Pasiones frustradas
Pasiones frustradas: Juan Marsé y el Premio
Planeta 2005
Anonadado me quedé cuando escuché las declaraciones de Juan Marsé antes,
durante y después del fallo del Premio Planeta 2005. Hay que tener
mala leche para decir estas cosas y aguar la fiesta a una escritora
y a un escritor que con su buena fe han presentado dos trabajos a
un premio literario y una ha ganado y el otro ha sido
finalista.
PUES NO SEÑOR, YA ERA HORA DE QUE ALGUIEN DIJERA LO
QUE MUCHOS PIENSAN. El Premio Planeta es cada vez más nefasto en
cuanto a calidad. La literatura actual se centra más en generar
dinero a base de novelas absolutamente deplorables como El
código da Vinci y en detrimento de las buenas novelas que se
pierden en algún cajón por ser un escritor novel.
Juan
Marsé ha dejado de formar parte de estas celebraciones más
que previsibles que se centran en crear falsas emociones sobre
quién va a ganar. Bien que ha hecho.
Cito sus palabras: "me gustaría añadir lo que ya dije una vez
en relación con la literatura de ficción, tal y como hoy se nos
vende, en tanto premios: que es una literatura que se asemeja cada
vez más al mundo del prét-á-porter, y que el verdadero reto para un
escritor actual no es entrar en ese mundo, sino ser capaz de
rechazarlo".
¿En qué se está convirtiendo la literatura? Realmente salen pocas
novelas buenas al año porque sólo se publica lo que vende mucho.
Menos mal que todavía quedan editoriales que no tienen esta
mentalidad tan aberrante, como Anagrama o incluso Tusquets.
La literatura es algo más que un maletín con cien millones de
pesetas. No voy a decir que no hay ningún Premio Planeta que valga
la pena, porque no es así, hay obras que son buenas y han sido
galardonadas con este premio.
Juan
Marsé no ha querido que se le haga partícipe de este mal
gusto literario y así lo ha hecho saber a los lectores, editores,
colegas… y en mitad de la gala de entrega. Claro que sí, que todo
el mundo lo sepa y que los ganadores conozcan que él opina que las
obras son malas. Ha demostrado una sinceridad sin escrúpulos y hay
que aplaudirle. Al menos yo lo hago.
Porque el Premio Planeta no es sinónimo de calidad literaria. Por
eso me postro ante las palabras de Marsé.
Yo también soy Juan Marsé…
Nota: Este artículo fue escrito a
finales del 2005 pero los problemas con el ordenador no me
permitieron publicarlo en su momento. Lamento las
molestias.
+ Juan
Marsé
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