El Arte de la Guerra de Sun Tzu, clásico y contemporáneo a la vez
El Arte de la Guerra de Sun Tzu, clásico y contemporáneo a la vez.
El Arte
de la Guerra es el mejor libro de estrategia
de todos los tiempos. Inspiró a Napoleón, a Maquiavelo, a Mao Tse
Tung y muchas más figuras históricas. Este libro de dos mil
quinientos años de antigüedad es uno de los más importantes textos
clásicos chinos, en el que, a pesar del tiempo transcurrido,
ninguna de sus máximas ha quedado anticuada, ni hay un solo consejo
que hoy no sea útil. Pero la obra del general Sun
Tzu no es únicamente un libro de práctica militar, sino un
tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría
el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de
confrontación. No es, por tanto, un libro sobre la guerra: es una
obra para comprender las raíces de un conflicto y buscar una
solución. "La mejor victoria es vencer sin combatir", nos dice Sun
Tzu, "y ésa es la distinción entre le hombre prudente y el
ignorante".
La obra de Sun Tzu llegó por primera vez a Europa
en el periodo anterior a la Revolución Francesa, en forma de una
breve traducción realizada por el sacerdote jesuita J. J. M. Amiot.
En las diversas traducciones que se han hecho desde entonces se
nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu
o Sun Tzi.
El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en
estos dos principios:
1. Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño.
2. El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin
luchar.
Las ideas de Sun Tzu se extendieron por el resto
de Asia hasta llegar a Japón. Los japoneses adoptaron rápidamente
estas enseñanzas y, posiblemente, añadieron algunas de su propia
cosecha. Hay constancia de que el principal libro japonés sobre el
tema, "El libro de los Cinco
Anillos", está influido por la filosofía de
Sun Tzu, ya que su autor, Miyamoto
Mushashi, estudió el tratado de
"El Arte de la
Guerra" durante su formación como
Samurai.
Habitualmente se hace referencia a las culturas orientales como
culturas de estrategia y no es pequeña la influencia de Sun Tzu en
este desarrollo cultural. Hoy en día, la filosofía del arte de la
guerra ha ido más allá de los límites estrictamente militares,
aplicándose a los negocios, los deportes, la diplomacia e incluso
el comportamiento personal. Por ejemplo, muchas frases clave de los
manuales modernos de gestión de empresas son prácticamente citas
literales de la obra de Sun Tzu (cambiando, por
ejemplo, ejército por empresa, o armamento por recursos, sin ir más
lejos). Las ideas siguen siendo completamente válidas a pesar de
los veinticinco siglos transcurridos desde que se escribieron.
Sun Tzu fue un general chino que vivió alrededor
del siglo V antes de Cristo. La colección de ensayos sobre el arte
de la guerra atribuida a Sun Tzu es el tratado más
antiguo que se conoce sobre el tema. A pesar de su antigüedad, los
consejos de Sun Tzu siguen manteniendo vigencia.
Sun Tzu, personaje real o imaginario, parece ser
que vivió los tiempos míticos de "los reinos combatientes", hace
más de veinticinco siglos, de los primeros tiempos de la China
clásica.
Prácticamente no se conoce nada sobre él, pero el prestigio que
posteriormente logró con sus escritos, lo han situado en un puesto
de honor entre los tratadistas militares.
Puede muy bien considerarse la esencia concentrada de la sabiduría
en lo referente a la conducción de la guerra. Buscando entre los
teóricos militares del pasado, sólo podría hallarse en Clausewitz
al único capaz, en cierto modo, de compararse a Sun
Tzu.
Sus recomendaciones de gobierno siguen estando en el corazón de la
construcción de los estados contemporáneos. Cuando habla del mando
habla de una actitud política neutral por parte del líder que se
entiende a sí mismo como un servidor del estado y no al estado como
algo a su servicio. Cuando habla de disciplina se refiere
mecanismos de premio y castigo claros, regulados y comprensibles
que no se ven violados por la corrupción o la excepción nepotista,
pero también al cuidado de la logística de modo que el ejército
mismo sea percibido como el aprovisionador general. Cuando habla de
la influencia moral lo entiende como la necesidad de los líderes de
conseguir que los comunes "sean capaces de compartir la vida y la
muerte con ellos sin temor alguno".
Las advertencias y consejos que brinda el autor a través de sus
trece capítulos son directas y huyen de retóricas adornadas y de
comparaciones ornamentales. Para hacernos una idea, por ejemplo,
algunos de sus capítulos llevan los siguientes títulos: la fuerza,
las clases de terreno, la planificación del combate o el trato a
los soldados.
Como he dicho al principio, no es un libro bélico: es más una
manera de evitar o minimizar los conflictos.
Comentario de los lectores:
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