alzarse con el Planeta, lo hizo con seguridad después tal y como su fundador pretendía.
Entre las filas de los premiados han marchado escritores de la talla de Fernando Savater, Álvaro Pombo, Rosa Regás, Espido Freire, Carmen Posadas, Camilo José Cela, Antonio Muñoz Molina, Antonio Gala, Gonzalo Torrente Ballester, Juan Eslava Galán... y la lista continúa, es larga, hasta 64 premiados y otros tantos finalistas.
En la edición de 2015 el máximo galardón ha recaído en la obra titulada Hombres desnudos, de la experimentada Alicia Giménez Bartlett, ampliamente conocida por ser creadora de la inspectora de policía Petra Delicado.
De Petra Delicado lleva escritas diez novelas de género negro que han sido traducidas a diversos idiomas y que han conquistado a los lectores de Italia y Alemania. En España contó con su propia serie de televisión siendo la cantante y actriz Ana Belén la detective protagonista.
Alicia Giménez Bartlett también es autora de la novela histórica Donde nadie te encuentre, sobre la vida de la guerrillera hermafrodita Teresa Pla Meseguer; y ha cultivado el ensayo en El misterio de los sexos y La deuda de Eva.
El finalista del Premio Planeta de este año ha sido Daniel Sánchez Arévalo, premiado por su novela La isla de Alice. Y aunque su carrera literaria es muy corta (La maleta de Ignacio Karaoke y 31 de julio de 1993) es un autor que sabe cómo contar historias. Lo pone de manifiesto en su amplia trayectoria como guionista de series de gran éxito televisivo (Farmacia de Guardia, Querido Maestro, Hospital Central) y como director de cine. Ha sido el director de Azul oscuro casi negro, Gordos, Primos y La gran familia española.
Alicia está curtida en mil premios literarios... quizá mil sea decir demasiado, pero ha sido galardonada con el Premio Lumen, el Ostia Mare di Roma, el Women Fiction Festival, el Grinzane Cavour, el Raymond Chandler, el Fregene, el Pepe Carvalho, el José Luis Sampedro, el Nadal... y ahora el Planeta.
Daniel es casi novel en esto de escribir novelas, con solo dos obras de corte juvenil a sus espaldas, pero con un amplio bagaje como guionista y director de cine que le han procurado más de 200 premios, entre ellos varios goyas. Y, ahora, también el Planeta, finalista en su caso.
La ganadora de 2015
Hombres desnudos, de Alicia Giménez Bartlett, cuenta la historia de Irene y de Javier. Irene es una mujer de clase alta que acaba de ser abandonada por su marido. Aunque su matrimonio estaba lejos de ser ejemplar, ella se siente intimidada por la sensación de fracaso que la embarga.
Para ahuyentar su dolor comienza a salir con su amiga Genoveva, una mujer divorciada que se ha puesto el mundo por montera y que la introduce en el universo de la prostitución masculina.
Javier es un profesor sustituto de Literatura al que la crisis ha enviado al paro. Un hombre culto sin dinero. Su poca ambición, y el hecho de que su novia provea al hogar de todo lo necesario, hace que no le preocupe mucho encontrar trabajo hasta que, a través de su amigo de la infancia Iván, decide convertirse en acompañante de mujeres acaudaladas.
Gracias a su nueva profesión conocerá a Irene y entre ellos nacerá una relación conflictiva y viciada en la que Javier se enamorará perdidamente.
Alicia Giménez Bartlett nos presenta unos personajes a la deriva en un mundo que no ofrece un respiro. Roles que se entremezclan, se funden y chocan. Nos muestra una obra que habla de sexo, de amistad, de maldad, de los nuevos disfraces sociales y de ingenuidad. Temas eternos que necesitan una revisión en tiempos de cambio.
Durante la presentación la autora muestra un hablar pausado, seguro; no parece nerviosa, está curtida en mil batallas parecidas ante otros públicos ansiosos por saber más sobre lo que acababa de escribir.
