Planeta 2018-5. La gala y lo que pasó después
Planeta 2018-5. La gala y lo que pasó después
Esther Vaquero presentó este año la gala.
Empezaron a pasar imágenes por las pantallas -las típicas que se repiten de libros ganadores de todos los años anteriores (Historia del Planeta)- y algunas del photocall o alfombra azul. Así fue como me enteré de que había venido bastante más gente de la que yo había visto. Al fin tenía sentido el pasillo ese tan concurrido que se desviaba hacia la derecha y al fin tenía sentido la abdución general… No habían sido extraterrestres (aunque con algunos… lo dudo todavía ¡eh!) sólo mi despiste…
También salieron las típicas del jurado:
Y las de los manuscritos que participaron en el premio.
Para mí el comienzo fue positivo cuando vi a Javier Sierra -al que adoro- decir unas palabras al público. Nos explicó qué significaba -al menos para él- ser premio Planeta.
Y aquí es también donde empieza el paripé. A ver... Hablemos de lo que todos hablan y nadie se moja, de un secreto a voces. Todos los años se filtran los nombres de los ganadores antes de que se hayan "elegido" oficialmente, liturgia que se supone que se produce en una sala aparte donde cena el jurado y debate sobre los libros. Así van descartando y dejando finalmente a ganador y finalista. Durante ese tiempo la liturgia no se rompe, pero en redes sociales siempre hay quien filtra los datos antes de hora. O sea, ellos están decidiendo y en redes ya se conocen los nombres de los elegidos. Este año eran Santiago Posteguillo y Ayanta Barilli.
Escribí el mensaje (de ganador y finalista) de twitter y facebook con los nombres antes de hora, y esperé a que fuera oficial para darle al intro, pero esto no es un secreto, o al menos es un secreto a voces. Hace unos años, Laura Falcó Lara, entrevistada por Bruno Cardeñosa en su programa La rosa de los vientos (más que entrevistada él le preguntó, ella tenía allí un espacio literario que a mí me molaba porque a ella también le mola el misterio y el terror como a mí), dijo algo así como "¿Pero cómo puede alguien pensar que se le va a dar el Planeta a cualquiera?". En un brevísimo espacio de tiempo confirmó lo que se sabía: el Planeta se le da -y se sabe con tiempo- a dos personas que funcionan en la editorial, por lo tanto el secretismo y la liturgia de la cena de gala con la respectiva quiniela y la reducción de obras posibles ganadoras, no es más que eso, una liturgia que a Planeta le gusta repetir cada año. ¿Qué me extraña a mí? Que haya gente que aún se mosquee cuando se dan los nombres antes de hora, como si fuera una sorpresa que sepa. A ver, amigos, esto es un paripé bonito, una liturgia ya clásica donde unos cuantos nos enteramos antes de hora del resultado pero sólo un flipao-de-la-vida como es mi querido Diego Palacios, filtra el resultado "futuro" en redes, en nombre de Libros y literatura. Y lo mejor es esto: acto seguido los medios más importantes copian su información y la retransmiten por redes sociales. Así pues, no os enfadéis tanto: una vez Laura Falcó lo confesó en la radio a miles de oyentes, y si no recuerdo mal también Lucía Extebarría lo contó, esto es un teatrillo al que todos seguimos el rollo. En cualquier caso NO TODOS los que están esa noche ahí saben los nombres del ganador y finalista antes de hora. Para ellos sí es una sorpresa. Oye, y para nosotros también, sólo que deja de serlo un ratito antes.
PARA VER MUCHA MÁS INFO DEL GANADOR Y LA FINALISTA, Santiago Posteguillo y Ayanta Barilli, volved a la página inicial.
Entre los que vinieron y no vi en todo el fin de semana pero me enteré de su existencia por las pantallas donde nos ponían imágenes que habían sacado un rato antes en la alfombra azul: Xavier Sardá, Risto Mejide y Laura Escanes, Care Santos, Juan Manuel de Prada, Luis Piedrahita… no recuerdo quién buscaba a Juan Ramón Lucas, o sea que estaba también allí, y no me acuerdo de más. Resulta que también había actores y actrices (alguien me nombró la serie "Casa de papel") pero como no me entero ni veo las series más populares pues me pierdo… Es momento de confesar que últimamente me disperso mucho, pero también soy bastante más feliz que nunca.
