Gala de presentación del Premio Llanes de Viajes 2012. Montero Glez gana el premio con su obra "Huella jonda del héroe"

Gala de presentación del Premio Llanes de Viajes 2012. Montero Glez gana el premio con su obra "Huella jonda del héroe". 

El pasado jueves 31 de mayo tuvo lugar la gala de presentación del Premio Llanes de Viajes de este año 2012, organizado por Imagine Ediciones y contó con el auspicio de la Fundación Ámbito Cultural de El corte Inglés y del Ayuntamiento de Llanes. Se trata de un evento lúdico-literario que se consolida, tras tres años de celebración, como una de las fiestas más reconocidas dentro de los actos relacionados con la Feria del Libro de Madrid.
  
En esta ocasión el evento se celebró en la Sala La Garrocha, en la calle General Pardiñas, un lugar emblemático de nuestra capital que sirvió de marco a la obra galardonada con la VII edición del premio: Huella jonda del héroe, de Montero Glez.

El Premio Llanes de Viajes se viene celebrando desde el año 2005 y su objetivo es descubrir los rincones de nuestro país y potenciar el género de literatura de viajes. Se premia aquella obra que por su estilo narrativo y su interés humano y geográfico sirve para conocer mejor nuestra piel de toro. Cuenta con una dotación de 30.000 euros y con la publicación, promoción y distribución de la obra ganadora.

El año pasado recayó en Las casas de los poetas muertos, de Ángeles Caso. Espido Freire lo recibió en el 2009 con Hijos del fin del mundo.De Roncesvalles a Finisterre; y Ángela Vallvey se alzó con el galardón de la edición del 2007 gracias a El viaje de una hoja de lechuga. Fue el escritor Juan Eslava Galán quien en 2006 estrenó el premio con Viajes a la costa de las ballenas.

Carmen Posadas introducía y presentaba al ganador, Montero González, conocido también como Montero Glez.

En el habitual photocall, situado a la entrada de La Garrocha, los invitados pudieron fotografiarse junto a organizadora del evento, Silvia Pérez Trejo, para más tarde acceder al recinto de la sala, dispuestos a disfrutar de una noche especial. Una fiesta en la que se encontraba una nutrida representación de personalidades dentro del mundo de la cultura y el espectáculo de nuestro país, toda una amalgama heterogénea de gente relacionada de un modo u otro con la literatura.

La presentación del evento corrió a cargo de la reconocida escritora Carmen Posadas que hizo de su exposición una charla con el autor premiado, Montero González, hasta el punto de que más parecía una conversación de amigos en una taberna española, entre copas de vino, que una seria y aburrida presentación. Quizá, la señora Posadas nunca lo hubiera conseguido… de haberlo intentado, porque Montero Glez es un hombre diferente que necesitaba una presentación también diferente.

Un momento de la presentación.

El autor galardonado se nos aparece como un Camarón moderno algo trasnochado, con barba de unos cuantos días enganchada a la consumida piel de sus mejillas, presto en la palabra y rápido de ademanes: a él podrían embotársele los sentidos, más no el intelecto. Pero eran sus inquietos ojos los que acaparaban la atención, unos ojos que todo lo escrutaban, que nada se perdían. ¿Pueden acaso dejar pasar una oportunidad los ojos del que fuera un gorrilla, un aparca sin contrato?

Montero nos desgranó su vida, una existencia cosida de retales de vidas difíciles que le han endurecido, casi curtido diría yo a juzgar por su perfil afilado y sus miembros enjutos. Curtido como se curten los buenos pellejos, con mucha paciencia.

Un hombre que ha hecho de todo para sobrevivir, que se ha aferrado a la vida con uñas y dientes, no es solo un superviviente, también se convierte en un hombre libre. La necesidad, lejos de esclavizarle, le ha liberado y ahora tiene la fuerza de escribir lo que quiere… como quiere.

Huella jonda del héroe es un viaje físico, histórico y místico por el universo del flamenco, donde se cruzan viajeros de la ficción y la leyenda de Hércules o el Diablo con viajeros de la vida real: Camarón de la Isla, el cantaor Rancapino, el pintor Ceesepe, el fotógrafo Alberto García-Alix o el propio narrador. La obra visita Cádiz, La Línea, Chiclana o Sevilla representadas de forma conceptual y mágica y narrada con la poesía, la pasión y el humor que definen el estilo tan inimitable de su autor.

Imagen del público desde el escenario.

La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada y los invitados pudieron disfrutar de la que ya se ha convertido en una celebración emblemática durante la Feria del libro de Madrid.