Una mujer que habla así tiene que saber escuchar y, de hecho, nos reveló que por la documentación de su libro "tenía mucho interés en ver cómo hablaban los niños pijos de ciertos barrios"; y no cabe duda de que también le interesó saber cómo lo hacían los profesores cultos de Literatura y los prostitutos sin cultura, como Iván, porque en Hombres desnudos cada personaje tiene su propia voz, claramente diferenciable del resto, con sus muletillas, giros y peculiaridades. Para escribir esta novela confesó que había tenido que hacer un gran "trabajo de escucha".
La ganadora del premio Planeta 2015 charlando con la Vicepresidenta del gobierno Soraya Saenz de Santamaría al finalizar el acto de presentación
Con esta obra ha pretendido que el lector llegara a la conclusión de que "la diferencia de clases no está superada aún", y que "saltar de una clase social a otra es muy complicado".
También ha intentado poner de manifiesto que "muchas veces nos atrincheramos en unas relaciones cómodas". En su novela ha roto esa seguridad en los personajes con el abandono de la protagonista por parte de su marido y con la insatisfacción de Javier y su pareja y los ha expuesto al miedo de lo desconocido.
Ha aprovechado esa situación para mostrarnos sin tapujos un tema aún más incómodo que la prostitución femenina, la masculina. Para Alicia Giménez Bartlett "los temas son tabúes hasta que se nos informa de ellos". Y ella lo ha hecho en su novela.
Sin embargo, "no he pretendido ser militante"; Alicia no perseguía ser partidaria de ninguno de los aspectos que muestra en su obra: "las ideas pueden inspirar pero no tanto como para dominar un texto", asegura.
Tiene la cabeza muy bien amueblada y para ella escribir es un trabajo como otro cualquiera. Quizá más gratificante por los reconocimientos, pero es la máxima exponente de aquello que decía Picasso de que las musas te tienen que pillar trabajando. Y a Alicia la pillarán porque asevera que "no tiene camino de salida. A mi edad es una condena eso del escribir. Escribo, se vaya a publicar o no".
Desde hace años ha adquirido un hábito de trabajo en el que deja fuera la carga emocional. Tampoco toma notas porque cuando está inmersa en la preparación de una historia "lo que no se queda en la cabeza no importa. Soy más observadora que imaginativa y dejo que las cosas me penetren porque lo que se queda es lo que me impacta y lo que importa".
Presentó su novela al Planeta con el título Nubes de Tormenta, y utilizó el pseudónimo de Toni Farga.
Alicia Jiménez Bartlett y Daniel Sánchez Arévalo
El finalista de 2015
Daniel Sánchez Arévalo es un hombre joven, que parece estar viviendo estos momentos con intensidad y una gran ilusión. Llegó a decir que ya "no sabía si era escritor o director", pero que ha descubierto que "ahora le gusta mucho más ser escritor".
De su novela afirmó el presidente del Grupo Planeta, José Crehueras, que es una obra "valiente, rompedora, de un gran realismo social".
El autor se quejó de que si no se la hubiesen quitado de las manos aún continuaría corrigiéndola porque había "creado una isla, un sitio donde quería vivir". La isla de Alice no solo sirvió de refugio a la protagonista, Alice, también sirvió de refugio a su autor, que tuvo que vivir el final de la larga enfermedad de un ser querido, muy cercano, mientras escribía la obra. El autor nos confió que "su redacción le sirvió de refugio".
Afortunadamente para él, esa seguridad también la recibió del sector literario porque afirmó haber tenido "una sensación parecida a la que sentí cuando presenté mi primera película. Una sensación de Hola. Bienvenido. Te aceptamos". Dice haberse sentido arropado por todo el mundo.
Cuando se embarcó en el proyecto de redacción de La isla de Alice, Daniel ya estaba inmerso en la preparación del rodaje de la que iba a ser su última película, pero lo dejó todo y prefirió dedicarse a la escritura de la novela. Dijo que "durante los dos últimos años, la isla me había rondado la cabeza y necesitaba sacar la historia fuera".
