La indefensión del autor ante los responsables editoriales
La Odisea de "En aquella pared norte"
Cuando contacté con la Editorial Barrabés, en aquel momento
dirigida por el montañero y profesor de Alta montaña Felipe Guinda,
creí que había hallado una editorial seria, especialmente porque mi
experiencia en ese terreno había sido nefasta, me había pasado de
TODO y sólo había conseguido vender un original a Bruño, original
que tardó cuatro años en salir a la venta...
Felipe me cayó bien, me hizo un contrato en una semana, nos vimos
en el Líber de BCN (Barrabés está en Huesca), me regaló ejemplares
de otras obras publicadas para "celebrar" mi contrato, me dijo que
siguiera escribiendo sobre alpinismo, que me publicaría lo
escrito... Me invitó a la presentación de una obra que se hacía en
Barcelona, me dio un anticipo aceptable a la firma del
contrato...
Bueno, pese a estar pactada en ese contrato, jamás hubo
presentación ni promoción alguna de mi obra. En 2004
recibí una única liquidación de derechos (negativa) porque las
ventas de doscientos y pico libros no cubrían el anticipo. ¡Y ahí
acabó todo!
No me llegaban anualmente liquidaciones (ni positivas ni
negativas) y me enteré que Felipe Guinda ya no era director
editorial... Pese a ello, seguí su consejo y les envié otra obra de
montaña, pero me la despacharon sin una palabra y menos
trámite.
Desde 2004 he estado completamente a oscuras, sin una palabra.
Descubrí por Internet que mis libros se estaban
regalando a los suscriptores de cuadernos técnicos
sin que NADIE me hubiera avisado.
Hace unos días contacté con la editorial y los puse a "caldo". Por
lo menos, han tenido la decencia de responderme esta vez. Resulta
que como el libro no se ha vendido bien, decidieron
descatalogarlo en 2004 y la tienda-Barrabés compró casi todos los
ejemplares a precio de saldo para irlos regalando... (Y a mí ni
media palabra).
¿Puede existir más indefensión? Ahora mismo, si estuviera en mi
mano, quizá reharía esa novela y la escribiría mejor (los años y la
experiencia no pasan en balde), pero... ¿qué culpa tiene el
autor cuando la propia editorial, incumpliendo lo pactado, no
promociona la obra ni prepara una presentación? Cada vez
que he contactado con Barrabés me he sentido como si tuviera que
pedir disculpas por el dinero que supuestamente han dejado de ganar
cuando, seamos honestos: ¿quién compraría un libro de una autora
(entonces totalmente desconocida) si no hay promoción ni
presentación? ¡La verdad es que, en esas condiciones, si la novela
se hubiera convertido en un éxito de ventas habría tenido que
ponerles velas a todos los santos conocidos y a los aún por
canonizar!
¿Cómo es posible que una editorial decida regalar
ejemplares y descatalogar una obra sin tener la decencia de
comunicarlo al autor?
Pues eso es lo que hay. Por lo que me han dicho hoy, quedan unos
15 ejemplares en Barrabés-editorial porque el resto los tiene
Barrabés-tienda para regalar, comprados a precio de saldo.
Me parece vergonzoso que las personas seamos ignoradas cuando sólo
impera el márketing: pero aún así cuesta poco (por pura
ética y moral) avisar al autor. Cinco años después de que
mi obra se descatalogue y se vaya regalando lo he sabido, y sólo
porque me moví para preguntar y saber... ¡Qué vergüenza y qué
indefensión!
¡Así tratamos en nuestro país a la cultura! Y, como he anotado más
arriba, ni creo que mi obra sea un posible "best seller" ni la
dejaría tal y como está si pudiera modificarla, pero... "lo cortés
no quita lo valiente". Y es una auténtica vergüenza que a los
autores (en general) se nos trate como a pordioseros, aunque el
fracaso parta (al menos en parte) de un incumplimiento de
contrato.
Cuando veo que "gente" sin apenas estudios vende su vida y la de
otros y vive en la abundancia, el sentimiento de asco y desprecio
hacia la sociedad me subleva. ¡Somos un país de analfabetos! Y
somos un país en el que la cultura nos VA GRANDE.
Pero ¿qué hacer ante situaciones como la expuesta? ¿Denuncio a la
editorial (ahora que estoy en paro)? ¿A alguien le importará?
¿Alguien me dará apoyo?
Mientras sigamos dando "Medallas de las Bellas Artes" a
carniceros, que sólo cuentan con el soporte de menos del 20% de los
ciudadanos, pero que se siguen alimentando a costa de nuestros
impuestos, me temo que los "pobres diablos" que no matamos a nadie
y no creamos espectáculos de sangre seguiremos indefensos. ¡Qué
asco de país!
Comentario de los lectores:
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