El escultor: pequeño creador
...y del barro hizo Dios al hombre. Así dice la tradición
judeo-cristiana y el génesis de las sagradas escrituras Bíblicas.
He allí el nacimiento de la escultura como arte de la creación y
tal vez como la primera manifestación artística de la divinidad.
Entonces Dios sería el primer escultor en la historia
universal.Tanto la escultura como la pintura, nacieron con la
propia naturaleza del hombre. Están íntimamente ligados a EL.
Mente, Cincel y Manos se conjugan en el escultor como vehículos
para la obra. El hombre prehistórico y cavernario, fundamentándose
en la imitación, retrató ingenuamente imágenes en su mente; de su
entorno circundante y lo plasmó en las paredes de su hogar
primario: Las cavernas; en las cuales,
constituyeron sus galerías privadas, dejando como testamento esa
bendición que el mismo Dios legó como testimonio de sus dones, a la
posteridad. Tales manifestaciones artísticas fueron exhibidas en
los museos naturales de sus grutas en el período Magdaleniense del
paleolítico superior. El desarrollo de la
escultura se estima que fue anterior a la pintura; perteneciente
ésta, al período aurignacience del paleolítico superior, la cual se
confundió con el grabado y la artesanía, cuyos objetos fueron
labrados con hueso, marfil y cuerno, hábilmente tallados y grabados
por los anónimos artístas prehistóricos.
En la pintura, los ignotos pintores se servían de la sangre de los
animales que cazaban y alimentaban para obtener el color rojo; de
las arenas ocres de las playas, el barro producto de la lluvia; de
las canteras de arcilla y azufre, de lava volcánica, obtuvieron el
amarillo, el marrón y el anaranjado; de ciertas plantas y tintas de
moluscos obtenían el negro, el azul y el verde. Se trata pues, de
pinturas al fresco, de murales ocultos en cavernas en los que
predominan el rojo, el amarillo y el negro y en los que se
representan al animal con trazo seguro y vigoroso, generalmente en
movimiento.
Las figuras humanas, aunque no muy frecuentemente, las
representan, en cambio, con formas esquemáticas y extremadamente
dinámicas, todo obedeciendo a esas especulaciones mágicas y
supersticiosas basadas en el grado de ignorancia del hombre de esos
tiempos, quien llegó a esculpir en piedra, formas de animales,
quizá, por razones religiosas; o por inclinación a un misterioso
arte de manera potencial. Al igual que hoy en día, estos artistas
furtivos, rindieron culto al cuerpo humano en su desnudez, pues
esculpían cuerpos de mujeres al que relacionaban probablemente con
principios mágicos, como se observa en la pintura rupestre. Tenían
motivos agrarios generalmente; es decir, relacionaban la tierra con
la mujer en función de la fecundidad dando origen al fenómeno de la
idolatría en los llamados pueblos paganos, desde donde parten los
postulados religiosos primarios, convirtiéndose así el arte en
germen embrionario de todos los fenómenos subjetivos que giran en
torno al hombre.
Como auténticos vestigios tenemos la venus de Willendorf en viena,
la venus de Brassempouy de Saint Germain en Francia, y otras. En el
período neolítico, no se conocen sino ciertas groseras figurillas
de barro; también femeninas como las de Butmir. Así el hombre
primitivo comenzó lo que hoy día se conoce con el nombre de
Artes Plásticas. Su inquietud por las artes
plásticas lo conllevó a hacerse más realista en su vocación
artística comenzando a esculpir imágenes de lo que El concebía como
divinidad; tallando sobre rocas, en barro ocre, arcilla, madera,
piedras preciosas tales como el jade, el ámbar, y otras, sus mudos
e inanimados dioses, como es el caso de Egipto, La India, La China,
Mesopotamia, Persia, Sumeria, Asiria. Hasta llegar a la América
precolombina quienes dieron uso a los metales preciosos tales como
el oro, la plata, el bronce, etc, ha llegando a concebirse la
escultura como una de las más sublimes Bellas Artes que el hombre
haya desarrollado jamás.
En la pintura, el hombre conocía intuitivamente los colores
primarios del espectro cromático; pero lo más trascendental es el
desarrollo de la escultura la que se constituyó en arte e
instrumento elemental para las religiones idólatras. El hombre
siempre tuvo plena noción del imperio de las formas a través de el
sentido visual y el cual, es parte de ese imperio sensitivo,
constituyendo así una de las manifestaciones primarias del talento
artístico innato de ese ser llamado Homo Sapiens.
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