Obviamente hice muuuuchas fotos del momento premio, pero atajo poniendo esas dos. Las demás ya empiezan cuando salimos fuera, y de nuevo en el hotel.
Salí con Ana Lena y nos encontramos con Inés Plana, autora del exitoso thriller "Morir no es lo que más duele".
Con Santiago Díaz.
O con Chucky.
O con un psicópata, como decía él.
He decidido poner las dos y contaros de qué va esto. A esas horas yo estaba bastante cansada y como NO ME GUSTA LO QUE DAN DE COMER no me aguanto casi en pie. Un par de brownies después, extraídos de mi bolso siempre dispuesto a salvarme la vida, aún estaba cansada. En la cara se me nota, sin duda.
En ese momento Alberto Chicote, Juan Gómez-Jurado, Arturo González y creo que también Santiago Díaz (¿y Manel Loureiro? Ya me disperso mucho…) me pidieron que les hiciera una foto, y varias fotos después fue Xicote (porque fue Xicote ¿no?) quien nos hizo en perspectiva esta foto a Santiago y a mí. (ARGHHHHHHHHH, CORRIGIENDO LA CRÓNICA VEO QUE HE CAMBIADO CHICOTE por XICOTE ¡Me ha salido la vena valenciana, che!)
Santiago… que me preguntó si sabía quién era y dije que no hasta que nombró la palabra mágica: "Talión" (el nombre de su novela). Me dijo también: "has reseñado ya un par de veces a mi hermano" y ahí ya me quedé muerta porque si antes no sabía quién era él, menos aún quién era el hermano. Misterio resuelto, me contó que su hermano era Jorge Díaz, y a partir de ahí ya era un "aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, claro, pues qué guay, dos hermanos que escribís bien, cómo mola" (lo de la crítica positiva es cierta, no un decir). Así son mis conversaciones a esas horas de le noche ¿madrugada? en las que ya no recuerdo ni mi nombre por la ausencia de alimento vario en mi estómago y agotamiento (especialmente con dolor en los pies sobre unos tacones demasiado altos para mí).
El caso (y ahora explico lo de la doble foto y el comentario anterior) es que cuando nos hicimos la primera él dijo que tenía cara de psicópata, no sé si lo de Chucky se le ocurrió a él o fue algo que pensé yo y no verbalicé en ese momento. Quiso que nos hiciéramos otra -la segunda- donde ya se vio aceptable PERO YO ME VEÍA HORRIBLEEEEEEEEEEEEEEEEE, así que ni pa ti ni pa mí, Santiago, a partir de ahora te adoraré porque me caíste genial pero la foto del psicópata también la publico, ea. (O como diría mi madre en sus tiempos, jóete y baila) jajajaa
Esa noche, tras la gala, la peña vuelve al hotel y hablan (me incluyo) unos con otros. Se reparten invitaciones para beber, algunos intentan conseguir más -un show-, unos se van antes y otros más tarde. Los últimos en llegar son los premiados que, al día siguiente, acaban levantándose muertos de sueño y cansancio.
En mi caso me pasé casi toda la noche en la calle, fuera, cerca de la puerta automática, con Manel Loureiro, Juan Gómez-Jurado, Arturo González y Alberto Chicote. Lo que me reí esa noche no os lo puedo ni contar, pero sí que acabé con dolor de cara (de la risa, no porque me dieran una hostia).
En un momento dado nos contábamos anécdotas (Chicote de su programa, Juan y Manel sobre una casa del segundo que ocuparon para escribir en compañía sus novelas) mientras Arturo González buscaba pokémon con Pokémon Go. Según él, cerca había un gimnasio. En mi casa con esta anécdota y la de Chicote (que aquí sí las he contado) se morían de risa.