A pesar de haberse alzado con el finalista del Premio Planeta, le "cuesta considerarse escritor", aunque admite que "también le costaba considerarse director". Para él, las dos historias previas que ha escrito, "han sido solo la preparación" para llegar hasta Alice y su isla.
La isla de Alice nos habla de una muerte, la de Chris, en un lugar donde no debería de haber sucedido.
Su viuda Alice, madre de una niña de seis años y embarazada de otra, necesita saber por qué su marido no estaba donde decía estar. Para averiguarlo se embarca en una huída hacia adelante, buscando respuestas que solo le depararán nuevas preguntas.
Alice necesita saber si toda su vida ha sido una gran mentira y si el hombre al que amaba le había amado a ella. Como dice su autor: "es una novela muy emocional. Alice tiene que lidiar con la sensación de que toda su vida ha sido una mentira".
La búsqueda de la protagonista la llevará hasta Robin Island, una isla de Cape Cod poco conocida, en donde inicia una investigación detectivesca para saber qué sucedió en realidad. Con su insistencia irá descubriendo las mentiras de la gente que puebla el lugar: el alcoholismo de una vecina, el tráfico de drogas de otro, la homosexualidad secreta de algunos, las peleas y reconciliaciones maritales...
Daniel Sánchez Arévalo, reconocido director y finalista del Premio Planeta 2015 junto al presentador y guinista Guillermo Summers
Se trata de una novela que comienza siendo una obra de intriga y que terminará convertida en una bella historia de amor.
Dice Daniel Sánchez Arévalo que ha escrito una "novela femenina. Claramente he querido abordarla desde la perspectiva femenina" y recuerda con cariño el día de la entrega del premio en Barcelona: "Se me acercaron un par de miembros del jurado para decirme que pensaban que la novela la había escrito una mujer". De hecho, el pseudónimo que utilizó para presentarla había sido el de Julia Ponski.
Para Daniel "esta novela es la mejor de sus películas, porque es el lector el que va a rodarla". Y eso que cuando comenzó a escribirla "tenía miedo porque no sabía cómo iba a acabar. He ido de la mano de Alice, intentando descubrir lo que había pasado utilizando las mismas herramientas de las que disponía la protagonista de la novela. Yo también quería desvelar qué hacía Chris en la isla y sentí alivio cuando lo descubrí".
Como curiosidad: la novela inicialmente se titulaba Trece meses desde mayo.
³³³
Daniel Sánchez Arévalo, Mónica Carrillo, Alicia Jiménez Barlett, Soraya Saenz de Santamaría y José Crehueras
El acto contó con la asistencia del actual presidente del grupo editorial, José Crehueras; y fue conducido por la periodista y escritora Mónica Carrillo. Los autores galardonados estuvieron arropados por personas del mundo periodístico (la presentadora y escritora Marta Robles), del cine (el actor Quim Gutiérrez) y de la cultura (estuvieron presentes representantes del Instituto Cervantes); incluso de la política, porque al evento acudió la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.
Mónica Carrillo, José Creuheras, Alicia Giménez Bartlett y Daniel Sánchez Arévalo
José Crehueras afirmó que el objetivo del Premio Planeta es descubrir lectores. Hace 64 años, en una situación similar, Lara padre dijo que inauguraba el premio con la intención de promocionar a autores españoles.
En poco más de cuatro décadas, el foco editorial ha pasado de estar centrado en el autor a colocarse en el lector.
Y, aunque el señor Crehueras afirmara que llevan vendidos más de veintiún millones de premios planetas (entre ganadores y finalistas) desde que comenzaron a otorgar los galardones, no cabe duda que de que hay que centrarse en el lector y vender muchos libros para conceder el premio mejor dotado del panorama literario hispano hablante: 601.000 € para el ganador y 150.250 € para el finalista.
¡Enhorabuena a los premiados!
Público en la presentación del Premio Planeta 2015. Entre los asistentes podemos ver al actor Quin Gutiérrez
Ver la crónica completa con fotos de los Premios Planeta 2015, previos, fiesta y post premios
Comentario de los lectores:
- Presentación de los Premios Planeta 2015 en Madrid