Feria del libro de Valencia 2014 y kdd oficial Anika Entre Libros

Normalmente son las propias fotografías que saco del día o días que voy a la Feria las que me indican qué pasó, cuándo, etc. Como esta vez sólo fui un día -el sábado 3 de mayo- el cuándo está claro. Y sin anécdotas raras antes de salir de casa. Ya, no me lo creo ni yo.

Lo que tenía claro es por qué elegí ese día para hacer la comida con amigos, la kdd oficial de Anika Entre Libros: de todos los días propuestos por la feria era el único en el que había más firmas interesantes. Hubo otras, claro, pero taaaaan repartidas en los quince días que dura la feria que no me valía la pena ir más de una vez. Hubo otros amigos que me dijeron que pensaban igual, y vi que era una tónica general en esta feria. De hecho hablé con algunos libreros y me dijeron que había sido algo desastre la elección de la feria este año: les pilló una parte de Pascua y una segunda con un puente en Madrid. Fantástico ¿no? Salió buen tiempo y había vacaciones así que la mayor parte de la gente se iría a la playa. Aunque discutí el tema con Amparo Gracia ella insiste en que hacerlo como lo hacen es mejor: más días para tener más propuestas -para colegios, dice-, cuando yo le digo que concentre las firmas de autores y sabrá qué es el éxito, como un San Jordi. Yo sólo sé que este año no me apeteció ir más que un día porque el plantel era de lo más soso. Y encima estaba la crisis. Eso también se notó en la comida. Fuimos menos: 21 comensales. Eso sí: felices :D

Cuando llegué, en la misma puerta de Viveros, estaba el escritor Vicente Marco (gran escritor) de guardián de unas cajas que resultaron ser de José Luis Rodríguez (Bibliocafé). Ambos dos acabarían viniéndose a la comida. Acompañé a Vicente a su caseta y nos hicimos una foto con sus libros.

Por el camino me encontré a la cara más famosa de Shalakabula y a la escritora Isabel Barceló. Este año ninguna de las dos se podría venir a la comida, pero las inmortalicé igualmente.

La anécdota me pasó ya en la feria. Me pedí unas patatas bravas y un refresco para no perder fuerzas durante el día y el plato estaba tan lleno que me pasé media mañana picando. Si yo me lleno con cuatro aceitunas… imaginad. Cuando me di cuenta ya era la una de la tarde.

Compartí un rato con Juan Miguel Aguilera, que iba a participar en una mesa redonda con Bel Carrasco (se olvidó presentármela) pero como me trajeron las bravas justo en ese tiempo, me la perdí. Más tarde supe que Javier Arnau había estado allí, y yo no le había visto pasar por delante de mis narices.

Quien se sentó conmigo fue Vicente Torres. Tenía interés en que conociera el libro en el que había participado como compilador junto a un compañero y en el que daban opinión muchísimos personajes, algunos del mundo de la cultura, y otros de la política.

De hecho quería que fuera a la carpa de Editors Valencians donde se reúnen en un espacio varias editoriales y allí me pidió que me hiciera fotos con el libro.

Antes le dije que tenía que pasarme por la carpa de organización para ver a los autores a los que había ido a ver. Vamos, que elegí ese día porque estaban algunos de ellos. Y así, a lo largo de la mañana, vi a unos cuantos.

Santiago Posteguillo, al que tras hacerle la foto:

...le dije que salía en todas mis fotos con las gafas de sol y se ofreció a salir en otra así:

Y oye, queda estupendo en cualquier caso.

Clara Sánchez, a quien al fin conocí después de años "conociéndonos" por internet y algunas ocasiones perdidas por el camino. La verdad es que apenas pudimos hablar, pero para ella era bueno porque el motivo era que estaba firmando libros.

Juan José Millás, con mucho pelo y muy despeinado, me recordaba a un peluche tras un huracán.

Alfredo Escardino, con el que me hice un lío tremendo con esto del whatsapp (nos habíamos conocido hacía unos días tras hacerle una videoentrevista por su libro)

Jandro, que al principio no cayó pero cuando le recordé el artículo de una feria pasada donde él venía con su compañero de escritura (un libro sobre calvos) y sacaba dientes a lo Pantoja, se acordó de mí.

Y a veces le pillé firmando así:

Y Susana Fortes, que aunque no venía a sentarse a la mesa, como hacía años que no nos veíamos nos hicimos una foto juntas que salió así de chula:

Vicente Torres me esperaba aún así que nos encontramos por el camino. Y ahí sí vino algo gracioso. Resulta que cuando entré en la carpa una chica muy simpática, desde detrás de un mostrador, me saludó con una enorme sonrisa en la cara. Pensé "jo, qué simpática". Cuando buscábamos a alguien que nos hiciera la foto recurrimos a ella y al mismo tiempo me sonó el móvil. Era Joe Álamo buscándome.

-        ¿Dónde estás?

-        En la carpa de Editors Valencians

-        Ah, ahí está Carmen Pardo ¿no?

Y yo, con el móvil en una oreja, sonriendo mientras la chica hacía una foto detrás de otra (haciéndonos parecer estrellas de cine, clic, clic, clic, clic...)  y Vicente sujetando el libro y aparentemente también me sujetaba a mí.

Total, que miro a la chica y le pregunto:

-        ¿Está aquí Carmen Pardo?

-        ¡Sí, soy yo!

^_^  Lo que yo diga. Conozco a Carmen Pardo por facebook y twitter desde hace la tira, e incluso habremos coincidido en varias Ferias del Libro,  y no le había puesto cara aún. Cara de tonta se me quedó a mí, por supuesto. Ahora entendía por qué me había regalado aquella sonrisa tan bonita al entrar, porque sí sabía quién era. Lástima que yo quedé fatal porque no sabía quién era ella. Y que no me pase de nuevo, que me conozco… :P

Una vez con Joe ya empezamos a encontrarnos más amigos. De hecho íbamos ampliando el grupo conforme avanzábamos porque algunos estaban aún en casetas o charlando con amigos. Otros, por el contrario, irían directamente a la comida. Por cierto… la comida fue lo mejor del día ¿alguien lo dudaba?

Y ahora toca comida y despiporre... para enterarse-ver-leer, entrar por el menú lateral derecho en la página 2.