Cuando me tocó a mí el turno casi no había empezado cuando alguien me dijo "¿puedo contar eso en mi crónica? ¿Qué había contado yo? Que me sacaron del cuarto de baño de José Carlos Somoza rompiendo la puerta con un hacha ( leer aquí). El chico se animó a contar una suya, pero taaaaaaaaaaan (no puedo ni decir la palabra) que es mejor no reproducirla ni mentarla, que ciertos detalles se quedan para siempre en la mente y no es una gran idea relacionarlos. Con la risa sí, con esa pienso relacionarlo siempre. En un momento dado dijo que era escritor y le pregunté su nombre. ¡Coño! ¡Era Juan Soto Ivars! Encantados de conocernos :) Primero nos conocimos en redes, después nos conocimos riéndonos de nuestras anécdotas en la puerta del hotel (lo mejor que nos pudo pasar, caernos bien sin saber quién era uno y otra), y finalmente nos presentamos y nos hicimos foto:
POR LA MAÑANA
En el desayuno, debo admitir, hay muy poca comodidad y menos colegueo incluso, porque no podemos sentarnos unos cuantos juntos y divertirnos. Demasiados sitios sólo de dos en el comedor. Veo a Clara Sánchez, a Javier Sierra y a Eva…
El resto de la mañana es la de despedida.
Posteguillo muy solicitado.
Papá Oso Dragó con Ayanta Osita Barilli
Ayanta y Posteguillo con Crehueras
Se hizo la rueda de prensa habitual. Mis compas, algunos sin dormir casi, estaban ahí sentados. Bueno, a ellos les pagan, que curren. Yo tomé nota visual y me dediqué a disfrutar del aire libre despidiéndome de quienes se iban yendo ya de vuelta a casa.
Otro clásico mío antes de irme. Una nota de "Gracias por todo" (a las limpiadoras del hotel) encima de la cama.
Los que se fueron antes que yo:
Chicote, Manel Loureiro, la mujer de Alberto, Arturo González y Juan Gómez-Jurado.
Nativel Preciado y Matías Prats, estupendos de buena mañana. Para mí que estos se acostaron pronto porque tenían muy buena cara.
Fernando Schwartz
Cantizano y Miguel Ángel Muñoz, altísimos los dos (al menos a mi lado) y muy guapos.
Nos vamos yendo… Ahora ya me tocaba a mí. Quedé a comer con Carlos Plaza que se empeñó en llevarme a un restaurante libanés. ¡Un restaurante libanés con lo difícil que soy para comer! Y como soy una valiente acabé accediendo. La ensalada con queso feta -o algo así- era rara pero estaba muy rica. Eso sí, esperaba que el cordero estuviera más blandito y que la salsa no me tirara para atrás. Y el tiramisú ¡orgásmico! Poco más y parezco Sally en el bar... Tuve que contenerme porque se me escapaban los gemidos de placer
Ahora sí. Bye, bye, Barcelona. Hasta el año que viene si Wilde y Planeta quieren.
Si os ha gustado mi crónica hay una mucho más corta, incisiva, letal, maravillosa y gamberra que salió antes que la mía, firmada por Juan Soto Ivars en elconfidencial.
https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-10-16/premio-planeta-posteguillo-cronica-salseo_1630850/
¡Ah, se me olvidaba! Una curiosidad: muchos ya sabéis -porque lo conté en facebook- que a veces, cuando estoy leyendo, las letras se vuelven moradas y verdes. Ya sé que es algo raro pero me pasa. ¡Y en Barcelona se volvieron azules y negras! ¡Azules! Toda una novedad, aunque sea más llamativo lo que me pasa en casa.
En fin, si te ha gustado la crónica ya sabes, dale al me gusta y comparte este trabajo que ha sido divertido, pero que ha durado 3 días en Barcelona y otros 4 en casa ¡Gracias!
Anika Lillo
Las cosas que no puedo contaros por discreción:
* Los criticones (mira que sois...)
* A quién vi llevándose el centro de mesa
* La anécdota de Juan Soto (por vuestro bien)
Nota: los creadores de los brownies deberían pagarme por publicidad. Bueno, no, que no digo la marca.
Comentario de los lectores:
- Crónica de los Premios Planeta 2018. Fotografías y anécdotas contadas para ti
- Premios Planeta 2018 - 1. El planeta de los brownies
- Planeta 2018-2. Comida y cena con medios de comunicación
- Planeta 2018-3. El día de la gala
- Planeta 2018-4. Más invitados y la cena de gala
- Planeta 2018-5. La gala y lo que pasó después