Premio Planeta 2015. 5. Fotos en el cóctel e inicio de gala

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Ahora ya estaba donde todo el mundo charlaba, tomaba copas y canapés. Era como un enjambre, se podía caminar pero con dificultad, aunque eso no me impidió charlar con algunas personas o solicitar hacer alguna foto a la que todos se prestaron amablemente. Y estas son:

Las periodistas Montserrat Domínguez y Julia Otero

Ernesto Ekaizer y Manel Fuentes

Manel Loureiro, Noemí Trujillo, Lorenzo Silva y Ramón Pernas

Este fue un momento guay. Me acerqué a una mesa para dejar una copa y una chica me llamó por mi nombre. Reconozco que no sabía quién era (esto me estuvo pasando toda la noche, me conoce más gente de la que podía imaginar) y le pregunté: "Soy una de las finalistas", me dijo. Era Margarita García Gallardo -aquí con su marido- que se había presentado con una novela titulada "Sociedad Literaria Tolbooth" y que estuvo siempre en uno de los primeros puestos con máxima puntuación. Hasta que llegó el momento de adjudicar el premio, su novela siempre estuvo de las primeras, lo que me dice que su novela debe valer mucho la pena. Ojalá se la publiquen.

Juan Manuel de Prada y Lucía Etxebarría

Jorge Molist y señora. Esta foto es, evidentemente, mucho mejor que la del photocall, donde era realmente difícil sacar fotos buenas desde mi posición.

Dolores Redondo una vez dentro. Como había tanta gente reconozco que no dediqué mucho tiempo a nadie. Después de todo, aunque saludara a tanta gente porque casi todo el mundo me conocía, yo iba allí a trabajar.

Fernando Schwartz

Mi querido Antonio Gómez Rufo. Con él siempre puedo pasar un rato charlando, da igual si es antes o después. Siempre tiene unos minutos para mí y me habla con tanta honestidad que no puedo más que agradecérselo. Besos.

A partir de ahora sí podréis verme en algunas fotos acompañada. Aquí de nuevo con Ricard Ruiz Garzón. En este momento ya estamos dentro, en el gigantesco espacio donde están dispuestas las mesas para la cena, las pantallas panorámicas para que las imágenes lleguen a todos los puntos del local, y el escenario para la entrega de premios.

Otra de mis fotos favoritas de cada año: con el -ya mítico- Óscar López (Página 2), un ejemplo a seguir.

Queridos, esto es una panorámica desde aproximadamente mi sitio. Es para que os hagáis una idea de lo difícil que es, en realidad, encontrarte con un autor en este lugar cuando ya están repartidas las mesas, porque los medios estamos al final y los autores en la otra punta. En medio quedan editores, políticos, etc… Ese es también el motivo por el que ni el año pasado ni este pude sacar fotos de los "famosos". Para hacer eso tenía que dejar de comer, y tampoco es que coma mucho, la verdad, pero o me meto algo en el estómago o no aguanto tanto ajetreo, porque allí mucha gente va de cena y fiesta y yo tengo que compaginarlo con trabajo (fotos, twitter, facebook, notas, ruedas de prensa, bla bla bla)

Sin embargo pensé que entre mi silla y el escenario seguro que veía a alguien, y et voilà : Laura Falcó Lara. Y como las mujeres nos fijamos bastante en estas cosas, la veía muy guapa con ese corte de pelo. Del traje ya os he hablado antes: espectacular.

Durante la cena guardé mi cámara buena y me saqué algunos horribles selfies con el móvil -soy negada para hacer selfies así que me hacía la tira y veía como en mi mesa alguno se sonreía pensando posiblemente que era una exagerada, jajaja-. Estas imágenes me servían para enviarlas por twitter, facebook y por qué no, para mi familia.

Pero a mi familia, cómo no, también le enviaba los platos que teníamos para cenar así que haré como antes, un collage con lo que nos pusieron para comer. Ya, ya sé, yo sólo comí la lubina y el postre, y vosotros os lo habríais comido todo, no hace falta que me lo digáis…

Para los curiosos gastronómicos esta cena se componía de canelón de Angus, setas, rúcula selvática (eso que a mí siempre me parecen hierbajos de campo), crema de mostaza y microvegetales; después lubina asada (buena, buena, buena) con puré de zanahorias y apio bola (no sé cómo le puede gustar el apio a la gente); tarta de chocolate, avellanas y crema de toffee (del que no dejé ni rastro) acompañada de café y mignardises (eso que parecen piruletas de chocolate dentro de un vaso ¿lo véis? La de chocolate negro iba pintada de dorado y me la zampé enterita).

En mi mesa estaba acompañada de gente divertida -como Diego Palacios-, charladora -aunque no conmigo, a mí ya me tiene muy vista- como Alfredo-, energéticamente turbadora, como una chica de vestido rojo que resultó ser Roser Amills (nos seguimos en twitter aunque ni yo sabían quién era ella ni ella sabía quién era yo), un señor muy, muy serio que sólo abrió la boca cuando Roser dijo "Vixca València" (entonces se emocionó el señor, porque era del periódico Las Provincias y Alfredo y yo somos valencianos y estábamos en su misma mesa, pero hasta ese momento no le vi ni hablar ni sonreír ni un solo momento. Pensé que nadie en el mundo podría aburrirse más que él, aunque igual se divirtió a su manera…)

Hubo un momento graciosísimo que fue cuando Roser me preguntó quién era yo. De pronto la chica -que ya la vi súper alegre toda la comida- se convierte en un explosivo de traca valenciana, "¡Anika, eres Anika, de Anika Entre Libros!" (jajajaa, oui, oui, c'ést moi) y sugiere que nos hagamos una foto y la pasa por twitter. Qué loca y qué maja. De pronto empezó a presentarme a otras personas y yo me sentía casi una estrella (además es que llevaba dos días que me llamaban por mi nombre y no conocía a quienes me llamaban pero ellos a mí sí; es una sensación extraña. En este sentido, aquel par de días ¡no tenía nada que envidiar a la Pedroche!).

De pronto un twitt de respuesta:

Y así conocí al fin a Anna María Iglesia, de Culturamas. Me alegró muchísimo pero estaba tan mareada con unos nombres y otros, con fotos y presentaciones que no sé si llegué a quedar a la altura de las circunstancias. Tengo un leve recuerdo de que vino acompañada y de que hablaron de los ojos de un compañero que se había puesto lentillas. Para que veáis qué mareo el mío de vez en cuando. Y finalmente nos hicimos foto que algunos retuiteamos para nuestros seguidores en twitter:

No quise irme de allí sin hacerme una foto con quien consideré mi colega de flash. Con él era con quien nos intercambiábamos la información de los nombres; y sí, él y yo fuimos los que acabamos de rodillas en alfombra azul del photocall para lograr hacer fotos a la gente de frente y no de perfil: Santi Cogolludo, fotógrafo de El Mundo. Me encantó conocerlo.

Bueno, y os habréis fijado -y si no, os fijáis ahora- que tras nosotros ya estaban los nombres de los premiados pero me lo he saltado para dedicarles ahora su espacio. Por cierto, que Diego Palacios me hizo una foto estupenda trabajando mientras daban los premios que también añadiré en ese espacio de ganadores.

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