Presentación de "El hombre que entraba por la ventana", de Gonzalo Moure
Presentación de El hombre que entraba por la ventana, de Gonzalo Moure.
GONZALO MOURE, viajero y escritor,
empeñado en transmitir sensaciones
En el marco de Encuentros con café, organizados en la
Casa de Cultura de Colmenar Viejo, asistí a la presentación de
El hombre que entraba por
la ventana del escritor Gonzalo
Moure, cuando escribí estas líneas pensando en vosotros,
seguidores de Anika Entre Libros. Fue algo que
el pasado lunes 25 no me esperaba, una grata sorpresa al terminar
de leer y sentir esta historia tan peculiar, poética, memorable, y
así en caliente salir a la calle y encontrarme al mismo autor.
Emocionada aún, porque la sensibilidad y delicadeza del texto
apunta directa al corazón, tuve el placer de escuchar el marco
donde surgió el germen, real y crudo, de su inspiración.
En la imagen, Gonzalo
Moure
El conflicto de la falta de comunicación entre una pareja
rota y una niña, queda en este bello libro reflejado sin ni
siquiera ser citado. Está presente como una "melodía triste, como
poesía, impregnado en aromas de caldo y pescado, tabaco y taberna,
ropa limpia y mar…" según las mismas palabras del autor y que el
lector será capaz de sentir a flor de piel. El ambiente elegido es
una casa a oscuras como la vida de una niña solitaria, y apagada, a
la espera de que una voz cálida le pueda alimentar la imaginación
con sugerentes historias. Y a pesar de tanta melancolía, fado y
ecos de una taberna lisboeta, la historia es realmente bella y
agradable de leer incluso con los más pequeños.
Según Gonzalo Moure, la idea nació de un
testimonio real en una terraza de Alicante, sin embargo, la libreta
donde quedó plasmada viajó por varios sitios hasta que cayó en la
cuenta que no podía desarrollarse en otro lugar tan acorde a sus
sentimientos como en un barrio de Lisboa.
El aspecto del libro también es extraordinario porque las imágenes
lánguidas, detallistas, con amplias perspectivas de callejuelas,
patios y terrazas son también preciosas ilustraciones de
Gabriel Pacheco. Este ilustrador argentino no estaba en el
acto de Colmenar Viejo pero sí el diseñador del libro,
Felipe Samper, quien realizó una emotiva
presentación sobre el proceso estético y el interés que la
editorial SM había tenido en apostar por este especial
ejemplar.
Como es habitual en este tipo de tertulias, los temas entorno a la
publicación, el proceso creativo del autor o aspectos de la oferta
y la demanda en el mercado editorial, fueron comentados pero lo más
reseñable, y sin lugar a dudas para mí, fue el carácter y la voz
del mismo Gonzalo Moure. En tono humilde y somero
habló de su experiencia como escritor pero sin mencionar apenas su
labor en proyectos como Bubisher en El Sáhara.
A raíz del debate surgido sobre el precio superior que en España
tienen los libros, respecto a otros países nórdicos, defendió la
propuesta de fomentar el uso de las bibliotecas públicas y
el hábito de la lectura entre todos para así poder abaratar y
aumentar la accesibilidad a la cultura. Sin abandonar su
tono respetuoso y coherente, defendió en un breve discurso que
debiera ser objetivo común mejorar la educación desde la
base, invitó a valorar el gasto en cultura respecto a otros
productos consumistas y recalcó también, de forma
enérgica, la necesidad de mejorar la enseñanza, la educación en las
escuelas y facilitar la flexibilidad en el progreso del alumnado
entre otras ideas progresistas.
En la siguiente imagen, Felipe
Samper (Ediciones SM)
Gonzalo Moure es
valenciano y vive entre Asturias y El Sáhara. Estudió Ciencias
Políticas pero ejerció como periodista muchos años hasta que
decidió volcarse en la literatura, que dice amar desde su infancia
y entorno familiar. Le gusta viajar, empaparse de historias y
personajes con vida, especializarse en captar el alma de las
personas que conoce y transmitirlas primero para si mismo, después
para quien quiera compartirlas. Su aspecto exterior es también de
un aventurero coherente e íntegro que manifiesta que "ha
llegado a la conclusión de que es más rentable escribir con el
corazón que con la cartera"
Habla de niños y jóvenes en muchas ocasiones pero desde la
perspectiva de un adulto. Le gusta alimentar la idea de
que sus historias como El
hombre que entraba por la ventana tienen dos
lecturas en una. Puede ser perfectamente compartida por padres e
hijos que ambos obtendrán conclusiones muy diferentes, válidas y
seguro que enriquecedoras.
Manifiesta tener unos seis libros entregados, estar escribiendo
otros seis, ha escrito teatro y quiere hacer cine. Su primer libro
publicado fue Geranium en 1991, reeditado
posteriormente por Alianza Editorial. Algunos de ellos han sido
premiados, como A la mierda la bicicleta,
Lili, Libertad
y El síndrome de Mozart.
Habitualmente imparte conferencias y charlas en Congresos de
Literatura Infantil y Juvenil, colegios, institutos, bibliotecas y
clubs de lectura.
Comentario de los lectores:
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